HIERBA DE BRUJAS, de Toti Martínez de Lezea
Llegúe a Toti Martínez de Lezea hace ya muchos años. Acababa de estrenar cuñado, y en una de nuestras primeras conversaciones, nos dimos cuenta que compartíamos gusto por la lectura. Por aquel entonces, me encontraba documentándome para escribir un relato con el que participar en un concurso literario. Como el tema era libre, y en aquel momento acababa de terminar de lerme el Malleus Malleficarum, el más famoso tratado de bujería de la Edad Media, decidí escribir sobre el tema, y le enseñé los dos primeros folios que tenía escritos. Pinta bien, apuntó él justo en el momento en el que nos llamaban para sentarnos a la mesa.
En la siguiente comida que tuvimos en familia al cabo de una semana, tuvo el detalle de traerme un libro que, según me dijo, Te tienes que leer. Yo andaba enfrascado en la documentación para mi relato, pero al ver la portada, lo tomé entre mis manos con curiosidad. En ella aparecían dos mujeres, una sentada en el suelo, como recostada, joven, con el vientre abultado y siendo socorrida por otra mujer, ésta de edad más avanzada, cubierta su cabeza con una suerte de tocado blanco que parece un cuerno. Editada por la editorial Ttartallo, y bajo el título de La Herbolera, descubrí una historia de "brujas" desconocida para el gran público, pues todos relacionamos brujas con el proceso que la Inquisición llevó a cabo en 1610 para acabar con la brujería en el pequeño pueblo navarro de Zugarramurdi. En esta ocasión narraba los sucesos que se dieron en el Duranguesado, una comarca vizcaína que se extiende entre Bilbao y Eibar, y cuyas gentes también tuvieron que soportar con horror cómo la caza de brujas sirvió para sembrar el terror.La lectura de aquel libro (que recomiendo fervientemente) me impresionó tanto, que me surgió esa extraña necesidad ¿os ha pasado a vosotros? de buscar más libros de la autora y adentrarme en su literatura. ¿Cómo llamaríais a eso: un flechazo literario?
Por cierto, gané el concurso.
![]() |
Portada de Hierba de brujas, de Toti Martínez de Lezea |
Probablemente Toti Martínez de Lezea sea la autora más reseñada en este blog. Las razones son varias, y no son cuasuales: en primer lugar, se trata de una autora muy prolífica, capaz de crear historias constantemente, y gracias a su esfuerzo diario (a pico y pala), su editorial prepara las prensas una vez al año para cocinar sus novelas. En segundo lugar, Erein, la fantástica editorial donostiarra que publica desde hace ya varios años todo lo que a la autora se le ocurre, es una de las editoriales que desde los inicios de este blog confió con determinación en nuestro proyecto, y a día de hoy, nuestro vínculo colaborativo con ellos sigue tan fuerte como el primer día. Y además, la escritora alavesa es en sí misma una escritora que nos encanta, pues sus novelas contienen esa fórmula mágica del éxito que, según dicen, deben de llevar las buenas novelas: están bien escritas, contienen tramas que enganchan al lector hasta el final y cuentan historias atractivas que rápidamente conectan con un gran número de lectores de todo tipo de edad y condición.
En esta ocasión, Toti presenta una nueva novela ambientada en esta ocasión en pleno siglo XVI, y cuyo título, Hierba de Brujas, viene acompañado en la portada por una preciosa imagen de una planta en flor ardiente, la Belladona, asociada desde hace siglos a las brujas porque era uno de los componentes principales de los ungüentos que éstas se aplicaban para volar sobre los palos de sus escobas. Y es que esta planta tiene muchas propiedades medicinales, incluso induce a las alucinaciones, y aplicada con la dosis excesiva, se convierte en un potentísimo veneno capaz de acabar con la vida del más ingenuo.
En 1512, el reino de Navarra, que se extendia a un lado y a otro de los Pirineos, es conquistado por el poderoso reino de Castilla. Desde entonces, y de manera intermintente, se produjeron distintos enfrentamientos entre quienes defendían el nuevo status quo bajo mando del emperador Carlos V (los beamonteses) y quienes anhelaban recuperar su sitaución anterior y para ello buscaron el apoyo del rey de Francia (los agramonteses). En 1525, y en medio de un conflicto más o menos soterrado en el valle fronterizo en que se desarrolla la novela (también tiene su importancia la ciudad de Pamplona), comienza abiertamente una novela que tiene dos líneas argumentales claramente definidas: por una parte, la que dedica a narrar la vida de un jurista, Bernabé, que desde muy niño sufrió el rechazo de su padre, ya que su llegada al mundo supuso la muerte de su madre. Fruto de una niñez y una adolescencia compleja sin un referente familiar afectivo (pero instruido por monjes y luego siendo estudiante en la Universidad de Salamanca), Bernabé se convierte en una persona de frío corazón, preocupado únicamente por hacerse con una buena posición social, en un intento de emular y sobrepasar al padre que nunca le quiso, notario de profesión. Por otra parte, conoceremos la vida de Loredi desde su nacimiento, una joven nacida en el seno de una familia humilde en Zaraitzu, en el valle pirenaico de Salazar. Al ser la séptima hija del mismo matrimonio, la traidición la señala como bruja, y la sombra de los malos augurios se ciernen sobre ella. Tanto es así, que será rechazada por toda la familia al enterarse que la madre ha fallecido durante el parto. Su padre, Balendín, lejos de amilanarse, y llevado por la compasión hacia el último fruto de su felicidad con su mujer, alejará a su hija del valle sin que nadie lo sepa, y la cuidará personalmente hasta las últimas consecuencias.
