martes, 11 de agosto de 2020

MADRE CORAJE - FESTIVAL DE TEATRO DE OLITE

 MADRE CORAJE

MADRE-CORAJE-BRECHT-ATALAYA-TNT-OLITE

Para cerrar el Festival de Teatro de Olite 2020, la organización seleccionó a la solvente compañía Atalaya TNT, que sin ir más lejos, el año pasado nos regalaron una maravillosa versión de El Rey Lear que encandiló al público asistente, o la recordadísima La Casa de Bernarda Alba, que fue interpretada en el verano de 2017 por actrices no profesionales seleccionadas del barrio chabolista de El Vacie en Sevilla. En esta ocasión, nos hicieron viajar a la Europa Central para descubrir la historia ideada por el famoso dramaturgo alemán Bertolt Brecht titulada para esta adaptación Madre Coraje.

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Aunque la adaptación de Ricardo Iniesta (que también ejerce con maestría como director de la misma) nos aventura a imaginar una época reciente por el vestuario seleccionado y confeccionado por Carmen Siles (podría ser del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX),  lo cierto es que la obra original está ambientada en el siglo XVII, en plena Guerra de los Treinta Años, que enfrentó con la excusa de imponer la supremacía religiosa entre Reformistas luteranos y Contrarreformistas católicos a toda potencia europea que tuviese algo que decir en el tablero geoestratégico de la época. Así, podremos descubrir a Anna Fierling, Madre Coraje, que viaja con sus tres hijos tras los pasos del ejército sueco en un carromato que es casa familiar y centro comercial de todo cuando sea susceptible de ser vendido. Es una mujer dura, extremadamente fría (según el avance del frente se pone de un lado u otro de los ejércitos confrontados para seguir haciendo negocio: su bandera es la del dinero, y por ello luce tantas como que sea menester), quien sobrevive y hace negocio con la ruina, el hambre y las penurias que la contienda en la que se hayan ha provocado en una población atemorizada. A río revuelto... ganancia de pescadores. A medida que avance la obra y la guerra, sus consecuencias serán muy duras, y lo podrá sentir en sus propias carnes la protagonista.

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Estrenada en su día poco tiempo antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, este montaje sirvió para adelantarse a las funestas consecuencias de este hito marcado en negro en la historia de la humanidad y sirve, hoy en día, como potentísima arma antibelicista en tanto que muestra la miseria humana a varios niveles: desde la corrupción al pillaje, desde el soborno al sometimiento de los más desguarnecidos, y por encima de todo ello, sobrevolando como un buitre ávido de carroña, el golpe sistémico de la muerte, que va tiñendo de sangre el escenario y los recuerdos de los supervivientes. Es por ello que se ha convertido en una propuesta atemporal y, por lo tanto, en un clásico que nunca pasará de moda, pues el enfrentamiento entre hombres siempre encontrará una excusa en algún momento para producirse, y en torno a él, como si de pegajosas rémoras se tratase, viajarán próximos todos aquellos que puedan sacar partido del mal ajeno.

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El trabajo de los actores, de todos ellos, está a la altura del montaje, pues realizan una puesta en escena creíble, bien coordinada, moviéndose con soltura en una trama despiadada. Carmen Gallardo carga con el peso de dar vida a Madre Coraje, y lo hace con una esforzada capacidad para mostrar los lados de una personalidad compleja: madre protectora de sus hijos, pero al mismo tiempo mujer aviesa cuando es movida por su avaricia desmedida, tanto que llega a desear que se retome la guerra cuando, por un instante, parece que la paz se había alzado tímidamente en el campo de batalla. Su gran drama es caminar sobre el alambre entre ambos lados y no caerse, o dejarlos caer... También destaca la interpretación de la hija muda Catalina por parte de Lidia Mauduit, a quien dota de ternura, comicidad, ingenuidad y miedo.

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En lo referente a la parte técnica, al anteriormente mencionado buen trabajo de vestuario de Carmen Giles, es de justicia añadir la cuidada iluminación de las escenas de Alejandro Conesa, que además sirve para resaltar el esfuerzo en el maquillaje ideado por Manolo Cortés con el fin de mostrar sin menoscabos las consecuencias de una contienda en el rostro humano, con la demacración como seña de identidad en todos ellos.

