Luisa Fernanda Barón Cuello
Cuando me pongo a
trotar no pienso nunca hacia dónde quiero ir, tan solo camino y observo
por dónde voy pasando, para mí carece de total importancia el punto de
destino, porque para mí, mi destino es mi camino. No necesito brújula ni
mapa, no temo perderme porque mi perdición sería buscar un lugar dónde
hoy. Yo solo voy, y así, siempre llego. Y cuando he llegado, tengo la
seguridad de que no lo he hecho del todo, que aún me queda mucho camino
por recorrer.
Solo le pido a mi trotar, que la Luna me acompañe
por las noches, que incluso en luna nueva, esta no me abandone, ya sea
disfrazada de estrella, camuflada en el brillo de una gota de agua, o
con vestidito de luciérnaga. Luna lunera, mi fiel compañera. Así un
gato nunca está solo, y el final del camino importa tanto como el
comienzo del mismo.
Esta vez la Luna me ha acompañado hasta que
el sol ya no pudo esperar más su turno y decidió unirse a mi trotar,
pero tan envidioso como siempre que no ha podido soportar que fuéramos
tres los compañeros de camino y se empeñara en que Ella marchase a
descansar, temo que ha sido más su necesidad de hacerse notar que la
caballerosidad, en fin, cosas de astro Rey.
Camino sin rumbo fijo pero con mi Destino
claro, aquel que no tiene fin, tan solo pequeñas paradas para observar
con más detenimiento mi caminar. Una tierra de batalladores me habla de tiempos
pasados, me
cuenta de otros tiempos, esta vez antepasados, casi antediluvianos.
Somos suspiros para Cronos en el devenir de la vida y motitas de polvo
para la Tierra que nos ve llegar y pasar.
Tempus fugit.
Una
Iglesia, una plaza y una brisa me reciben al llegar a mi parada, que me
saluda Aragón con aires de Somontano. Me dispongo a trepar a un muro, para descansar y observar, dos
de mis pasiones tras trotar; el silencio lo rompen unas risas femeninas,
curioso que es uno, no puede evitar asomarse al otro lado a ver quiénes
son las propietarias de tan alegres sonidos. Una mujer de pelo rubio y
carita de luna, sonríe y ríe a partes iguales mientras empuja sutilmente
con su dedo, unas traviesas gafas que resbalan por su naricilla; frente
a ella, alguien que no me es ajeno, la pelirroja pecosa que parece
caminar tanto como este gato trotero.
Ambas charlan, observan
viejas fotos de mozos años y hablan de libros, letras y hasta poemas;
llenan de risas el lugar entero. Dicen no conocerse y nadie diría que
son dos desconocidas. Es lo que tiene viajar y leer, hace amigo al
anónimo viajero y al desconocido lector. La mujer con rostro de luna
escucha las palabras de la mujer del pelo rojizo, y esta permanece
atenta a las de la primera. No puedo ni quiero dejar de escucharlas,
pocas veces siente este Gato como bajo el Sol, las palabras de dos
mujeres le transportan hasta la misma Luna…
1- Hoy en día
es muy difícil poder dedicarse única y exclusivamente a la escritura, ya
sea por la sempiterna crisis que de tanto nombrarla a veces una diría
que pierde hasta su sentido, o ya sea por un mercado dónde la oferta tal
vez no coincida con la demanda ¿Es la escritura su ocupación principal,
Luisa, o debe “buscarse” las habichuelas por otro lado, como tantos
escritores?
Mmmm… puedo decir que “casi” es mi ocupación
principal aunque no se note en mi bolsillo. Hoy en día hay muy pocos
escritores noveles que pueden vivir de ello; solo los “bet-sellers” y
los consagrados pueden hacerlo.
Por caprichos de la vida, de
momento, no puedo ir a ganarme “las habichuelas”. Pero como la esperanza
es lo último que se pierde; espero y confío que algún día podré o tal
vez… (por soñar que no quede), mis novelas pueden proporcionarme algunos
ingresos. De momento, vivo, escribo y disfruto de lo que la vida me
ofrece cada día.
