Si Shakespeare viviese en la actualidad, es más que probable que no le llamase la atención la vida y las miserias de los reyes, hoy de capa caída, si no que fijaría su mirada astuta en los nuevos hombres que ostentan el poder, los líderes de los partidos políticos que, envueltos en la bandera de la democracia, siguen haciendo de su voluntad ley, caiga quien caiga. El mayor problema que se encuentran es que muchos aspirantes a líder tienen que aguardar su turno, y cuando les llega, deben librar batallas intestinas intramuros para alzarse con el mando. Sólo puede quedar uno.
La noche del pasado sábado en Olite resultó agradable hasta que un incómodo viento del norte quiso hacer acto de presencia. Los asisitentes, que llenaban el aforo al completo, pronto hicieron uso de las chaquetas que la tradición aconseja cuando de acudir al Festival de Teatro Clásico de Olite (y ya van quince años), se habla.
Se representaba una adaptación libre del más importante dramaturgo inglés de todos los tiempos: William Shakespeare. En este caso, la función llevaba por título una suerte de spanglish que se leía: Los Mácbez. En ella, en lugar de introducirnos en la corte de un rey europeo, el director Andrés Lima nos conduce hasta las entrañas más repulsivas y sanguinolentas del partido político que gobierna en Galicia desde hace varios años en una realidad alternativa (o no). Del mismo modo que en el original shakespeareano, nos encontramos ante un deseo exacerbado de conseguir el poder, sea como sea, pasando por encima de quien haya que pasar recurriendo a la barbarie más primitiva si el rival a batir se acierta tan peligroso como para apartarnos de conseguir el objetivo marcado.
El actual líder del partido es un anciano cansado, cuyo retiro se palpa inminente pero no termina de llegar. Es un hombre acostumbrado al agasajo y a la sumisión de cuantos le rodean. Hace y deshace a su antojo y gobierna colocando en los puestos de responsabilidad a amigos y familiares próximos. Mácbez, quién al principio de la obra es nombrado vicepresidente, es un hombre que ansía llegar a lo más alto dentro del partido. Desea el poder, pero aguarda su turno permaneciendo sigiloso y a la espera. Sin embargo, su mujer, si acaso más devota de ostentar ese liderazgo, le anima y le azuza para que Mácbez emprenda el camino hacia su propio destino antes de que éste llegue a él de forma natural. Es así cómo se inicia una orgía de sangre en la que la falta de escrúpulos y la ceguera que produce la obsesión por mantenerse en lo más alto del partido conducirá a los protagonistas al caos y a la locura.
Los siete actores que componen el elenco interpretativo realizan un trabajo solvente y creíble, dando vida algunos de ellos a varios personajes. Tiran de la taquilla los dos actores protagonistas: Javier Gutíerrez, conocido por el gran público por su papel en la exitosa serie de TVE Águila Roja, y Carmen Machi, cuya fama en TV no le va a la zaga y que además cuenta en Olite con una valoración muy especial tras su soberbia actuación hace dos años en el mismo escenario de La Cava interpretando a Helena de Troya en Juicio a una zorra.
La historia nos dice que el hombre es el peor enemigo de sí mismo, y que su codicia, si no es controlada con templanza y se la deja hacer con libertad, puede generar consecuencias imprevisibles. Es por ello que se necesita conculcar los valore adecuados para evitarlas, y acudir al teatro, ese mágico lugar en el que, además de entretener, se muestran las miserias humanas de un modo accesible a todo el mundo, es uno de los modos más eficaces para combatirlas y ganar la batalla.
LOS MÁCBEZ
Adaptación de MACBETH, de William Shakespeare
DIRECCIÓN
Andrés Lima
REPARTO
Chema Adeva
Javier Gutiérrez
Carmen Machi
Rebeca Montero
Rulo Pardo
PRODUCCIÓN
Centro Dramático Nacional
Redacción y Fotografía:
Santiago Navascués
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
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