Todos nosotros, nacidos en casas de reyes o en la más humilde de las chozas, llegamos a este mundo sin que nadie nos pregunte si queremos hacerlo o no (es probable que, de ser posible, muchas veces la respuesta sería negativa), y cuando al fin nos dejamos caer a la realidad entre lágrimas y cubierto de costras e inmundicias, lo primero que sentimos es el contacto caliente y húmedo del esforzado pecho de nuestra madre. Es, a buen seguro, nuestro primer trato con la felicidad, pues pocas veces encontraremos una sensación tan placentera que nos haga sentir tan protegidos, queridos y cuidados como entonces. Lo malo de todo esto es que apenas dura unos instantes, y en breve unas manos ajenas usurpan de su maternal lecho tu cuerpo menudo y frágil, y a partir de ese momento comienza tu lucha por la supervivencia en un entorno hostil que parece conjurado para privarte de ser feliz. El resto de tus días se reducirán a eso: saborear de manera fugaz la felicidad tantas veces como consigas esquivar a esas manos sin dueño que buscan que tu objetivo sea siempre algo inalcanzable.
Nuestros inicios son, por lo tanto, casi idénticos en la mayoría de nosotros. Lo que nos diferencia es todo lo que acontencerá a partir de los primeros minutos de nuestra vida. Y es que estamos determinados por las posibilidades económicas de nuestros padres, si tenemos o no hermanos, cuánto de numerosa sea nuestra familia, el entorno social en el que crezcamos, incluso la situación de la región o el país del que desde entonces eres ciudadano de pleno derecho.
Nacer en Burkina Faso es una gran putada. Sobre todo si no lo haces en el seno de una de las familias de la clase dirigente (que son unos pocos). Si naces en cualquier otra familia, tus pies siempre caminarán sobre el alambre.
Algunos, desde la vieja Europa, dicen que al final uno se acaba acostumbrando a caminar sobre el alambre. Si fuese verdad, no existiría la inmigración. Por eso, todos los años, miles de hombres y mujeres llegados desde el corazón de la pobreza tratan de alcanzar las costas de la Tierra Prometida y lo empeñan todo, hasta su vida, por conseguirlo.
Touré lo consiguió. Hace años alcanzó ese Edén del que todos hablaban en su Gorom-Gorom natal: Europa. La tierra de las oportunidades, decían... Quien va allí saca a su familia de la miseria y les da un futuro mejor, contaban... Y Touré (pues así se hace llamar pero podría ser Yacoubá o Sangoulé, o tantos y tantos otros nombres de otros tantos soñadores), nuestro negro Touré, vidente, actor ocasional, escapista de su suerte, sobrevive como puede en Bilbao, en el barrio de San Francisco, la Pequeña África. Un lugar donde cada vez hay más putas llegadas de las latitudes más alejadas, pues triunfa lo exótico, como cotizadas están en el mercado de mascotas las mambas negras o los agapornis; donde la tradicional ferocidad de los clanes gitanos por las calles está siendo desplazada por la brutalidad de las mafias extranjeras, los traficantes de mujeres y de drogas; donde todavía los yonkis siguen clavando la navaja por una dosis, los rateros siguen abriendo coches para robar móviles hoy como ayer eran loros, y los tradicionales bares bilbainos son ahora lugar de esparcimiento regentados por latinos y árabes, cada uno con su propio público, sin apenas mezcla que complique aún más la alambicada convivencia de este barrio ilota.
Detective Touré. O lo que se tercie. Llega un momento en el que la necesidad te hace desempeñar cualquier trabajo. El que sea. Es como cuando a un político le pillan en renuncio con su expediente académico y ni tiene un doctorado ni varios másteres por las universidades más prestigiosas. La diferencia entre unos y otros es que una necesidad viene derivada por el hambre, y la de los otros por el vicio de la mentira, por medrar a toda costa.
