miércoles, 30 de abril de 2014

LAS GUERRAS DE ELENA de MARTA QUEROL

 Portada de Las guerras de Elena

Me gusta caminar por la ciudad. En realidad, lo que me gusta  es caminar por mi ciudad. Hay quién dice que son demasiados los peligros que rondan el burgo para poder disfrutar de un buen paseo, que no se puede dar un paso sin recibir un sobresalto, un susto o un bocinazo infernal; pero es que eso me gusta. Entendámonos, no es que vaya buscando problemas y complicaciones por doquier, así como así, no es eso.
 Me gusta mezclarme con el bullicio de la gente, es una buena manera de pasar desapercibido, y cuanta más gente, más ignoran a uno, paradojas de la vida, tan solo hay que estar atento a los pasos de los demás, un traspiés inoportuno  y das con tu rabo bajo un zapato. Es lo que tiene ser un Gato y Trotero, que caminar y curiosear van de la mano, o zarpa, pero si no andas con cuidado, ambas cosas juntas, son peligrosas; zigzaguear entre la gente es todo un placer al mismo tiempo que implica una gran destreza: altos tacones afilados como cuchillos, vastas suelas de goma de unas botas militares sobre pies civiles, torpes zapatos de colegiales, botitas irrespetuosas de infantes que patean todo lo que encuentran, zapatillas de cuadros que solo deberían usarse en casa y que se arrastran y avanzan como bulldozers , ruedas de carritos de bebé, de carros de compra, de mochilas escolares, pies que corren, que dan zancadas, que saltan, que dan botes, que se paran de golpe…¡Recorrer la ciudad es vivir una gran aventura! cada par de pies esconden a alguien con una vida por descubrir.

Quien crea que en su ciudad nunca pasa nada interesante, es que no ha observado nunca como lo hago yo. No hay que mirar a las personas, si no escuchar lo que dicen sus cuerpos al andar, sus ojos al mirar, sus suspiros al esperar a quién se retrasa o los resoplidos al esperar demasiado a quien de seguro no va a llegar ya. Una ciudad es un mundo entero, y sus habitantes, aventureros de un cosmopolita universo.

Si me quedaba alguna duda de ello, Marta Querol ha terminado de disiparla con su novela,  Las Guerras de Elena, en la cual queda demostrado, que en tu propia ciudad, cualquiera de tus vecinos, puede ser el protagonista de un libro.

“ Elena Lamarc es una mujer fuerte y decidida, que debe enfrentarse a los obstáculos que la Vida inesperada ha puesto delante de ella, entorpeciendo lo que ella siempre creyó que sería su Destino marcado: un marido, una hija, un negocio y un camino que recorrer sin demasiados zigzagueos ni  tropiezos. Cuando descubre a su marido en la cama con otra, ese camino por recorrer parece ahora un oscuro sendero en mitad de un bosque embrujado lleno  de fieras salvajes, y el camino que deja atrás, una quimera que solo pareció existir al final de una mata de habichuelas. Más que un mal sueño, un cuento absurdo sin más, una mentira.  Un cuento que le vienen contado desde niña, pues para Elena, esto no es más que la continuación de una historia que conoce bien, pues ya lo vivió de pequeña en casa de sus padres; pero Elena no está dispuesta a dejar que su hija viva lo que ella vivió, que pase por lo que ella ya pasó, luchará en una guerra sin cuartel para evitar que la historia se repita en su pequeña Lucía.
Guerra abierta y encarnizada  contra quien haga tambalear aquello por lo que tanto ha luchado o por todo lo que le queda por conseguir, guerra de guerrillas contra enemigos encubiertos, batallas campales contra los prejuicios, los estereotipos, las costumbres enraizadas, las tradiciones absurdas de una España, que se acerca al final del franquismo con menos soplos de aire fresco de los esperados, pero con tanta incertidumbre hacia el futuro como temor al pasado. Elena ha de hacer frente a tantas guerras como pasos a dar en su día a día, sin venirse abajo, sin desplomarse, sin enseñar sus cartas, aún no pudiendo evitar bajar la guardia en algún momento de tan dura lucha.
Marta Querol nos presenta bajo una sola novela, lo que bien podrían ser varias. Con Valencia como fondo principal, la autora nos hace viajar hasta Oriente próximo, pasando por Alemania y haciendo una parada en el Madrid de principios de los setenta. Novela costumbrista, histórica, romántica, de intriga, novela negra y de espionaje…bien podría titularse la obra Las Novelas de Elena.  Y todo contado de manera cercana y sin grandes aspavientos, haciendo de los personajes, personas, vecinos, tus vecinos.
Es fácil engancharse a la historia, es algo que podría pasarte a ti, a mí, y en tu ciudad, mi ciudad. Si, en cada uno de nosotros, se esconde una novela, solo hay que saber cómo contarla. Marta lo ha hecho en dos ocasiones  a través de Elena Lamarc, ahora solo cabe esperar una tercera vez. Lo prometido es deuda, así que lo dicho. Paciencia y a esperar el regreso de Marta y Elena.”

Y este Gato sigue su trotar. La ciudad nunca duerme, y mil historias están esperando ser contadas…


LAS GUERRAS DE ELENA
Marta Querol

Ediciones B
ISBN: 978-84-666-5410-4

Una reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS



2 comentarios:

  1. Enhorabuena gatos, una gran reseña. Y enhorabuena a la autora, un muy buen libro, siguiendo la estela del anterior.

    Saludos a los tres

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    1. Muchas gracias, nos alegra que te haya gustado. Elena Querol es una de nuestras grandes, y ya estamos todos ansiosos de leer su tercera novela, espero que no tarde en darnos ese gusto.

      Un saludo

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