"Tan honesta parece y tan hermosa
mi casta Beatriz cuando saluda,
que la lengua temblando queda muda
y la vista mirarla a penas osa.
Ella se va benigna y humillosa
y oyéndose loar, rostro no muda
y quien la mira enajenado duda
si es visión o mujer maravillosa.
Muéstrase tan amable a quien la mira
que al alma infunde una dulzura nueva
que solo aquel que la sintió la sabe."
(Saludo a Beatriz. Vida Nueva. Dante Alighieri)
Si hay algo que me gusta de las historias breves, de una novela corta, es la precisión narrativa del autor al contarnos los hechos; hay novelas, historias, que se pierden en un mar de rodeos y un sinfín de páginas que nada aportan a la propia historia y mucho aburren a los lectores. Para escribir una novela larga hay que ser un gran maestro contador de historias para contar al lector lo que precisa contar sin caer en la redundancia o el erre que erre narrativo, alargando los capítulos con insustanciales datos o descripciones que nada traen a cuenta; no por escribir una novela de 1000 páginas se es mejor escritor, si setecientas de esas páginas son irrelevantes para la historia narrada y sobre todo, para aportar notas o poner en antecedentes al lector.
Cuando una novela larga incita al lector a saltarse párrafos enteros o incluso páginas, mala señal es esa.
Claro que igualmente importante es el dominar el relato o la novela corta. Contar una historia sin caer en la tentación ni en la necesidad de alargarla más de lo necesario, solo por no saber compilar información y transmitirla al lector, es también obra de un gran escritor. Y escribirla no dejando la historia incompleta y al público insatisfecho y algo perdido, también necesita de un experto manejo de la narración.
Lo he dicho mil veces. La cuestión no es lo que se cuenta, sino como se cuenta.
No lo sabes todo. Y doy fe de ello, pues si crees que una nueva novela de Aurea-Vicenta González es más de lo mismo, no tienes ni idea de lo que dices...
EL LIBRO.
Beatriz Ruso vio como su vida cambió de la noche al día cuando recibió anonimamente un valioso tesoro; no solo cambió su existencia y truncó la tranquilidad de su vida en un vaivén de emociones, peligro e incertidumbre, con el paso del tiempo, aquella fatídica "casualidad", le trajo lo que más ama en el mundo, su marido Matías Ende.
Pero una valiosísima joya que está en su poder, volverá a ponerla en el ojo del huracán y todo lo que creía saber no será más que un segundo en el reloj de la Vida; una joya fabulosa, tres mujeres en la Historia unidas por un nombre y una fastuosa perla, siglos de misterio alrededor de ella y sus poseedoras y una carga tan pesada que solo la generosidad y el amor serán capaces de mitigar.
Misterio, leyenda, Historia y aventura en esta novela en la que por mucho que creas saber, en realidad, no sabes nada o bien poco.
LA OPINIÓN DEL GATO.
"No lo sabes todo" de Aurea-Vicenta González, es la continuación de "Pasión por los enigmas", que si bien se pueden leer perfectamente por separado, para los que hemos leído y disfrutado la novela anterior, esta llega como agua de mayo a nosotros; en mi caso concreto es que me quedé con ganas de más, tanto me gustó la historia que me negaba a conformarme con el "fin" de la misma. No, no, la historia era muy buena y había que saber más, indagar y bucear en los antecedentes de los personajes y aceptamos joya como un personaje más, claro que sí. Si a mi pasión por la Historia le unimos mi más absoluta fascinación por el misterio, no puedes escribir una novela sobre ambos y dejarme con la sensación de que de esa historia, pueden surgir otras historias más; y como si me hubiera leído el pensamiento, Aurea-Vicenta va y me da dos tazas de caldo.
Y no me ha defraudado en absoluto.
La nueva entrega es si cabe más precisa y directa que la anterior; su estilo narrativo, tan austero, tan elegante, tan inglés -y es que nadie como los grandes autores ingleses para contarnos una historia y no perder la compostura ante la misma- tan apasionante, y es que quien se entrega a la historia tanto como al lenguaje que se utiliza en ella, no solo es una gran escritora es que además es una amante de la lectura.
Si existiera un protocolo para escribir novela de misterio, Aurea lo cumpliría magistralmente; los que amamos la novela clásica de misterio agradecemos a la autora que nos haga sentir, como lo hacíamos en aquella juventud que ya parece tan lejana y en la cual Agata Christie y un rincón alejado del mundo nos servía en bandeja una experiencia que hasta entonces nos era ajena: la aventura de leer una historia impecable y atrayente a la vez.
No tengo reparo en decirlo, y lo digo por que así me siento con sus libros, así me hacen sentir sus historias: Aurea-Vicenta González, Señora de las Buenas Letras.
Gracias por hacerme sentir siempre como la fascinada alumna ante su querida maestra.
"Sobre el cándido velo, orla de oliva
Dama me apareció, tras verde manto,
vestida de color de llama viva."
NO LO SABES TODO
Aurea-Vicenta González
ISBN: 978-84-15799-66-5
Editorial El fantasma de los sueños
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La novela en ebook, aquí
Una Reseña de Yolanda T. Villar
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RESERVADOS
Cualquier mensaje que pueda escribirte aquí, Yolanda T. Villar, uno de los muchos que he ido pensando en estas horas que han transcurrido desde que leí tu reseña sobre NO LO SABES TODO, se queda deslavazado y sin sustancia comparado con la gratitud y la gran emoción que me ha invadido al repasar tu escrito.
ResponderEliminarImaginar una historia, darle forma y dejar que los asuntos se deslicen por las líneas que compondrán una novela siempre es una aventura de riesgo pero que tras leerla, con ese verbo inspirado que posees me digas cosas tan positivas como las que has publicado en El Gato Trotero compensa con creces las incertidumbres.
Gracias, Yolanda T. Villar. Un gran y sentido abrazo.
Comparto la página.
Favor el que tú me haces a mí, facilitándome el trabajo Aurea! me encanta leer y que la lectura me haga sentir, estremecer, sonreír y todo sin grandes pretensiones, solo por disfrutar tú escribiendo y yo leyendo ¡Eso es maravilloso!
EliminarHace poco me acusaron de ser muy dura con un autor, según él tanto que no autorizó la publicación de su reseña y yo no pude más que decirle ¡Digo lo que siento al leerte! si no me emocionas, si no me haces tener ganas de seguir leyendo, si no puedo más que desear cerrar el libro ¿qué sentido tiene?
Pues ese es el sentido, el de sentirse mejor al leer. Y yo me siento mejor al leerte a ti.
Mil besos y sigue siendo tan honesta escribiendo.
Yolanda.