VIAJE AL CENTRO DE MIS MUJERES de Alicia Domínguez

"As coisas vulgares que há na vida

Não deixam saudades

Só as lembranças que doem

Ou fazem sorrir

Há gente que fica na história

da história da gente

e outras de quem nem o nome

lembramos ouvir

São emoções que dão vida

à saudade que trago

Aquelas que tive contigo

e acabei por perder

Há dias que marcam a alma

e a vida da gente

e aquele em que tu me deixaste

não posso esquecer

A chuva molhava-me o rosto

Gelado e cansado

As ruas que a cidade tinha

Já eu percorrera

Ai... meu choro de moça perdida

gritava à cidade

que o fogo do amor sob chuva

há instantes morrera

A chuva ouviu e calou

meu segredo à cidade

E eis que ela bate no vidro

Trazendo a saudade"

(Chuva. Mariza)

Siempre que me he perdido entre la maraña de mi propia vida, he tenido que poner tierra de por medio para aplacar mi angustia y ver las cosas con distancia; pero no me ha servido cualquier sitio, cualquier viaje, no. Todos tenemos nuestro Sancta Sanctorum, ese lugar que nos sosiega de nuestras

angustias, que nos mitiga el dolor que nos producen nuestros propios actos y decisiones, que si bien fueron buena idea cuando los realizamos, se acabaron convirtiendo en nuestro lastre más pesado. Ese lugar que me devuelve la paz perdida, la seguridad herida de muerte, la visión de conjunto que perdí entre la turbia mirada de una hipermétrope que de cerca lo ve todo borroso. Esa soy yo. Y el lugar es aquel que me vio casi nacer, en el que jugué hasta bien entrada la adolescencia, aquel en el cual me besaron por primera vez, en el que los vastos campos de mies amarilla y tierra roja me devuelve el bosque que en ocasiones los árboles no me dejan ver. Huyo de mi misma para reencontrarme de nuevo en el lugar en el que siempre soy yo. Paradojas del ser humano. Huir de ti para buscarte a tí misma. 

Cuando subo en el coche, y comienzan a pasar los carteles que indican los kilómetros que me quedan para llegar, mi corazón se acelera, mis manos sudan nerviosas, comienzo a suspirar hasta convertir el aire en "ays" emocionados cuando veo esa tierra roja que comienza a pintar el paisaje antes gris, de asfalto y alquitrán, y lo tinta de rojo vino, tanto que se huele la tierra a través del respiradero del coche, casi huele a vino, a paja, a girasol, a tierra mojada...Todos necesitamos ese "viaje", todos tenemos que perdernos para encontrarnos en donde siempre fuimos los que somos, y a veces aprendemos que correr hacia adelante no es huir, es dejar atrás lo que nos atenaza para poder volar. 

...La libertad no está en el fin del camino, nos liberamos durante el viaje para llegar sin cargas al destino... 

ARGUMENTO.

Tras la ruptura con su pareja, Lola recibe la trágica noticia del suicidio de un hombre cuyo deshaucio ella ordenó. Su prima Sara, fotógrafa y activista del 15M, es imputada por ocupar el emblemático edificio Valcárcel del Cádiz,. Sus destinos volverán a encontrarse en un viaje a Portugal en el que ambas, intentarán dejar atrás sus particulares demonios. 

En este viaje llejo de sorpresas y fascinantes encuentros: un anciano centenario que cuenta historias

fabulosas, una fadista a la que su padre y su marido prohibieron cantar, un homosexual con un insólito pasado que viaja con su pareja y sus dos hijos, un echador de cartas que despierta en Lola una pasión largamente dormida, y una seductora mujer propietaria del hostal "La Menuíta", un lugar donde "verdaderamente se calma el dolor", donde Lola y Sara descubrirán lo que son y, sobre todo, lo que fueron las mujeres que las precedieron y cuyas energías aún llevan pegadas a la piel.
Es una novela sobre el valor, el perdón, el amor, la compasión, herramientas únicas y capaces de liberarnos de la energía que bulle en nuestro interior y que si no canalizamos, nos destruye; una narrativa ágil y fresca, mágica, cuajada de secretos familiares que dentro nuestro, nos arañan y desgarran. Mujeres fuertes, que nacidas a destiempo se vieron relegadas al papel que la sociedad y las viejas costumbres les adjudicaron.
Con Portugal como fondo, la belleza y la magia de la ciudad envolverán a las protagonistas en un manto de serena irrealidad que no es sino un espejo en el que deberán mirar desde el otro lado, para verse tal y como son.


LA OPINIÓN DEL GATO.

Leí la reseña que Laky hizo del libro en su blog y me quedé fascinada por la historia, no podía creerme que la había tenido al alcance de mi mano, y se me escurriera de los dedos ¡Casi podía tocarla ya! esta vez, "las señales" me habían fallado; la portada me habló -ya sabéis que esta cabeza loca mía piensa que estas son las que me embaucan a leer las historias que guardan dentro-  la sinopsis me atrapó y fui a por ella sin pensarlo dos veces. Pero no fue esta novela la que llegó a mi, si no otra que siendo buena, no fue la que esperaba. Y me sentí algo frustrada. Pero entonces el mismísimo Destino hizo aparición y logró que ambas, novela y yo, nos cruzáramos en el camino. Entonces un comentario hizo que una fuéramos hacia la otra, y es que jamás agradeceré lo suficiente a su autora que aquel día dirigiese sus pasos por mi misma senda. 

