Imagen obtenida de El Diario Vasco
El Gato Trotero: Su último trabajo, La sirena roja, es una novela negra que demuestra que nadie está a salvo de encontrarse con la muerte mirándole a los ojos; que un psicópata no entiende de estratos sociales ni pide filiación alguna. ¿Un asesino psicópata… nace o se hace?
Noelia Lorenzo: Un psicópata se hace. Un amigo mío que es psicólogo siempre dice que nacemos de plastilina y que las experiencias de la vida nos van moldeando. Creo que no le falta razón. Si escarbamos en el pasado de los psicópatas vemos que la mayoría traen traumas de la infancia: abusos sexuales, maltratos, carencias de todo tipo…
EGT: ¿Cómo se le da forma, psicológicamente hablando, a un personaje vil, frío y siniestro como es un asesino en serie, sin que te llegue a afectar? No tiene que ser un trabajo sencillo mantenerse ajeno ante según qué personajes…
N.L.: Le di vida a un personaje vil, frío y siniestro, pero también le di vida a ese niño que había sufrido una infancia llena de dolor… Dos caras muy distintas de una misma persona. Lo pasé peor metiéndome en la piel de un ser sensible e indefenso; el niño, que en la piel de una persona obsesiva y carente de empatía; el psicópata. No es sencillo mantenerse ajeno, no, pero tampoco recomendable. Pienso que si los escritores nos mantuviéramos al margen para que no nos afectara, no transmitiríamos ningún tipo de sentimiento al lector. O sea que a sufrir toca jejejej. Reconozco que yo soy de las que lloro escribiendo.
EGT: Su novela es de género negro porque cumple con rigor los cánones que las determinan… Sin embargo, para mí es negra por mucho más conceptos más allá de la muerte de varias personas asesinadas por un personalidad enferma… Usted habla en su novela de los malos tratos en la pareja y la violencia de género, del odio hacia personas diferentes por pensar o comportarse de un modo diferente al establecido, del no menos negro mundo de las drogas… ¿Qué le lleva a introducir estas cuestiones en lugar de centrar la atención del lector en la investigación del caso que le propone? ¿Entiende la literatura como un modo de compromiso del escritor con el mundo que le rodea?
N.L.: Yo sí que entiendo la literatura como un modo de compromiso. Precisamente ese es uno de los motivos por los que me apasiona la novela negra. Este género te permite mostrar la sociedad en la que vivimos y creo que es un ingrediente indispensable.
EGT: Eider, la agente encargada de investigar el caso y una de las protagonistas de la novela, es una mujer con un trabajo que le apasiona, un marido que le quiere... Sin embargo, algo falla y las relaciones personales de pareja se ven afectadas. ¿Es el mundo de hoy el que va demasiado deprisa y no nos permite detenernos en las estaciones importantes, o es que cada uno de nosotros viajamos a velocidades distintas y cada vez resulta más complicado encontrarse en el camino?
N.L.: Hay trabajos que exigen tanto tiempo y energía que da la impresión de que es imposible compaginar la vida privada con la laboral. A Eider el caso la engulle y es incapaz de salir de la maraña de sospechosos, pistas, muertes… Yo me puse en su piel y me vi a la deriva, como a ella… Tiene que obsesionar y mucho sentir que le pisas los talones a un psicópata y que si no se le da caza va a seguir matando… Es demasiada la responsabilidad como para olvidarte de ello un segundo. Supongo que eso va con el carácter de cada uno. Se aconseja desconectar, pero Eider no es de esas personas. Y está claro que yo tampoco jejeje
EGT: Asesinatos, cuerpos mutilados, sangre, vísceras derramadas en el suelo… Visto así, casi cualquier persona alejaría de su vista una novela con ese contenido; sin embargo, la novela negra experimenta una nueva juventud en los últimos años, merced a los grandes éxitos de ventas procedentes de los países nórdicos y, posteriormente, al buen hacer de autores nacionales: consolidados como Manuel Vázquez Montalbán o Lorenzo Silva, junto a otros emergentes como usted. ¿Cuáles son los ingredientes de éste género literario que tanto gusta al gran público?
