EL PAIS EQUIVOCADO, DE JOSE JAVIER ABASOLO
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Portada de El país equivocado, de José Javier Abasolo
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Esta reseña tenía otro inicio, un comienzo diferente. La idea era hablar de la España de Franco, de ese país cerrado y oscuro surgido de una guerra cruenta. Un país en el que sólo se debía pensar a la manera de uno, sentir a la manera de uno, vivir a la manera de uno. Porque todo lo demás se ponía en tela de juicio y, quien más y quién menos, si se salía del tiesto, podía acabar, con suerte, con sus huesos en la cárcel.
Pero no. Esta reseña debe comenzar con nuestro pesar por la muerte de un escritor íntegro, lúcido y respetado. José Javier Abasolo falleció tras luchar contra una enfermedad, pero en su obra quedará para siempre su esencia, pues era uno de esos escritores que no escribía sobre su vida, pero en todos sus libros podíamos intuir su forma de pensar, su manera de afrontar la vida, su estilo de estar en el mundo.
Escribía de un modo elegante, se le veía preocupado por el cuidado de sus textos y los engalanaba lo preciso sin que resultasen empalagosos. Era un hombre comprometido con su tierra, y en ella depositó la ambientación de todos sus trabajos. Sentía un afecto profundo por las tradiciones vascas y no podía evitar tapar su predilección por el Athletic de Bilbao. Su variedad creativa le llevó a explorar distintas tramas, y nunca rehuyó abandonar a Goiko (su personaje fetiche con el que cosechó un gran número de lectores) para adentrarse en terrenos desconocidos con la clara intención de no anquilosarse ni de buscar la repetición como modo para evitar el fracaso. Y como nexo de unión en todas sus novelas, ese humor irónico inteligente con el que aderezaba todas ellas, con el que conseguía reirse de todo y de todos.
Apenas hacía unas semanas que había salido a la venta la novela que nos ocupa cuando nos llegó la trágica noticia... La sorpresa fue enorme, y la tristeza se adueñó de nuestro corazón trotero, por lo que tuvimos que aparcar esta reseña por falta de ganas para terminarla. Sin embargo, estamos convencidos de que él querría que la acabásemos, que nos diría a su manera que, a pesar de lo ocurrido, no iba a tener todo el tiempo del mundo para esperar a leerla... Así que vamos a ello. Va por tí, Javier.
El país equivocado es el título de la última novela publicada por José Javier Abasolo, el veterano escritor bilbaíno de novela negra que sigue manteniendo la fidelidad con sus lectores año a año, ofreciéndoles un bocado que llevarse a la boca como esos pintxos vascos de merecida fama, distinguidos por tener como base un producto de alta calidad, una buena selección de los sabores y las texturas, y la inagotable capacidad de reinvención para seguir sorprendiendo a los comensales una y otra vez.
En esta ocasión nos encontramos ante una trama que nos lleva hasta Nueva York, donde encontraremos el encargo que un magnate de afamada familia encomienda a un antiguo policia y amigo, Steve Beasko, para recuperar el cuerpo desaparecido en España de un primo suyo durante los convulsos años de la Guerra Civil española. Para ello, pondrá a su disposición todos los medios económicos con los que poder llevar a cabo la recuperación del cadáver. Lo que en un principio parece un trabajo sencillo, puede que a simple vista incluso resulte anodino, se convertirá con la llegada de Beasko a España en una compleja labor, ya que, cuando da con el cuerpo, descubre que la causa de la muerte no es del todo clara... Junto a una enfermera vasca, Itxaso Arizmendi, de familia profundamente antifranquista, emprenderá una investigación por su cuenta para descubrir la verdad acerca de la muerte ¿asesinato? de Jefferson Val Looy, lo que le llevará a mirarle a la cara a la sociedad franquista y al brazo ejecutor del poder del dictador que gobierna un país recién salido de una guerra fraticida, desde una atalaya construida sobre las ruinas y los cuerpos inertes de miles de españoles enfrentados.
