“ Por diversos que sean los sexos, se confunden. No hay ser
humano que no oscile de un sexo a otro, y a menudo sólo los trajes siguen
siendo varones o mujeres, mientras que el sexo oculto es lo contrario del que
está a la vista…
…Habiendo interrogado al hombre y al pájaro y a los
insectos (porque los peces, cuentan los hombres que para oírlos hablar han
vivido años en la soledad de verdes cavernas, nunca, nunca lo dicen, y tal vez
lo saben por eso mismo), habiendo interrogado a todos ellos sin volvernos más
sabios, sino más viejos y más fríos –porque, ¿no hemos, acaso, implorado
el don de aprisionar en un libro algo tan raro y tan extraño, que uno estuviera
listo a jurar que era el sentido de la vida? −, fuerza es retroceder y decir
directamente al lector que espera todo trémulo escuchar qué cosa es la vida:
¡ay!, no lo sabemos…
…Porque parece –su caso era una prueba− que
escribimos, no con los dedos, sino con todo nuestro ser. El nervio que gobierna
la pluma se enreda en cada fibra de nuestro ser, entra en el corazón, traspasa
el hígado.”
(Fragmentos de “Orlando”,
de Virginia Woolf)
Gato trotero: No me es fácil empezar esta entrevista, me
siento algo pequeña delante suya, Esther,
permíteme que se lo diga. Es usted una persona a la que admiro y respeto desde hace mucho ya, y que
he seguido sus pasos y sus zancadas y por fortuna hasta la fecha, ningún
traspiés, literariamente hablando. Ocho novelas ya a sus espaldas, sin contar
con decenas –¿exagero si digo un
centenar? – de artículos y relatos cortos. Tomo aire. ¿Qué han
significado para usted todos estos años de escritura y esas ocho novelas en su
haber?
ESTHER LLUL: Pues… puedes escribir correctamente y decir
voy a escribir sobre algo que conozco, algo que he vivido. En mi caso, fue mí
ser introvertido lo que me llevó a escribir, pero en realidad lo que me gustaba
era investigar y pensar. Nunca me propuse escribir una novela, pues sabía que
escribir correctamente con un estilo literario era algo que me costaría años
conseguir. Pero, al final, se unió mis ganas de investigar los hechos con las
ganas de investigar la poesía. Ambas confluencias es lo que hizo que me llevara
a decidirme a escribir mis propios libros. Ha sido un trabajo no rectilíneo,
como ves. Casi por sorpresa me vi escribiendo, porque era mucha información la que
había ido recogiendo y que quería expresar.
Leer cada una de sus novelas es un auténtico ejercicio de
divertimento y reflexión a la vez. Yo, personalmente, elijo el momento en el
que más predispuesta estoy a dejarme llevar y que tanto mi mente, mis
convicciones, como mis prejuicios, se queden latentes sin molestarme en mi
tarea de lectura y análisis. Eso es lo que siento cuando la leo, Esther. Que no
hay palabras vacías, ni hechos aislados, ni dudas absurdas, que todo va unido,
enlazado, que el comportamiento que tenemos hoy en día viene dado por lo que
hicimos en el pasado, y por lo que se nos ha trasmitido con el paso de los
años, los siglos. ¿Es la herencia cultural un lastre para cada uno de nosotros,
o un piloto rojo que nos dice ¡eh, que esto no es nuevo, que no has descubierto
nada, no olvides quien eres y quienes fuimos?