El caso es que el bueno de Touré seguramente no pensó en todos los problemas que tendría en el Edén blanco, pues si bien no son los mismos que tenía en su tierra, no son pequeños ni menos graves. Son tantos que si le hubiese dado por escribirlos, le hubiesen salido unas cuantas novelas si tuviese dinero para pagarse las cuartillas y la tinta.
De todo ello se ha encargado su creador, Jon Arretxe, que en los últimos años ha dado vida y forma a las vivencias de un protagonista a contratiempo como es el de un inmigrante sin papeles que trata de sobrevivir en un mundo hostil que le concede pocas oportunidades para poder pensar más allá de lo que será de él mañana. Y es que Touré no puede permitirse el lujo de imaginarse a un año vista, pues un sin papeles hoy duerme bajo techo y al día siguiente ha sido embarcado en un avión rumbo al África subsahariana. Por eso, el sentido de su vida es el Carpe Diem, vive al día, aprovecha cada oportunidad que pasa por delante de sus narices por si se esfuma, trata de esquivar las amenazas y no rehuye el encuentro con los placeres mundanos que se le presentan. Tiene pocos amigos, pero a los que son les distingue la fidelidad a su amistad como elemento común, y eso, cuando no tienes casi nada, o incluso teniéndolo todo, es uno de los mayores tesoros que puedes llevarte contigo hasta el fin de tus días.
Piel de topo es la última entrega que nos regala el escritor basauritarra, de un total de cinco que componen, hasta el momento, la saga editada por Erein (de las cuales, podemos encontrar las reseñas de las dos últimas novelas en nuestro tejado: Sombras de la nada y Juegos de cloaca) para su colección de novelas Cosecha Roja. Destacar, una vez más, el excepcional trabajo de diseño de la portada, pues de nuevo vuelve a contener toda la novela en una imagen.
En esta ocasión, Touré regresa al Barrio de San Francisco y comprueba que allí las cosas, en lugar de haber mejorado, siguen igual o peor. Las oportunidades de prosperar cada vez escasean más, el menudeo de droga sigue siendo el sustento de muchos de sus habitantes, el sexo barato sigue cotizándose al alza, y las 19 cámaras de seguridad que se instalaron en las principales esquinas del barrio para hacerlo más seguro continúan controlando todos los movimientos de los viandantes sin que todavía hayan demostrado su aporte social, más allá de lo puramente disuasorio. Al burkinés le encargan investigar la desaparición de un letrero luminoso recién instalado en la puerta de un bar, y a partir de entonces, Touré volverá a reencontrarse con su pasado, que siempre le persigue y que vuelve para estorsionarle, a él y a sus amigos, hasta hacerles la vida imposible. Todos ellos traen en su mochila vital un oscuro secreto común, y será el miedo que tienen a que no sea desvelado lo que les obligue a realizar trabajos indeseables, recibiendo el encargo de actuar de chivatos del barrio, y de matones de callejón siniestro sin derecho a recompensa. Sólo tienen una manera de enfrentarse al destino que su suerte parece reservarles, pero no saben si tendrán la suficiente sangre fría para hacerlo.
Con esta novela, Jon Arretxe nos muestra el lado más oscuro y cruel de quienes velan por nuestra seguridad (ya perfilado en las anteriores entregas), y cómo puede llegar a reaccionar el ser humano cuando es llevado al límite. El exceso de poder y la posesión de información privilegiada crean monstruos difíciles de controlar, más aún si se creen dotados de una superioridad que los coloca por encima de todo cuanto les rodea; para ellos, los demás son pequeñas hormigas que pueden manipular y aplastar a su voluntad, sin mayor esfuerzo ni contusión moral. Por ello, las hormigas, en cuanto lo sienten, salen corriendo nerviosas, con rumbo incierto, con las patas temblorosas, al igual que su corazón. Arretxe, además, reflexiona a través de uno de sus secundarios acerca de los motivos subterráneos por los que surgen los barrios marginales de las ciudades, de por qué se permite su decadencia... Y es que la ingenuidad cada vez está menos presente en estas novelas, siendo el interés, o dicho de otro modo, el dinero, el que hoy, como siempre, espoleará la ambición desaforada de los hombres. Cada cual, a su nivel, tratará de arrimar el ascua a su sardina, a todas las sardinas que sea capaz de pescar, así vacíe los océanos o las robe a quien nada tenga.
