TODAVÍA NO QUIERO RECORDAR de Susana Aguilera.

Cuando en Mayo del 87 el Teniente Moreno, recién salido de la Academia de la Guardia Civil, decide aceptar como destino un pequeño pueblo de Murcia, no imaginaba lo que encontraría en ese lugar: amistad, amor, envidias, celos, narcotráfico, asesinatos y traiciones.
El teniente tendrá que superar sus inseguridades y temores para hacerse cargo de sus obligaciones como oficial de mayor graduación en este pueblo de la costa murciana donde él es más joven que sus subordinados Dos mujeres enfrentadas turbarán su paz y querrán manipular al inexperto teniente, que se debatirá entre sus pasiones y los profundos sentimientos del deber y del honor que tiene inculcados desde que nació al ser “hijo” de la Benemérita.
Thriller que se desarrolla en los años ochenta, cuando el “caballo” había arrasado con una generación completa de jóvenes y algunos luchaban desorganizadamente y por iniciativa propia contra el narcotráfico. Mezcla de amor e intriga a partes iguales que provoca la necesidad incontrolada de tener que acabar de leerlo. Personajes sencillos, cercanos pero a la vez muy completos que hace que el lector se identifique con ellos muy rápidamente.

Me enamoré de esta novela en el Blog de Un Lector Indiscreto, y como le dije a él en su momento, donde haya un Guardia Civil de prota, allá que voy.

 Viví una pequeña parte de mi vida, que a mi edad actual corresponde a un quinto de la misma, hasta ahora, en una Casa Cuartel; cosa que te marca más de lo que pude pensar algún día -durante años nunca caminaba cerca de los vehículos aparcados, me alejaba a una distancia prudencial para poder observar si había algún artefacto extraño en los bajos, y ahora, de vez en cuando siento la necesidad de hacerlo cuando en mi calle hay un coche desconocido aparcado-  pues el estar rodeada de guardias, uniformes, armas, normas, protocolos de seguridad, correctivos y sobre todo, vivir con el alma en vilo y la maleta a cuestas, se te queda dentro, da igual donde vayas, lo lejos que termines de un cuartel, que hayas elegido una forma de vida y una profesión que nada tiene que ver con ello, cuando salta una noticia o se publica un libro con Guardias Civiles de protagonistas, un resorte imaginario pero activo a pesar del paso del tiempo, salta en tu interior y aunque sea por curiosidad no puedo evitar parar a oír, ver o leer lo que se dice al respecto. 

Cuidado autores, que Guardias literarios hay muchos, pero buenos como personajes y bastante fieles a la realidad (al menos fieles a lo que podrían ser los que se esmerasen en ello, que aquí hay de todo, como en botica) brillan por su ausencia, y esta que escribe tiene una criba con agujeros muy pequeños, como  el agujero de la aguja de San Pedro. O casi 😋

Hay dos tipos de guardias novatos, los que desean salir a comerse el mundo cuando abandonan la Academia de Guardias de  Baeza, y los que buscan un lugar tranquilo donde  vivir sin demasiados sobresaltos y con un sueldo fijo aunque sin estridencias para el resto de sus vidas como "picoletos"; los años en el Cuerpo de la Benemérita serán los encargados de forjar el carácter y el entusiasmo o no, de los guardias con kilometraje. El Teniente David Moreno arriba a un pequeño pueblo de Murcia en apariencia tranquilo y el joven oficial se las imagina en paz aunque con cierto regusto a rutina ¡Ay alma cándida! que maldad hay en todas partes, que a nadie se nos olvida lo de Puerto Urraco, y más tranquilo que parecía...como iba diciendo, tal  aparente tranquilidad  pronto se verá alterada por "una sucesión de trágicas desdichas y varias calamidades" que decía la abuela de una amiga: delincuentes varios, unos cuantos cambalacheos y un par de amoríos peligrosos, vamos, una maraña de líos y embrollos de mucho cuidado ¿Ves alma de cántaro como donde menos se lo piensa uno salta la liebre? que en villa rural pasa de todo y a lo grande,  lo digo yo que soy más de pueblo que una bellota con boina rodeada de amapolas, así que no se me ofenda nadie.
Sabido es por todos que los Civiles van en pareja, pues ha habido muchas que han sido más fieles y apasionadas que una formada por amantes, parejas, claro, y en esta ocasión no podía faltar la otra mitad de la naranja para el Teniente Moreno, y en contraposición a él, su compañero apodado "Malamén" por la frase final de la oración de oraciones entre católicos, el Padrenuestro, y es que el hombre se las trae muy a lo Santos Trinidad de "No habrá paz para los malvados", un pieza de mucho cuidado con el que es mejor no enfrentarse ¿Entonces, para qué puñetas, David, vas y te enamoras de su mujer, tonto?  y es que Sandra, la susodicha, traerá por la calle de la amargura al joven Teniente, el cual tendrá donde elegir pues son más de una y de dos, las que quieren llevarlo al huerto, pero no, el muchacho se complica la vida tontamente, qué le vamos a hacer; hombre, para nosotros los lectores esto nos viene de maravilla, pues la acción, la pasión y el drama están asegurados, que otra cosa no, pero darle vidilla a una historia de Guardias Civiles en un pequeño pueblo le da y mucha, y encima de la buena. 

Como no solo de amor -que en ocasiones hay que llamarlo sexo- vive el hombre, el todavía ingenuo Teniente tendrá que vérselas con los Capos del lugar, ya sean traficantes, empresarios o políticos emponzoñados del veneno de la corruptela y la impunidad con unos y otros; una narración salpicada de "ochentismo" por los cuatro costados, desde el lenguaje, las ideas, la sociedad, la cultura, la música, el cine,  y el engranaje político, para decirlo muy ochentero no hay mejor manera que a lo Leño, Maneras de vivir.  Son estas maneras de vivir una de las cosas que más me han hecho retrotraerme en el tiempo, y es que para las que fuimos adolescentes en la década más reivindicativa y trasgresora hasta la fecha, fueron años muy bonitos pero llenos de varapalos que para una mujer y encima joven no fueron fáciles, años en los que se quería vivir libre al fin y las costumbres e ideas seguían ancladas en un pasado dictatorial y machista que no querían ser aniquiladas por los nuevos y modernos tiempos de libertad, pero luchamos y conseguimos muchas cosas que parecían increíbles hasta hace bien poco ¿Qué pasó pues para que tres décadas después hayamos retrocedido y vuelto a tiempos de oscurantismo social y cultural? qué involucionamos señores, sin duda involucionamos. ETA estaba en pleno apogeo, y a los aires de libertad se sumaban los del olor a pólvora, metralla y Goma-2, porque el Humo no logró cegar nuestros ojos, aunque  Jerome Kern escribiera lo contrario en su famosa canción. 

CONCLUSIÓN: Una novela intrigante donde las haya, con personajes carismáticos y perfectamente perfilados, dos narradores que dotan a la novela de acción y rapidez cuando narra Sandra, y que se ralentiza cuando lo hace David, algo precipitada en ocasiones termina ofreciéndonos un final bien cuajado e inesperado, algo que es de agradecer en este tipo de novelas donde lo que debe primar es la sorpresa y pillar al lector en paños menores cuando se sentía acomodado en su sillón. Un Thriller Romántico, más de lo primero que de lo segundo, G.A.D, al menos por mi parte, que nos mantendrá atentos hasta la última página. 

TODAVÍA NO QUIERO RECORDAR

Susana Aguilera.

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