El escritor, con su reconocida maestría para retratar la perversión o el abuso de poder de sus personajes sin que estos adolezcan de muestra alguna de duda ante sus comportamientos impúdicos, muestra cómo en la España de Franco los que ayudaron a éste para alzarse con la victoria fueron ascendidos socialmente, premiados con puestos importantes dentro del monstruo que supone la administración pública o puestos al frente de importantes empresas que operaban con los principales bienes de mercado del país. Del mismo modo, los perdedores fueron vapuleados, les requisaron sus bienes, humillados, encarcelados e incluso asesinados.
En la España de Franco, sólo habría luz para los franquistas. Por ello, quien más y quien menos, se encargaba de trabajarse el puesto, y no se le caían los anillos para delatar a cualquiera, a aceptar sobornos para medrar o hacer la vista gorda ante una injusticia si quien la cometía era un miembro del nuevo régimen. Al mismo tiempo, la impunidad campaba a sus anchas entre los hombres que ejercían puestos de responsabilidad política o militar, y sus decisiones, acertadas o no, injustas o no, jamás eran puestas en cuestión, pues todo valía para sostener, asentar y consolidar el orden de la Nueva Patria. Por todo ello, cuando un americano como Steve Beasko llega a España y comienza a convivir y conocer el día a día en la España franquista, se muestra enormemente sorprendido al compararlo con su país, y lo siente como un lugar extraño y fallido en el que conviven grandezas y miserias entremezcladas, un país en el que conviven centenares de personas silenciadas realmente válidas y maleantes vestidos de traje, corbata y señalados con bigotillo caudillista.
Abasolo, una vez más, consigue una novela muy interesante de leer, perfectamente hilvanada en su esquema literario, que conduce al lector a través de sus páginas a la búsqueda del quién y del por qué en un claro guiño a la novela negra más clásica, permitiéndonos descubrir un pasaje de la historia no por todos conocido pero sumamente atractivo. Y, además, crea uno de esos personajes que dejan huella en la memoria del lector, en esta ocasión un hombre que se mueve en la cuerda floja, en la línea delgada, casi difusa que separa el lado bueno del lado malo del régimen, y que en ese espacio confuso, etéreo, se mueve con mejestuosa seguridad para obtener sus propios beneficios. Un personaje que es un delicia y que, si lo queréis descubrir, no os queda otra que adquirir esta novela y adentraros en El país equivocado.
Una Reseña de Santiago Navascués
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Abasolo forever, ya lo creo que sí. Un hombre en la cuerda floja siempre es un poderoso atractivo literario.
ResponderEliminarHola Troteros, pues la verdad es que no he leído nada de Abasolo. Igual algún día cae alguno.
ResponderEliminarUn besazo
Pues no he leído nada del autor y sí, ya sé que estoy tardando, pero es que no me da la vida.
ResponderEliminarBesos.
No conocía al autor. Gracias por la información. Besos.
ResponderEliminarHola, gracias por la reseña, en esta ocasión no me animo ya que no es de mi estilo.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Otra que no ha leído nada del autor. Y veo que tengo que ponerle remedio.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Me ha gustado mucho leer tu reseña, muy completa. Siempre he querido saber más sobre la España de Franco y creo que este libro, me puede ayudar a comprender lo que pasó en esa época. Gracias por la reseña. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarUna gran reseña. Muchas gracias. y feliz fin de semana. Un beso fuerte.
ResponderEliminar¡Hola! Me ha encantado la reseña y me llama mucho la atención la novela, así que me lo llevo anotadísimo.
ResponderEliminarMil gracias por la recomendación.
Besotes.
Yo tampoco he leído nada del autor, pero la reseña me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso.
La ambientación y la época me gustan. No conocía el libro así que... anotado. Besos,
ResponderEliminarSiempre descubre alguna cosilla interesante cuando te visito😊
ResponderEliminarImposible no anotarlo.
Beso enorme!
Me gustaria leerlo ahora que viene el verano dejando el celular a un lado Me encantas saludos
ResponderEliminarVeo que se me escapó esta entrada. No he leído aún a Abasolo y me hubiera gustado hacerlo mientras que aún estaba vivo. Ya tenía varios libros suyos apuntados y /o comprados. Este último sera probablemente el primero que lea.
ResponderEliminarUn beso.