Piel de topo, una emocionante y adictiva novela que sigue fiel en su planteamiento de golpear, de manera cruda, las conciencias de los lectores; que consigue despertar un tímido rayo de luz de esperanza para sus protagonistas, un grupo de hombres y mujeres que seguramente no sean ejemplo de casi nada, tristemente acostumbrados a agachar la cabeza, a pedir perdón, a cambiarse de acera; como aquella fábula del elefante que tenía su pata encadenada a una traviesa clavada al suelo, que de tanto y tanto luchar de pequeño y llorar de impotencia y rabia al no poder liberarse de su cautiverio, dejó de intentarlo y se resignó incluso siendo un poderoso adulto.
Quizá, con un último intento...
Santiago Navascués Ladrón
Nacer en Burkina Faso es una gran putada. Sobre todo si no lo haces en el seno de una de las familias de la clase dirigente (que son unos pocos). Si naces en cualquier otra familia, tus pies siempre caminarán sobre el alambre.
Algunos, desde la vieja Europa, dicen que al final uno se acaba acostumbrando a caminar sobre el alambre. Si fuese verdad, no existiría la inmigración. Por eso, todos los años, miles de hombres y mujeres llegados desde el corazón de la pobreza tratan de alcanzar las costas de la Tierra Prometida y lo empeñan todo, hasta su vida, por conseguirlo.
Touré lo consiguió. Hace años alcanzó ese Edén del que todos hablaban en su Gorom-Gorom natal: Europa. La tierra de las oportunidades, decían... Quien va allí saca a su familia de la miseria y les da un futuro mejor, contaban... Y Touré (pues así se hace llamar pero podría ser Yacoubá o Sangoulé, o tantos y tantos otros nombres de otros tantos soñadores), nuestro negro Touré, vidente, actor ocasional, escapista de su suerte, sobrevive como puede en Bilbao, en el barrio de San Francisco, la Pequeña África. Un lugar donde cada vez hay más putas llegadas de las latitudes más alejadas, pues triunfa lo exótico, como cotizadas están en el mercado de mascotas las mambas negras o los agapornis; donde la tradicional ferocidad de los clanes gitanos por las calles está siendo desplazada por la brutalidad de las mafias extranjeras, los traficantes de mujeres y de drogas; donde todavía los yonkis siguen clavando la navaja por una dosis, los rateros siguen abriendo coches para robar móviles hoy como ayer eran loros, y los tradicionales bares bilbainos son ahora lugar de esparcimiento regentados por latinos y árabes, cada uno con su propio público, sin apenas mezcla que complique aún más la alambicada convivencia de este barrio ilota.
Detective Touré. O lo que se tercie. Llega un momento en el que la necesidad te hace desempeñar cualquier trabajo. El que sea. Es como cuando a un político le pillan en renuncio con su expediente académico y ni tiene un doctorado ni varios másteres por las universidades más prestigiosas. La diferencia entre unos y otros es que una necesidad viene derivada por el hambre, y la de los otros por el vicio de la mentira, por medrar a toda costa.
El caso es que el bueno de Touré seguramente no pensó en todos los problemas que tendría en el Edén blanco, pues si bien no son los mismos que tenía en su tierra, no son pequeños ni menos graves. Son tantos que si le hubiese dado por escribirlos, le hubiesen salido unas cuantas novelas si tuviese dinero para pagarse las cuartillas y la tinta.
