miércoles, 11 de enero de 2017

EL SOBRE de Ana María Ruiz Fernández





"...Y la cierro, y en el sobre,
tras guardarla sonriendo
escribo estas dulces frases:
"En su país, a mi dueño"
Y después, enternecida,
la miro, le doy un beso,
la pongo en mi corazón,
¡ y se la doy al cartero !.

(María E. Camarillo. Rosas de la infancia mexicana)



La primera vez que vi la película de "La Carta", de Bette Davis, tendría yo unos doce años, pues recuerdo comentarla en clase de Doña Adela, profesora que tuve aquel año y esta quedó muy sorprendida de que una niña de mi edad la hubiera ya no solo visto, sino que quedara encantada con ella ¿Pero tú la has entendido? -me dijo- ¿Seguro que has captado su sentido? no recuerdo que le contesté pues no se si en verdad la entendí o no, pero las imágenes de ese principio y ese final si que recuerdo no haberlas visto nunca antes en televisión (bueno, en este caso fue en vídeo, un BETA que el padre de mi mejor amiga
acababa de comprar) y fue eso, la fotografía de la película lo que me llamó la atención poderosamente aquella primera vez, eso, y los ojos de Bette Davis iluminados por la luz; recuerdo jugar a escribir cartas y dramatizar exageradamente el momento de recibirlas, con la melena suelta y la bata de la madre de mi amiga que me arrastraba por el suelo, mientras bajaba el tramo de escaleras que había entre su rellano y el mío, carta en mano y al borde del desmayo. Cuando algunos años después la vi de nuevo, me di cuenta que en realidad no había entendido nada, que mis recuerdos sobre la película eran vagos y tontos, era una Obra de Arte y yo tan solo me quedé con lo más superficial. 
No se si fue aquella película, o tal vez las cartas que mis abuelos nos enviaban cada mes para saber como estábamos, puede que incluso una nota que una amiga me escribió para despedirse de mi porque "se marchaba lejos de todo para olvidar el agravio sufrido" (un chico de clase le levantó la falda en plena fila en el patio, delante de todo el mundo, acabando con sus sueños y dignidad, y quería morir por la vergüenza que pasó) o puede que fuera por aquella carta que me llegó en la cual me habían aceptado en un prestigioso centro de estudios, y muerta de miedo pensando en que me quedaría sin amigas, tiré a la basura sin decir nada en casa de su existencia. Fuera por la razón que fuera, las cartas me han fascinado siempre, me encanta tanto recibirlas como escribirlas y guardo con cariño las más importantes que he recibido a lo largo de mi vida, como mi pequeño gran tesoro.




"...Y ahora se porqué estoy aquí, para escribir cartas de amor, cartas de amor. Sin el broche de tus besos iluminando mi escritura, no habría sido posible que estas líneas las escribiera el corazón."




EL LIBRO.

Sobre un fondo verde pastel que recuerda a la madera decapada, posiblemente un escritorio o una mesa, en el centro de la portada, destaca un sobre blanco roto, abierto, y sobresaliendo de su interior un ramillete de pequeñas florecillas blancas; arriba, en grande y en letras rojas, el título del libro. Abajo, en blanco, con letras más pequeñas, el nombre de la autora y la editorial. En el sobre, al final, casi pasando desapercibida si no fuera por su color rojo, con letra pequeña, diminuta casi, con caligrafía manual, una frase: "Te digo adiós para toda la vida..." Si lo miro de cerca, el sobre atrae la mirada sin remisión, junto a la frase, y si lo observo de lejos, mis ojos se van irremediablemente hacia el sobre igualmente; la portada incita, atrae, hipnotiza, dispara sin remisión la imaginación, y junto a la escueta sinopsis de la contraportada, las manos se van indiscretas y ansiosas hasta sus páginas. Ya me conocéis, las portadas y su magnetismo sobre mí. No puedo remediarlo, comienzo a leerlo antes si quiera de acomodarme, mientras ando por la casa buscando a mi gata para sentarme a su lado y leer en la mejor de las compañías. 

SINOPSIS.

Tras un terrible accidente familiar, la protagonista entra Shock al recibir la peor
de las noticias; incapaz de superar el terrible suceso es ingresada en una clínica mental durante varios meses, durante los cuales no solo logra recuperarse casi por completo, sino que conoce al que sería el amor de su vida. Tiempo después, al abrir el testamento de sus padres, descubre una vieja carta a modo de despedida que la deja intrigada por su contenido; a partir de ese momento se pone a investigar y para su sorpresa encontrará el diario de su abuela en el que le contaba como había conseguido la familia el legado que ahora, era suyo. 

LA OPINIÓN DEL GATO.