Sí, exactamente, somos frutos de la
evolución y la evolución es fruto de millones de años y hoy sabemos que el
cerebro ha evolucionado pero que tiene residuos o sedimentos antiguos y que
mucho de lo que somos lo somos inconscientemente. Es decir, genéticamente
reproducimos las condiciones que heredamos y lo que somos por nuestro entorno
en definitiva importa, pero el entorno es también algo trasmitido
históricamente. Pienso que el esfuerzo moral, el progreso es una idea que
aparece con Kant, quizá es la mejor idea que concibió este filósofo. Yo no
considero que el pasado sea un lastre, la Edad Media, por ejemplo. Casi siempre
se nos dice que era un mundo oscurantista, cerrado a la ciencia. Sin embargo,
la Edad Media descubrió al hombre las herramientas para conservar el
pensamiento escrito y para elaborar una disciplina como el Derecho Administrativo,
sin la cual, hoy Europa no conocería el Derecho ni el arte de gobernar, ni la
democracia. La Edad Media es, por tanto, una paso necesario que ha dado la
humanidad, pues inventa la Ley a partir de la creencia y del sometimiento
psicológico, y esto es un avance más después de la violencia del derecho romano.
Y de la que tiene que sacar sus referencias y enseñanzas, pues a través de la
creencia hoy hemos perfeccionado el método. Es cierto que se negó en ese tiempo
a la mujer, se la demonizó como bruja, se la utilizó como arma de negación,
pero esto ya nos tenía que poner en el punto de mira de lo que se va a producir
en el mundo moderno, utilizando otras armas o las mismas armas pero de otra
manera por el mismo poder. Por eso es tan importante conocer la historia,
porque nos abre la perspectiva del futuro inmediato y podemos interpretarlo
mejor.
Siguiendo el pensamiento
anterior, la mujer en sus novelas tiene un peso importantísimo. Es la mujer
original, la mujer-diosa, la mujer madre y la madre naturaleza misma,
resumiendo: los pilares de nuestra civilización y que un día fue olvidada o
relegada a un segundo plano por un oscurantismo
que vino de la mano de la ignorancia, del miedo, de la religión ¿Siente
que el papel de la mujer ha quedado, en general, en segundo plano? ¿Es obra de
la ignorancia, propia o ajena? En muchas ocasiones creo que nos hemos dejado
vencer demasiado fácilmente por el adoctrinamiento masculino y la Fe
malentendida.
Sí, todo empieza en la Edad Media, como dije antes, cuando
el hombre descubre la Ley y dota a la Ley de un arma poderosa, y un arma
masculina. A partir de ahí la mujer queda relegada en la historia a un segundo
plano. Olvidando el papel que tuvo la mujer en las culturas mistéricas y
órficas todavía grecolatinas, y el papel, sin duda, estelar que tuvo en la
cultura sumeria o en culturas hindúes donde la mujer se representaba como
Grandes diosas Madres y se la relacionaba con la tierra y con la fertilidad. Y
se creía que la fertilidad provenía de la tierra y de la mujer. Después los
griegos descubrieron que la fertilidad provenía de un líquido blanco que se
extraía del hombre y ellos cambiaron todo el orden de las cosas. La mujer no
tenía ni siquiera alma, ya no era nada importante, solamente una vasija de
recipiente. Y poco menos. Todo se tergiversó en verdad.
En mi novela ORDO AMORIS, intento hacer comprender mejor la
Edad Media, y en LADY SUMERIA intento hacer entender mejor el mundo antiguo, mundo hacia el cual
estamos regresando aunque con una nueva tecnología.
Pero el malentendido donde está de verdad es en toda la
cultura occidental. Es decir, en haber
relegado a la mujer a un segundo plano en la Creación de las leyes. Desde el
momento en que la mujer sabe que ella también puede elaborar leyes para sí
misma, está creando una sociedad más justa. Pero aún así, todavía el marco de
elaboración de las leyes sigue dominado por el hombre. Se entiende que hay
cuotas o fenómenos de desigualdad o discriminación positiva si se separan estos
dos marcos. Pero pienso que si no se hace así, nunca seremos iguales, porque el
hombre absorbe todo a su arbitrio y manera.
Hoy en día el marco de las leyes de los hombres sigue
estando en cuestión, la gran burocratización, las grandes tecnocracias. Estamos
volviendo a la tierra y a la agricultura, la gente lo está haciendo para
salvarse de la enfermedad de muchas grandes ciudades, que han perdido el
contacto con la madre naturaleza, con las sabidurías de nuestros orígenes.