De todo ello se ha encargado su creador, Jon Arretxe, que en los últimos años ha dado vida y forma a las vivencias de un protagonista a contratiempo como es el de un inmigrante sin papeles que trata de sobrevivir en un mundo hostil que le concede pocas oportunidades para poder pensar más allá de lo que será de él mañana. Y es que Touré no puede permitirse el lujo de imaginarse a un año vista, pues un sin papeles hoy duerme bajo techo y al día siguiente ha sido embarcado en un avión rumbo al África subsahariana. Por eso, el sentido de su vida es el Carpe Diem, vive al día, aprovecha cada oportunidad que pasa por delante de sus narices por si se esfuma, trata de esquivar las amenazas y no rehuye el encuentro con los placeres mundanos que se le presentan. Tiene pocos amigos, pero a los que son les distingue la fidelidad a su amistad como elemento común, y eso, cuando no tienes casi nada, o incluso teniéndolo todo, es uno de los mayores tesoros que puedes llevarte contigo hasta el fin de tus días.
Piel de topo es la última entrega que nos regala el escritor basauritarra, de un total de cinco que componen, hasta el momento, la saga editada por Erein (de las cuales, podemos encontrar las reseñas de las dos últimas novelas en nuestro tejado: Sombras de la nada y Juegos de cloaca) para su colección de novelas Cosecha Roja. Destacar, una vez más, el excepcional trabajo de diseño de la portada, pues de nuevo vuelve a contener toda la novela en una imagen.
En esta ocasión, Touré regresa al Barrio de San Francisco y comprueba que allí las cosas, en lugar de haber mejorado, siguen igual o peor. Las oportunidades de prosperar cada vez escasean más, el menudeo de droga sigue siendo el sustento de muchos de sus habitantes, el sexo barato sigue cotizándose al alza, y las 19 cámaras de seguridad que se instalaron en las principales esquinas del barrio para hacerlo más seguro continúan controlando todos los movimientos de los viandantes sin que todavía hayan demostrado su aporte social, más allá de lo puramente disuasorio. Al burkinés le encargan investigar la desaparición de un letrero luminoso recién instalado en la puerta de un bar, y a partir de entonces, Touré volverá a reencontrarse con su pasado, que siempre le persigue y que vuelve para estorsionarle, a él y a sus amigos, hasta hacerles la vida imposible. Todos ellos traen en su mochila vital un oscuro secreto común, y será el miedo que tienen a que no sea desvelado lo que les obligue a realizar trabajos indeseables, recibiendo el encargo de actuar de chivatos del barrio, y de matones de callejón siniestro sin derecho a recompensa. Sólo tienen una manera de enfrentarse al destino que su suerte parece reservarles, pero no saben si tendrán la suficiente sangre fría para hacerlo.
Con esta novela, Jon Arretxe nos muestra el lado más oscuro y cruel de quienes velan por nuestra seguridad (ya perfilado en las anteriores entregas), y cómo puede llegar a reaccionar el ser humano cuando es llevado al límite. El exceso de poder y la posesión de información privilegiada crean monstruos difíciles de controlar, más aún si se creen dotados de una superioridad que los coloca por encima de todo cuanto les rodea; para ellos, los demás son pequeñas hormigas que pueden manipular y aplastar a su voluntad, sin mayor esfuerzo ni contusión moral. Por ello, las hormigas, en cuanto lo sienten, salen corriendo nerviosas, con rumbo incierto, con las patas temblorosas, al igual que su corazón. Arretxe, además, reflexiona a través de uno de sus secundarios acerca de los motivos subterráneos por los que surgen los barrios marginales de las ciudades, de por qué se permite su decadencia... Y es que la ingenuidad cada vez está menos presente en estas novelas, siendo el interés, o dicho de otro modo, el dinero, el que hoy, como siempre, espoleará la ambición desaforada de los hombres. Cada cual, a su nivel, tratará de arrimar el ascua a su sardina, a todas las sardinas que sea capaz de pescar, así vacíe los océanos o las robe a quien nada tenga.
