Princesas secuestradas en altos e inaccesibles torreones, madrastras y brujas celosas y malvadas que envidian el candor, la inocencia y la belleza de las jóvenes e inocentes niñas, y por ello no dudan en retenerlas de por vida o asesinarlas sin compasión. Viles secuaces, soldados descerebrados que acatan las órdenes sin pensar. Dragones, ogros y demás temibles cancerberos que custodian e incluso devoran a las indefensas princesitas. Príncipes valientes que a golpe de espada, algo de ingenio y un beso de amor, descerrajan la prisión de la joven que les arrebata el corazón. A veces hay algún leñador valiente o un joven aldeano tan decidido como pobre que asalta la fortaleza o simplemente, deja escapar a la infortunada muchacha. Cuentos. Leyendas e historias que se cuentan a los niños para asustarlos, para que sigan el camino marcado, para que no discutan las órdenes de los mayores, para que aprendan una lección que sirvió de escarmiento en cabeza ajena.
Pero todos sabemos que cuentos y leyendas surgen o se basan en historias reales, transformadas con el paso de los siglos. Algunas suavizadas, otras acrecentadas pero que en algún momento existieron de verdad. Y esos son los monstruos que realmente dan miedo, los que hielan la sangre, los monstruos humanos, los que conviven contigo, los que te observan día a día, los que en algún momento se cruzan en tu camino, y si no te quitan la vida te la destrozan.
EL LIBRO:
A Melchor ya no le queda en esta vida nada más que su hija Cosette. Nada más y nada menos porque en ella está todo lo que fue, todo lo que es, y todo lo que ambos serán. Tras dejar su trabajo cómo policía y mudarse definitivamente a la Terra alta, con tantas heridas de guerra por cicatrizar y tanta miseria humana que olvidar -hasta la fecha en un vano intento- ahora pasa su tiempo y se gana la vida como bibliotecario como un día fue su mujer. Su pasión después de su hija son los libros, sobre todo los del siglo XIX, pero Melchor sabe en lo más profundo que esto no lo hace por él sino por la memoria de su mujer y la tranquilidad de su hija. Ha perdido tantos amigos en el camino que refugiarse en una biblioteca le calma el espíritu ¿O no?
Cosette es una adolescente de 17 años y como todos los adolescentes se enfrentan a sus padres, las decisiones que estos han tomado a lo largo de su vida son cuestionadas, rechazadas e incluso incomprendidas. Una edad en la que te crees adulto, qué piensas que ya eres dueño de tu vida y tus decisiones, pero que sin embargo la falta de experiencia y sensatez no solo te hacen errar sino que no estás preparado para aceptar y gestionar las consecuencias de esas decisiones.
Cosette quiere poner tierra de por medio para reflexionar y junto a una amiga marchan a Mallorca a pasar unos días. Para desgracia de Melchor, Elisa, su amiga, regresa sola y su hija no solo no quiere hablar con él sino que al poco tiempo desaparece. Para el ex policía los peores momentos de su vida vuelven a él y parecen repetirse más crudamente.
La guardia civil de Pollensa no estaba por la labor de buscar concienzudamente a la joven, hay muchos intereses creados detrás y gente importante moviendo los hilos. A Melchor no le queda más remedio que buscar un atajo, recurrir a los viejos amigos y alguno que otro nuevo, y en una operación kamikaze y sin respaldo oficial, destruir la fortaleza y acabar con el poderoso Barbazul.
Mis sensaciones:
Estamos ante el cierre de la trilogía de la Terra Alta de Javier Cercas (aunque ha llegado a mis oídos qué tal vez no sea así) y he de decir que es un muy buen cierre, tal vez no grandioso pero si espectacular. Tal y como el autor nos tiene acostumbrados tenemos acción desde principio a fin y prácticamente sin darnos respiro, cosa que a los amantes del thriller y la novela negra nos apasiona, nos conquista, los autores lo saben y nos lo dan para engancharnos a ellos. Sin duda alguna son nuestros camellos. Aunque a veces la droga esté ligeramente adulterada.
Me explico. Cercas crea una gran historia desde el principio, grandes historias en realidad. Personajes carismáticos, muy humanos, llenos de vicios y con pocas virtudes, aunque en la mayoría de ellos esas pocas virtudes tienen tanto peso y tanta fuerza que convierte a los personajes en personas reales: puedes visualizarlos, prácticamente tocarlos, incluso reconocerlos a tu alrededor o haber oído hablar de personas similares. Javier Cercas maneja muy bien las tramas y sus personajes, incluso él se convierte en un personaje de la trilogía, la "Rebecca" de la Terra Alta, se habla de él, se le siente y presiente pero no aparece. No es esto algo que me disguste, que los autores se nombren en sus propias obras, PL. Salvador, uno de mis autores favoritos, lo hace continuamente, por lo tanto no tengo ninguna pega al respecto aunque en ocasiones queda raro.
Lo que no termina de convencerme son los finales de Javier Cercas. La acción, la interacción, la trama, los personajes, ya he dicho que están muy bien construidos, es todo muy adictivo, cargado de acción trepidante, cuesta respirar en ocasiones. Pero entonces, esa droga que nos da, cuando nos tiene en el punto más alto, en pleno subidón, nos la retira y nos resoluciona en pocas páginas o incluso líneas la trama. Luego nos añade un largo epílogo en donde nos explica a toro pasado lo que ha ocurrido, ya de manera más calmada nos da todos los detalles que no hemos leído y a veces ni siquiera intuido. Pero a mí, como adicta a la acción trepidante y vertiginosa, ese epílogo ya no consigue subirme a lo más alto de nuevo; supongo que esto equivaldría a sustituir esa droga por metadona. Y por lo tanto supongo que ya no es igual lo mismo.
Resumiendo:
Una muy buena novela que no es más que un gran colofón para una espectacular trilogía. Muy buena historia tanto en su fondo como en su forma, grandes personajes, reales e imperfectos, una narración cuidada y directa, no esperaría otra cosa de un gran thriller, y aunque todo queda atado y bien atado y el final queda resuelto, en este caso si es la forma en hacerlo lo que no me termina de convencer porque hace que pierda el factor "taquicardia"
Pero recomendada no, recomendadisima. Bien por Cercas.
Por la Pelipequirroja.
EL CASTILLO DE BARBAZUL
Javier Cercas.
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