Estamos en un mundo diverso, pero necesitamos unirlos de algún modo y lograr
una combinación y armonía inteligente.
Y con todo esto, sus
novelas −casi todas− tienen una temática romántica como eje de la historia
que nos quiere contar, aunque esté rodeada de buenas amigas, como la filosofía
y la ciencia, o la astronomía… ¿Qué es lo que mueve el mundo según usted, Esther, es el amor romántico, o es el
Amor con mayúsculas? ¿O lo que mueve el mundo son las personas
independientemente de los sentimientos que generen, y tan solo gira por la mano
de sus actos?
Lo que mueve el mundo, tú piensas en ti misma, pues lo que
mueve mi mundo es el amor, más que el odio, si lo moviera el odio sería un
mundo muy pequeño, sufriría demasiado. Lo que pasa es que el amor o el odio es
también la otra cara pequeña del amor pequeño del que tú hablas. En este
sentido, sí parece que siempre vencen las rencillas y los odios. Al final, son
pequeñas batallas. Aún así siempre hay alguien que sigue luchando por algo que
merece la pena y donde podemos poner nuestro amor. Porque el amor es universal,
se puede amar un animal o a una persona o algo creado por el hombre. Pero aún
así, pienso que todo sigue girando por alguna causa más noble y solidaria. Aunque
una guerra puede durar años, como guerras que han habido, pero se debe olvidar.
Eso también hace que el amor que vence sea del género del amor humano, el amor
pequeño, romántico, creo que en definitiva esto es lo que nos salva del rencor.
No creo tampoco en ideas demasiado grandes y solidarias. Aún así, me basta
creer que gana el amor pequeño entre nosotros, porque esa es la verdad. Yo veo
que la gente lucha por el amor en su vida y que eso lo defiende cuando lo
consigue con garras. Y es así…
Entre Lilith y Eva ¿Con cuál se quedaría? ¿Se complementan la una a la
otra, o se repelen? ¿Es necesario elegir, existiría la armonía si ambas
aprendieran a convivir? En ciertas
culturas, como la celta, la mujer ocupaba un lugar de gran importancia, siendo
madres, amigas, esposas, amantes, guerreras, dioses y héroes recibían muchas
veces el nombre materno –yo siento predilección por Macha, la pelirroja, casi diría que adoración− pero un buen día
esto cambió ¿Qué hizo que todo esto quedara en meras leyendas? ¿Tal vez fue así
desde el principio, una historia que contar? ¿Quién o quienes mataron a las
diosas?
Lilith representa la mujer que se rebela ante el hombre y
lo abandona, representa la liberación sexual y se la ha exaltado muchas veces
por movimientos feministas. Eva representa la mujer que se somete al hombre,
que acepta el pecado y la mancha del pecado original de toda la humanidad, y se
doblega ante su hombre. A quien cree que ha tentado al ofrecerle una manzana.
Estas leyendas como leyendas quedaron así transmitidas, y son eso, historias o
mitos que se nos han transmitido para darnos a entender dos tipos de mujer. En
cierta manera, también las Amazonas que eran mujeres guerreras que en el pasado
hicieron la guerra a los hombres con armas y a pie de caballos y que existieron
en verdad podían representar un movimiento de liberación ante la imposición
sexual que les imponía el hombre. Y eso se piensa que fueron las genuinas Amazonas.
De hecho Bachofen creía que en ese momento existió el Matriarcado. Y Engels
habla de un momento de transición del matriarcado al patriarcado cuando las
Amazonas son vencidas por el hombre. En ese momento del Matriarcado existía una
etapa en la mujer que era una etapa de promiscuidad. Que se conocía también
como etapa del “hetairismo”, o de las hetairas. Casi todas las culturas antiguas
han sido o han permitido cierta etapa de hetairismo en la mujer, al perder su
virginidad, porque estaba relacionado con el culto a la sexualidad y a su
cuerpo. Y entonces era aceptado sin escándalos. Los escándalos llegaron con el
judaísmo y sus textos. Pero ojo, el judaísmo no elimina o menosprecia la
sexualidad, lo que menosprecia es a la mujer. Sin embargo, será el cristianismo
luego quien demonice también la sexualidad y, por consiguiente, también a la
mujer a la que deja completamente anulada, como si fuera una máquina de desecho
que sólo sirve para procrear y nada más. (LADY SUMERIA y ORDO AMORIS, tratan
sobre estos diversos temas).
