CRÓNICA MINISTERIAL de Teresa Hernández

🎵🎶 🎵 Perseguida acosada por la ley

No podrán pararme ni detenerme

Desahuciada fuera de la sociedad

Robo estafo y mato cometo atracos

Todo lo hago por salir de la misma rutina

Tan aburrida soy muerta en vida

De noche soy otra mujer

Me voy armada de cabeza a los pies

Soy la funcionaria asesina

Ya no me aburro jamás

Siempre encuentro gente con quién jugar

Soy la funcionaria asesina

Buscada por la policía

Y he degollado a más de cien

Yo con mi sierra sé qué hacer...🎵🎶🎵

(La funcionaria asesina, Fangoria)

La vida de Ángela resulta de lo más convencional. Es madre de dos hijos, una adolescente y un pequeño, esposa de un fiscal y funcionaria del ministerio de hacienda. En el trabajo pasa el tiempo tramitando expedientes de compras y lidiando con compañeros peculiares que casi siempre resultan molestos. El ministerio es un lugar aburrido y casposo a menos que se vea a través de un cristal especial, por eso ella prefiere ponerse unas gafas que convierten lo que es gris en azul turquesa. Crónica ministerial virada en turquesa es un relato que muestra la cara más divertida de la vida cotidiana.

Las obras anteriores de Teresa Hernández me habían conquistado por completo, su novela "La Dama de las Cavernas no tiene jardín" se ha convertido en una de mis obras favoritas, guarda un lugar importante en mi corazón y en mi estantería, pues tiene el "honor" de descansar junto a las obras de Austen, Eyre y está pegadita a El Viento en los sauces, mi libro favorito; imaginad lo que esta autora representa para mi, por eso cuando una nueva obra suya cae en mis manos la ansiedad y el nerviosismo se apodera de mí ¿Y si no me gusta? ¿Y si Teresa me decepciona, y yo a su vez la tengo que decepcionar a ella con una mala reseña? ¿Seré capaz de hacerlo pùblico o debería decírselo en privado? Pero claro, hasta la fecha no me ha defraudado ¿porqué debería hacerlo ahora? ya me conocéis, melodramática para todo ¡lo que me va un folletín! así que mejor comienzo a leer y ya veremos lo que pasa. 

Nada más empezar, la autora nos presenta a Ángela, una funcionaria que a voz de pronto nos parece justamente eso, una funcionaria más, allí sentada la mar de bien, en su puesto de trabajo en que seguro que no da ni golpe y se pasa el tiempo pintándose las uñas, tomando café con las amiguitas de ministerio y no me extrañaría que comprando por internet en Amazon (esto lo vi yo con mis propios ojos en un Centro de Especialidades Médicas, mientras esperaba que me dieran cita), la típica calienta sillas de un ministerio, vamos, que si somos para ellos números a los que atender con un "vuelva usted mañana", ella no es más que una burócrata con horchata en las venas. De ser así, la novela sería un tanto aburrida, la verdad, menos mal que enseguida vemos a otra Ángela totalmente distinta a la que tenemos en mente, la persona tras el estereotipo.

Teresa Hernández nos muestra a una mujer de carne y hueso, una mujer con sus problemas domésticos, sus conflictos personales, sus trabas del día a día, una mujer como cualquiera de nosotras; poco a poco iremos conociendo a sus compañeros de trabajo, personajes de toda índole y condición, porque al igual que en botica, hay de todo, como en todas partes al fin y al cabo. No hay nada que humanice más a un personaje que verlo en su ambiente familiar, en su hogar, es en este momento cuando nos damos cuenta que entre unos y otros no hay tantas diferencias, pues dentro de casa todos pisamos con zapatillas, que decía mi abuela, y dentro de casa nuestros pilares y nuestros terremotos tiene la misma base, los que queremos; desde su personal punto de vista nos mostrará los recovecos de su entorno, ya sea en el trabajo o en su propia familia, todo con gran sentido del humor, el cual no decae en toda la novela y que me ha hecho sonreír en innumerables veces a lo largo de su lectura, en ocasiones de forma agridulce, otras ácidas y algunas ocasiones saladas, pero todas ellas sin máscaras, sin subterfugios, como te pasa a ti, me pasa a mi, nos pasa a todos. La vida es lo que es, ni solo drama, ni solo comedia, la vida es una tragicomedia a la cual nos gusta presentar como una superproducción, grandiosa y espectacular, pero con las fisuras justas para que podamos parchear antes que se desmorone ante nuestras narices. 

CONCLUSIÓN: Una novela ágil y divertida, con chispas de humor continuas que detonan una explosión de fuegos artificiales, y es que con humor la más absoluta de las desdichas se torna en cuestión baladí porque en el fondo, lo importante es vivir sin tomar la vida en serio, que ya sabéis que cantaba la vedette, que tomarla en serio era una tontería. Teresa Hernández ha vuelto a sorprendernos con una novela que fluye como el Chi, sin obstáculos y sin resquicios, un soplo de aire fresco que se agradece como agua de mayo;  y es que esta autora no solo tiene más registros que vidas tiene un gato, es que ha demostrado con creces, que por muchos palos que toque, los toca con maestría. 

PUNTUACIÓN:

CRÓNICA MINISTERIAL

Teresa Hernández

Editorial Palabras de Agua

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