Piel de topo, una emocionante y adictiva novela que sigue fiel en su planteamiento de golpear, de manera cruda, las conciencias de los lectores; que consigue despertar un tímido rayo de luz de esperanza para sus protagonistas, un grupo de hombres y mujeres que seguramente no sean ejemplo de casi nada, tristemente acostumbrados a agachar la cabeza, a pedir perdón, a cambiarse de acera; como aquella fábula del elefante que tenía su pata encadenada a una traviesa clavada al suelo, que de tanto y tanto luchar de pequeño y llorar de impotencia y rabia al no poder liberarse de su cautiverio, dejó de intentarlo y se resignó incluso siendo un poderoso adulto.
Quizá, con un último intento...
Santiago Navascués Ladrón
PUNTUACIÓN:
PIEL DE TOPO
de Jon Arretxe
ISBN 9788491092025
Puedes adquirirlo en papel, aquí
Lo tengo pendiente, y la verdad es que me encantan los libros de esta editorial.
ResponderEliminarUn beso ^^
En este Tejado hay mucho Gato negro...jajaja. Nos encanta la novela negra.
EliminarBesitos.
Que gran verdad esa que planteas al inicio. Ojalá no hubiera clases sociales y diese igual si naces en Cuenca o en El Congo Belga (que ya no se si existe o no). Esta novela que nos traes hoy y que te ha encantado la voy a dejar pasar. Son muchas las lecturas pendientes que tengo en estas fechas y encima el calor me anula como persona y evapora mis ganas de leer. Besos, loki
ResponderEliminarYo soy muy de novela negra, y muy de Arretxe, la novela negra vasca es de lo mejorcito actualmente con lo que contamos dentro y fuera de nuestras fronteras; la ha leído mi compañero, pero seguro que pronto lo hago yo.
EliminarUn besito cielo.
¡Hola!
ResponderEliminarPues todo lo que nos has contado....genial, tengo que leerlo :) Me gusta el tema.
Un besito
¡Hola Sandry, preciosa!
EliminarCon Arretxe y Touré no te equivocas nunca, acierto seguro, ya lo verás.
Mil besitos cielo.
Hola Yolanda,
ResponderEliminarLeí la crónica que hizo Laky de la presentación del autor y su libro y ya entonces me llamó la atención... no tengo el placer de conocer al autor ni su personaje Touré pero estoy leyendo maravillas de ello...
sí... totalmente de acuerdo contigo: poder + libertad igual a atrocidades... interesante reflexión y por desgracia, muy real...
Un saludo!! ;)
Hola Ana Belén!
EliminarTouré es un antihéroe total tal y como estamos acostumbrados a leer en otras novelas del género, no es ni siquiera un detective canalla, duro y con mala estrella al estilo Spade o Hammer...y ese es su encanto, es alguien que ha tocado fondo y vive siempre rozándolo, alguien que nacido en otro lugar más al norte, sería un triunfador...
Si algún día lo conoces, ya me contarás.
Besos! 💋💋💋
Pues no conocía el libro ni al autor, pero me has convencido para leerlo. El tema además es que se ve muy interesante.
ResponderEliminarGracias por hacérnoslo conocer, un saludo.
Hola Rubio!
EliminarEl protagonista es todo un personaje, y no digamos su autor, jeje. La novela negra vasca es sinónimo de calidad, y Arretxe uno de sus representantes más sobresalientes.
Seguro que te gusta.
Besos 💋💋💋
Ya tenía anotado algún título del autor y siendo serie prefiero empezar por el primero, creo que se disfruta más así
ResponderEliminarBesos
Los disfrutarás muchísimo Tatty, una vez conoces a Touré siempre querrás leer más.
EliminarBesitos 💋💋💋
De nuevo vuelvo a tomar nota del autor y de su serie. Me apetece echarle un vistazo pues me parece que es un tema muy interesante, original y muy actual.
