Hace bastante que troto solo por
el mundo. No recuerdo si fue algo elegido o impuesto por las circunstancias. No
es que fuéramos una camada exageradamente grande, como si lo eran las de mis
vecinos, nosotros éramos pocos pero eso
no fue impedimento para aprender desde bien pequeños a valernos por nosotros
mismos, y buscar nuestro sitio en el
mundo lejos de casa. El tiempo que pasé con mis padres no fue mucho, aunque
siempre pensé que era el suficiente para aprender de ellos todo lo que era
necesario para poder trotar por el mundo convencidos de quiénes éramos; al fin y al cabo ese debe ser el papel de los
padres, procurar una buena educación a sus hijos, darles cariño y seguridad
para convertirlos en adultos responsables. Y creí que eso era suficiente, así
que comencé a trotar por este mundo sin mirar demasiado atrás…
Hasta que mi madre murió siendo
aún joven y entonces me di cuenta de que no sabía nada de aquella mujer,
excepto que era mi madre, una buena madre. Nada más. Y descubrí que había gente que sabía más sobre ella que cualquiera
de nosotros, sus cachorros. Era una absoluta desconocida. Me sentí un intruso
en su despedida, en su historia, en su vida.
Y maldecí al Destino que me hizo
buscar un lugar a dónde ir, sin saber de dónde venía, ni de quién…y aún troto
buscando respuestas a unas preguntas que ni siquiera me atrevo a formular.
¿La Fuerza del Destino?
“Duerme, duerme, dueño mío,
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.
Duerme, duerme y en la noche
seas tú menos rumor
que la hoja de la hierba,
que la seda del vellón.
seas tú menos rumor
que la hoja de la hierba,
que la seda del vellón.
Duerma en ti la carne mía,
mi zozobra, mi temblor.
En ti ciérrense mis ojos:
¡duerma en ti mi corazón!”
mi zozobra, mi temblor.
En ti ciérrense mis ojos:
¡duerma en ti mi corazón!”
(La Madre Triste, Gabriela Mistral)
“BAJO
LOS TILOS es una de las mayores expresiones de amor que puedan existir,
conjugando a la perfección todas las distintas formas de amar que puede
experimentar el ser humano. María José Moreno viste de novela los
sentimientos más profundos que surgen del Amor pleno y absoluto, desde la fe
ciega en aquellos a los que queremos, hasta las dudas de que ese amor sea
correspondido y sobre todo, sincero, sin olvidar la ira y la rabia, incluso el
odio, al descubrir que a quien amamos no es quien creíamos que era.
Todos
olvidamos que el odio no es lo contrario al amor, si no la indiferencia y Bajo los tilos, reclama al Destino y al
pasado mismo, cualquier cosa excepto esa indiferencia tan contraria al amor.
Desconocer quienes son los que amamos, no nos libra de no sufrir por lo que
fueron o lo que pudieron llegar a ser…
María José Moreno nos cuenta la historia de Elena, o mejor dicho, el afán y el gran
amor que llevan a María, su hija, a encajar las piezas del puzle que parece ser la vida de su madre; mientras estas sigan desperdigadas, no habrá manera de
construir un futuro luminoso cuando el pasado está envuelto en una espesa
niebla.
Cuando
María se queda embarazada de nuevo,
tras un traumático aborto, siente que el karma al fin es justo con ella y por
fin obtiene lo que realmente merece: un matrimonio feliz, su familia
respaldándola, y una nueva familia que ella misma está creando. Decididamente,
su Destino no podría ser más benévolo con ella. Hasta que este, se torna
caprichoso y la sacude con un duro golpe, que no será más que el primero de una
gran “paliza” emocional que se cernirá sobre ella y el resto de su familia. Su
madre muere en pleno vuelo hacia Nueva York, sin que ninguno de ellos supiera
que hacía ella allí, y que la llevaba a realizar semejante y secreto viaje;
ella, una mujer que nunca salía de casa sola, siempre entregada a su marido y a
sus hijos, una abnegada madre de familia y una fiel esposa. María
no está dispuesta a dejar pasar por alto todos los porqués que van surgiendo
cuando se pregunta por el primero ¿porqué su madre estaba en aquel avión?
Una
nota en el bolsillo de un abrigo, un diario olvidado en un viejo pupitre de un
antiguo desván, un nombre masculino, un secreto familiar, un misterio por
resolver, viejas rencillas que vienen de antaño, odios, injusticias,
imposiciones sociales y sobre todo, un gran amor al que los hombres intentaron
destruir y ni la muerte pudo conseguirlo. Todo ello pondrá patas arriba la vida
y la tranquilidad de María, que no puede ni quiere admitir que no sabía quién
era su madre en realidad y que su padre, era el monstruo que aparentaba ser.
Cada
descubrimiento dará lugar a más dudas, y cada duda, a nuevos hallazgos que irán dando forma a ese impreciso y
deslavazado puzle, que es la vida de Elena, y al fin y al cabo, la vida de
todos ellos.
Bajo los tilos no es solo una novela, es una parte de cada
uno de nosotros, ese lugar desconocido que todos albergamos en algún rincón del
alma y que se nos muestra cuando el Destino nos juega una mala pasada,
alterando nuestro presente por sacudidas de un pasado el cual ignorábamos, y
que irremediablemente pone en la cuerda floja nuestro futuro. Una preciosa historia
compuesta de pequeñas historias tan tristes como bellas, y es que al fin y al
cabo ¿Qué es la vida si no una sucesión de hechos bellos y tristes? ¿Cómo
sabríamos que es la felicidad si en algún momento no hubiéramos conocido la
desdicha?
María José Moreno nos regala de forma altruista, un
bálsamo para aplacar la inquietud que genera el descubrir que tu dicha, está
construida en la desdicha de quien amas más que a nadie.
"La más bella palabra en
labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía.” (Khalil Gibrán)
BAJO LOS TILOS
María José Moreno
@mjmoreno010
ISBN: 978-84-15420-70-5
Una Reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS
RESERVADOS
Gracias por esta reseña que recalca aquellos aspectos más importantes de la novela. Sobre todo el interés por María de llegar al fondo de todo pues solo desde el conocimiento se puede juzgar en verdad. Un beso
ResponderEliminarEs una de las cosas que más me han atraído desde el principio de la novela (enumerarlos todos es largo...) es ese afán de una hija por no conformarse con el: porque lo digo yo. Una madre es mucha más cosas que eso, una madre, es una mujer, una amiga, una hija, una hermana, una esposa, una compañera...y desconocemos tantas cosas de las nuestras, que cuando queremos conocer más, suele ser demasiado tarde.
EliminarUn beso y un placer inmenso leerte.