LAS CUATRO ESTACIONES... YA NO SON LO QUE ERAN, COMICOS 2021
Qué bueno que todavía existan padres que crean en en el teatro como un modo de entretenimiento para sus hijos más allá de videoconsolas, tabletas y ordenadores. Y qué bueno que se prodiguen por la salas de nuestro país esas compañías que encuentran en el teatro un modo para acercar la música clásica al gran público, sobre todo a los más jóvenes.
El pasado fin de semana en la Muestra Nacional de Teatro Cómicos de Alfaro (La Rioja), tuvimos la oportunidad de conocer Las cuatro estaciones de Vivaldi de un modo divertido, lúdico, huracanado y, por momentos, mágico. La compañía aragonesa Che y Moche regresó a Alfaro después de triunfar en la pasada edición con su espectáculo El funeral (del que dimos buena cuenta, aquí), y en esta ocasión se dispusieron a representar de una forma atrevida y limpia su visión de Las cuatro estaciones, la composición más conocida del genial compositor veneciano: Antonio Vivaldi.
Durante algo más de hora y media, el sexteto de actores que aparecieron en escena se dedicaron a contarnos una historia del mundo y de cómo se ve afectado por el transcurso de las estaciones y el cambio climático. Los personajes están encabezados por un cocinero histriónico e inclasificable, su ayudante y cuatro músicos que van entrando y saliendo con participación directa o indirecta según lo requiere el guión. Su trabajo cómico es bastante notable, pero donde destacan muy especialmente es en su labor musical: todos ellos suenan muy brillantes y la calidad sonora es muy alta. Pese a que la música que escuchamos, en mayor o menor medida, a todos nos suena, los Che y Moche han conseguido unos giros en los arreglos muy originales, que hacen sonar a Vivaldi con un deje de música del Este europeo, como si un carromato de gitanos zíngaros llegados de más allá de los Cárpatos hubiesen inspirado al compositor italiano. Buena parte de culpa en este sentido la tiene Tereza Polyvka, que en esta ocasión se encarga de las labores de dirección y adaptación musical.
Además de todo ello, la obra también destaca por su potencia visual y los efectos que se reproducen gracias al videomapping, una técnica que consiste en proyectar imágenes sobre el fondo del escenario, o adaptadas a algunos volúmenes de los decorados. Así, sobre un fondo en el que vemos una vivienda, un pequeño lago y las ruinas de un antiguo edificio (puede que un templo romano) observamos cómo se sucede la primavera radiante de luz y colores vivos, el verano cálido y árido, el otoño con la caída de las hojas por doquier y el invierno frío y cargado de nieve. También una pequeña roulotte se transforma en un barco a la deriva o arde en llamas cuando el cocinero se olvida que tiene en el fuego unos conejos cocinando... Pero además, la compañía imagina una quinta estación, el veroño que añadirá un punto de genialidad a esta receta rompedora con la que la compañía aragonesa consiguió encandilar una vez más al público alfareño.
Tuve la suerte de tener cerca de mí, distancias antiCovid mediante, a un padre y a un hijo de unos ocho años. Durante toda la obra, aquel niño se estuvo riendo a cada momento, con cada gag y golpes de efecto visuales de los actores. Probablemente aquella tarde era su primera vez en el teatro, y puede que también fuese su primera vez escuchando música clásica en directo. Pues bien, el buen trabajo realizado por los Cheymoche quedaron reflejados en cada sonrisa, en cada carcajada, en esa mirada risueña y viva, brillante porque la risa llegó a desbordarse de sus ojos en forma de lágrimas, cuando se encendieron las luces del teatro que anunciaban el fin de la obra. Ese niño descubrió que un teatro es divertido, que cuando el telón se abre, todo puede suceder. Y, además, que estaban equivocados esos amigos de clase que decían que la música clásica era un rollo.
Todo depende del cristal que alguien, con buen criterio, sepa administrarte para que puedas mirarla a través de él. ¡Con compañías capaces de acercar a los niños la magia del teatro y de la música, este fabuoso arte tiene el recambio de espectadores asegurado!
FICHA ARTÍSTICA
Músico Actores: Fernando Lleida, Elva Trullén, Tereza Polyvka, Kike Lera, Fran Gazol y Joaquín Murillo
Vestuario: Arancha Ezquerro
Vídeo Creación: Pedro Santero
Realización de espacio escénico: Agustín Pardo
Diseño Gráfico: Cristina Castel
Fotografía y vídeo del espectáculo: Víctor Izquierdo
Diseño de iluminación y Dirección técnica: Tatoño Perales
Dirección musical: Teresa Polyvka
Producción: Marian Pueo
Equipo de dirección: Marion Pueo y Joaquín Murillo
Distribución: Raquel Anadón