(unocero.com)
Muchos de vosotros me conocéis cómo la chica de las reseñas
de un peculiar blog literario, El Gato Trotero, blog que en sus inicios
causó algunas risas, ciertas sonrisas y bastantes críticas; recuerdo una en
concreto que decía: ¿Gato? ¿Trotero? ¡Esta tía ya está con sus excentrecidades
y sus rarezas! no sabe qué hacer para llamar la atención, si no da que hablar,
no está contenta…
Lo mejor de todo es que esta persona que por entonces me
criticó tan duramente, decía ser amiga mía, me doraba la píldora, me adulaba
por doquier, me admiraba tanto que decía que sin mí, esto (los blogs, páginas y
webs literarias) no serían lo mismo ¡Que grande eres Yoli!. Y todo eso al
tiempo que bloqueándome en ciertas publicaciones de su muro de facebook,
soltaba perlas como esta ¿Nadie le había dicho que no era la única persona
pérfida y bífida que serpenteaba y se
arrastraba por esta página? bastó que otras “amistades” tan aduladoras con una
y con otra, copiaran la página dónde venían estas lapidarias sentencias y
pasármelas. En el fondo no me sorprendió este descubrimiento tanto como otros
esperaban, fue mayor la sorpresa de ver que cuanto más listo se cree uno, más tonto
es, y que de la hipocresía al descrédito solo hay un paso; y ahora, se desvive por lograr una reseña gatuna. No hay más que
sentarse a la puerta de tu casa para ver a tu enemigo pasar.
Y digo que no me sorprendió en demasía, pues por suerte me
topé con este tipo de personas hacía ya tiempo, y aprendí rápidamente que
cuando se trata de conseguir fama, seguidores o simples comentarios, hay quien
vende hasta a su madre…y si, digo suerte y no desgracia, pues este tipo de
puñaladas es mejor recibirlas a bocajarro, en pleno pecho, más vale antes que
después, pues de lo contrario moverse por este submundo de letras creyendo que
estás en una peli de Disney no sirve si no para matarte lentamente y agonizando
sin que nadie haga nada por aliviar tu agonía. Es duro, pero efectivo. Creedme,
si pensáis “trotar” por estos lares, cuanto antes aprendáis la lección, mucho
mejor para vuestra salud física y sobre todo mental.
Y no hablo por hablar, ni de oídas, ni de pasada. Hablo porque
he formado, formo, parte de este engranaje literario; no voy a generalizar pues
como en todo en esta vida, eso sería errar, pero hablo y con seguridad de un
porcentaje bastante más alto de lo que creemos, de falsedad, hipocresía,
necedad, falta de talento y mucha mediocridad. Si, submundo he dicho antes, y
lo recalco, porque es el término exacto para definirlo. Es el mundo de los que
se creen genios y no son más que puros cretinos, de aquellos que utilizan el
trabajo ajeno para intentar sacar adelante el suyo, pues por si mismos carecen
de ideas, talento e iniciativa, e incapaces de crear algo mínimamente legible y
con sentido, no dudan en utilizar a los que sí tienen esa capacidad de creación
y sobre todo, de saber llegar al lector. Y es que no todo el que escribe, es
escritor, pues no es cuestión de cantidad, sino de calidad, a pesar de la
conformidad y falta de exigencia de muchos lectores que como en la antigua
Roma, solo les basta con pan y circo, y cualquier cosa que les entretenga,
bienvenida sea. Aunque sea la caída del Imperio de las Letras.
Son muchos los años que llevo escribiendo, desde al menos
ese mi primer certamen literario ganado con 14 años, hasta el último acaecido
hace apenas unos meses, varias décadas después; pero fue hace seis años cuando
me di cuenta realmente en dónde me estaba metiendo, o al menos, fue entonces
cuando empecé a sospechar que tras algunas sonrisas, se escondes demasiados
dientes afilados. Todos dicen que fue
ese día cuando “Midi Vidi Vinci”, que fue llegar y besar el santo; pero no fue
así exactamente, tras ello, había años de trabajo, de aprendizaje y sobre todo,
de caer y levantarme para poder creer en mí misma, como otros ya lo hacían
desde hace tiempo. Gané mi primer Certamen literario importante, si, importante
de veras. Si que fue una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta mis “contrarios”
y sobre todo, mi falta de tablas en este tipo de eventos “de alto nivel”, como
todos se empeñaban en recordarme. Tuve que aguantar las miradas de superioridad
de escritores “afamados”, conocidos, respetados en estos ambientes, recelosos
ante la intromisión de esta recién llegada (eso al menos pensaban ellos, pero
de seguro que llevaba más tiempo en esto
que muchos de ellos, incluso, juntos),
me decían que había tenido mucha suerte, otros vaticinaban que son muchos los
llamados y pocos los elegidos, alguno me dijo que para esto hay que valer, no
sirve con escribir y esperar que todo te venga solo, que tras todo escritor hay
mucho de marketing y bastante de contactos…
Y fue este último “consejo” el que más me ha servido en
todos estos años, sobre todo porque lo he visto tantas y tantas veces, que en
ocasiones he llegado a pensar si de verdad quedaban escritores de verdad, y no
productos de avispados publicistas. Si, por supuesto que me equivocaba, los
Escritores no han muerto, pero muchos de ellos tienen que vérselas con las aves
de carroña de esos otros escritores con minúsculas, que no dudan en acercarse a
ellos y hacerse la foto de campaña electoral de turno, para conseguir al menos
y de entrada, justamente eso, salir en la foto; luego y con paciencia y mucha
labia, hacerse un hueco en sus publicaciones en la red, para que al menos se
les asocie como amigos de un Escritor, si, de los que se escriben con
mayúsculas. Aduladores, embaucadores, mentirosos, aves de rapiña y piratas de
fama ajena.
