LABERINTOS de Manuel Osuna

De todos los laberintos el mejor
es el que no conduce a nada
y ni siquiera va sembrando indicios
ya que aquellos otros
esos pocos que llevan a alguna parte
siempre terminan en la fosa común...

...así y todo, el laberinto es tabla de salvación
para aquellos que tienen vocación de inmortales
el único inconveniente es que la eternidad 
como bien deben saberlo el padre eterno
y su cohorte de canonizados 
suele ser mortalmente aburrida.

(Laberintos, Fragmento. Benedetti.)

Un monasterio medieval, el Titanic, un videoclub o la piscina municipal. En cualquier lugar pueden suceder historias inquietantes y aterradoras. Manuel Osuna presenta 13 relatos de suspense –varios de ellos ganadores en certámenes literarios–, que atrapan y que son como los caminos de un laberinto: retorcidos, angustiosos, con giros inesperados y finales impredecibles.

Los crímenes del videoclub

Certificado de defunción

Había una vez un circo

El dentista de Baker Street

Indigestión

Campanero

Catorce corderitos

La manzana podrida

La mascota del Titanic

Mundo Diversión

El caso de la costurera caníbal

Noche de castigo en Hamelín

Bañistas.

Tras el buen sabor de boca que me dejó la novela de  Osuna,  Asomados al vacío, no pude resistirme a leer Laberintos, antología de relatos del autor ¿A estas alturas hay alguien que no sepa de mi pasión por los relatos? os doy la murga a menudo con ellos y en alguna ocasión hasta me he disgustado con vosotros por no compartir conmigo este gusto, pero bueno, nunca llega la sangre al río, también vosotros tenéis que soportar mi rechazo por la mayoría de las novelas románticas del mercado, y hasta la fecha nadie me ha amenazado por ello, aunque algún descontento con mi opinión en algún blog también se ha dado, peeeero, respeto al máximo y que cada cual disfrute con lo que más le gusta leer. Ea pues, a lo que vamos. 

En cuanto tuve entre mis manos el libro de relatos y la escueta sinopsis, ya me estaba haciendo mis propias cábalas sobre cada una de los 13 relatos que componen la antología, los títulos me hablaban y querían saber mi versión de cada uno de ellos...vale, esto me lo acabo de inventar, pero ya me conocéis, tengo que adornar el texto y darle un toque macabro para acompañar los tenebrosos relatos de Osuna, si no, no sería una reseña mía; me pongo a leer y enseguida se aprecia cierta influencia de Poe y el estilo decimonónico en algunos de los relatos, y es que si de relatos tenebrosos hablamos, el que no haya bebido del gran autor, no se ha emborrachado nunca de Terror.  Pero también encontramos relatos muy cinematográficos, suspense y angustia a lo Hitchcock o la perturbación y el terror psicológico del cine coreano de Eu-Pho Jin-Gook o Bong Joon-ho. Bombones para los exquisitos paladares de los amantes del Terror.

En Los crímenes del videoclub nos encontramos con un fanático del Cine que en su locura y fanatismo recrea famosas escenas de grandes filmes en un sin fin de crímenes. Aterrador. 

El humor negro está presente en todo el relato Certificado de defunción, al estilo de El Verdugo de Berlanga pero con la torcida sonrisa del macabrismo de las pelis de terror clásicas americanas, muy Price. 

Había una vez un circo nos ofrece un ramillete de personajes macabros, oscuros, falsos, una historia de apariencias, falsedades y alguna vanidad. Me ha gustado mucho, es uno de los que más escalofríos me han producido, y aquí sonrío, lástima no podáis verme ahora, mi mueca no tiene desperdicio.

El caso de la costurera canibal y El dentista de Baker Street tienen en común a dos famosos personajes: Holmes y Watson, pero nada ver con las aventuras detestivescas de los niños mimados de Doyle, aquí han de toparse con dos casos realmente siniestros, el caso de la costurera es propia antropofagia y el del dentista algo en apariencia menos tétrico: una desaparición misteriosa. Hay que quitarse el sombrero ante este despliegue de personajes y sucesos. 

No son estas las únicas historias que presentan cosas en común, y por no ser repetitiva ni alargarme demasiado desvelando tal vez cosas que no deba, deciros que en los relatos de La mascota del Titanic, Campanero y Noche de castigo en Hamelin, Osuna nos ofrece tres nuevas versiones, o puntos de vista de tres conocidas historias: Titanic, El flautista de Hamelin y El Jorobado de Notredame,  nada que ver con las historias que conocemos y sobre todo, mucho más misteriosas y funestas, como debe ser. La mascota del Titánic es otro de mis relatos favoritos, lo he leído dos veces, no os digo más. 

Como en toda Manzana podrida este relato nos insta a no fiarnos de las apariencias, a que tengamos cuidado y nos andemos con mil ojos ante lo y los que nos rodean; diría que es una de las historias más reales de toda la antología, tanto que da miedo pensar  que nos podría pasar a cualquiera...

Mundo diversión es una triste historia, muy triste, con un final que no esperas y que descoloca al lector ¿Habéis visto Una historia de fantasmas con Cassey Affleck?  pues es esa misma sensación, la de vacío y tristeza ante un hecho aparentemente macabro. A pesar de crear cierta pesadumbre y amargura para mi ha sido una muy buena historia. 

Volvemos a encontrarnos con el canibalismo en Indigestión, pero de nuevo el autor da una vuelta de tuerca al tema y nos descoloca con un final sorprendente.

¿Quién no conoce el cuento de Las Siete Cabritillas? era el único con el que mi hermana comía a mediodía, así que día tras día, tras día, cual día de la Marmota, en casa no se escuchaba otro cuento a la hora de la comida, puede ser que por eso Catorce corderitos a pesar de su terrorífico final me haya despertado un interés especial y alguna que otra sonrisa ¡Lo se, lo se, soy una chica muy rara!

Con Bañistas, Manuel Osuna pone el punto y final y la guinda del pastel a su recopilación de relatos, una historia de locura absoluta cuyos estragos causarán mortales consecuencias, un relato sangriento muy de peli de terror de clase B que hará las delicias de los amantes tanto del género cinematográfico como del literario, que acabaron convirtiéndose en Cine o Novelas de culto. Maravilloso  cierre a estos relatos. 

CONCLUSIÓN:  Osuna es un prestidigitador del terror clásico, lo maneja y manipula a su antojo dando lugar a una magnífica reinterpretación de historias clásicas y conocidas por el lector; trece relatos de terror fantástico que seducirá sin remisión a los amantes del Terror con mayúsculas, y que despertará el gusanillo macabro en algún que otro neófito en el tema. Solo hay que ser valiente y atreverse, el mundo no es de los cobardes...

LABERINTOS

Manuel Osuna

Editorial Círculo Rojo

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