La hoja roja, Miguel Delibes.

La hoja roja de Miguel Delibes.

La Pelipequirroja.

   Cuando me uní a este maravilloso reto en el Blog de "1000 y un libros y reseñas"  una decena de títulos del autor me vinieron a la cabeza, estuve dudando durante unos días sobre cuales serían los que elegiría; dudé entre los habituales y más conocidos, pensé decantarme por mis favoritos, algunos coincidían con la premisa anterior incluso, también pensé en lanzarme a la lectura de los pocos que me quedan por leer del autor vallisoletano, esta era la ocasión sin duda.

  Pero al final opté por una relectura. No es de lo más conocidos suyos, ni siquiera era uno de mis preferidos, bàsicamente porque lo leí hace tanto que apenas recordaba detalles, datos generales y poco más ¿Y qué me hizo inclinarme por este en concreto? los bonitos recuerdos que me trajo el verlo de nuevo y leer su sinopsis.  Me recordaba a mi abuelo. Y la añoranza me llevó a su lectura. No es mala razón si la nostalgia es buena.  Y con este llego al fin del Reto con dos libros del autor reseñados. 

   Corren los años 50, tímidamente España comienza a levantar cabeza dejando atrás la dureza de la postguerra, los españoles van olvidando las miserias vividas años atrás y empiezan a autoconvencerse que hay futuro,  y hasta puede ser digno; entre tanta penuria y penalidad sufridas, algunos lo han tenido más fácil, al menos han contado con un trabajo fijo y que aseguraba un sueldo mes a mes que daba para algo más que para tan solo comer. Es el caso de Eloy, durante años ha trabajado en el Ayuntamiento y ello le ha permitido darle estudios a su hijo y labrarse un futuro como Notario, algo que muy pocos podían permitirse por aquellos años; pero ahora Eloy Muñoz ha cumplido los 70 años y se ha jubilado, ley de vida, es entonces cuando esta se le viene encima, junto con una casa vacía de personas y llena de recuerdos.  Está viudo, su hijo el notario vive lejos, su otro hijo falleció con 22 años, y ahora solo y sin su trabajo de toda una vida, Eloy se siente más viejo que nunca. 

   

   Dentro de los librillos de papel de fumar, hay una hoja de color rojo que indica que al paquete solo le quedan cinco hojas para acabarse, y así se siente Eloy ahora, como ese librillo de papel de fumar a punto de acabarse ¿No le decían que la jubilación era la antesala de la muerte? ahora esas palabras toman sentido y hasta se pueden palpar. El tiempo pasa volando. 

  Desi es una muchacha recién llegada a la ciudad,  bastante fea e ignorante, pero una gran persona llena de bondad, enamorada de un chico de su pueblo, El Picaza, con el que aspira a casarse; ella cuida de Eloy y ambos comparten una soledad que les atenaza. 

   Eloy pasa los días paseando con su buen amigo Isaías, días repetitivos como repetitivas son sus conversaciones, sus frases, vive de recuerdos y de la angustia de ver llegar el final; su mujer falleció, su hijo falleció, su otro hijo lleva su propia vida en Madrid, la mayoría de sus amigos ya están muertos, los viejos desaparecen y los que quedan son invisibles para los jóvenes. Aquí, Delibes hace uso de su gran maestría con las palabras y su manejo del conocimiento humano para retratarnos el proceso de la vejez y la decrepitud al dedillo, paso a paso; todos conocemos al anciano que parece hacerse viejo de golpe, tras dejar su trabajo parece que todo son achaques, la muerte acecha alrededor, los amigos van desapareciendo, el hombre autosuficiente empieza a necesitar ayuda para casi todo, sus conversaciones son monótonas y quejicosas ¡Ay de aquellos tiempos, ay de aquellos otros, ay qué lejos queda la juventud! anécdotas de épocas magnificadas con el tiempo que son contadas una y otra vez, una y otra vez, hasta que llegan a ser la pocas palabras que salen de su boca. 

   A su vez, Desi  vive su vida, a parte del trabajo como cuidadora del anciano, tiene sus amistades, o tal vez deberíamos llamarlas, compañeras; no son las mejores amigas, incluso ahora hablaríamos de "amigas tóxicas" que están más preocupadas en arruinar la felicidad ajena que preocuparse de buscar la suya, y aún con todo eso, Desi es feliz, está contenta y nunca pierde la ilusión y la esperanza, sobre todo cuando llega a la ciudad su novio para realizar el servicio militar. El Ocaso de Eloy frente al amplio horizonte que Desi tiene por delante. La rueda de la vida gira y gira. El miedo a perder lo que tiene, o a no  conseguir lo que desea está latente en ella, la soledad puede atraparte entre sus garras en cualquier momento, una decisión equivocada, una mala elección, un fracaso, y allí estará dispuesta a saltar sobre ella.

   Delibes no es solo un magnífico escritor que nos cuenta fantásticas historias. Nos da la oportunidad de asistir en primera fila a los acontecimientos, nos presenta a los personajes como el que presenta a un amigo, a un familiar, a un vecino, sin impostaciones ni retórica absurda; todo es natural, sencillo, todo fluye con normalidad. Y transmitir esto no es fácil, a menos que seas Miguel Delibes y hagas que lo parezca, el autor nos hace sentir, vivir, sufrir sus historias, hacerlas tan nuestras como suyas. La hoja roja es una novela de finales y principios, de sentimientos y deseos, de varios dolores y alguna gloria, y como siempre, fiel retrato de una sociedad de la época, sin florituras ni exageraciones; él muestra, nosotros observamos, ninguno juzga. El final, inolvidable. Un lujo leer sus obras siempre. 

   LA HOJA ROJA

Miguel Delibes

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