ResponderEliminarUn beso y gracias por la recomendación, Yolanda
Hola Juan Carlos!
EliminarSi te decides a leerlo te sorprenderá gratamente, es algo tan poco convencional en este género que te atraerá como bichito a la luz.
Besitos 💋💋💋
Hola Juan Carlos!
EliminarSi te decides a leerlo te sorprenderá gratamente, es algo tan poco convencional en este género que te atraerá como bichito a la luz.
Besitos 💋💋💋
Hola!!
ResponderEliminarNo conocía este libro, aunque sí al autor porque es vasco como yo :)
No creo que lea la novela pero me alegro mucho de que te haya gustado, muchas gracias por tu reseña!
Un beso :)
Pues una vasca como tú debería leer a este par de personajes, Touré y Arretxe, jajaja, vaya dos.
EliminarBesitos 💋💋💋
Que bien guapa una historia de detectives, o lo que se tercie... :) Creo que me puede gustar, que a mi todas estas cosas me gustan. Me lo apunto, que seguro que cae preciosa. Las peques y yo te mandamos B7s
ResponderEliminarSi te gusta la novela negra y los detectives poco al uso, te encantará, Touré es especial...
EliminarBesitos 💋💋💋
Me parece una lectura interesante. Tomo nota. Un beso.
ResponderEliminarDiferente seguro, Milady!
EliminarBesos 💋💋💋
He leído los mismos títulos que tú y éste ya lo tengo pendiente en la estantería. Veo que te ha gustado mucho
ResponderEliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarArretxe es uno de los mejores escritores de novela negra actuales, para los que nos gusta el género sus novelas son bombones.
EliminarBesitos 💋💋💋
Arretxe es uno de los mejores escritores de novela negra actuales, para los que nos gusta el género sus novelas son bombones.
EliminarBesitos 💋💋💋
Hola Guapa!!! No sé por que no pasé antes por aquí. Que hermoso que es tu blog. La verdad es que este libro no lo conocía y por lo que has escrito podría llegar a darle una oportunidad.
ResponderEliminarAprovecho y te agradezco de corazón todo lo que me escribes en mi blog. Espero que los cambios que le he hecho actualmente te gusten. Te dejo un beso enorme! Na.
Hola guapa!!
EliminarGracias por tus bonitas palabras, eres un solete; el libro es increíble!!
Besos 💋💋💋
Hola
ResponderEliminarNo conocía ni autor ni libro, gracias por traerlo. No es lo que suelo leer pero me gusta conocer todo tipo de opiniones.
Un beso.😘
Hola!
EliminarYo en cuanto lo descubrí me quedé enganchada, si Arretxe publica, yo le leo, jaja.
Un beso 💋💋💋
Y me quedo por tu blog. 😄
ResponderEliminarY yo encantada!! 💜
EliminarEstoy de acuerdo con todo lo que comentas al principio. Lo he pensado muchas veces. Sin embargo a mí esta novela no me acaba de llamar la atención.
ResponderEliminarHola guapa!
EliminarArretxe conquista en las distancias cortas, si lo lees una sola vez, quedas atrapada...
Besitos 💋💋💋
TEngo apuntado de este detective "612 euros". A ver si me animo un día.
ResponderEliminarBesos.
No te defraudará, si lo lees, te pasas a su bando, jaja.
EliminarBesos 💋💋💋
No he leído nada del autor, ya veremos cuándo me pongo pero la verdad es que me apetece mucho.
ResponderEliminarBesos.
Hola Manuela!
EliminarA mi el autor me enganchó desde la primera vez que le leí, en cuanto se de un nuevo trabajo suyo, me hago con él.
Besitos 💋💋💋
He disfrutado mucho todos los de la serie de Touré, y creo que cada libro que leo de él me gusta más que el anterior :)
ResponderEliminarBesos!
Me lees el pensamiento!! Es lo mismo que pienso yo.
