"Lluvia y muerte
llevense mis penas
Lluvia y muerte
cortenme las venas
Lluvia y muerte
llevenme al infierno
Lluvia y muerte
Llevense lo eterno"
llevense mis penas
Lluvia y muerte
cortenme las venas
Lluvia y muerte
llevenme al infierno
Lluvia y muerte
Llevense lo eterno"
(Fragmento de LLuvia y Muerte de AntitoC)
Siempre he creído fielmente en los Hados del Destino, y aunque a estos les
guste jugar contigo al poli bueno, poli
malo − ya sean favorables o desfavorables−, uno no se puede
tomar a risa lo que sus caprichosas divinidades te tienen preparado. Si algo
tiene ser poseedor de siete vidas, es que aprendes que por más que te empeñes
en ser el Dueño de tu propio destino, solo se trata de una ilusión, un
espejismo, porque algo muy por encima de ti, guarda un As bajo la manga y como
una simple marioneta, cuando crees haber escapado del Ojo que todo lo ve, este
clava su mirada en ti y entonces sí, date por sentenciado, diciendo eso de ¡Me
ha mirado un tuerto!
Hay quien piensa que son simples
casualidades, que la inteligencia humana y el pensamiento científico están
detrás de todas esas resoluciones, pero ¿De verdad que el ser humano (y algún gato
blanquinegro) está por encima de estos designios y puede actuar con Libre
Albedrío? ¿Puede el Hombre hacer y deshacer a su antojo, y por ende, tener en
su mano la vida y muerte de otras personas? ¿Es que para las víctimas no existe
el Libre Albedrío, solo para los verdugos? No creo que la diosa Moira estuviese
de acuerdo con esto, pues si cada cual puede decidir sobre su vida y la
del vecino ¿En qué lugar queda esa
libertad de decisión y actuación? ¿Acaso es selectiva? lo que yo decía, si
elige a unos sí y a otros no, es que es tan solo una ilusión pasajera, aunque
dure mil años…nada en esta vida pasa porque sí, pues si la Rueda de la Fortuna nos hace girar y girar, el Juicio Final detiene ese rodar.
Los hombres de Fe dicen al respecto que
los hombres proponen y Dios dispone,
pero este Gato prefiere verlo de esta otra manera:
Si el Destino
es caprichoso, el Karma es
implacable.
ENTRE LA LLUVIA de Alberto
Pasamontes
Tengo que empezar diciendo que comencé la
novela de Pasamontes con
expectación, y es que no puedo negarlo y de hecho no lo hago, si no todo lo
contrario, pues he declarado muchas veces mi pasión por la novela negra.
Rectifico, o mejor dicho, puntualizo. La buena novela negra. Por mis manos
pasan muchas novelas, de diferentes géneros, en parte por mi trabajo −yo lo llamo Trabahobby− y en parte porque
soy una auténtica “lletraferida”; de
hecho estoy convencida que el día que deje de leer , al igual que le pasó a Alonso Quijano al recobrar la cordura,
moriré. Aunque sea una muerte no física, lo cual creo que aún será peor
incluso. Y entre tanto trasiego de letras, me encuentro con todo tipo de
libros, catalogados ya sea por las editoriales o por los propios autores,
dentro de un género concreto, siempre el que tanto unos como otros creen que la
obra merece.
Pues es sorprendente para los que leemos
dichas obras, lo que en el 75% de los casos no tiene nada que ver con lo que se
espera de una novela, normalmente porque la etiqueta con la que ha sido
asignada, ni se le parece a lo que estamos leyendo. Y empezando por ahí, y
siguiendo con la novela en sí, la capacidad de decepción que causan en nosotros
supera incluso a lo imaginado. Pérdida de tiempo la mayor parte de las veces
por ambas partes, escritores y lectores, aunque uno de los dos, nunca se dé por aludido ni quiera reconocerlo
abiertamente. En el caso de la novela negra, la cual llevo leyendo y visionando
en el cine, desde que tengo uso de razón, la decepción puede llegar a ser
absolutamente deprimente.
