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martes, 3 de mayo de 2022

Te veré esta noche de Susana Rodríguez Lezaun

 


¿Qué parte de culpa tienen los demás en las penurias de nuestras vidas? ¿Podemos responsabilizar a los que nos rodean de nuestras desgracias? ¿Y tenemos derecho a resarcirnos de "esas ofensas"? ¿El que calla otorga? Hay silencios que dicen más que miles de palabras, sin embargo hay otros que son lo que son: nada, vacío, emociones hueras.

   

   La historia.

Tercera y última entrega de la trilogía del Inspector Vázquez, de nuevo con dos hilos argumentales: la historia de Irene Ochoa que en esta ocasión se acelera hasta crear un ritmo tan vertiginoso, que hará que intentemos aguantar la respiración en varias ocasiones para no perdernos ni un microsegundo de la trama. Simultáneamente a la otra trama, nos adentraremos con Irene en el oscuro mundo de mentiras y muerte en el que vive desde que decidió matar a su marido para huir de su maltrato (tranquilos, no es spoiler) ya no hay vuelta atrás para ella, o sigue huyendo hacia adelante sin mirar atrás o pone fin a todo entregándose ¿Pero estará Irene dispuesta a perderlo todo ahora que ya ha llegado tan lejos? pero ¿En realidad qué es ese "todo" que tiene? ha huido, no está con su gran amor, no tiene familia ni casa, y su futuro es realmente incierto. Pero quiero ser libre a toda cosa ¿Y es libre? ya no sabe en qué punto está ni dónde llegará. En un momento dado ambas historias se encuentran, la autora logra de manera magistral hacerlas coincidir en un punto crítico sin parecer forzada ni fuera de lugar, muy bien hiladas, muy bien engranadas. Pero que muy bien.

   Vemos como el final se acerca, el corazón se acelera, las cábalas sobre ese fin se amontonan en la cabeza ¿Merece Irene salirse con la suya y ser feliz aunque a costa de destrozar vidas ajenas? ¿Debe pagar por sus pecados y que sea la justicia la que decida su castigo? ¿El amor todo lo puede, debe estar por encima del bien y el mal? da igual lo que pensase durante toda la trilogía, llega Susana, nos llena de suspense, de dudas, incluso de trampas argumentales para que no la veamos venir ¡Y lo logra! un final de trilogía y de historia que es absolutamente magnífico, brutal. Os aseguro que no barajé este final en ningún momento, la sorpresa ha sido mayúscula y digna de aplauso. Hacía mucho tiempo que una novela policiaca no lograba sorprenderme como lo ha hecho esta, ni de lejos. 

   

   En el segundo hilo argumental nos encontramos con Raquel Gimeno, su marido Iñigo, su madre Leonor y sus dos hijos mellizos, Mayte y Malkel. Ayudando a la madre de Raquel en su traslado ya que ahora vivirá con ellos tras quedarse viuda, Raquel despierta dentro del coche familiar para descubrir asustada que está sola en mitad del campo, no hay ni rastro de su familia; no recuerda nada, tiene un fuerte dolor de cabeza y la boca muy seca. Un trayecto corto desde el pueblo hasta Pamplona y ella se ha dormido profundamente y no sabe donde se encuentra ni que ha ocurrido.

  De nuevo con el Inspector Vázquez en cabeza del equipo policial y con Navarra como telón de fondo, Susana Rodríguez nos vuelve a introducir en una trama trepidante, con un suspense brutal desde el principio que no va sino in crescendo según avanza la historia, los sospechosos, los motivos y vamos conociendo datos de la familia que no hacen más que aumentar nuestra ansiedad y curiosidad ¿Pero qué demonios ha pasado? ¿Y esto? ¡No me lo puedo creer!...así os sentiréis durante toda la novela, sin un momento de tregua ni de relajo, la acción y el suspense van de la mano y no se han soltado en toda la narración, como dos amantes temerosos de perderse el uno al otro y no  verse nunca más si desenlazan sus dedos. 


Positivo: 

   Poner Todo, sin más, me parece demasiado breve para este pedazo de historia que me ha dejado boquiabierta, ojiplática y con las patas vueltas. Desde tramas bien desarrolladas y con desenlaces bien resueltos, pasando por personajes carismáticos y con fuertes personalidades, desde los principales hasta los secundarios incluso contando con los que tan solo aparecen brevemente, pues no hay ni uno solo que no cumpla una función en la trama, ni uno solo. Descripciones rotundas y directas, pero necesarias para situarnos aún mejor en la historia, analepsis y racconto concisos, sin verborrea alguna, sin artificios inútiles.

  De las tres partes, estas sin duda se lleva la palma en cuanto a narrativa: de gran calidad, pulida, ligera, franca, sin contingencias absurdas, el azar tiene poco que ver, son nuestras interpretaciones y actuaciones las que nos llevan por el camino que hemos elegido, dueños de nuestro destino. 


