Portadas de los dos últimos poemarios de Juan Carlos García Hoyuelos, Se lo dije a la noche y Desde mi otro lado
¡Cómo quisiera este Gato ser poeta cuando cayera la noche!
le cantaría a la Luna trovadas de amor y muerte, para ser su Ausías en los
meses de abril y mayo, cuando al alba canta una calandria y le responde un
ruiseñor y si, en efecto, cuando los enamorados van a servir al amor… ¡No, no,
no, no es poeta este felino, pues no pasa de juglar de plaza y villa, tan solo
entona un simple cantar, pues de otra manera no sabe expresar lo que tantas
veces desearía en voz alta maullar este minino! ¡Ay, pobre Trotero, que en su
afán de ser música sin notas, querría transformarse en verso! Me da a mí que al
igual que los de Bremen, no será jamás verso, se habrá de conformar con ser
trotamúsico de largos bigotes y pelo en pecho, en el cual duerme sereno, un
poema sordo, mudo, ciego e incompleto.
De repente, escucho una suave voz de mujer, suena a llanto y
una delicada melodía hace de pañuelo para sus lágrimas alumbradas por la luna;
remueven los versos las entrañas y sacuden el alma, llora la voz de una mujer
los sentimientos del poeta, y siente el poeta en su oído la voz de la mujer
susurrando versos que suenan a fado.
¡Cómo quisiera ser poeta, bertsolari, cantautor y músico
este Gato, para poder decirte con palabras de agua, sal y viento, lo que por ti
yo siento! Pero no se siente desdichado el Trotero, pues aunque en sus genes no
está el ser poeta, filósofo y artista, saborea las mieles de mil poemas bien hechos bajo la pluma de García Hoyuelos,
aquel que transforma los más complejos sentimientos, en bellos versos.
Y como Alicia a través del espejo, escucho atento lo que el
poeta nos cuenta a mí y a la Noche, desde su Otro Lado…
“Nos sorprende Juan Carlos
García Hoyuelos, así de entrada, con su poemario Desde mi otro lado, queriendo
ser verso. No quiere ser poeta, a pesar de ser puerto para la poesía, y se
lamenta de que nunca llegue a ser verso. Él, contenido y continente de un Don
de dioses, no quiere ser ánfora repleta de agua, quiere ser el Agua.
Poemario que cincela silencios,
y en la persona amada reverberan el sonido de dos pétalos al rozarse; silencios
cubiertos del rumor de la respiración como caracolas de mar, poemas que añoran
unos labios que besan la espuma que muere en una ola. Versos que consumen la
esencia de dos enamorados que se beben y el curso de su entrega, fluye como el
agua del río antes de morir en la mar, exhausto y salado tras tanta crecida y
sequía, para volver a llenarse el uno del otro.
Juan Carlos García Hoyuelos nos habla de un amor dormido tanto tiempo
que se ha quedado para el amante obsoleto, muda su piel para renacer de sí
mismo sin ser ya nunca más el que fue, siempre hay una huída hacia adelante.
Es el amor sin duda origen de
las tribulaciones del poeta, y el desamor, el de sus consecuencias. Amor y
tiempo, tiempo y amor ¿Qué sería del amor si no hubiera tiempos de versos?;
García Hoyuelos nos va desgranando poema a poema la paradoja del tiempo, o tal
vez es que el propio poeta sea la paradoja de sus versos, incluso puede que la
vida misma sea toda ella una gran paradoja ¿Cómo es posible que ocupen lo mismo
en sus manos la nada y el todo, y como pueden pesar por igual en su alma las
risas como las lágrimas? ¡Ayyyyy, amigo que lees poesía y no la escribes! eso
es ser poeta, y es que verso a verso, García Hoyuelos se ha transformado en su propia
Crisálida y ya es VERSO.
Es imposible no dejar de leer
poema tras poema, poemario tras poemario ¿para cuándo un tercero, si el ansia
ya me desboca y no me deja acabar el segundo cuando ya siento que necesito más?
Con Se lo dije a la Noche,
García Hoyuelos riza el rizo, no solo se nos muestra más pasional, sensual y
romántico que anteriormente, si no que transforma sus poemas en melodías; es
como si una vez el poeta se vio desde su otro lado, como esa Alicia a través
del espejo que comenté antes, ahora que es verso, necesita ser canción. Y llena
sus poemas de voces sensuales, fuertes, enigmáticas, envolventes,
cautivadoras…el poeta nos deslumbra con un despliegue de sensibilidad,
sentimiento y arte por doquier, ahora es filósofo, filólogo y musicólogo, en un
mundo en el cual las notas musicales riman en asonante y las partituras se
transforman en Poemario.
Un despliegue de emociones y
palabras, que unas junto a las otras, hacen magia. Pero es también un
despliegue de colaboraciones de artistas, músicos, poetas…tres prologuistas de
renombre, Óscar Esquivias, Manel Gibert Vallès y João Rasteiro. Epílogo
de Susana Fumis y como colofón final, un poema de Juan Carlos Mestre, ahí es
ná.
¿De qué sirven las palabras en
voz alta, cuando los cuerpos de los amantes son arena entrando en la mar y ser
besados por las olas y alzados en sus crestas? Pues así es “Se lo dije a la
Noche”, pasión y entrega.”
“DESDE MI OTRO LADO” (2007)
Editorial: Telira
Prólogo: José Manuel
Prado Antúnez
“SE LO DIJE A LA
NOCHE”(2011)
Editorial: Ediciones
Beta III Milenio
JUAN CARLOS GARCÍA
HOYUELOS
Una Reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS
RESERVADOS
Que bonitas palabras y que estilo tan depurado, mas que una reseña parece un poema. Felicidades a poeta y escritora.
ResponderEliminarGracias a ti por las tuyas, creo que tanto poeta como gatos, podemos decirte gracias, un placer.
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