"Yo conocí un planeta tan pequeño
que solo había un gato y un ratón,
un árbol y una casa con su dueño,
y un Rey que se llamaba Gordinflón.
El gato y el ratón se peleaban
y el rey ponía paz con su bastón,
el dueño de la casa se enfadaba
gritándoles al gato y al ratón.
Cómo eran tan poquitos habitantes,
el Rey, el hombre, el gato y el ratón,
decidieron que debían ser felices
cantando bajo el árbol su canción..."
(El Planeta Pequeño, canción infantil)
Cuando era pequeña, mi abuelo me contaba maravillosos
cuentos antes de dormir, y recuerdo con especial cariño el de La Cigüeña, la
cual, tras volver de un largo viaje por el mundo se encontraba con la terrible
noticia de que el campanario de la iglesia en dónde tenía su nido, se
encontraba totalmente derruido; la pobre preguntaba a otras aves por lo
ocurrido, pero nadie sabía decirle que era lo que había pasado, pues un día al
despertar, este ya estaba en el suelo, convertido en un montón de escombros. La
cigüeña preguntaba por todas partes y a todo aquel que se encontraba, por el
motivo por el cual el campanario se había venido abajo…Y esto es lo mejor de
este cuento ¡Que cambiaba cada vez que mi abuelo me lo contaba! ¿Cómo me iba a
importar que una y otra vez me contara el mismo cuento si en el fondo, cada vez
era distinto? Y creo que de ahí me viene mi pasión por los cuentos, tanto por
leerlos como por escribirlos. Me apasionan.
El primer cuento que escribí tenía como protagonista a un
gato verde y a una niña flacucha llena de pecas que vivía mil aventuras junto a
sus amigos del colegio…con los años, el cuento fue reescrito en dos ocasiones,
la primera transformó al gato verde en un gato de mil colores y ambos, buscaban
una cura para todos los niños enfermos del barrio en el que vivía. La segunda y
definitiva versión, escrita más de 30 años después del primer cuento, los gatos
de colores y la niña, Carlota, buscaban la mejor manera de hacer llegar al
“Mundo de los Gatos de Colores” a todas esas personas que dejaban el mundo de
los vivos. Así me marcó a mí la muerte de un amiguito víctima de la leucemia,
tanto, que aquel cuento fue escrito por y para él, y hoy en día, cada vez que
veo una gata tricolor, no puedo evitar pensar en mi amigo Sergio.
El cuento de Carolina
Olivares,” Siri Ocra y el Mundo de
lo absurdo”, ha despertado en mi de nuevo esa pasión por los cuentos y ese
recuerdo a Sergio, que si bien nunca
muere en mí, a veces se aletarga con el paso de los años; ambas tenemos algo en
común, un cuento escrito de niñas y que nos ha acompañado hasta el día de hoy,
y que sin género de duda, nunca nos abandonará, pues están escritos con el
corazón en la mano y los vestigios de las niñas que fuimos.
Un cuento nacido de la imaginación de una niña, y hecho
realidad por la ilusión y la entrega de una mujer que no deja de sentirse
pequeña nunca. Una gran historia de
seres pequeños, con una grandiosa finalidad: entretener, enseñar y ayudar a
otros pequeños seres de gran corazón, los niños. Así es Carolina. Así es Siri Ocra y
el Mundo de lo Absurdo.
¿Dónde está en realidad el Mundo de lo absurdo? ¿Quién es
más absurdo en realidad, el que no cree en la magia de otros mundos, o el que
vive feliz en otros universos que se escapan a nuestro entendimiento?
EL LIBRO
“ Siri Ocra vive
feliz y seguro en el País de la Armonía,
en la Aldea de las Orquídeas para ser
exactos, junto a otros muchos duendes como él; el país está situado en el
centro de un extraño planeta con forma de rombo, en el cual, los días y las
noches suman en su conjunto 14 horas. Pero un día, esa felicidad y sobre todo,
esa seguridad, se ven amenazadas por una terrible tormenta que pone en serio
peligro la existencia de su mundo y de los seres que lo habitan; Siri Ocra huye espantado por los terribles
rayos y truenos que caen sin piedad sobre su aldea, sin darse cuenta de que se
aventura hacia una de las zonas más peligrosas del país: El Bosque Prohibido. De repente, el duende se encuentra atrapado en
un extraño lugar, el Mundo de lo Absurdo, pero no lo hará
solo, en su aventura por salir de allí y salvar su mundo, le acompañará la Voz
de la Nada, la cual no solo le
propondrá una serie de pruebas −y para conseguir superarlas habrá de utilizar el ingenio, la
astucia y la lógica− sino que además le servirá de
guía.
Una aventura plagada de magia, colores, música y en la que
el lector será parte de la historia. Un libro sin límite de edad, pues tanto
niños como mayores se sentirán irremediablemente atraídos por la aventura de Siri Ocra e involucrados en la solución
del problema.
No hay edad para dejar de sentirse niño.”