En este sentido, con todos nuestros problemas el mundo
moderno ha hecho un gran esfuerzo por evolucionar, pero vemos que lo que
hacemos es volver a nuestros orígenes en la humanidad, algo que ya existía en
el principio de las grandes civilizaciones humanas, con la admiración por la
mujer y las grandes diosas madres.
La filosofía y la vida. La
filosofía y el amor. La filosofía y sus novelas ¿Es el mundo entero un tratado
de filosofía, Esther, es necesaria hoy en día todavía para entender de dónde
somos y a donde vamos? No nos olvidemos
de la Metafísica, que a mi parecer
usted trata como nadie en sus novelas, a
veces, tan bien, que va disfrazada de duda existencial. Me encanta…
La Metafísica, para cualquiera que quiera establecer los
límites de la realidad, necesita conocerla, también para un físico o un
matemático, por supuesto. Si quiero saber si los valores humanos son valores
reales o valores inventados o es algo producto de mi deseo o del deseo de los
demás, que se contagia por el trato humano. Si las normas morales son realmente
normas que dominan, si se pueden imponer a los demás. Estamos en un mundo
complejo. Si debemos aspirar a la felicidad del mayor número. Todo esto son
aspiraciones que merecen ser tocadas y estudiadas. A mí no me preocupa si tengo
hoy o no un dolor o una alegría, sí me preocupa. Pero lo que más me preocupa es
si estoy planteando un planteamiento no personal sino universal. Me gusta siempre
llegar a los hechos universales, saber hasta dónde conocemos, descubrir las
grandes dudas que aún tenemos los seres humanos. Pienso que esto es lo que hace
que una novela merezca ser narrada. En EL AMANTE DE ÉTICA puedes buscar o entender algo de estas ideas
morales.
No voy a hacerle elegir entres
sus novelas, sería cruel, como elegir a cuál de sus hijos una madre quiere más,
pero si quiero preguntarle, por la que más satisfacciones o quebraderos de cabeza le ha dado, a la que
se siente más unida ya sea por su facilidad para darle vida o todo lo contrario
¿Existe en su trayectoria una novela que en un principio fuera considerada de
poca importancia y luego usted misma se diera cuenta de que en realidad era
piedra angular en su trabajo anterior y posterior? Algo así como lo que nos
cuenta el Antiguo Testamento: La piedra que los constructores
desecharon, en piedra angular se ha convertido; esta ha sido la obra de Yahveh,
una maravilla a nuestros ojos… salvando las distancias y la
comparación, por supuesto.
Mis novelas, todas y cada una de ellas son importantes a su
manera. Y están escritas en el momento que las necesité. No voy a prescindir de
una de ellas. La novela que escribí sobre el Judaísmo (JUNTO A LA FLOR DE LA
ACHICORIA) podría pasar desapercibida, pero creo que si no se lee esta novela
te estás perdiendo años luz de historia, porque hoy el judaísmo sigue influyendo
en la realidad universal. Aunque tampoco pretendo que esta sea mi mejor novela,
no lo es posiblemente. Pero creo que la escribí porque quería decir algo sobre
este hito del ser humano, que me parece muy relevante comprender.
