A principios del siglo XX, Mexico es un país que se desengra al grito de partidarios y detractores de la Revolución. Sigue siendo un país de contrastes en el que el progreso se coge de la mano con los rituales precolombinos que hunden sus raices en el antiguo pueblo azteca. Garantes de esos ritos son las santeras, mujeres que parecen poseer una conexión directa con las fuerzas telúricas de la tierra que pisan y que incluso son capaces de predecir el futuro. Una de ellas, la Mujer Luna, sorprende a Mendoza, un coronel que sirve a su líder con destreza y ahínco. Le indica que llegará un día en el que él mismo será el comandante supremo, y que su amigo Aguirre, aunque no lo será, sí que gozará de la fortuna de que así lo sea su descendencia. Aquejado por la extraña visión de la santera, regresa a su casa tras la última batalla. Allí, le contará a su mujer, Rosario, lo que parece que el destino avistado por la Mujer Luna le depara, y ella le anima a prender el destino con sus propias manos de manera decidida, sin importar los medios necesarios que haya de utilizar para alcanzarlos. Aunque eso signifique que para que haya un nuevo líder, tenga que deponer al actual y callar las voces de cuantos se opongan a ello.
Los que hasta aquí hayáis leído, es probable que, tras la historia de Mendoza, creáis que se esconde el Macbeth de Shakespeare, y estáis en lo cierto. Esta obra, netamente mexicana, nace de la voluntad de su director, Juan Carrillo, por hacer entendibles las grandes obras de teatro al gran público (narró la presentadora sobre el escenario de La Cava que la idea le surgió cuando la mamá del propio Carrillo, al preguntarle para saber qué le había parecido la obra, le contestó: No la entendí, pero está bien bonita. Y es que a veces, nos empeñamos en respetar tanto los textos clásicos, en no deformarlos por temor a mancillarlos, que se corre el riesgo de que su mensaje, siempre potente, no termine de llegar al espectador de hoy por el modo en el que se transmite. No debemos olvidar que el fin último del teatro es el entretenimiento, pero también la reflexión, y ésta no podrá llevarse a cabo sin que previamente se haya comprendido aquello sobre lo que se va a reflexionar.
Si en Macbeth es el trono de Escocia la recompensa de la ambición de sus protagonistas, en Mendoza es la Comandancia Suprema de la Revolución Mexicana. Los nombres de los personajes cambian, pero la esencia que ideó Shakespeare para esta obra permanece intacta. Juan Carrillo respeta el hilo argumental de la obra, sus escenas principales, si bien mimetiza Escocia hasta tal punto que uno llega a pensar que el bardo inglés imaginó su texto en la Baja California. Nada en la puesta en escena suena impostado, y eso se debe fundamentalmente a la introducción de elementos del folklore tradicional (como la santera que visiona el futuro con una gallina recostada en su mano) así como al lenguaje utilizado, un lenguaje democrático, pegado al pueblo, accesible para todos, en el que el vocabulario es muy rico en expresiones para enfatizar los estados de ánimo que van desde la alegría por el éxito hasta la manifestación del odio más exacerbado.
Es Macbeth una obra trágica, donde las muertes se suceden una tras de otra sin solución de continuidad. Así está escrito y nada puede hacerse. Siguiendo esta premisa, Mendoza representa la muerte de un modo muy original, pues las muertes van empapadas en sangre con paños que mojan los actores de un cubo asentado sobre las tablas, como si la propia tierra participase de una bacanal de crímenes y ambición descontrolada. Los actores acaban empapados, pues no puede haber muerte trágica por cuchillada limpia. Por el contrario, el asesinato de poder siempre es brutal, cruento, salvaje, lleva el sello de la ira, y ésta jamás es delicada en su trabajo.
Decíamos antes que la obra está ingeniada para que cualquier persona entienda lo que está viendo, y para ello el director decide tumbar las barreras con el propio público, invitando a parte del aforo que se dió cita en La Cava a que se sentase en los laterales y en el fondo del propio escenario, observando el discurrir de la trama en primerísima fila, mezclado con los actores, participando de manera indirecta incluso en la obra, como en la escena en la que Aguirre (Banquo, en el original) se aparece a Mendoza mientras celebran un banquete con sus hombres.
En la parte técnica, destaca el uso de las luces y las sombras para enfatizar diferentes fragmentos de la obra (sobrecoge especialmente la aparición de la Santera) y sorprende que con apenas unas sillas y una mesa ambienten por completo los diferentes entornos en los que transcurre la historia.
El elenco de actores que aparecen en escena dando vida a los distintos personajes realizan en su conjunto un muy buen trabajo, pero por la propia condición de su personaje, un Mendoza prudente, lacayo, colérico, temeroso, temerario, arrebatado, asesino y quizá tardíamente arrepentido, Marco Vidal realizada una interpretación completísima y veraz, capaz de transmitir las pasiones que arrastran al protagonista hasta las entrañas de un público que tuvo la fortuna de darse cita en Olite para asistir a tan grato espectáculo.
El elenco de actores que aparecen en escena dando vida a los distintos personajes realizan en su conjunto un muy buen trabajo, pero por la propia condición de su personaje, un Mendoza prudente, lacayo, colérico, temeroso, temerario, arrebatado, asesino y quizá tardíamente arrepentido, Marco Vidal realizada una interpretación completísima y veraz, capaz de transmitir las pasiones que arrastran al protagonista hasta las entrañas de un público que tuvo la fortuna de darse cita en Olite para asistir a tan grato espectáculo.
