Romperás la noche con un grito, de David Orange.

 

   La infancia. Esa etapa breve  que sin embargo marcará el resto de nuestra vida. Educación, genes, sociedad ¿Somos un conjunto de todo ello o solo el resultado de nuestras decisiones? ¿Somos víctimas o verdugos? ¿A veces una y a veces otra? Los niños heridos en el fondo son como los perros apaleados, lo recuerdan siempre, pero tanto unos como otros, niños y perros, buscan en el fondo la mano amiga y protectora que acaricie y no golpee ¿Pero como seguir adelante cuando has sido duramente apaleado, física o emocionalmente? ¿Se puede sanar? ¿Se puede seguir adelante si las heridas no han cerrado?  Un adulto herido en la infancia es un monstruo en potencia, y la mayoría de veces, no solo para los demás.

   Poniéndonos en antecedentes:

   No es esta la primera novela del autor que leo. Hace un tiempo leí, recomendada en otro blog, La tumba de Eva Goth, y aunque no la reseñé en su momento (no me preguntéis porqué) me dejó muy buen sabor de boca, y sobretodo, me descubrió a un autor que me fascinó tanto en su narrativa como en el desarrollo de su novela. Era increíble, fascinante, manejaba los hilos de la historia y sus personajes con una maestría tal que te dejaba expectante entre capítulo y capítulo ¡Lo que me costaba no seguir leyendo! pero como he dicho, no lo reseñé a pesar de lo mucho que me gustó la novela.

   En esta ocasión, aunque era otra la novela suya que pensaba leer primero, no pude resistirme a esta, su  última publicación, fue leer la sinopsis y no dejar ya de leer hasta que casi 600 páginas después, llegó el final. 

   Venga, os lo cuento.

El libro.

   Con la ciudad el Turia como escenario, y en ocasiones como un personaje más, David Orange nos adentra en la Valencia oscura, llena de depravación, de monstruos de leyenda unos y muy reales otros, de personajes al límite, desgarrados, heridos, resquebrajados, rotos...

   Elísabet Bru, inspectora de la Policía Nacional de Valencia, se encuentra con uno de los casos más difíciles y dolorosos de su carrera, la desaparición de un niño de apenas 7 meses al cual han secuestrado en su propia casa, mientras su padre dormía. 

   Ignacio Durán, médico, hijo único de una familia adinerada de Valencia, ha tomado la decisión de ser padre soltero, y aunque no ha sido fácil por fin ha conseguido hacer realidad su sueño y tener un hijo. El pequeño Samuel es la razón de su vida, pero a pesar de todo ello Ignacio está cansado, ser padre soltero no es lo que imaginó y su trabajo junto a la educación y cuidado de su hijo le está pasando factura. Así que una noche de viernes, fiel a sus costumbres y rutinas, pide una pizza y se dispone a ver una película en la tele cuando el sueño se apodera de él. Está tan cansado, y al fin y al cabo Samuel ya duerme ¿Qué pasaría si se deja caer en la cama y baja el sonido del vigilabebés? se oyen extraños ruidos que no le dejan coger el sueño. Y esos cacharros fallan de vez en cuando, no pasará nada porque descanse esa noche...pero cuando despierta, Samuel ya no está en su cuna. La puerta no ha sido reventada, ni nadie ha podido entrar por las ventanas, pero el caso es que el bebé ha desaparecido. Y nadie ha visto ni oído nada. Uno de las mejores zonas de Valencia y un niño ha sido arrebatado de su hogar estando su padre en casa. 

   El caso es adjudicado a la inspectora Bru tras llegar a casa los dos policías que reciben el aviso y se dan cuenta enseguida que el caso les queda grande. Ella es la mejor, si alguien puede encargarse de llevar a buen término este misterioso caso es Bru. Pero Elísabet es una persona rota, hace mucho que se resquebrajó y aunque pegó las piezas como pudo, su alma está craquelada y a punto de romperse por completo al mínimo roce. Y este caso amenaza con terminarla de cuartear hasta romperla entera. En uno de sus casos más brutales, la inspectora perdió al hijo que esperaba, y lejos de estar recuperada, la desaparición de Samuel terminará de desestabilizarla completamente.

  

   Un caso difícil, complicado, una desaparición que encierra una trama delictiva a gran escala. Nadie dice la verdad, todos mienten, nada es lo que parece y casi nadie es quien dice ser. Personajes cargados de sufrimiento, con muchas deudas pendientes desde la niñez, padres que destrozan las vidas de sus hijos e hijos que pasan sus vidas intentando contentar a sus padres, incapaces de olvidar, huir o simplemente ser adultos y pasar página. 

   Una trama adictiva, nada se puede dar por hecho ni las cábalas nos funcionarán, el autor siempre va un paso por delante nuestro y nos sorprenderá una y otra vez, sin tregua, casi sin darnos un respiro en la acción. Nos pondrá al borde del abismo continuamente, y he tenido la impresión que incluso ha manejado los hilos del lector, llevándonos por donde quiere y sin dejarnos reparar en pequeños detalles que nos dieran las pistas que descubrieran la resolución antes de tiempo. Y lo ha hecho muy bien. Una historia apabullante y salvaje, como diríamos los valencianos: de categoría, ché, de categoría.

   Lo mejor:

   Estamos tan acostumbrados a leer novela negra anglosajona o nórdica, con escenarios que nos son tan ajenos, irreales para la mayoría de nosotros, que encontrar un thriller de calidad con tu ciudad como fondo hace que la historia te cale más aún. Fuera de Madrid, Barcelona o Bilbao, que, en mi caso, conozco lo justo y más famoso de cada una de estas ciudades, no son muchas las novelas negras que encontramos dentro de nuestro país, así que imaginad el disfrute que he sentido al recorrer las calles de  Valencia. Realismo, inmediatez, veracidad. Así me he sentido leyendo esta novela. Y me ha encantado.

    Lo peor:

   Es una novela densa, la acción es vertiginosa, no da tiempo ni a tomar aire, ya lo he comentado, y no es algo negativo. Pero en ocasiones se me ha hecho un poco larga. Y es por algo bueno...al principio. Me explico.

   El autor nos quiere hacer ver que todos en esta vida tenemos problemas, nadie es inmensamente feliz ni ha tenido una vida de rosas cada día de la misma. Nos habla de los investigadores del caso, de todos y cada uno de ellos, y no son pocos dado la importancia del caso. Saber cómo y porqué han llegado a ser policías, el peso de sus padres en sus decisiones, en su educación, peso muy pesado en los adultos que son ahora. Algo que agradecí en los capítulos primeros, pero que con el paso y el peso de la trama, esta se alarga y extiende ¿Era necesario? pues tal vez sí, nos da mucha información y humaniza a las personas que conforman las fuerzas de seguridad. 

   Pero en ocasiones hizo que la lectura se ralentizara, y yo quería "carnaza" en esos momentos. Estaba tan llena de adrenalina por una trama tan tan tan adictiva.

   La verdad es que al acabar la novela y verla desde el otro lado ya, me gusta toda esa información. Ya veis. Contradicciones puras y duras. 

  Una lectura muy muy muy recomendada. Creedme. Con mis contradicciones y todo.

Por la Pelipequirroja.

Romperás la noche con un grito.

David Orange.

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