Pero algo pasó desde el principio con Entre la Lluvia de Alberto Pasamontes ,
que me atrajo mucho antes de comenzar a
leerla. Había leído y oído algo sobre ella, aunque reconozco que no mucho, pues
no me gusta empaparme y por consiguiente, verme influenciada, de opiniones y
otras reseñas, aunque conocer la impresión que una novela causa en otras
personas nunca está de más; pero no fue hasta tenerla en mis manos cuando sentí
que aquella novela era distintas a otras muchas leídas anteriormente, comenzó
aquella sensación con la lectura de la sinopsis y se acrecentó tras leer el
primer capítulo, y de que me di cuenta, mi expectación
se había convertido en auténtica
excitación. Pocas veces se presentan
en una novela, casi desde el principio, unos personajes tan bien perfilados que
por sí mismos parece que vayan escribiendo la historia, sin necesidad de un
escritor detrás, y eso no solo es tarea complicada y dificilísima de conseguir,
es a mi entender, parte primordial en el éxito de una novela. Realismo.
Con unos personajes nada estereotipados, en
el que pocos son lo que aparentan ser, y movidos no solo por las circunstancias
que a cada uno le ha tocado vivir, sino por la influencia que otras personas ejercen o han ejercido en ellos,
convirtiendo la vida de cada cual, en capítulos dentro de otras vidas con tan solo haber
cruzado sus caminos en algún momento dado de su existencia. Lo que el Destino
nos tiene reservado está sujeto a su propio capricho, pero de igual manera,
todo acto que realizamos está a su vez sujeto a premio o castigo, aunque para
que paguen los verdugos, se necesiten demasiadas víctimas; y Pasamontes nos lo muestra inexorable en
su novela, cada uno tiene lo que se merece, aunque demasiadas veces hayan
pagado justos por pecadores.
Personajes bien estructurados, una trama
tan bien creada y desarrollada, en dónde la intriga y las sorpresas van “in
crescendo” hasta convertirse en un cosquilleo punzante en el estómago, ese
baremo que indica que estamos ante una más que buena novela, y por si me cabía
alguna duda ya a estas alturas de la lectura, Alberto Pasamontes me lo pone en bandeja, no dejando ya lugar, para
la duda: el final. Una historia tan bien ligada que el final se torna climax de
una pasión lector-novela sin parangón. Perfecto, justo en su extensión, todos
los cabos bien atados, nada queda en el tintero, tras un pico rozando la hipertensión
la resolución perfecta. Y es que si en
toda historia el final es lo más complicado y lo que puede dar al traste con
una novela, hasta ese momento ideal, en
el género negro además, la convertiría
en una simple novela de policías y ladrones, lo que en televisión algunos
denominan “telefilme”. Entre la lluvia, en la pantalla grande,
sería sin duda un futuro Clásico del
Cine negro.
El inspector Goyo Barral y su equipo se enfrentan al
brutal asesinato de una prostituta, en
donde ni ella es lo que parece ser, ni tampoco lo son las circunstancias y
personas que la rodean; una trama que va desde el asesinato de Sonia García, pasando por las
confabulaciones de una empresa armamentística, los secretos de la OTAN, o los
tejemanejes del CNI, a los problemas del día a día de sus protagonistas,
factores que todos juntos hacen de la novela un decálogo de la vida cotidiana,
aunque para la gran mayoría de los mortales, nos pasen inadvertidos.
Una vida oculta en la trastienda de cada cual,
como las miserias humanas se esconden tras la incesante lluvia invernal.
Y esperando ver pronto de nuevo,
a Barral y su equipo en acción. Por el bien de la novela negra. Por el bien de
la novela en general.
ENTRE LA LLUVIA
Alberto Pasamontes
Ediciones Beta III Milenio
ISBN: 978-84-15495-42-0
Una reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
lo ley hace ya algún tiempo, y si, tiene ese gusto entre dulce y amargo que dejan con ganas de más. Una buena novela sin duda.
ResponderEliminarEs una gran novela negra, aunque como digo en la reseña, es una gran Novela en sí. Muy bien escrita, con personajes muy bien trazados y una trama de la que no se deja ningún cabo suelto.
EliminarEs magnífica, de lo mejor que he leído últimamente en este género.
No la he leído todavía, pero cada vez que me recomiendas una novela y además me dejas esa imagen de la chica saltando al lado del ¡Te va a encantar, léela!, no puedo resistirme. Espero tenerla en unos días.
ResponderEliminarFantástica reseña, muy buena. Enhorabuena al autor por su novela.
Un abrazo
Pues no lo dudes, te gustará y te enganchará desde el principio. Es una grandísima novela.
EliminarUn abrazo!!