Y comenzó la lectura sin saber hasta que punto, yo también viajaría con las protagonistas...
Me topo con Lola, una mujer divorciada que no tenía mucha suerte con las relaciones, pues si su marido no fue trigo limpio, su actual relación era grano con demasiada paja; por si fuera poco, se ve envuelta en un trágico suceso del que se siente en parte responsable, llena de culpa e incapaz de ver que no ha sido su mano la que ha apretado un gatillo imaginario, aunque ella piensa que forma parte del engranaje de ese arma ficticia pero mortífera: una Banca sin escrúpulos. La sociedad no es más que un tablero de ajedrez, en el que el ciudadano de a pie es solo un peón en manos de los que mandan, los que tienen el poder, y no siempre este coincide con los "cabezas visibles", pues no  hay peor enemigo que el que no ves, el que permanece en la sombra moviendo los hilos de sus marionetas. Lola, hastiada de una sociedad sin empatía ni conciencia, ve la suya resquebrajarse cuando siente que sus actos y decisiones afectan de tal manera a los demás, que sus vidas se ponen en jaque, y por desgracia, hasta jaque mate. Sin una familia estructurada en la que apoyarse, con demasiadas "taras" emocionales a sus espaldas, muchas cuentas pendientes con su pasado y un vacío existencial en el presente, solo ve un punto de fuga: un viaje a Portugal, donde en otro tiempo fue feliz y con la esperanza de que ese reencuentro con su ayer dichoso, la torne al punto de partida más liviana y serena.
Luego tenemos a Sara, un personaje que desde el principio me cayó bien. Prima de Lola, Sara parece de vuelta de todo, como si las cosas ya no pudieran afectarle y asume en cierto modo su situación porqué está convencida que su destino es el que ha de ser; es paradójica esta Sara, a mi me tenía totalmente estupefacta. Por un lado quería cambiar el mundo, ayudar a los demás a vivir mejor, a romper sus cadenas, darle una estocada al poder establecido, una estocada de muerte y empezar de cero, pues no tenemos futuro si las cosas siguen como siempre han sido; pero sin embargo, ella acepta estoicamente, con apenas unas quejas con la boca pequeña,  su situación familiar y su rol dentro de la misma. Es de esos personajes que enseguida me atraen porque son los que más necesitados están de ayuda, los que se unen a un viaje de acompañantes, de bulto, y sin embargo necesitan más que nadie esa huida hacia adelante con billete de vuelta, pero de un regreso más laxo y con menos peso. Lola es un libro abierto, aún sin pretenderlo, pero con esas y todo se la ve venir; necesita reencontrarse consigo misma y hacer las paces con su pasado para vivir en paz su presente. Pero Sara no, Sara es como un buho, ojo avizor a todo lo que sucede a su alrededor pero una vez se ha hecho de día, sus problemas quedan ocultos en la oscuridad de la noche que se fue y se llevó sus pesadillas, por el día, sus penurias duermen. Me hace sonreír que su prima la llame Alondra por su costumbre de madrugar, cuando yo la veo como ese pajarillo que canta al alba para espantar a la noche, porque sí, de noche todos los gatos son pardos. Y como esto no es un compendio de biología, me dejaré de símiles para decir lo que quiero decir sobre ella: es su callada por respuesta y su aparente pasotismo lo que la convierten en un ser frágil y necesitado de comprensión y ayuda. 
Unos eligen su propio rol, sea acertado o no, y otros se aferran como a un clavo ardiendo al único papel que les han dejado libre en la función de la vida. 
Para los amantes del país vecino, Portugal, la novela no solo resultará una delicia de historia con una

fuerte carga emotiva e intimista, además será una grata guía de viajes hecha con el corazón a golpe de latidos: sus calles, sus barrios, sus fados, sus playas, sus manjares ¡Ay ese bacalao! que me disculpen los vascos, pero nadie  hace mejor el bacalao que los portugueses ¿Y esos dulces de Belén?...vale, me voy por las ramas. De Cádiz a Lisboa, y vuelta, la narración no solo nos atrapa por su elegancia y su estilo impecable, si no por esas notas de cuaderno de viaje imposibles de separar de la fuerza narrativa de la propia historia, y son esas descripciones las que dan veracidad a una historia de por si contundente y precisa.  Los personajes están muy bien definidos psicológicamente, sus diálogos rotundos, veraces, coherentes y la descripciones precisas y exactas; un viaje de lo más visual, tanto que la historia se puede ver, tocar, sentir.
La novela es mucho más que un viaje físico de dos mujeres huyendo de una realidad que las aprisiona; es un viaje metafísico, emocional, sensitivo, más allá de los límites corporales, tangibles, reales. Es un viaje de emociones, sentimientos, una búsqueda del Yo interior más inocente y puro, el que no está contagiado por las experiencias, si no completado por el aprendizaje, el que no pesa, el que es ligero como el viento. 


Una historia que nos llevará junto a sus dos protagonistas a un viaje al centro de sus mujeres, de las nuestras, de todas las mujeres que nos precedieron y de las que algún día formaremos parte cuando alguien eche la vista atrás, porque cada una de nosotras, somos lo que nuestras predecesoras sembraron en y por nosotras. Una novela que os atrapará a través de los cinco sentidos. 

VIAJE AL CENTRO DE MIS MUJERES

Alicia Domínguez

Editorial Circulo Rojo

ISBN:  978-84-9126-205-3

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Una Reseña de Yolanda T. Villar

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