Por el medio, podremos descubrir cómo era la vida en un ámbito rural y montañoso, en una tierra antiquísima con una tradición fuertemente arraigada a sus gentes pese a la llegada del cristianismo y la influencia opresora de los grandes reinos que se disputaban por aquel entonces el dominio del cetro europeo: Castilla y Francia. Aquellos hombres y mujeres, que hablaban un extraño idioma imposible de comprender, de carácter cerrado y creyentes aún de manera velada en la religión antigua de la diosa Mari, debían ser enderezados y sometidos a las nuevas costumbres que debían acatar, más aún si trataban, como lo hacían, de organizarse para desafiar al poder del emperador. Es por ello que, aprovechando el paganismo en el que vivían, desde el poder civil se desarrollaron persecuciones de personas sospechosas, la mayoría mujeres, para sembrar un terror tal que favoreciese la claudicación de los supervivientes.
La novela coge mucha fuerza a medida que ambos protagonistas principales van cruzando sus caminos, entablando una relación muy fuerte y tóxica al mismo tiempo, pues Bernabé comenzará a ser seducido por el poder tenebroso del Maligno debido al influjo de las brujas del valle, y Loredi seguirá tratando de escapar a un destino que parece no darle tregua, a pesar de que siempre trata de pasar desapercibida, y el único trato que busca tener con la gente es el de curar a las gentes que buscan su ayuda gracias al los conocimientos en plantas y raices que va aprendiendo desde joven.
La autora demuestra sus amplios conocimientos en la materia, y se recrea ofreciendo mucha información acerca de una época tenebrosa, dominada por la sinrazón y el interés oculto de la política y la religión. Confecciona un precioso y trágico relato de la gran mentira tejida en torno a la brujería, que sirvió de pretexto para hacer una limpia de personas analfabetas cuyo mayor pecado era el tener un sentimiento de pertenencia hacia una tierra y una cultura muy definido. La muerte de decenas de personas (muchas en la hoguera) opuestas al nuevo Rey, o de gentes que encontraban mejor remedio para curar enfermedades en bebedizos y en ungüentos realizados con las plantas que les proporcionaba la naturaleza en lugar de salmos y rezos, fue una consecuencia clara surgida del deseo irrenunciable de los poderosos por dejar radicalmente claro quién mandaba en la zona (ellos) y quiénes debían obedecer (todos los demás).
Los personajes, tanto los secundarios como los principales, están bien definidos y se observa la evolución en cada uno de ellos, llevándolos hacia el Bien o el Mal según sus propios actos. Además, la escritora vasca sabe mezclar a aquellos que fueron reales con los que surgen de su imaginación de una manera tan diluída, que no sería extraño que muchos de los lectores se lancen a buscar esos nombres en Google para saber más de ellos, pues son personajes realmente atractivos, independientemente de su comportamiento. En cuanto al estilo de la autora, muy definido ya a estas alturas, apuntar que en esta ocasión los diálogos son más reducidos, y las tramas se van desarrollando por un narrador que está presente en todas partes, y que se adentra en el interior de los personajes para hacernos sentir sus sensaciones, sus alegrías, sus miedos, sus dudas. Sorprende cómo la obsesión por el sexo sobrevuela las excenas más perturbadoras de la novela, lo que da buena muestra de las consecuencias que la represión de algo natural puede llegar a generar en aquellos hombres que se encargaban de enjuiciar al pueblo, hombres con un alto nivel cultural, cuando no verdaderos eruditos, la nublación de la razón, desarrollada por numerosos años de estudio, cayendo derrotada ante el empuje de una depravación irrefrenable disfrazada de fe.
Hierba de brujas es una lectura muy amena, escrita con un ritmo agil y repleta de sucesos que mantendrán al lector con el deseo de avanzar y seguir pasando páginas. Se lee muy rápidamente, contiene ese tipo de personajes que no se olvidan y narra con buen pulso las persecuciones que se vivieron muy cerca de nosotros de aquellas personas diferentes. Su lectura debería ser obligada para ensanchar nuestra mirada, para tener una amplitud de pensamiento mayor del que cada uno tiene, pues es un canto a la diferencia, al respeto del distinto, al amor fraterno y al que deberíamos sentir, todos, por la naturaleza. Toti Martínez de Lezea lo ha vuelto a hacer, se ha reinventado a sí misma tratando una temática que ya nos había acercado en ocasiones anteriores, pero ha sabido hacerlo desde un punto de vista alternativo. Es, sin duda ninguna, la escritora que mejor se ha acercado al mundo de las brujas en los últimos años, y quien nos ha descubierto, además del propio mito, a las personas que estaban detrás, a esas (en su mayoría) mujeres valientesy frágiles al mismo tiempo, leales a sí mismas y a su legado cultural, centinelas de las esencias de todo un pueblo.
HIERBA DE BRUJAS
Toti Martínez de Lezea
ISBN: 978-84-9109-502-6
Otras reseñas de la autora en nuestro blog
Una reseña de Santiago Navascués
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS