martes, 6 de enero de 2015

MIS BOTAS Y EL DESIERTO por David Batalla Marzo






Cuando un gato y un camello,
 se encontraron en un desierto,
miauuuu dijo el primero,
y el segundo escupió certero
¿Por qué me sigues gato?
 aquí te morirás de hambre y sed
 y en la cálida arena se quemarán
las frágiles  almohadillas de tus patas
y como patatas asadas acabarán.
Pero Yo soy un Gato espabilao
listillo, escribiente y literato
y se que mis patitas
no arderán si las cubro con estas botitas,
en mi lomo una cantimplora
con agua bien fresquita
y un sombrero de paja
para proteger mi cabecita.
¡Ya somos compañeros de viaje
ambos estamos equipados
somos guapos, buenos mozos
y lucimos bello pelaje!
¡Pues que empiece el sarao!
dijo el camello saleroso
al blanquinegro gato espabilao
¡Miauuuuuu dijo el Gato!
y se rió el camello al ver al minino
con aquellos zapatos.


(El Gato Trotero)









MIS BOTAS Y EL DESIERTO


Cuando estábamos en Navidad, celebramos las fiestas con mis abuelos y mis tíos.
También con mi prima Nora. Mi hermana es mayor que mi prima pero más pequeña que yo. Después de cenar en Nochebuena mi padre dijo que podíamos ir toda la familia unos 
días de vacaciones.  Aquello fue un lío, cada uno quería ir a un sitio y no había forma de que nos pusiéramos de acuerdo.  Mi abuela no decía nada porque a ella le gusta mucho viajar y le da lo mismo ir a un sitio que a otro. Lo que más le gusta es el tren pero le da igual ir en coche
 si es para viajar y ver cosas nuevas.
Mientras los mayores hablaban de dónde íbamos a ir nosotros nos pusimos a jugar con los regalos que nos había traído Papa Noel y pensábamos que si los reyes Magos nos traerían regalos o se habrían enterado que ya nos los había traído Papá Noel y no vendrían a nuestras casas.  
Mi hermana pregunto que si los reyes Magos venían por el desierto. Yo le dije que sí que venían por las dunas montados en camellos. Y con muchos camellos llenos de regalos. Pero que luego a veces se subían en aviones y en barcos y hasta en trenes o caballos para poder llegar a todas las casas.
Mi prima y mi hermana preguntaban que eran las dunas y yo les decía que eran montañas de arena donde se podían esconder para que los lobos no se los comieran y los hombres malos no les robaran los juguetes y también les conté cuando me preguntaron que como sabían los caminos si no había carreteras que se guiaban por las estrellas y que había una que brillaba mucho y la seguían así no se perdían.
Mis abuelos y mis padres escucharon lo que hablábamos y entonces mi papá nos pregunto que si queríamos ir dos días al desierto.
Los tres dijimos que si y así buscaremos a los Reyes Magos en el desierto.
Mi padre enseguida preparó el viaje, llamó por teléfono a no se cuantos sitios y cuando terminó dijo que todos a dormir porque al día siguiente nos iríamos al desierto. Al día siguiente nos subimos todos en un avión, cada uno con nuestra mochila con nuestras cosas  y corriendo a toda velocidad nos llevó enseguida a una ciudad que se llama Marrakech. Aquel hotel era muy grande y muy bonito a mi no me parecía que aquello fuese el desierto. Mi prima solo hacía que preguntar que el que era el desierto que quería verlo. Nos dormimos en una habitación con la abuela y como no la dejábamos dormir, nos dijo que si no dormíamos a la mañana siguiente el desierto habría desaparecido y no podríamos verlo. Yo le decía que era una exagerada porque el desierto no puede desaparecer tan rápido que es muy grande, pero mi abuela dijo que a callar y a dormir. A mí me costó dormirme un rato porque en una película yo había visto que desaparecían montañas enteras y casas. Por fin soñando con el desierto me quede dormido. Mi hermana y mi prima ya se habían dormido antes. Por la mañana nos vestimos con ropa de abrigo, calcetines muy gordos y unas botas, aquella noche dormiríamos en el desierto y decían que haría mucho frío.