De entre todas las que la componen, hay dos escenas que sobrecogen por encima de cualquier otra (y eso que las hay realmente duras, como la muerte de todos los hijos de Madre Coraje por culpa de una guerra que les alimentaba a todos ellos): Una, la de decenas de hombres y mujeres anónimos que son asesinados, unos de cuyo nombre se tiene constancia, otros, la mayoría, se denominan a sí mismos sin nombre. Entre todos ellos, en un guiño de reflexión a todos aquellos hombres que siguen muertos y abandonados a consecuencia de guerras fraticidas, se elevan nombres con nombres y apellidos españoles, pues quiere la Atalaya TNT que nunca se olvide a ninguno de ellos, sobre todo a aquellos que yacen en cunetas abandonadas y fosas desconocidas aquí cerca, muy próximas de tí, que lees esto. Y la otra, la que cierra el montaje, lúgubre, tenebrosa, en la que Madre Coraje, repuesta del dolor terrible por la pérdida de sus hijos, que lo eran todo, se incorpora, busca el carromato que porta lo poco que le queda y su propio futuro, se aferra con fuerza al pértigo y tira de él con decisión, como si estuviese tirando de sí misma para salir adelante a pesar de todo, a pesar de que tiempo antes iba acompañada por la sangre de su sangre, y en ese momento únicamente se tiene a ella, y poco más.

Con este espectáculo que ofrece con toda crudeza cómo actúa la Guerra, esa guerra que todo te lo da y todo te lo quita, la Atalaya TNT consigue despertar en muchos momentos la reflexión del espectador a través del dolor y el sufrimiento de una madre, pero también de la podredumbre ética que se haya en la batalla, en la que la dignidad humana ni está ni se la espera. Una pieza muy recomendable, estrenada hace varios años pero que se encuentra de perfecta actualidad. Si tienen oportunidad, véanla.


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REPARTO

Carmen Gallardo, Marga Reyes, Lidia Mauduit, Raúl Vera, Jerónimo Arenal, Silvia Garzón, Manuel Asensio y María Sanz

EQUIPO ARTÍSTICO

Adaptación y dirección: Ricardo Iniesta
Composición musical: Paul Dessau
Arreglos musicales: Luis Navarro
Coros: Esperanza Abad
Espacio escénico: Ricardo Iniesta
Construcción escenografía: La Fragua
Vestuario: Carmen Giles
Ayudante de dirección: Asier Etxaniz
Ayudantes Interpretación: Marga Reyes y Sario Téllez
Maquillaje y peluquería: Manolo Cortés
Coreografía: Actores de Atalaya
Diseño de luz: Alejandro Conesa
Espacio sonoro: Emilio Morales
Utillería: Sergio Bellido
Distribución: Victoria Villalta
Comunicación: Mª Paz López
Administración: Rocío de los Reyes
Secretaría: Macarena Gutiérrez
Madre Coraje es una producción de Atalaya TNT
Más información: www.atalaya-tnt.com

Redacción y Fotografía:
Santiago Navascués


©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

6 comentarios:

  1. Hola!!
    Excelente entrada! No conocía la obra, pero a pesar de la crudeza del tema que trata, me ha llamado la atención.

    Nos leemos

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    1. Gracias, es una obra muy interesante y bien presentada. Si tienes oportunidad, no dudes en verla
      Nos leemos, claro que sí.

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  2. Qué pena no haberla podido ver. Tengo ganas de teatro y de momento no hay. Las obras programadas en Calpe se suspendieron. A ver si el próximo año...

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    1. Con esto del virus no sé cuándo llegará la normalidad normal, y si alguna vez la recuperaremos tal y como la conocíamos antes... Mientras tanto, deberemos aprovechar las pocas oportunidades que surjan cerca de nosotros para mantener viva la llama del Teatro.
      ¡¡¡Gracias por tu visita!!!

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  3. ¡Pues tiene muy buena pinta la representación!
    Un besote.

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  4. Excelente tu trabajo!! Y Muchas gracias porque nos sentimos bendecidos que acceder por estos medios a algo tan bueno.

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