LA ISLA DE LOS DRAGONES DORMIDOS de Ismael Lozano

Era un dragón blanco con alas de plata

con uñas de cobre y lengua escarlata.

Vivía en una cueva, guardaba un tesoro:

era un solitario rodeado de oro.

Un día un caballero al bosque llegó.

Buscaba el tesoro del blanco dragón.

Al verlo en la cueva la espada sacó

y quiso clavarla en su corazón.

Mas el dragón blanco levantando el vuelo

le dejó el tesoro a aquel caballero.

Yo ya estoy cansado de cuidar el oro,

de ser solitario ¡es tuyo el tesoro!

Y aquel dragón blanco de alas de plata

de uñas de cobre y lengua escarlata

se marchó volando en busca de amor,

por cielos azules y el cuento acabó

( El dragón blanco. María Esperón)

La vida de Claudia cambia para siempre cuando viaja a Lanzarote a cuidar de su hermano. Daniel está en coma, pero sus recuerdos forman parte de un cuento que escondía bajo su cama.
Mentiras y secretos familiares salen a la luz en un relato donde un príncipe mudo busca el amor verdadero y cada personaje está inspirado en un real  ¿Era Claudia una princesa cautiva en un palacio de marfil? ¿Era su marido un ogro malvado? ¿Quién era esa chica misteriosa a la que no podía darle el sol...? Y sobre todo una pregunta: ¿Por qué Daniel intentó suicidarse?
Enigmas sin respuesta, amores prohibidos, ficción  y realidad se mezclan en esta historia en la que una joven intenta superar sus miedos enfrentándose a dragones para ayudar a su hermano a despertar de un sueño eterno.

De nuevo me encuentro ante una novela que me saca totalmente de mi zona de confort, se que para algunas personas puede ser exagerado lo que voy a decir, pero a mi esto me pone muy nerviosa; antes no era así, leía todo lo que caía en mis manos con una avidez y una curiosidad que ya me gustaría tener ahora; pero con el paso de los años y lo sucedido hace casi cuatro años ya en los que me debatí entre la vida y la muerte algo ha cambiado en mi en todos los aspectos de mi vida. No quiero perder el tiempo, así de claro, tengo muchas cosas qué hacer y se que no dispongo de la vida eterna, así que lo que hago quiero que sea a conciencia, a gusto y disfrutando de cada momento. Tal vez no pueda parecer tan importante perder el tiempo en la lectura de una novela que no te gusta, ya sea por su mediocridad, su falta de interés o un género que sencillamente te aburre, así son las cosas y en mi vida actual, tres tardes de mi vida son muchas tardes de mi vida.  Tan sencillo como esto. 
Por eso no me suelo arriesgar a perder el tiempo con algo que de antemano casi estoy segura que no me va a gustar, y me voy a lo casi infalible en cuanto a gustos y temas literarios se trata, pero esto es la pescadilla que se muerde la cola ¿Cuántas cosas me estoy perdiendo por ir solo a lo seguro? ¿Qué experiencias estoy rechazando por vivir sin prisas pero sin pausas?  Pues no se hable más, que por intentarlo no se diga, y cuanto antes me lance antes volveré a mi lugar cómodo de siempre. Suena incluso triste o cobarde, pero como os he dicho, es lo que hay.
Cuando me decidí a leer este libro lo hice claramente consciente del tipo de libro que me iba a encontrar y que me iba a enfrentar a temas y personajes con los que no me siento cómoda, pero también cabía la posibilidad de encontrarme una bonita historia y qué leches, que me gustara incluso. Mi sobrina con 14 años me dijo: a mi me ha encantado, mira que si te la pierdes y resulta que te encanta...venga, por esa determinación y esos ojitos, no me quedo con las ganas. 

Lo primero con lo que me encuentro es con un joven en coma, postrado en la cama de un hospital, si saber si logrará despertar un día; Claudia y Elvira, hermana y madre respectivamente de Daniel, que es como se llama el muchacho en coma, están junto a él; hasta aquí una historia que no parece que tenga nada del otro mundo, hasta que nos enteramos que su estado se debe a un posible intento de suicidio. El resorte de la curiosidad salta, aquí ya tenemos algo de tomate para una mente inquieta y confabuladora como la mía ¡Surgen las primeras preguntas! y eso me gusta pues me imagino de todo y ya tengo las primeras hipótesis de lo sucedido, que obviamente, en cuanto sigo leyendo se vienen a bajo, pero el factor curiosidad ya está sobre la mesa. Y entonces salta la liebre, metafóricamente hablando, cuando Claudia encuentra una especie de cuento-diario de su hermano en el cual se habla de  Reyes, Príncipes, Ogros, una Princesa cautiva y unos dragones dormidos. ¿Qué significa todo eso, es real, es un delirio, un simple cuento? pero Claudia no puede evitar reconocer ciertos personajes o conductas en aquella estrambótica historia de dragones y princesas. 
Distinguimos dos hilos argumentales claros, el real con Daniel en el hospital, y el "fabuloso" con fantásticos personajes de cuento y una joven de cabellos rojos y piel blanca (vaya, otro libro que me dedican, ser pelipequirroja da para mucho 😹) llamada Alba. Contra todo pronóstico empiezo a sentir tanta curiosidad por la historia que discurre en el hospital -la de chismes y trapos sucios que saltan a la vista, y con lo que me gusta a mí un chisme...- como por la que fluye casi en paralelo en La isla de los Dragones Dormidos, y es que junto a un cotilleo, un misterio también tiene buena miga. 
Una pregunta me cruza la mente ¿Puede un secreto familiar pesar demasiado sobre su depositario? ¿Llevarte a la locura incluso? ¿Al deseo de quitarse la vida? desde luego esto no me lo esperaba, la novela me tiene pensando en ella incluso cuando no la estoy leyendo.
Entonces me fijo con más detalle en los personajes, y me doy cuenta que estoy ante un desfile de disfraces, un baile de máscaras, pues todos tienen cosas que esconder y ponen al mal tiempo buena cara; Daniel, entusiasta e imaginativo pero demasiado flojo para imponerse a nada ni a nadie. Claudia, la que parece haberlo conseguido todo en la vida pero que en realidad está encerrada en una jaula de oro y la madre, pobre Elvira, si, pobre, viviendo siempre sujeta a las apariencias porque tampoco ha tenido muchas opciones en la vida. Cuántas máscaras tapando tan bellas caras.


A veces me siento terriblemente injusta por dejarme arrastrar por mis propios miedos y prejuicios, pero dejarse llevar nunca es fácil...me alegra haber leído esta novela, me ha tocado algo por dentro y eso si que no me lo esperaba. 

CONCLUSIÓN: Una novela de sentimientos dormidos, de ilusiones embarradas, un juego de mesa en el que las cartas están descubiertas y aún así nadie gana; una narración que descarna en ocasiones y en otras sutura con suaves pespuntes oníricos. Descripciones maravillosas, realidad y fantasía amalgamadas magistralmente y una historia de secretos, mentiras y traiciones que nos removerá por dentro para al final acariciarnos el alma con una suave pluma. 

PUNTUACIÓN: 

LA ISLA DE LOS DRAGONES DORMIDOS
Ismael Lozano.

Editorial Siete Islas

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