No se muy bien como empezar a hablar sobre la novela, pues hay muchas cosas que quiero contar sobre la impresión que ha causado en mí, pero no quiero que se me vaya la cabeza en cosas banales o superficiales, no quiero divagar y que se me quede en el tintero lo más importante, al menos, lo que más me ha llamado la atención de ella; he tenido la impresión al leerla que en realidad estaba leyendo dos novelas distintas, escritas por dos personas diferentes. 
La primera de ellas, desde el principio hasta el capítulo XVIII, nos encontramos con Sara, la protagonista, una joven que tras perder a sus padres en un accidente de avión entra en shock y es ingresada en una clínica mental; los acontecimientos pasan rápidos, su vida nos es contada sin a penas pausa, los hechos se van sucediendo casi velozmente, como si la protagonista o su autora tuviera prisa por llegar al meollo de la cuestión, el descubrimiento del sobre, así que nos cuenta sin pausa pero con cierta premura, como la protagonista ha evolucionado desde el accidente hasta su situación actual. Claramente su intención es situarnos ante la mujer en la que se ha convertido aquella muchacha que se quedó huérfana de tan trágica manera y porqué es entonces y no en otro momento, cuando Sara halla el sobre y está capacitada para entender lo que en él se cuenta.
Y entonces comienza esa segunda novela de la que os hablaba, esa segunda historia que sin embargo tiene tanta importancia como la primera, y sobre todo, aclara muchas dudas de la protagonista y rellena los espacios en blanco que le puedan quedar al lector; el diario de su abuela Ana es tan sorprendente como hermoso, en todos los aspectos, tanto en la forma como el fondo. Para mi es más apasionante esta historia que la anterior, digamos que el retroceder en el tiempo ha llenado de magia la narración y ha creado una atmósfera envolvente, suave, de color sepia, de trajes de flores y sombreros de paja, si fuera un cuadro, yo lo calificaría de realismo mágico, ves y sin embargo no es lo que ves. He dicho antes que parecían historias contadas por dos personas distintas, y es que si en la primera la narración es atropellada en ocasiones, algo imprecisa o confusa incluso, la segunda es pulcra, elegante sin dejar la sencillez con la que Ana María nos recibe al principio de su novela, es como si Sara y Ana fueran la misma persona que nos cuentan una historia sincopada aunque alterada por el paso del tiempo.  Por la familia y el amor, no hay fin que no justifique los medios. 
Una novela sencilla, con esa sencillez que sale del corazón más que de la mente, nada ambiciosa en el medio aunque si en el fin. 




GATOPUNTOS:





EL SOBRE
Ana María Ruíz Fernández

Editorial Letrame

ISBN: 978-84-16916-33-7

Si quieres adquirir el libro, pincha aquí



Una Reseña de Yolanda T. Villar


      ©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS











12 comentarios:

  1. Hola!

    Me has hecho recordar las cartas que también me enviaba mi abuela cuando vivía en Barcelona. Y tu reseña me ha hecho desear leer el libro así que lo voy a apuntar para cuando me desatasque un poco.

    Un beso guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las cartas despiertan en nosotros curiosidad, creo que es inevitable.

      Un besito, preciosa!

      Eliminar
  2. No me termina de convencer. Creo que es de las novelas que son lecturas muy personales y se pueden entender desde distintas perspectivas. Por eso dudo de ella. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, además creo que es una lectura que depende del momento personal que atraviesas cuando la leas.

      Un beso.

      Eliminar
  3. Parece nostálgica y tierna... y nos recuerda la pena por haber perdido esta tradición la de escribir cartas.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  4. Hola, pues me ha llamado la atención, buena entrada;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene dos partes diferenciadas, sin duda la segunda es mi favorita...

      Besos, guapa!

      Eliminar
  5. Holaaa!! fijate que sin saberlo me he encontrado con tu blog ,me alegra un montón pasar a verte , bueno.. a leerte mas bien
    la reseña que haces de este libro me ha gustado a si que lo leere
    Besitos reyna

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Mary! ¡Pero si te sigo desde siempre reina! ¡Mira que no saber que era yo! jajaja

      Un besazo guapísima!!
      Yolanda

      Eliminar
  6. GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS. LA HISTORIA PARECE CORTADA PERO EN REALIDAD SE QUEDA ABIERTA PARA UNA SEGUNDA PARTE...PRONTO VERA LA LUZ ¡¡GRACIAS SOY LA AUTORA ANA MARIA RUIZ FERNANDEZ

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ana!!
      Queda claro al leerla que nos espera mucho más...deseando leer la continuación.
      Gracias a ti por tu trabajo y tu tiempo.

      Un beso
      Yolanda ❤❤❤

      Eliminar