2−¿Es compatible la vida diaria, la familia, el trabajo con la escritura?
Uff… “Querer es poder”. Es difícil, y araño cualquier minuto al día para poder escribir casi siempre unas líneas, aunque sea mientras se cuece la comida. Os sorprenderías las filigranas que hago para plasmar cuando algo se me ha metido en la cabeza.
3−Imagino que escribirá desde siempre, cómo una especie de inquietud interior que no sabe expresarse ni salir de otra manera que escribiendo ¿Se imagina expresándose de otra manera que no sea escribiendo?
(risas)… Pues me he expresado,
a veces aun lo sigo haciendo, de muchas maneras, nací con una gran vena
creativa, por suerte o por desgracia para mi familia.
He
plasmado mis ideas en: la fotografía, entre fogones, en la telas y con
pinceles… y seguro que hay alguna disciplina que se me olvida de
nombrar… pero la que más me satisface y me llena es: la escritura.
4−Cuéntenos como empezó en este mundillo.
¿Empezar…? realmente no me acuerdo, porque siempre he estado rodeado de libros, libretas y bolígrafos. Hace poco descubrí entre los libros de mi infancia, pequeños relatos que escribí en aquella época. ¡Me quedé sorprendida!
5−¿Era su sueño el publicar algún día su obra, o este hecho ha sido algo que ha venido dado con el tiempo, sin premeditar?
Sinceramente…no
era mi sueño. Cuando retomé la escritura de forma más continua, nunca
pensé que lo que escribía pudiera gustar a los lectores, ya que creo que
es un buen punto de partida para plantearse la publicación de una obra.
Solo después leer los comentarios que la gente dejaba en mi
blog y en los relatos que se publicaban en diferentes revistas, solo
entonces, me “picó el gusanillo”, aun sabiendo lo que es difícil.
6−¿Qué significa Hijas de Selene para usted, Luisa?
“Las hijas de Selene” significan mucho, es un pequeño gran paso en este vasto mundo de la literatura.
7−¿Qué la diferencia de otras historias para haber dado el gran paso de publicarla?
Una
buena pregunta… “Las hijas de Selene” no es una historia de un solo
género. Me gusta la diversidad y en mi novela es lo que el lector se va a
encontrar, no es una historia predecible, ya que pienso que es un
ingrediente que la gente valora.
8−¿Es difícil publicar en este país?
Creo que hay que hacer una gran distinción entre “publicar” y autopublicar”. Si hablamos de que una editorial publique una novela de un escritor/a novel, entonces os diré que no es que sea difícil, es casi imposible. Si en cambio, hablamos de autopublicación, es más fácil.
9−¿Lo es más por el hecho de ser mujer?
Creo que el hecho de ser mujer no es dificultad añadida para publicar.
10−¿Cree usted en los Certámenes y Concursos Literarios? De ser así ¿Cree que son más una escuela dónde aprender o más bien un trampolín para darse a conocer?
A mí no me gustan mucho, pero es una opinión personal. Y sobre este tema podríamos hablar largo y tendido, y estoy segura que no acabaríamos nunca…
Aprender se hace todos los días, no sólo en
la literatura y en los certámenes, otra cosa es que uno quiera hacerlo.
Aunque hay personas que creen saberlo todo y no consideran que siempre
se puede aprender.
Y a la pregunta si es más bien un trampolín
para darse a conocer, os diré que para la gente que cree en los
concursos, si puede ser un trampolín; pero cada uno tiene sus creencias,
no son mejores unas que otras. Y sobre todo hay que respetar las
opiniones de los demás
11−Luisa, lo mejor y lo peor de esta pasión, la Escritura.
Lo mejor ,la satisfacción sobre todo de poder expresar lo que quieres y ver como palabra a palabra va tomando forma, y también saber que los lectores disfrutan con su lectura.