N.L.: Me cuesta reconocerlo porque soy una persona muy pacífica y poco morbosa, pero admito que la sangre es un ingrediente importante… También son indispensables la crítica social, el suspense y el sexo. A mí particularmente me apasiona este género porque tengo una vena detectivesca. Cuando leo una novela yo también quiero darle caza al culpable…
EGT: Deduzco que siendo una escritora de novela negra, usted también será una lectora del género. ¿Aprecia algún cambio de estilo, de fondo, de forma… entre los títulos clásicos y las novelas de los últimos tiempos? ¿Cuáles han sido las fuentes de las que ha bebido?
N.L.: Descubrí tarde la novela negra. De más joven picoteaba de un género y de otro, pero nada me calaba como lo hizo la novela negra. He de reconocer que fueron los nórdicos los que me iniciaron en el género. Siempre he tenido predilección por los países escandinavos y cuando sus novelas llegaron a mis manos no hice otra cosa que devorarlas. Tengo una especie de adicción, qué le voy a hacer… No puedo alejarme demasiado de ellas porque me entra el mono. Y sobre el cambio en el género, supongo que hay uno que ha generado nuevos adeptos y me estoy refiriendo al ritmo narrativo. Novelas trepidantes y muy cinematográficas.
EGT: Del mismo modo que ya ocurrió con las llamadas novelas históricas, que sufrieron un boom de títulos publicados del que todavía seguimos recuperándonos, el género negro también está viviendo un momento caracterizado por un aluvión excesivo de oferta. ¿Es casual que autores y editoriales apuesten por este género, teniendo en cuenta que hasta hace unos años tenía un tirón mucho menor?
N.L.: El mundo editorial es un negocio más y como todo negocio el objetivo es vender. En España, a raíz del boom de la novela negra nórdica, subió considerablemente la demanda del género y las editoriales apostaron notablemente por él. Y en el caso de los autores, pues hay de todo. Están los que llevan toda la vida escribiendo novela negra y, por otro lado, los que se suben al carro sin gustarles especialmente el género…
EGT: Si acudimos a las librerías, nos sorprenderíamos ante algunos títulos de autores que nunca antes se habían embarcado en un proyecto de género negro, y que, sin embargo, ahora han publicado o anuncian novelas de este corte.... Está claro que el movimiento de las grandes masas de lectores determinan el rumbo de las editoriales y es legítimo que sea así, al fin y al cabo no deja de ser un negocio… Sin embargo ¿cómo ve usted que esas oscilaciones en los gustos o las modas de los lectores determinen qué ha de escribir un autor?
N.L.: Así es… Las editoriales son un negocio y las novelas el producto. Me gustaría hablar del mundo editorial de una manera más romántica, pero estaría maquillando la realidad…
Creo que a la mayoría de los escritores la moda no nos dicta qué escribir. Este mundo que para muchos es un negocio, para otros es primordialmente vocacional. Escribo porque tengo mil historias en la cabeza, porque disfruto… Cuando hay pasión al hacerlo las páginas se cargan de pedacitos de nuestra alma (y ahora sí que me estoy poniendo romántica) Supongo que no tiene que ser fácil transmitir esa pasión si te has dejado llevar por las exigencias o por las modas. Un pájaro enjaulado no puede volar…
EGT: Seguramente, en sus inicios como escritora, soñó con publicar y ser leída por muchos lectores… Ahora tiene la fortuna de conocer el sabor de ese sueño ¿A qué saben los sueños literarios de Noelia Lorenzo?
N.L.: Ni en mis mejores sueños había imaginado todo esto. Vale, sí ¿quién no ha coqueteado con la ilusión de ser publicada? Hasta ahí sí que llegó mi fantasía, pero a partir de ahí se quedó corta. No me esperaba que mis novelas fueran a conectar tanto con los lectores. Y tampoco encontrarme buenísimas reseñas de la mano de escritores consagrados del género. Mis sueños literarios aún siguen sabiendo a sueños y no me quiero despertar ;)
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