Yo, la chica del extraño blog, esa a la que se ha criticado en sus inicios y que ahora
hasta el nombre me copian para bautizar otros blogs, no solo recibo muchos
libros –por suerte y hasta la fecha, el 99 % no me han decepcionado en absoluto, y si, ese
1 % restante existe y su dueño lo supo en el momento− es que además
los leo, y disfruto de todos y cada uno de ellos pues no hay malas historias,
sino malas formas de contarlas y de interpretarlas. Y digo los leo, pues no es algo que todos los
que dicen hacerlo, lo hagan. No os sorprendáis, esto pasa demasiado a menudo,
para vergüenza de los buenos lectores, menoscabo de los Escritores e indignidad de los que lo practican. En
ocasiones y para mayor deshonra y vergüenza, son “escritores” los que engañan a
los Escritores, haciéndoles creer que son merecedores de que estos segundos
lean sus obras, de igual manera que los primeros leen las de estos ¡Ya estamos
a la misma altura, compañero de letras e historias! escritores que no leen a
otros Escritores, tan solo quieren ser leídos y por supuesto, admirados…valiente
necedad pretender ser escritor sin leer.
Quien buen consejo me dio por aquel entonces, aunque lo que
pretendía era ofenderme, también me dijo que para saber si alguien de verdad ha
leído tu trabajo y por tanto está en posición de hablar, debatir y hasta juzgar
en cierto momento tu obra, no hay más que preguntarle por pasajes o personajes
de la misma…pero no de los que incluye la novela, ensayo o antología poética,
sino por aquellos ausentes de la misma. Se pilla antes a un mentiroso que a un
cojo.
Para tener
credibilidad como escritor, también hay que tenerla como lector.
No es lo mismo hacer realidad un sueño, en este caso el de
escribir, que el de conseguir un reconocimiento justo y atribuirse un mérito
que no te pertenece. Por esta razón se
creó este blog, así nació este Gato
Trotero, para que todos aquellos que tienen talento y trabajan duro tengan
cabida en este difícil mundo que es el literario, para que no pasen
desapercibidos los buenos contadores de historias y si, para que de la misma
manera, visto desde la objetividad que te da no ser familiar, amigo o pareja,
SEPARAR LA PAJA DEL GRANO. Porque entre tanto grano, siempre surgen bichos. Okupas literarios, cangrejos ermitaños, piratas de las letras, necios de larga verborrea y cortas entendederas, trepas cual enredaderas, OPORTUNISTAS.
Por los Escritores de verdad, los que ya vendan miles de
ejemplares o aún sigan intentando publicar su primer libro, son ante todo,
trabajadores natos, sin falsedades ni adornos, sin parafernalias ni cortinas de
humo, por todos los que como tú, o tú, o tú, o vosotros, no solo hacéis
realidad un sueño, si no que sois capaces de hacer soñar a los que os leen. Porque como decían en una legendaria serie de televisión, la Fama cuesta y aquí es dónde vais a empezar a pagar con sudor...el de vuestro trabajo y no el del ajeno. Y si, esto lo añado yo.
No todo vale para alcanzar Fama, pues no siempre va unida a Talento.
No todo vale para alcanzar Fama, pues no siempre va unida a Talento.
Va por vosotros, Escritores. Con mayúsculas. Y líbranos Sensatez, de FALSOS PROFETAS.
Una reflexión de Yolanda T. Villar
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Me ha encantado tu reflexión!
ResponderEliminarSiempre existirán los envidiosos y diversos falsos que intenten derrotarte, pero eso te hace ver quien realmente vale la pena, y sobre todo, te hace más fuerte!! Por desgracia, estos no existen tan sólo en el mundo literario sino en absolutamente todos (creo - o por lo menos en muchos). A veces cuesta darse cuenta y siempre duele, eso sí, pero tal y como siempre lo digo, "todo es por algo".
Tu sigue adelante. Este blog es una pasada y me alegro de haberlo encontrado!
Un beso!
ps: me encanta la foto ;)
Hola Karo!!
EliminarMuchas gracias por tu apoyo y sobre todo, por tu libre opinión. Llega un momento en que una se harta de ver tanto Oportunista intentando aprovecharse del trabajo de los demás, no solo del mío, que al fin y al cabo es lo de menos, pues no vivo de esto; pero si me molesta mucho ver como a personas que quiero y admiro, les salen hongos dispuestos a utilizarlos para promocionarse.
Hay quien incluso se jacta luego en privado de que les dora la píldora y luego no lee nada suyo, tan solo pretende ( y hasta lo dicen orgullosos) que se conozca su trabajo de manera rápida y efectiva. Es vergonzoso.
Y si, por desgracia, esto pasa en todas facetas de la vida....
Un beso y mil gracias!!