Lo peor sin dudar, es la
envidia que existe entre los escritores, es cierto que envidia hay en
todos los lados, pero lo que he visto en este mundo es increíble…
12− Una obra que la haya marcado de una manera u otra.
Una de las primeras que leí después dejar las infantiles fue, “El principito” me encantó, no se te sabría decir porqué, solo que me llegó dentro.
Después de leer esa, no puedo decantarme por ninguna en
concreto, porque en cada etapa de mi vida siempre ha habido una que me
ha calado más.
13−¿Cree usted, Luisa, que su mejor novela es aquella que acaba de terminar, o la que está por escribir?
No, desde luego que no es la que acabo de terminar, y creo que no será la que está por venir, aunque en todo lo que escribo pongo mi alma y mi humilde sabiduría, pienso que aún me queda mucho por aprender.
14−Seguro que en su cabeza ya hay mil ideas para escribir una nueva novela ¿Se denominaría escritora de un género en concreto, o le gusta investigar y probar cosas nuevas?
(risas)… Hace ya unos días que estoy escribiendo la siguiente novela. Como he dicho antes, no soy escritora de un género concreto, me gusta experimentar y poner a mis personajes en situaciones poco habituales.
La historia en la que
estoy sumergida ahora mismo es bastante diferente a “Las hijas de
Selene”, aunque sí puedo adelantar que tendrán cosas en común, supongo
que eso será un poco como mi sello personal.
Me encanta
investigar y probar cosas nuevas, debe de ser porque tengo una mente
bastante inquieta; bueno, eso, ya lo comprobaréis en el siguiente libro.
15-¿Por dónde y con quien le gusta Trotar a Luisa Fernanda Barón Cuello? ¿Viajar es parte de escribir? ¿Escribir y viajar van de la mano?
A pesar de mis limitaciones, soy como un todoterreno, igual “troto” por los campos, como “troto” por las ciudades. Aunque a veces necesito la soledad para “trotar”, cuando lo hago acompañada, voy siempre con mi marido, mi hijo y nuestro perrigato, Rufo, el peludete de la casa.
Para mí, viajar y escribir van de la mano, como leer y
viajar…son una perfecta pareja e inseparables. Además lo bueno que
tienen estos viajes es que son económicos, ¡que en estos tiempos que
corren es casi imprescindible! En estos insólitos viajes, vas donde
quieras, incluso puedes permitirte el lujo de viajar en el tiempo
jajajajaa y modelar la ruta a tu gusto ¡todo un placer!
16−Para acabar Luisa, mirándose al espejo y haciendo examen de conciencia tal y como se siente en estos momentos ¿Es feliz escribiendo, o escribe porque es feliz?
Dejando aparte que es para mí es una necesidad el escribir, ya que si no lo hago es como si me faltara algo, la escritura me aporta un grado muy alto de felicidad, disfruto con cada frase, con cada escena, lloro o rio yo sola cuando escribo cualquier historia.
17−Gracias Luisa Fernanda. Un placer “trotar” literariamente contigo.
Gracias a vosotros por brindarme esta oportunidad, para que la gente conozca no solo mi primera novela, sino también la mente y el alma de la que la creo.
…La conversación parece que ha terminado, pero no así las risas. Aunque uno se siente muy a gusto por estos lares y con estas compañías, ha de reiniciar su camino, hay tanto que trotar aún y tantas palabras amigas que escuchar todavía. Me despido sin que ellas lo sepan, de la mujer con rostro de luna, y de la del pelo rojo, y algo me dice que tanto a una como a otra, no será la última vez que las vea.
Y con sus risas de fondo y sus palabras en el viento, dejo mi descanso y mi camino de nuevo comienzo.
Una entrevista de
Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Bonita entrevista que nos sirve para conocer un poquito más a Luisa Fernanda.
ResponderEliminarBuena labor gato.
Besos.
Para este Gato curioso y cotilla en lineas generales, estas entrevistas están resultando de lo más gratificante, conocemos a los autores mejor y el minino curiosea a sus anchas mientras...jaja.
EliminarGracias Bárbara. Besos