La Senda de los Cautivos, José M. González

Caligrama.

En el eco de mis muertes
aún hay miedo.
¿Sabes tu del miedo?
Sé del miedo cuando digo mi nombre.
Es el miedo,
el miedo con sombrero negro
escondiendo ratas en mi sangre,
o el miedo con labios muertos
bebiendo mis deseos.
Sí. En el eco de mis muertes
aún hay miedo.

(El Miedo. Alejandra Pizarnik)

Reseñas El Gato Trotero.

Canadá, invierno de 1893. En una remota región cuyas costumbres han permanecido arraigadas durante siglos bajo la sombra de la religión y la superstición, cuatro hermanos crecidos en el seno de una familia humilde tendrán que enfrentarse a la terrible realidad de ver cómo su propio padre empieza a obsesionarse con la demencial idea de que existe un ser sobrenatural al que atribuye toda su desdicha.

Convencido de que sus hijos corren un peligro inminente a manos de ese ser imaginario y de que así los está protegiendo frente a su oscura amenaza, el desesperado padre los acabará llevando consigo hasta una lóbrega caverna situada en las entrañas de una vieja mina abandonada. Será en ese sombrío e inhóspito lugar dejado de la mano de Dios donde se sucederán unos hechos espantosos e inimaginables que pondrán en peligro las vidas y la cordura de todos ellos.

El Gato Trotero.

Cuando elegí esta novela no buscaba mucho más que pasar un buen rato y desconectar del día a día que últimamente estaba resultando demasiado estresante, el género me gusta mucho y nada mejor que una buena historia de suspense o terror para que me olvide de todo lo que me rodea; y como no esperaba demasiado de la novela no me vi sujeta a mis casi siempre altas expectativas ante una lectura del género. Me gustó la portada, leí la sinopsis y leyendo que es gerundio ¡Qué tranquilidad da dejarse llevar y punto! 
Encontramos dos partes en la novela, una primera parte que está narrada en primera persona por Jeremías, anciano ya, pero que nos cuenta la dura vida de su familia desde que él era un preadolescente en el Canadá de finales del siglo XIX; un retrato no solo de la sociedad decimonónica del país si no de la política, costumbres y formas de vida de entonces, un oscurantismo social y religioso que no estaba dispuesto a dejar un resquicio abierto para que entrara la luz de un nuevo siglo que se adivinaba en la lontananza pero que no parecía querer llegar a tan apartado lugar. 
Esta primera parte está cargada de emoción y emotividad, que se verá incrementada al llegar a la segunda parte en la cual todos los sentimientos, dichas y desdichas irán in crescendo  hasta explotar en un crisol de emociones y conmociones; los personajes se harán un hueco en nuestro corazón despertando empatía y cariño la mayor parte de ellos, sea como sea, ninguno está ni de menos ni de más y juega su papel en la historia, resultando imprescindible por pequeño que sea este papel. 

La historia irá avanzando dejándonos escenas inquietantes y sobrecogedoras, sorprendentes en todo caso y hasta  taumatúrgicas que nos mantendrán en vilo durante toda la narración, que fluye en todo momento de manera muy sencilla y clara, tanto que no te darás cuenta de que el tiempo pasa y te has metido por completo en la novela, tendrás tantas ganas de saber el final como de no querer llegar aún a la resolución. 

CONCLUSIÓN: Un thriller tan intimista como mágico, ensamblando ambas partes magistralmente a través de una narración amena y sin artificios, intriga, suspense y misterio asegurados, una historia bien elaborada y con un final sorprendente. Una lectura amena y recomendable para pasar un buen rato, entretenida y con una buena dosis de misterio. 

LA SENDA DE LOS CAUTIVOS

José M. González.

Caligrama

Edición Anticipada

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