De común acuerdo estaremos todos
si decimos que hombres y mujeres son tan iguales como distintos. Y no puede ser
de otro modo, pues si no hay dos hombres iguales… ¡cómo iban a serlo un hombre
y una mujer! Sobre la diferencia que nos separa a hombres y a mujeres se ha
escrito mucho, desde ensayos muy sesudos hasta las chanzas más arrabaleras.
Podría decirse que están todas
las líneas trazadas, y que existiendo tantas distancias, sería imposible
siquiera el roce entre los unos y las otras. Y sin embargo, se produce:
confluyen y se entregan, y fruto de esa unión que surge de alguna extraña magia
brujeril, vendrán nuevas generaciones que continuarán con el discurso de la
diferencia, que reinterpretarán los textos ya escritos para, con sus palabras,
que serán renovadas por ser otras, decir lo mismo. Y la rueda del tiempo
seguirá girando, y el destino, haciendo uso de esa magia llamada amor, callando voces, tapando bocas e
igualando a los distintos.
De gala se vistió Olite para
acoger la inauguración de su Festival de Teatro Clásico. En su mayoría de edad,
pues son ya dieciocho las ediciones que suma, el coqueto pueblo medieval vistió
de butacas las fachadas de sus edificios más emblemáticos, incluido, como no
podía ser de otro modo, el propio Castillo-Palacio, residencia de verano de los
antiguos Reyes de Navarra. Una apuesta original y desenfadada por transmitir al
siempre nutrido grupo de turistas y visitantes de la población que la magia del
teatro lo impregna todo en Olite, y que en cualquier esquina puedes ser portado
hasta lejanos países o ricas cortes palaciegas con sólo dejarse seducir por el
embrujo de los actores.
Se colgó el cartel de No hay entradas, y al estreno asistió la
presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue
Barcos, lo cual, en estos tiempos de desapego y desprecio del poder hacia
el pensamiento libre (y crítico), es una buena noticia, ideas políticas a un
lado.
Alfredo Sanzol, uno de los directores más destacados del panorama nacional,
nos regalaba ayer una propuesta basada en las comedias de Shakespeare. Si bien es cierto que en el programa de mano indica
que hunde su idea en La tempestad,
durante toda la obra hay guiños más o menos visibles al resto de sus obras. Así
algunos pasajes recuerdan al Sueño de una
noche de verano o se alude en los diálogos, por ejemplo, a Las alegres comadres de Windsor.
Esta obra cuenta cómo la Reina Esmeralda, aborrecida por los
hombres que han pasado por sus vidas ya que éstos nunca les han permitido ser
libres, decide aprovechar un viaje en el que es embarcada junto a sus hijas Rubí y Salmón para hacer justicia con su destino. El rey Felipe II quiere casar a las princesas
en Inglaterra para establecer relaciones de interés, y suben a uno de los
barcos de la Armada Invencible. La
reina, que es un poco maga y que durante la travesía avista una isla desierta, decide provocar una tormenta que hace perecer
en el océano decenas de barcos y vidas. Tras conseguir llegar sanas y salvas a
la isla, y creyendo que al fin podrán ser dueñas de sus propias vidas sin
hombres que las dobleguen, descubren para su desgracia que veinte años antes un
padre (Marrón) y sus dos hijos (Verdemar y Azulcielo), leñadores todos, hicieron lo propio, hartos como
estaban de ser controlados y chantajeados por las mujeres, a quienes ven como
seres demoníacos, con pieles de sapo que supuran venenos. Será entonces cuando
se vistan de soldados con los restos salvados del naufragio para ocultar su
identidad y tratar de engañar a los moradores de una isla no tan desierta. A
partir de ahí, comenzarán a sucederse los gags, los malos entendidos, enredos
imposibles y el nacimiento de unas incipientes atracciones entre los más
jóvenes de cada lado de la partida de ajedrez entre sexos.
El trabajo interpretativo de los
actores es brillante, con unas princesas y unos hijos leñadores ágiles en los
diálogos y chispeantes en gestos. El duelo entre los protagonistas, la reina Esmeralda y el leñador Marrón, queda en unas intensas tablas
que beneficia al espectador, pues el despliegue de la vis cómica de ambos es
tal que son capaces de crear un murmullo risueño en el patio de butacas con
apenas una mueca. El ritmo dinámico que establece la dirección consigue que las
dos horas que dura el espectáculo no pese en absoluto, consiguiendo llegar al
final como un terratrèmol valenciano,
ese terremoto explosivo apoyado en explosiones aéreas que pone el broche de oro
a una buena mascletá.