EliminarBesitos 💜💜💜
En un libro leí la frase: el poder absoluto corrompe absolutamente. Veo que aquí el exceso de poder y de información, efectivamente, corrompe y crea monsruos. No he leido nada del escritor y veo que me estoy perdiendo grandes obras capaces de retratar lo peor del ser humano. Sin duda es algo a lo que tengo que poner remedio cuanto antes y contrastar opinión con tus reseñas. Besos!!
ResponderEliminarHola María!
EliminarNada me gustaría más que lo leyeras y me dieras tu opinión, y al autor no dugamos, jeje.
Venga, anímate a leerlo!
Besos 🐝🐝🐝
¡Hola! ¡Qué interesante que juegue con el exceso de poder y la posesión de información privilegiada. No conocía el libro, así que me alegro de que lo hayas reseñado!
ResponderEliminarUn beso
Hola guapa!!
EliminarTouré es un personaje que nos muestra lo que la globalización hace en el ser humano y en lo que nos ha convertido.
Un besito 💋
Hola guapa!!
EliminarTouré es un personaje que nos muestra lo que la globalización hace en el ser humano y en lo que nos ha convertido.
Un besito 💋
Hola preciosa!
ResponderEliminarPinta genial, no he leído nada de este autor, pero con lo bien que estáis hablando de el y de sus obras creo que voy a investigar un poquito.
Genial reseña!
Besotes!
Hola florecilla!
EliminarMi chico leyó su primera novela y no dejaba de hablarme de ella, decidí leerla yo también y ahora sufro de Touremanía, jajaja.
Ya me contarás.
Besos 💋💋💋
Hola florecilla!
EliminarMi chico leyó su primera novela y no dejaba de hablarme de ella, decidí leerla yo también y ahora sufro de Touremanía, jajaja.
Ya me contarás.
Besos 💋💋💋
Me llama mucho la novela, pero quizás sería mejor empezar por el principio, ¿no? Es que con cuatro títulos anteriores a este imagino que el personaje está perfiladísimo, y no es lo mismo acompañarlo que encontrártelo ya "hecho". No sé, espero a lo que me digáis, que yo soy muy obediente (a ratos... cuando quiero... cuando me apetece... jajaja).
ResponderEliminar¡Besote!
Hola!
ResponderEliminarNo conocía al autor, pero leyendo tu reseña, me llamó mucho la atención todo lo que cuenta este libro y la serie en general, así que me pondré a buscar más del escritor para ver si encuentro alguno de sus libros y así poder entrar en su mundo.
Gracias por la reseña 😃
Un abrazo!
Pedazo de reseña! Me has dejado con unas ganas locas de leerlo. Me la apunto con mayúsculas. Es un tema muy muy interesante.
ResponderEliminarBesos
Un lectura dura por lo que cuentas, ya me despertaste cierta curiosidad. Indagaré un poco sobre el autor y su obra.
ResponderEliminarUn beso ;)
Parece una lectura dura, pero por la reseña parece que bastante recomendable. No he leído nada de este autor, quizá este verano le de una oportunidad.
ResponderEliminar¡Buena reseña! ;)
¡Hola! Con este tipo de libros ni lo intento. Reconozco que el autor debe de hacerlo muy bien porque fui a una presentación hace años de una de las novelas de esta serie y se notaba que tenía muchas ganas de gritarle a todos esa realidad del inmigrante y de lo que pasa en el barrio de al lado. Sin embargo cuando se trata de leer no puedo con tanta realidad y desasosiego, prefiero que aunque la historia sea dura tenga un toque de esperanza, y acabe bien.
ResponderEliminarEs que si no, es devastadora.
Besos
Touré me resulta un personaje muy atractivo. Leí las dos primeras novelas protagonizadas por él. Esta que reseñas la tengo pendiente de lectura, pero antes quiero leer la anterior: Juegos de cloaca. Besos
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