Siri Ocra y el mundo de lo Absurdo, conseguirá que el lector,
grande o pequeño, tenga que meterse de lleno en el libro, este no solo le propondrá
una serie de “enigmas”, sino que además le hará viajar hasta El
País de la Armonía, gracias a las magníficas ilustraciones de Nicolás Papenko.
¿Quién puede resistirse a vivir prodigiosas aventuras, sin
salir de casa?
LA OPINIÓN DEL GATO.
Ya he comentado antes lo mucho que me gustan los cuentos
desde siempre, y es por ese motivo que siempre ando a la busca y captura de
estas pequeñas grandes joyas de la literatura, pero no siempre me encuentro con
lo que busco. No es fácil encontrar hoy en día buena literatura infantil sin
caer en los extremos de ñoñez o de exageradas historias fantásticas más aptas
para adultos que para niños, hay muchos relatos escritos para niños, pero pocos
cuentos creados por y para ellos que les despierte la imaginación, las ganas de
leer, les avive la curiosidad y sobre todo, les divierta enseñándoles; yo busco
autores y cuentos continuamente para traer a este curioso Tejado −en el que
habita un peculiar Gato, trotero y blanquinegro−,
no solo un abanico de títulos, sino buenos cuentos que sean justamente eso,
Cuentos, y no me resulta fácil. Pero en esta ocasión he disfrutado mucho con
esta fantástica aventura de tan peculiar protagonista, Siri Ocra, nacido de la
mente y el corazón de Carolina Olivares;
puede, tal y como dice la propia autora, que es un cuento nacido en la
imaginación y la inquietud de una niña, y tal vez por eso, se disfruta mucho
más pues solo de niños somos capaces de adentrarnos sin miedo en los recovecos
de la mente, allá donde vive la imaginación más desbordada, la que nos permite
adentrarnos en otros mundos, tantos como
somos capaces de crear. Por muchas revisiones, correcciones y actualizaciones
que la autora haya hecho al cuento con el paso de los años, el espíritu con el
que fue concebido está presente en todo
el libro. Y ahí reside su magia, su poder, su encanto, su chispa.
Lo leía y pensaba en aquel cuento de La Cigüeña que me contaba mi abuelo, y cómo yo le contaba a él
otros muchos, inventados todos, y lo muchísimo que disfrutábamos ¡No cambiaría
esos momentos y esos recuerdos por nada! y al leerlo, esos tiempos han vuelto a
mí, y me ha encantado esa sensación atemporal, ese dejà vú, ese cosquilleo por vivir lo que estás leyendo o lo que te
están contando, a partes iguales; si, Siri
Ocra y el mundo de lo Absurdo, no tiene edad asignada, ni para él mismo, ni
para aquel que se atreve a adentrarse en ese loco mundo y compartirlo con los
que quiere.
Un libro fácil de leer, y si surge alguna palabra
algo más rara de lo habitual en el lenguaje de los niños, la autora la explica
de manera sencilla junto a una imagen del Siri Ocra, casi podría decir que el
cuento tiene su propia “Siripedia”, una
gran idea y un acierto por parte de la autora, sin duda; la narración es
ligera, atractiva, chispeante, emocionante y emotiva en algunas ocasiones, y
por si esto fuera poco, los bonitos dibujos que acompañan la historia, la hacen
más atractiva al lector, más amena incluso, y sobre todo, muy gráfica.
¿Lo recomendamos? ¡Por supuesto! y es más, casi daría la
orden de que los nietos se lo regalen a sus abuelos ¡Vamos chicos, devolvedles
todo lo que hacen por vosotros día a día, demostradles lo mucho que les queréis!
y hacedlo de la manera más bonita que existe. A través de un cuento.
Y no puedo olvidar recordaros a todos que no solo se trata
de un bonito cuento, apto para todas las edades, además es una más bonita forma
aún de ayudar a quienes necesitan de nuestra solidaridad, nuestro apoyo,
nuestro cariño más que nunca, en esta ocasión es para ayudar a Markel, un niño con “piel de mariposa”
y difundir esta enfermedad que jamás, jamás, al igual que ninguna otra, debe
caer en el olvido. Saber es poder. Ya van dos ediciones ¿Conseguimos entre
todos, ir a por la tercera?
A la espera de que Carolina Olivares nos deleite y emocione,
con las siguientes dos partes de la historia que nos tiene prometidas, desde el
Gato solo podemos deciros:
¡A “Siri Ocrarizarse”!
SIRI OCRA Y EL MUNDO DE LO ABSURDO
Carolina Olivares
Ilustraciones, Nicolás Papenko
ISBN: 9788494152276
UNA RESEÑA DE YOLANDA T. VILLAR
©TODOS LOS DERECHOS
RESERVADOS
¡Ya lo tengo! ¡Gracias nenis, la semana que viene que empiezo las vacaciones me pongo con él!
ResponderEliminarBesis besis
Una elección de lo más acertada. Te va a encantar.
EliminarDisfrútalo y se feliz!