Manhattan Transfer de John Dos Passos.

Manhattan Transfer

La Pelipequirroja.

   

   Tras años, o más bien décadas, esperando el momento de leer esta novela y estrenarme con el autor, vi mi oportunidad en el Reto "Clásicos Grandes y Pequeños" y la premisa: Autor que leas por primera vez, de las Inquilinas. Dos Passos es ese autor del que llevo oyendo hablar lustros y cuyas obras siempre estaban en mi punto de mira, pero que por una u otra razón, nunca había leído. Hasta ahora. La oportunidad la pintan calva.

   

   Se publicó en un año prolífico para la literatura, dentro de una década de gran ingenio literario, y es que cuando las cosas van mal, la mejor escapatoria es una buena historia; 1925, Dos Passos muestra al mundo su creación, mismo año en que  Fitzgerald y Woolf publican El Gran Gastby y La Señora Dalloway, respectivamente, y el V volumen de En busca del tiempo perdido de Proust, y creo que de mis favoritos, La Prisionera. Una década prodigiosa y una Generación Perdida que nos dejó títulos para la posteridad, obras de referencia mil veces imitadas, creando escuela sin duda para las generaciones futuras. 
    Una novela de personajes que se aleja de la narración lineal a la que hasta entonces estaban acostumbrados tanto lectores como los propios escritores;   para mí ha sido una narración que se ha desarrollado esféricamente, partiendo de un punto en el mapa, se van marcando puntos rojos alrededor, agrandando la circunferencia hasta crear una historia global hecha de pequeñas historias. Con un personaje como referencia, terminamos conociendo la vida de aquellos que le rodean, como interactúan unos con otros o como simplemente sus caminos se cruzan en algún momento dado, dando una consistencia a una historia que a estas alturas ya es una Gran Historia.   A lo largo de varios años, durante los previos y posteriores a la I Guerra Mundial, el autor retrata la vida de una bulliciosa Nueva York que cambia a pasos agigantados, y en concreto el Distrito de Manhattan, un crisol de culturas, lenguas y costumbres, y como decía mi profesora: no hay otro lugar en el mundo en el que un mismo  idioma tiene tantos acentos como gentes lo habitan. Con semejante batiburrillo socio-cultural, nos basta con las primeras páginas para darnos cuenta que estamos ante una novela de gran diversidad lingüística, la cual aumenta según avanza la propia historia, una riqueza cultural que se plasma en cada página, con cada vida que es contada, con cada personaje que presta su voz y experiencia, en cada conversación e incluso pensamiento.   El título es el nombre de la Estación de transferencia a Manhatthan desde Nueva York, y pronto nos damos cuenta de lo metafórico del mismo: un lugar donde la gente va y viene, pasa, algunos se quedan y otros tanto no vuelvan más. Así es la novela de Dos passos, un trasiego de personajes que van y vienen, todos aportan algo a la historia en mayor o menor medida, sobre todo contribuyen a crear esa atmósfera de fracaso, de sueños rotos, de desilusiones y frustraciones que envuelve la novela, esa idea de que no existe un lugar donde los sueños se hacen realidad, Nueva York, Manhattan, no son una panacea, tan solo una idea que ha sido bien vendida, una ilusión  "transferida" a lo largo del tiempo. El que se va vende el mismo cuento que un día le vendieron a él,  y los ingenuos no dejan de llegar a un sitio que en verdad, no existe. Y es tan duro descubrirlo.
    Iba a deciros que los personajes principales, por ser los más definidos y que actúan como eje para el resto de historias (repito, todas conforman una gran historia, no son relatos ni capítulos aislados, todos conforman un todo) eran Jimmy Herf  y Elaine, pero cuanto más lo pienso, más equivocada se que estoy. Manhattan es la auténtica protagonista, la ciudad entera lo es, con sus luces, sus sombras, su estación, su puerto, sus hoteles, prostíbulos, tiendas, nos damos cuenta al terminar la lectura de que esto es así, las personas no son más que actores secundarios de una obra en la que el escenario es lo que importa. Hay unos cincuenta personajes distintos, y la cosa se complica cuando aparecen y desaparecen como el Guadiana, por sorpresa, y el reencuentro con ellos es complicado en tanto tienes que volver a situarlos en escena; no digo con esto que sea un inconveniente, pero no ha resultado fácil su lectura, sencilla por un lado, compleja por otro. Me ha costado seguirla en ocasiones y me he perdido en alguna otra, pues había personajes que me atraían mucho más que otros ¡Y ya os digo que han sido una cincuentena! brutal. Caóticamente organizado, como la vida en una gran ciudad. Tal cual.

   CONCLUSIÓN: Un libro en el cual las pequeñas historias son la auténtica historia de la novela, todas juntas dan sentido a la vida en la ciudad, esa ciudad en la que estar solo rodeando de gente es muy sencillo. Un retrato realista de una sociedad y una ciudad tan atemporales como anticuadas, y sin embargo, si la extrapolamos  a la vida actual, no hay apenas diferencias: inmigración, paro, inestabilidad política y económica, descontento a raudales y una pizca de esperanza. Lo que os decía, el retrato de cualquier ciudad de hoy en día.  Una novela pesimista que se lee con esperanza, no nos queda otra. Estoy muy satisfecha en general con esta lectura, una primera experiencia con el autor muy gratificante a pesar de esa atmósfera rancia y pesada, no me arrepiento de no haberla leído antes, esta lectura  ha llegado cuando debía hacerlo,  de haberla leído antes no hubiera sido capaz de apreciarla, de ver su grandeza entre tantas penas y miserias. Me ha gustado. John Dos Passos me ha convencido.

MANHATTAN TRANSFER

John Dos Passos

© Todos los derechos reservados.