En Paris-Nueva York, Mon amour, su última novela, para tomarla como ejemplo, nos
encontramos dos historias de dos mujeres, en dos ciudades, tanto unas como
otras muy diferentes entre sí, pero al mismo tiempo, muy parecidas. El amor y
la complejidad de las relaciones, incluso la relación que una mujer mantiene
consigo misma, clave fundamental para luego poder relacionarse con el resto del
mundo. Alma y Noemia,
Nueva York y París, amor y temor, deseos y prejuicios, voces y
silencios, verdades y mentiras ¿Puede una persona amar con los ojos cerrados, o
siempre se ha de amar con los ojos bien abiertos? ¿Es el amor tan universal que
distintas personas en diferentes partes del mundo, se encuentran con las mismas dudas, las
mismas trabas, los mismos complejos?
Siempre se ama con los ojos cerrados, eso dalo por
supuesto. Y nos interesa ver el lado bueno del ser amado, eso también. Luego
parece que los ojos se abren y ves el otro lado o ves algo más aceptable o
ajustable al modelo real. Pero aún así, también cabe la posibilidad de una
amistad que termina correspondiéndose y terminando en amor. Desde luego en mis
protagonistas mujeres intento que más bien prevalezca esta segunda posibilidad.
Para mí es más interesante empezar por una amistad. Y es muy importante eso que
tú has señalado, el que la mujer no pierda la conexión con ella misma en su
vida porque esto le ayudará a mantenerse íntegra. También mi novela EL AMOR
guarda relación con este tipo de protagonista que descubre el amor tardíamente
en su vida, a pesar de haberlo conocido o vivido desde joven. Una no comprende
el amor hasta que no conoce la experiencia de la muerte o no comprende los
ciclos repetitivos o las experiencias del tiempo cósmico, que te enseña por
ciclos a renovar la experiencia del amor y la traspasa permitiéndote el conocimiento.
Usted vive a caballo entre
Sevilla y Dinamarca, dos mundos aparentemente distintos, pero sin embargo se
complementan de tal manera que yo diría que hoy por hoy, usted no podría vivir
sin alguno de los dos. Si lo llevamos hasta la literatura ¿Es valor añadido
para un escritor el viajar y conocer otros lugares, otras gentes, otras
perspectivas? ¿Qué lugar ocupan esto viajes en su vida, mejor dicho, en sus
novelas?
En principio, me gusta absorber, estar en contacto con
aquello que quiero referir. Los viajes también me han ayudado mucho. Aunque mi
estilo no es la novela de viaje. Pero es importante algo que te haga fluir, un
dinamismo y un equilibrio dinámico que te pone a escribir.
De no haber podido dedicarse a
la escritura ¿Se imagina a usted misma de igual manera, o cree que habría
perdido algo en el camino, que algo en usted se habría quedado incompleto?
No sé, me hubiera gustado dedicarme a la música. La
escritura es como una vocación tardía en mi camino, en realidad no hubiera
podido ser de otra manera, porque lo que se aprende se puede llevar en uno,
pero cuando se pone por escrito es porque se necesita comunicar algo, como si
eso fuera una vivencia. La escritura ya se ha hecho a mí de una manera que no
sabría estar sin ella. Aunque a veces necesito separarme de ella para que no me
domine, pues me doy cuenta que éste no es el estado natural de estar en el
hombre y que ni siquiera es el mejor estado de estar.
Olvidemos que pueden existir los
malos presagios, o el gafe, o el yuyu o como queramos llamarlo, pero si pudiera
pedir un deseo en voz alta ¿Cuál sería?
Sí, porque es posible cuando deseas algo que no se cumpla o
que alguien te lo pifie, eso es lo que pensaba Melquiades, el personaje que
creó Gabriel García Márquez, y que siempre expresaba sus deseos en un lenguaje
críptico o en clave. En realidad, más
que un deseo yo expresaría un augurio, ya sabes que me gusta estudiar la
Astrología. Pienso que la humanidad se dirige hacia un nivel superior de
conciencia. Que esta crisis nos ha impactado de verdad, como hacía muchos años
no nos impactaba nada. Que muy probablemente el conocimiento es más importante.