Con esta obra, la compañía mexicana Los colochos están triunfando en medio mundo y no es casualidad. Ya lo hicieron hace años en España en apenas unas actuaciones y su buen hacer ha sido traído de regreso, pues el talento es una rara cualidad que poseen algunos hombres y nunca está de más poder asistir a su derroche sobre un escenario, más incluso si cruza para nosotros el ancho océano Atlántico. El público les recompensó con una larguísima ovación, totamente merecida, que Los Colochos, con su colocho director a la cabeza, agradecieron personalemente en un bonito discurso final que reivindicó el teatro como una de las artes que más conmueven al ser humano. Un total acierto su inclusión en este festival por parte de su director, Luis Jiménez, de la misma manera que ya nos descubrió a la Companhia do Chapito, casualmente con otra versión de Macbeth.
Anuncian una nueva adaptación de Shakespeare, en este caso la archiconocida Romeo y Julieta, que como no podía ser de otro modo, ellos han colochizado el título hasta convertirlo en Ramón y Hortensia. Ojalá que pronto regresen a nuestro país para poder disfrutarla, pues algo me dice que que esta maravillosa compañía mexicana tiene mucho que aportar al teatro internacional, y encima lo hacen en español. ¿Alguien necesita más argumentos para querer verlos?
Anuncian una nueva adaptación de Shakespeare, en este caso la archiconocida Romeo y Julieta, que como no podía ser de otro modo, ellos han colochizado el título hasta convertirlo en Ramón y Hortensia. Ojalá que pronto regresen a nuestro país para poder disfrutarla, pues algo me dice que que esta maravillosa compañía mexicana tiene mucho que aportar al teatro internacional, y encima lo hacen en español. ¿Alguien necesita más argumentos para querer verlos?
COMPAÑÍA
Los Colochos Teatro
DIRECCIÓN E IDEA ORIGINAL
Juan Carrillo
DIRECCIÓN E IDEA ORIGINAL
Juan Carrillo
REPARTO
Marco Vidal, Mónica del Carmen, Erandeni Durán, Leonardo Zamudio, Martín Becerra, Germán Villarreal, Ulises Martínez, Alfredo Monsivais, Roam León, Yadira Pérez
Marco Vidal, Mónica del Carmen, Erandeni Durán, Leonardo Zamudio, Martín Becerra, Germán Villarreal, Ulises Martínez, Alfredo Monsivais, Roam León, Yadira Pérez
EQUIPO ARTÍSTICO/ TÉCNICO
Distribución: César Arias "Marmone"
Producción: Mario Eduardo D’León
Diseño de Vestuario: Libertad Mardel
Diseño de iluminación: Mario Eduardo D’León
Máscaras: Martín Becerra
Corrido: Lalo Laredo, Roam León
Redacción y Fotografía:
Santiago Navascués
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Santiago Navascués
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Solo nos queda compartirte y seguir disfrutando tu reseñaaaa!! saludosbuhos
ResponderEliminar¡Gracias! Si la reseña es buena se lo debemos a una buena representación.
EliminarBesos.
Qué envidia de festival, a este no hemos podido ir ^-^
ResponderEliminarIntentarlo el año que viene, mejora incluso de un año para otro, os gustará.
EliminarBesos.
Halaaaa, y a seguir dando envidia.. pero buenooooo, ya valeeee, jejejje.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, en serio.
Un besote.
Jejeje, se que algunos os gustaria estar aquí, pero como no siempre puede ser, os lo traemos nosotros, desde Olite al Tejado.
EliminarBesos.
¡Hola! Genial que pudieras disfrutarlos ^^
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Gracias! La verdad es que si disfrutamos, ojalá todo el mundo pudiera asistir al teatro cuando quisiera.
EliminarBesos.
Hola!!
ResponderEliminarQué genial que hayas disfrutado tanto de la obra! y qué padre que una compañía mexicana esté teniendo éxito mundialmente :)
Saludos!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar!Hola cielo! pues la verdad es que es una función super chula y la compañía es muy buena, tendrías que verlos, no pierdas la oportunidad si puedes hacerlo de verdad, no la pierdas.
EliminarBesitos carinyet 💋💋💋
Me alegro preciosa de que sigas disfrutando de uno de tus hobbies, pero no te olvides de leer ¿eh? que no me entere yo....
ResponderEliminarB7s
¡Hola rubia! estas semanas son para el teatro y para mi chico, que se pase por el blog lo que quiera y que haga sus reseñas como a él le gustan, dejaré mis reseñas para un poquito más adelante ,necesito descansar y ahora estoy releyendo a Jane Austen y unos cuentos, la verdad es que estoy genial, Austen me carga las pilas y me hacían faltita 🙂
EliminarBesitos corazón 💋💋💋
Hola Yolanda!! Me alegro de que hayas disfrutado tanto en el teatro, yo hace siglos que no acudo a ver una obra, lo tengo como tarea pendiente. ¡Genial post! Besos!!
ResponderEliminarPues nada, eso no puede ser, el teatro debe ser una bonita costumbre no una tarea pendiente, hala, a por entradas 😆
EliminarBesitos 💋💋💋
Que suerte poder disfrutar del teatro. Aquí hay pocas iniciativas.
ResponderEliminarEl teatro, la cultura en general, tendría que ser accesible para todos los ciudadanos, no por vivir en una ciudad pequeña o en un pueblo debe privarse de ver una buena actuación teatral, no de eso nada, mira, me voy a presentar a las elecciones ¡votadme y ya veréis como conmigo lo conseguimos!😂😂😂
EliminarBesitos guapísima 💋💋💋
Ésta no me llama demasiado. En teatro prefiero otros géneros
ResponderEliminarBesos
Pocas piezas teatrales no me gustan, a excepción de las muy muy muy modernas que no suelo entender de que van, así de claro, todo lo demás me apasiona 🤗
EliminarBesitos cielo 💋💋💋