"Negasitivo":

    No es una pega, en absoluto, la autora me ha convencido y cautivado para los restos, mucho tendrían que cambiar sus nuevas novelas ya a la espera para que renegara de Susana Rodríguez Lezaun, pero hay quien opina en alguna que otra reseña, que no es un final cerrado (yo no estoy de acuerdo, podría retomar al personaje de Vázquez pero no la historia en absoluto) ¿Una nueva trilogía con ciertos personajes y otras tramas? si, ¿porqué no...?

   Por La Pelipequirroja


Te veré esta noche

Susana Rodríguez Lezaun

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jueves, 7 de abril de 2022

Deudas del frío de Susana Rodríguez Lezaun



  ¿El sufrimiento ocasionado por otra persona nos da derecho a resarcirnos? ¿Hasta dónde es moralmente 
aceptable llegar? ¿Las injusticias nos dan derecho a tomarnos la justicia por nuestra cuenta? ¿Mi felicidad está por encima de la del resto? ¿Qué hace que mi bienestar y el de mi familia sean más importantes que el de los demás? 

   No soy nada amiga de trilogías, sagas o series, solo me adentro en ellas en contadas ocasiones y si la trama es capaz de mantenerme en vilo durante toda la lectura y más allá, es decir, incluso una vez terminada pues si mi cabeza sigue pensando en lo que acabo de leer y necesito saber más y pronto, ya estoy enganchada. Esto normalmente solo lo consigue el thriller, género que si está bien escrito logra hacerme olvidar que el tiempo pasa y rápido, pues de otro modo mirar el reloj es una constante en mi día a día ¡No hay tiempo, no hay tiempo, no hay tiempo!  Y con esta novela, Rodríguez Lezaun lo ha logrado de nuevo: parar las agujas del reloj mientras acelera mi pulso y ralentiza mi respiración, la cual creo que entra en apnea. 

      En esta segunda entrega, el inspector David Vázquez debe enfrentarse al asesinato de dos importantes banqueros, el Presidente del Hispano-Francés, Jorge Viamonte y el que debería ser su sucesor, Tobías Meyer. Navarra se convierte en escenario y casi diría un personaje más de la novela, sus calles, edificios, parques, son tan importantes en este caso como los propios asesinatos, las descripciones y la acción son muy cinematográficas, como si la autora hubiera pensando en esta opción cuando escribía la novela. Y toda serie policiaca que se precie necesita de unos buenos personajes, carismáticos y hasta enigmáticos, para terminar de crear esa atmósfera de misterio que enganche al lector, personajes secundarios tan imprescindibles como los principales pues cada pista, casa observación, cada mirada, unidas todas, dan una visión global de los hechos permite recrear la escena principal, algo así como el ensayo general de una obra.

  Una prostituta que en realidad es un ama de casa cuyos varapalos de la vida la han llevado a ganarse el pan con el sudor de cada poro de su piel. Una cuidadora de ancianos y su hija, la cual por su familia es capaz de adentrarse en el sórdido mundo del chantaje y el dinero fácil. Una oveja negra de una próspera familia de banqueros. Un par de mujeres florero que viven en la inopia en cuanto a los asuntos profesionales de sus maridos, pero con las espaldas bien cubiertas. Lobos con piel de cordero capaces de cualquier cosa por hacerse un hueco en el mundo de las finanzas, e hijos que cargan con las faltas, errores y nombres de sus padres.

Sin todos y cada uno de ellos, la historia haría aguas por todas partes, personajes que como boyas en el mar van señalizando a los investigadores los pasos que el asesino fue dando y el camino que siguió hasta culminar su aberrante acto ¿Y el quién y los porqués? de esto se encargan los detectives del  caso, Vázquez y equipo por un lado, y Redondo y el suyo por otro. No, no son dos equipos en un mismo caso, y es que no nos olvidemos que Irene Ochoa, ahora pareja de Vázquez, asesinó a su marido harta de los malos tratos que recibía...pero cuando una compra justicia en el mercado de la venganza, la felicidad se vende cara, muy cara.

   ¿Qué precio tiene la felicidad? ¿Y cuantas existen? si la Felicidad se escribe con mayúsculas ¿Porqué una  prevalece sobre las otras? 

   Dos hilos argumentales que se desarrollan al unísono, como acompasados en un solo ritmo, eso si, vertiginoso y trepidante, como si las palabras galoparan a lomos de un corcel de tinta. Un final de infarto para el caso del inspector Vázquez y un punto y a parte para Irene Ochoa y el inspector Redondo. El cierre de la trilogía, como guinda del pastel,  se avecina cargada de acción y con emociones a flor de piel. 

Positivo: 

   Una narración más ligera y trepidante que la anterior, la autora ha pulido el exceso de descripciones y acorta las analepsis sin perder datos ni sustancia argumental. 


"Negasitivo": 

   Como en la novela anterior, negativo en sí no he encontrado nada que me haya chirriado, solo que la trama financiera me ha parecido menos interesante que la del Camino de Santiago, más mística y menos monetaria. Pero en absoluto menos adictiva, la trama bancaria está muy bien construida e hilada sin haber dejado bastas del cosido. 

 Por la Pelipequirroja.

Deudas del frío

Susana Rodríguez Lezaun

Penguim Random House


©Todos los derechos reservados.