Que nuestros padres nos dieron estudios, pero eso es más importante que tener
cosas. Creo que si es necesario hay que moverse, es necesario seguir buscando
un modelo de comunicación que para nosotros es tan importante, me refiero a
nosotros como pueblo español que está sufriendo. Porque el pueblo español es
muy comunicativo. Por eso yo creo en la labor de los que os decidís a comunicar
y estáis siempre ahí rumiando ideas o troteando, como es tu caso.
¿Tiene la sociedad aún una
esperanza para acabar con el peso de sus actos pasados, Esther, podremos algún
día, deshacernos de todo ese lastre y avanzar por fin, hasta convertir nuestro
mundo en aquel que siempre debió ser?
¿Podrá la mujer alguna vez, recuperar parte de todo lo que perdió? El
futuro, ¿podemos confiar en las generaciones venideras o hemos creado
monstruos?
Pienso que en el futuro podemos avanzar mucho, de hecho ya
con internet podemos llegar a casi todo el mundo y comunicarnos, que se pueden
alcanzar muchas zonas y descubrir sitios, pero pienso que el mismo mundo de
internet ha creado una serie de barreras. Las mismas clases dirigentes y
elitistas siguen creando estas barreras y separando el mundo. Pero pienso que
finalmente estas mismas barreras caerán y vencerá lo que es la misma necesidad
de la comunicación humana. Aunque el mundo sigue empeñado en crear desigualdad.
Es muy importante seguir, por ello, llevando cultura y no dejarse anclar por la
superficialidad y la falta de iniciativas.
Muchas gracias por su tiempo,
Esther, por sus letras, sus pensamientos, sus reflexiones, su talento y sus
libros, gracias por compartir hoy un trocito de sí misma con todos nosotros. Y
que sus novelas sigan haciéndonos pensar y evadirnos al mismo tiempo. Un
placer, amiga.
¡Muchas gracias, Yolanda! Me alegro mucho de contar
contigo. Y eres única en tus pensamientos, en tu forma de hacer las cosas. Y
transmites mucha sintonía con las cosas humanas. Muchos besitos y abrazos!!!
“Me desagrada
dejar sin contestación una carta tan notable como la suya, una carta que quizá
sea única en la historia de la humana correspondencia, pues ¿cuándo se ha dado
el caso, anteriormente, de que un hombre culto pregunte a una mujer cuál es la
manera, en su opinión, de evitar la guerra?”
(Comienzo de “
Tres Guineas”, de Virginia Woolf)
Una entrevista de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS
RESERVADOS
^_^ Comparto y callo, admiradas mujeres ^_^ Enhorabuena y abrazos.
ResponderEliminarGracias Vicenta! solo puedo decir que eres siempre más que bienvenida!!
EliminarUn abrazo enorme!
Ha sido un placer poder pasar por El Gato Trotero con esta maravillosa entrevista que me has hecho. Un poco mi corazoncito se ha quedado contigo y con todos vosotros, y eso sólo lo logras tú. Tienes una fuerza comunicadora Yolanda, que has ganado, tú también te has transformado a ti misma, te siento distinta, más cerca de ti misma y de todos nosotros, casi clarividente en tu forma de mirar, y eso sólo lo haces tú, la manera de mirar al otro y sacar de él la criatura que tú quieres sacar. Felicidades, y muchas gracias, de nuevo. Y también gracias a nuestra estupenda Hada Madrina, Aurea-Vicenta, sin ella, yo sé que no hubiera podido escribir con tantass ganas. Ella es una mujer que siempre me transmitió fe en mis escritos, y le debo mucho. Y ahora todo son agradecimientos hacia vosotras. Muchos abrazos y besitos!!
ResponderEliminarEsther Llull
Es mutuo Esther, de verdad que es mutuo. Aprender de tí, de Vicenta, de Bárbara, de tantas amigas y escritoras es todo un lujo, y además poder disfrutar de vosotras y vuestro talento, compartirlo y ser espectadora de primera línea me honra, mucho.
EliminarDisfruto tanto que a veces siento que no merezco tanto privilegio...
Un beso enorme, y te aseguro que aún nos queda mucho por compartir aqui, juntas.
Gracias Esther!