La ternura es una apuesta no ya por el entendimiento entre los sexos,
siempre en constante lucha acallada por los lazos envolventes y calmos del
amor, sino por la reivindicación de la libertad de actuación, por ser cada uno
el protagonista de su propia vida, sin imposiciones ni prejuicios de ninguna
clase, aunque lleguen de los padres, que harían lo que fuese porque sus propios
hijos nunca se viesen perjudicados en modo alguno. Es un clamor al derecho
incluso a equivocarse, pero gozando siempre del bien superior que es la
LIBERTAD de poder hacerlo. Tiempo habrá de levantarse tras el tropiezo, y de lamerse
las heridas que causen los daños para no volver a padecerlas.
COMPAÑÍA
REPARTO
Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón
EQUIPO ARTÍSTICO/ TÉCNICO
Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar
Iluminación: Pedro Yagüe
Música: Fernando Velázquez
Ayudante de dirección: Beatriz Jaén
Ayudante de escenografía y vestuario: Almudena Bautista
Producción ejecutiva: Jair Souza-Ferreira
Ayudantes de producción: Elisa Fernández y Sara Brogueras
Dirección de producción: Miguel Cuerdo
Comunicación: elNorte Comunicación
Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón
EQUIPO ARTÍSTICO/ TÉCNICO
Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar
Iluminación: Pedro Yagüe
Música: Fernando Velázquez
Ayudante de dirección: Beatriz Jaén
Ayudante de escenografía y vestuario: Almudena Bautista
Producción ejecutiva: Jair Souza-Ferreira
Ayudantes de producción: Elisa Fernández y Sara Brogueras
Dirección de producción: Miguel Cuerdo
Comunicación: elNorte Comunicación
Muchas gracias por esta crónica y que bien que se colgara el cartel de aforo completo, eso es todo un lujo. Besos, Loki
ResponderEliminar¡Hola cielo!
EliminarSi, la verdad es que si, conforme está el patio y los precios e impuestos a la cultura...en fin, que si me pongo a hacer política no paro, jejeje.
Un besito.
Gracias por compartirlo :-)
ResponderEliminarBesos.
Un besito guapa!! disfruta la semana.
EliminarHola bonita, te quedó muy completa la reseña de esta obra, yo la verdad poco voy al teatro porque lo que me gusta más son los musicales y en mi país no suelen hacer tantos como quisiera.
ResponderEliminar¡Un beso!
Hola guapa!
EliminarEs que nosotros somos muy teatreros, jaja. Los musicales me encantan pero el teatro clásico me encandila.
Besitos 💋💋💋
Un marco incomparable para una representación de este estilo
ResponderEliminarBesos
Holaky!!
EliminarEl lugar es precioso, aún embellece más el Teatro.
Un besín 💋
Una entrada muy diferente a lo que nos tienes acostumbradas. Sin duda, excelente.
ResponderEliminarAunque yo de teatro poco, poco. Ya me cuesta ir al cine de lo nerviosa que soy imagínate al teatro.
Pero agradezco entradas como éstas, completamente diferentes y buenas.
B7s
Hola Ali!
Eliminar¿Diferente, mejor? No me extraña, no es mía! 😹😹😹 Es de mi compañero y maridín, yo no soy tan culta ni tan técnica, jajaja.
Un besito 💋💋💋
¡Hola!
ResponderEliminarMe encantó esta entrada, una manera diferente de conocer cultura :) Lamentablemente, me es imposible ver la obra en vivo y en directo pero me parece una historia muy interesante y entretenida. ¡Gracias por compartir!
Besos
Hola Mailén!
EliminarEl teatro tendría que ser accesible a todo el mundo, la cultura es universal y los políticos tendrían que preocuparse más por esto y menos en tonterías...
Un besito 💋
Yo no voy mucho a teatro porque no tengo con quien dejar los niños. Así que gracias por acercármelo un poco.
ResponderEliminarMira, yo misma soy capaz de cuidártelos para que pudieras ir 🎭🎭🎭
EliminarBesos 💋💋💋
Hola guapa, la verdad es que no voy mucho al teatro, porque suelen costar bastante las entradas pero las pocas veces que he ido (la mayoría de veces en mi época de instituto disfrute mucho con la experiencia) me alegro de que hayas disfrutado de la obra y nos la hayas dado a conocer con tu entrada.
ResponderEliminarUn beso enorme
Hola Laury!
EliminarLo decía antes, el teatro debería ser accesible a todo el mundo, el gobierno
debería preocuparse más por la cultura.
Un besito 💋
Gracias por la crónica ;) El marco es incomparable.
ResponderEliminarUn beso
Hola Natalia!!
ResponderEliminarLa verdad es que si, el lugar es precioso...😻
Besos 💋💋💋
Hola! estoy de acuerdo: hoy en día eso de pensar, sobretodo si es de forma crítica, está mal visto. Encuanto a la obra, iría a verla solo por saber cómo se ha llevado a cabo ese batiburrillo de las comedias de Shackespeare y cual es el resultado final. Gracias por la recomendación. Besos!
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