“Érase que se
era, que es y que será, una abuelita sandunguera y farandulera, que gustaba,
gusta y gustará de tocar el violín y así a las estrellas y constelaciones hacer
sonreír. Pero un mal día, el violín de la abuelita dejó de sonar y por más que
ambos buscaban entre sus cuerdas, su puente y su diapasón ¡no salía ni un
sonido y es más, solo había silencio y desazón!
Marchó en
Nochebuena la abuela en busca de su música perdida ¡No lloréis niños, no os entristezcáis
estrellas, que una solución habrá o de lo contrario la abuelita, para alegraros
la vida hasta palmas tocará!
Pero lo que la
búsqueda deparó a la abuela, lo que encontró en su trotar, aquí no os lo puedo
contar, con paciencia y muchas ganas el cuento de La abuela y la estrella deberéis decirle a vuestra abuela que os lo
ha de contar, pues nadie mejor que ella para hacer que esta historia, nunca
deje de ser verdad…
Nos deleita Bárbara Fernández Esteban con este
delicioso cuento sobre la navidad, la ilusión, la esperanza y el amor, cuento
que escribió para sus nietos y que ahora ellos nos regalan para disfrute de
todos ¡Quien pudiera tener una abuela que no solo te cuenta cuentos si no que
los escribe para ti! y es que las superabuelas, no son solo cosa de las cuentos
y la fantasía, cerca nuestro, día a día, nuestras abuelas nos entregan su
cariño, su corazón y su sabiduría ¿qué haríamos sin ellas?
Ana Belén Rodríguez Ros embellece lo bello con sus bonitas
ilustraciones, poniendo rostro y sonrisa a la abuela que perdió la música y la
encontró en ¡chissssst, que no se puede aún desvelar!
Que nunca se nos olvide esa entrega y que
jamás ellas, y nuestros abuelos, se olviden de quienes fueron y de cuanto les
queremos. El Alzheimer nos afecta a
todos, cuando quienes queremos no recuerdan que ellos también nos quisieron a
nosotros, todos perdemos la parte más importante de la memoria, la que se guarda
en el corazón; si ellos no la encuentran más, seamos nosotros quienes la
conservemos muy dentro por ellos.
¡¡Feliz
Navidad y próspera memoria del corazón!!”
Un recordatorio
navideño de Yolanda T. Villar
Porque Yo,
también perdí a mi madre y mis abuelos
en los recovecos de la desmemoriada memoria.
En beneficio de l’Associació
Familiars d’Alzheimer de Salou
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
¡Que bonito! si la reseña me ha encantado no quiero ni pensar en lo que me gustará el cuento. Desde que soy madre estas cosas me emocionan mucho.
ResponderEliminarUn beso Gatita, eres estupenda.
Seguro que si Sandra, el cuento es corto pero realmente bonito. Te encantará sin duda.
EliminarUn beso, guapísima!