Hijas y esposas, de Elizabeth Gaskell

Hijas y esposas.

Por  LaPelipequirroja.

   Leer a Elizabeth Gaskell se está convirtiendo en una costumbre, una buena costumbre, por lo que se podría decir que es un hábito. Pero en esta ocasión no la he elegido yo a ella, de hecho tenía otro libro listo para reseña...Y entonces llegó ella. Se me presentó en la puerta de casa. Bueno, vino acompañada de un repartidor, que por su vestimenta podía haber sido también un tripulante del Apolo XIII, cosas del Covid-19, cortesía de una amiga la mar de rebonica y sandunguera ; como caída del cielo, era mi oportunidad para dejar todo de lado y lanzarme en brazos de Elizabeth Gaskell y su obra Hijas y esposas (1864) Y que dulce ha sido mecerme en ellos.

    Nos encontramos con Molly Gibson,  hija del médico de Hollingford, una pequeña y tranquila población en la cual la vida es pausada y sin sobresaltos; desde que su madre murió, cuando ella tenía tan solo tres años, su padre vive entregado a su hija, y ella se desvive porque su padre tenga un hogar feliz, en el que descansar y olvidarse de los problemas de su trabajo. Pero la joven ya no es una niña, y esa condición no pasa inadvertida para uno de los estudiantes de su padre que se enamora de  Molly; si bien la muchacha no se ha dado cuenta de los sentimientos que ha despertado en el joven, para su padre no han pasado desapercibidos. No está dispuesto a que su hija sucumba a los encantos del muchacho y lo abandone demasiado pronto y con la persona equivocada; ante la perspectiva de una relación inesperada, decide enviarla a pasar una temporada con la Señora Hamley, cuyo esposo fue uno de los caballeros más importantes de la población, aunque su fortuna había casi desaparecido por un revés del destino. Poco podía imaginar el Doctor que huyendo el ratón podría acabar en la boca del gato; y es que los dos jóvenes hijos de los Hamley, Osborne y Roger , también están en edad de merecer. Y coquetear. 

   Piensa el buen doctor que tal vez, la mejor manera de proteger a su hija y prepararla para cuando llegue el momento de casarse, es predicar con el ejemplo; así que decide casarse él mismo para darle una nueva madre a su adorada hija. Dicho y hecho. Se casa con la Señora Kirkpatrick, viuda, y madre de una hija con la misma edad que Molly, Cynthia, y así además de una madre, su hija tendrá una hermana. La intención es buena, no cabe duda, pero una vez más, poco podría imaginar el Doctor Gibson que su bienintencionada acción le acarrearía tantos problemas como los que vendrían junto a su esposa e hijastra. 

   Una historia en la que sus personajes son el punto fuerte de la misma, sin desmerecer una narración maravillosa que encandila y atrapa al lector desde el primer momento;  son bastantes los personajes que encontraremos en la novela, formando un elenco redondo, complementándose perfectamente.
   Frente a las hermanastras Molly y Cynthia, tenemos a los hermanos Hamley, Roger y Osborne,  ambas fraternales parejas resultan como la cara y cruz de un penique: Molly es noble, generosa, leal, humilde, protectora; sin embargo Cynthia se comporta como una malcriada, soberbia y necesitada de admiración continuamente. Tiene buen corazón, es innegable, pero su vanidad y altivez le acarrearán más de un problema, sobre todo a los que la rodean. 
   Osborne Hamley, primogénito y heredero -aunque de una reducida fortuna- es un joven intelectual amante de las artes, además de ser poseedor de un irresistible atractivo; en contraposición, Roger, el menor, es un científico en ciernes, adora la ciencia, los microscopios, el milagro de la vida y la naturaleza. Ambos están unidos por nexos fuertes llenos de cariño y respeto.
   Este mismo contraste entre los jóvenes protagonistas, lo podemos ver también en la pareja que forman el Doctor Gibson y la Señora Kirkpatrick: honesto y sencillo él, vanidosa e interesada ella. 

   De entre el resto de personajes, me gustaría hablar de las Señoritas Browning, dos simpaticonas solteronas que con su bondad y buen corazón, serán un buen apoyo para la joven Molly, un pececito en un mar infestado de tiburones.

   La autora falleció antes de acabar la novela, a falta de un par de capítulos para su final ( fue publicada en capítulos en una revista de la época) y este, el posible final que la autora hubiera dado a su novela, viene en una nota de manos del editor de la revista. Tengo que apuntar que es muy digno y bien resuelto. 

CONCLUSIÓN:  Una novela victoriana que habla de relaciones fraternales, amorosas, filiales, de una sociedad de la época, la cual, recibe na dura crítica por parte de la autora al retratarla como hipócrita, una sociedad en la que las falsas apariencias rigen las relaciones y la posición  de sus miembros. Una crítica que se centra especialmente en la educación femenina de finales del siglo XIX,  casi nula a nivel intelectual para las clases medias-bajas, cuya preocupación tan solo era, preparar buenas madres y esposas.    Una novela cargada de ironía, sentimientos, emociones y mucho talento narrativo, obra cumbre de la autora que a pesar de dejarla inconclusa, puso el broche final perfecto a una vida de letras e historias.  Maravillosa, de las que dejan poso y cerco. Os la recomiendo encarecidamente, da igual cuándo, pues dentro de cincuenta años, seguirá tan fresca como el día que fue escrita. Puede que ella os elija a vosotros. 

Y con esta novela, finalizó el Reto "Cabalgando entre Clásicos", de nuestra querida Clara Rivas.
Un placer haber participado. 

HIJAS Y ESPOSAS

Elizabeth Gaskell

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