URDAIBAI SANGRIENTO, de Amaia Manzisidor Txirapozu

Dicen que somos lo que fueron nuestros padres. Que, de algún modo, la manera en la que nos educan permanecerá como una huella indeleble en nuestra psique y será capaz de forjar nuestra forma de ser, de comportarnos y de relacionarnos con los demás. Arrastraremos por tanto sus virtudes, pero también cargaremos con el peso de sus vicios. Sobre estos últimos debiera interceder nuestra propia voluntad. Tratar de domarlos, o más bien recluirlos, cuando no enmendarlos, para lograr una versión mejorada y pulida, sería la reacción perfecta. Sin embargo, no siempre sucede así, y guiados por las circunstancias que se cruzan en nuestros caminos, o puede que vencidos por nuestros propios miedos, lo que acaba ocurriendo es que calcamos sus acciones y copiamos sus gestos. Y a pesar de darnos cuenta, algo nos impide corregir el rumbo de nuestras vidas y sólo nos resta adaptarnos a las circunstancias y convivir con ello sin que se note en exceso.

"De padres gatos, hijos michinos."

 

Por si alguien no lo conoce, Urdaibai es un enclave privilegiado de la costa vizcaína donde mar y montaña se funden para crear un maravilloso lienzo de colores: verdes procedentes de los pastos y de los bosques, azules del río Oka, tostados de las playas, ocres de las tejas que cubren los tejados de los pueblos... Es una tierra fecunda para quien la trabaja, zona de paso entre Bilbao y San Sebastián, y un impresionante pórtico al mar Cantábrico. Allí sucede la trama de la nueva novela de Amaia Manzisidor Txirapozu.

Urdaibai sangriento se erige como la segunda novela de la escritora basauritarra, y sirve de continuación de Bilbao Expediente 406, la obra con la que la autora debutó bajo el sello de Ediciones Beta y que le ha permitido dar el salto a la Editorial Erein, donde ha encontrado un hueco en su colección Cosecha Roja, una magnífica serie de novelas negras ambientadas en el País Vasco que sigue engordando año tras año, pues sus responsables se ocupan acertadamente de alimentarla con títulos interesantes y sorprendentes.

La novela arranca con la desaparición de la joven Kelly, una treintañera holandesa que había llegado como turista junto a su novio Erik, ambos profesores, para recorrer en bicicleta de montaña el norte de España aprovechando sus vacaciones estivales. Lo que parecen unos apacibles días para disfrutar de la costa vasca, acaban convirtiéndose en una pesadilla, ya que poco después aparece el cadáver de la joven en el interior de un caserío abandonado, sobre una gran piedra, su cuerpo entero cubierto por una tela de colores, una oscura mancha de sangre a la altura de la parte baja de su pecho izquierdo... A partir de entonces, la investigación de su asesinato y la caza del asesino constituyen el curso de fondo sobre el que discurre una novela que fundamentalmente trata de mostrarle al lector la vida cotidiana de sus personajes, adentrándose en sus vidas, reflejando sus temores, sus problemas, sus dudas... Mostrando, en definitiva, como seres normales a todos esos hombres y mujeres que forman parte de los cuerpos de policía, en este caso los que componen la Ertzaintza, que a simple vista pueden parecer fríos, alejados de todo sentimiento, hombres y mujeres hábilmente entrenados para obedecer órdenes.
Así, conoceremos a un abultado número de personajes comandados por la comisaria Julieta Laborda y su pareja Imanol; los sabuesos Larra y Zúñiga; Pepe Dueñas, inseparable de Julieta, y su mujer, Loli; Nadia, la belleza llegada del Este y el siniestro Lobo; los hermanos Toni y Sara, unidos por el cuidado de su madre enferma... Amaia Manzisidor se esfuerza sobremanera en darles una profundidad a tantos personajes y realmente lo consigue. Sin embargo, ese empeño que se erige como gran virtud de la novela, de algún modo supone también un lastre en el intento por mantener la espectación del lector. Esa búsqueda pausada por alcanzar el fondo de los personajes deja en un segundo plano durante demasiadas páginas la investigación del asesinato de la joven holandesa, penalizando lo que el lector busca en una novela con un título tan sugerente como esta, que no es otra cosa que sentir la necesidad de seguir leyendo para desenredar la trama. Y es que quizá, se generan unas expectativas al ver la portada que realmente no se corresponden con lo que luego vamos a leer.
Otra de las virtudes de la nueva novela de la escritora basauritarra es la destacada presencia de la ciudad de Bilbao y su entorno, haciendo especial énfasis en cómo vive la Semana Grande (Aste Nagusia) las gentes de Bilbao y de los alrededores, mostrando las tradiciones, los espectáculos, la vibración y el colorido de los fuegos artificiales, el ambiente de los hoteles más prestigiosos por los festejos taurinos, la intensidad y la alegría que se respira en las txosnas y lo viejo...
Amaia Manzisidor logra que el lector se adentre en las calles de la ciudad de Bilbao, pero también en los montes, carreteras y sendas que llevan hasta los caseríos más antigüos de Urdaibai, y lo hace con una muy buena capacidad de transmisión de sensaciones, fruto a buen seguro de muchos años recorriéndolos, descubriendo lugares o simplemente observando cómo la vida fluye a lo largo del tiempo. Con esta Urdaibai sangriento es probable que no acaben los encuentros con la comisaria Julieta, y eso supone una puerta abierta para continuar las andanzas de una mujer arriesgada, enamorada de su trabajo y muy perseverante. Está claro que la de Julieta es una historia de largo recorrido, una carrera de fondo que quizá tengamos que seguir para contemplarla en su totalidad. ¿Habrá nuevas entregas? El tiempo lo dirá.

Santiago Navascués

URDAIBAI SANGRIENTO

de Amaia Manzisidor Txirapozu

Editorial Erein

ISBN  978-84-9109-238-4
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