Hacía mucho frío pero nosotros íbamos muy abrigados y aunque  dormimos en el desierto dentro de unas tiendas de campaña muy bonitas no pasmos frío. Lo pasamos muy bien y mi hermana y mi prima supieron lo que eran las dunas. Cuando volvimos al hotel vimos a un niño y a una niña que  jugaban delante de su casa hecha con cartones, no tenían abrigos y sus zapatos estaban rotos a mi me dieron mucha pena y abrí mi mochila y le di mis botas al niño y mi hermana le dio las suyas a la niña.
Nos miraron muy contentos y entonces mi hermana abrió su mochila y le dio a la niña unos pantalones y un anorak y yo como no quería ser menos le di la mochila llena al niño entonces va mi hermana y le da la suya a la niña. Mi prima que era más pequeña no les podía dar nada porque no les valía su ropa pero les dio una bufanda y un gorro que eso si les valía.
Después les dijimos adiós y nos fuimos y fue cuando vimos a muchos camellos que iban por encima de una duna muy cargados.
Mi padre dijo que eran los camellos de los Reyes Magos y que iban a España y que seguro que llevaban nuestros regalos.

Por la noche antes de dormir le dijimos a nuestra abuela que nos dejara escribir una carta a los Reyes ella dijo que a callar y a dormir que ya la habíamos escrito antes de venir al desierto pero cuando le dijimos que queríamos pedir algo para esos niños entonces nos dejo y la escribimos pidiéndoles a los Reyes magos que a esos niños les llevara una casa que no fuera de cartón para que no pasaran frío.

Al día siguiente cuando llegamos a nuestra casa por la noche llegaron también los reyes magos que nos trajeron muchas cosas yo no quería dormirme porque quería hablar con ellos para preguntarles si habían recibido nuestra carta y les habían llevado a los niños del desierto la casa que nosotros habíamos pedido para ellos pero me dormí y no los vi luego cuando venga mi padre le pediré que nos vuelva a llevar al desierto para ver si aquellos niños también tienen su casa porque a nosotros nos han traído todo lo que pedimos.


FIN

 (Niños del asiento bereber del desierto de Merzouga)



                      Un cuento de David Batalla Marzo                               

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(Cuento registrado en la Propiedad Intelectual, queda totalmente prohibido reproducir la  obra , ya sea total o parcialmente en cualquier medio sin autorización del autor )

12 comentarios:

  1. Un cuento precioso escrito con una maravillosa sensibilidad. La imaginación es la gran palanca que hace posible alcanzar los sueños. Enhorabuena a un escritor en ciernes. Y las gracias a un gato intrépido e ingenioso que nos permite leer estos cuentos de una ingenuidad esplendorosa.

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    1. Por y para los niños, lo que sea. Queda demostrado que no son solo nuestro futuro, son el Presente!!!

      Ha sido un honor haber aprendido tanto de cada uno de ellos.

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  2. Me encnta volver a leerlo. Me encanta revivir esa historia. Me encanta la lección aprendida por nietos. Me encanta que mi nieto la recuerde y la haya escrto. Y me encanta que vosotros la hayais hecho publica.
    Gracias y miles de besos, esta abuela se siente como una ganilla clueca. :-)

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    1. Ha sido una experiencia estupenda, los niños siempre logran sorprendernos, enternecernos y arrancarnos una sonrisa.
      Es para estar orgullosa Bárbara, tienes un tesoro por nieto!

      Mil besos a ambos!

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  3. Emocionante 😊 Bárbara, sin duda el talento literario es heredado. FELIZ 2015

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  4. Enhorabuena Bárbara por tener un nieto tan estupendo; gracias por dejarnos leer esta maravillosa historia.
    Me ha gustado mucho, es preciosa.
    Gracias Gato Trotero por enseñarnos estas joyas tan grandes.
    Besos para ambos.

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    1. Este Gato Lu, ya lo conoces, no hace más que de mensajero...los artistas son Ellos.Vosotros.

      Un besazo!!!

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  5. Un cuento conmovedor que nos acerca a una realidad que, a veces, olvidamos... La mirada de un niño, sin artificios, y con sencillez, nos la recuerda. Y nos llena de imágenes. Enhorabuena. Ojalá nunca nos olvidemos del niño que fuimos.

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    1. Conmovedor, que al ser visto y contado por los ojos y labios de un niño, todavía toma más fuerza.
      Ha sido un honor contar con semejante escritor, de una talla enorme a pesar de su corta edad.

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  6. Viajes Con Nomadas Disfrute El Desierto Con Los Nómadas
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    1. Gracias por la información, el Gato tendrá que trotar pronto por tierras Marroquíes

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