BOREAS, VIENTO DEL NORTE, de Minerva Gallofré

BOREAS, VIENTO DEL NORTE, de Minerva Gallofré

 Portada de Bóreas, Viento del Norte, de Minerva Gallofré

Hace poco tiempo, desde este tejado donde los gatos maullamos acerca de libros y otros menesteres, tuvimos la oportunidad de descubrir una bonita colección de pequeños relatos de carácter gótico que fueron una delicia. Englobados todos ellos bajo el título de El café de Canterville, Minerva Gallofré,   se mostró ante nosotros como una escritora muy interesante, tanto por las sugerentes historias que nos relató, como por el estilo cuidado y depurado con el que nos la sirvió. Es por ello que, en esta ocasión, al enfrentarnos a un nuevo trabajo de la autora, no podemos desprendernos de aquel sabor añejo que dejó prendado en nuestros labios al leerla, y solo nos restaba volver a probar una de sus nuevas obras para llegar a concluir si aquellos platos que nos ofreció eran la especialidad de la casa, O si por el contrario no se encontrábamos ante una cocinera virtuosa y de múltiples registros. La pregunta estaba en el aire y la respuesta, aquí la tenéis.

Esta es la historia de Bóreas, un joven que llega al París de Toulouse Lautrec, un París decimonónico y vivo en el que se funden las artes y la bohemia en el Montmartre del Moulin Rouge, del Sacre Cour, de Le Chat Noir, sirviendo de inspiración para no pocos pintores, cantantes y escritores, algunos de ellos malditos, de esos arrabaleros que encontraban la inspiración en mujeres de baja cama y en las volutas del opio llegado de oriente.

Bóreas Jèrèmie Rousseau es un chico extraño que un día ventoso aparece en la estación de tren de la ciudad. El muchacho, aquejado de una extraña enfermedad, profesor de Humanidades y en busca de una plaza vacante, parece extraviado y camina como perdido. Su vestimenta peculiar y su aspecto algo desaliñado, no le otorgan una imagen muy fiable. No falta quien piensa que es un lunático, pues su manera de expresarse es un tanto especial. ¡Asegura llamarse como el protagonista de una novela de moda, e incluso dice que anda buscando a su novia... ¡de quién no sabe el nombre! ¡No puede estar bien del cogote...!

De pronto, en la fachada del Petit Café, descubre que se va a representar una gran obra de teatro que, sorprendentemente, obtiene su título del nombre del protagonista: Bóreas, él mismo. Se trata de la adaptación de la famosa novela inacabada que escribió Charles Bélanger, un escritor maldito y con una vida turbia que dejó sin final por su muerte repentina y en extrañas circunstancias hace apenas dos años. La trama teatral gira en torno a las vicisitudes que pasa Bóreas, un joven que arrastra consigo una dolorosa enfermedad venerea, por salvar de la muerte a su novia, Perséfone, que es perseguida por unos peligrosos individuos que buscan robarle, como sea, una reliquia heredada de su familia.

En ese momento, nuestro protagonista comienza a pensar cómo es posible que un personaje de ficción salido de una obra de teatro tenga su mismo nombre y apellidos... A partir de entonces, de ese pequeño copo de nieve, sin apenas importancia y que no pasaría de una curiosa coincidencia, se hará una gran bola de nieve, pues Bóreas, que conoce la obra original, comenzará a hacerse preguntas y a buscar las respuestas en su realidad. Y lo que será más alucinante, las encontrará para muchas de ellas.

Pronto conocerá a Óscar Cloutier, un practicante algo mayor que Bóreas y que sentirá cierto apego por él, ya que lo ve como un muchacho desvalido y necesitado de alguien que le eche una mano. Óscar, a pesar de desconocer por completo la historia de la novela de Bélanger, pues es un hombre de ciencia y poco interesado por las artes, descubrirá que su recién estrenado amigo es todavía más sorprendente de lo que parece. Como una suerte de Don Quijote enajenado por la lectura de tanto libro de caballerías, Bóreas confirma a todo aquel que le quiera escuchar que él es realmente el protagonista de la novela de Bélanger, y que tiene que salvar a su amada de una muerte anunciada. Óscar comenzará a tomarle en serio cuando, tras un incidente, vea con sus propios ojos que Bóreas se ha hecho una herida y que, en lugar de sangrar sangre, sangra tinta...

Lo que parece una fantasía va tomando cuerpo, y del mismo modo que en la novela se producen algunas muertes, repentinamente en el París real, bohemio y decadente, comienzan a sucederse hechos extraños, incluso trágicos en el entorno de nuestro protagonista, pues todo aquel al que se acerca en busca de una razón para comprender su lugar en el mundo, se ve envuelto en un destino que quizá no estaba escrito para ellos. A partir de entonces, la trama va adquiriendo un tono oscuro, pues al peligro silente que Bóreas siente sabiendo que en el relato de Bélanger alguien quiere acabar con su vida, se suma que él mismo se coloca sin pretenderlo en el punto de mira de la policía francesa, pues es uno de los sospechosos principales de los hechos que han comenzado a ocurrir en la capital del Sena.

Minerva Gallofré nos propone una novela al más puro estilo romántico que aúna la investigación, la magia, el suspense y la descripción atractiva del sugerente barrio francés que atrajo a los grandes artistas europeos del siglo XIX y principios del XX, cuando París era la capital mundial de la cultura de vanguardia y Montmartre, su epicentro.

Los personajes que habitan su novela conectan fácilmente con el lector, ya que la escritora les dota de una personalidad definida. Merece la pena detenernos en este sentido en el protagonista, Bóreas, un ser mágico en sí mismo, incomprendido y con carácter remarcado, muy fiel a sí mismo y a sus convicciones. Al mismo tiempo, y a pesar de ocupar un puesto destacado pero no alineado con Bóreas, brilla el personaje de Roma Villeneuve, la dura e incansable inspectora de policía que pondrá contra las cuerdas al protagonista y que no dudará en acabar con su vida, pues lo considera el culpable de todos los males que aparecen en la ciudad y del peligro que se cierne sobre lo más querido para ella. El arco evolutivo de Roma no deja indiferente a nadie.

No podemos olvidarnos del fantástico trabajo en paralelo en la novela, tanto del ilustrador Diego A. Bartolomé, que se sumerge en la esencia de la cartelería parisina de cabarets y teatros de la época para destacar algunos pasajes de la novela, y del músico Daniel García Bardo, quien nuevamente se inspira en la alquimia creativa de Minerva Gallofré para componer una banda sonora que ilumina los callejones oscuros del Montmartre por donde deambula Bóreas, anticipa la nostalgia por los recuerdos que a éste le llegan a la cabeza de su amada, o crea tensión en los momentos más dramáticos de la novela. Y es que la editorial Tres Inviernos, como ya comentamos anteriormente, cuida los aspectos formales con celo y mimo, y produce libros que van más allá de la propia lectura, que se adentran en el lector no sólo a través de sus ojos, si no también a través de sus oídos... El París bohemio está a un play de distancia...

Con un final abierto que deja la puerta abierta a un futura entrega, quedamos con ganas de saber más acerca del mágico universo de Bóreas, un joven enigmático cuyo aliento da vida y cuyo corazón conquistará a todos sus lectores, como ya lo ha hecho con nosotros.

BOREAS, VIENTO DEL NORTE

de Minerva Gallofré

EDITORIAL TRES INVIERNOS

  ISBN:  978-84-949328-2-3

Una Reseña de Santiago Navascués

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