jueves, 16 de julio de 2015

ENTREVISTA CON...Anamaría Trillo


(Imagen de mundopalabras.es)



GT- Enhorabuena Anamaría por esta su primera novela, que ya va por su segunda edición. El listón estaba muy alto tras El Faro de Umssola, su libro de relatos, cada uno de los cuales ya es una pequeña novela en sí misma; como lectora he de decirle que ha superado mis expectativas y con creces, pero ¿y como autora?, ¿ha sido tal y como se fraguó en su mente o la criatura ha superado incluso lo que se esperaba de ella?

AT- En realidad ha superado todas las previsiones que pudiera haberme hecho cuando comencé a escribirla. Sí que es verdad que sabía que, si conseguía terminarla, saldría una novela extensa porque quería contar muchas cosas, pero no pensé que acabaría siendo de esta magnitud, ni que tendría este calado literario, por decirlo de alguna manera. Cuando estaba escribiendo, me asaltaban muchas dudas; escribir y acabar una novela es luchar permanentemente con el temor de que lo que estás haciendo de verdad sea bueno o no; luchar incluso con uno mismo para no dejar la historia a la mitad y rendirse. Supongo que a todos los escritores nos pasa. Cuando puse el punto y final fue cuando me di cuenta de hasta dónde había llegado la historia que comenzó con unas pocas líneas.

GT-  ¿Cómo ha sido el proceso de creación, Anamaría? ¿En algún momento llega a ser una pesada carga? de ser así ¿Cuándo llega el alivio? ¿Al acabar la novela, al publicarla, al ver las primeras impresiones del público?

AT- El proceso ha sido muy duro porque la novela es muy extensa, tiene mucho contenido, no puedes dejar flecos en la historia... debes avanzar, pero a la vez cuidar el estilo. Muchas veces escribes y borras, cambias cosas, vuelves a cambiarlas, pones lo primero que habías puesto... lo vuelves a quitar... Es un trabajo muy arduo, sin duda algo que si a uno no le gusta no hace de buen grado y por amor al arte. Creo que no es una carga pesada, a veces te sientes sobrepasado, dudas de que puedas acabar la historia, de que se cierre el círculo, pero no es una carga pesada. A mí no me lo parece al menos, pasar horas y días, semanas y meses con la mente “entretenida” en crear algo es en verdad maravilloso. Yo creo que llevo imaginando historias desde que tengo uso de razón. En cuanto al alivio, creo que el alivio llega sobre todo con las impresiones del público. Es cierto que verla acabada es un momento apoteósico, verla publicada es maravilloso, pero el alivio del que hablamos es cuando te das cuenta de que han merecido la pena cada hora y cada sacrificio, es cuando la gente la lee y dice que le gusta.

GT- La exactitud de hechos y fechas de la época, no solo da verosimilitud a la historia, también indica que el proceso de documentación ha sido intenso, una ardua tarea –algo que como lectora le agradezco enormemente− ¿Es esta la parte más ingrata de la creación literaria? al menos eso es de lo que se quejan bastantes autores, sin embargo le confieso que mi pasión por la Historia es tal que buscar en la hemeroteca es un deleite en sí mismo…

AT- La documentación es muy laboriosa, pero a mí me gusta mucho. Soy bastante aficionada a la Historia y gracias a mi formación como periodista sé que tengo que contrastar los datos y estoy acostumbrada a bucear en la información. Para mí ha sido apasionante. Yo quería una historia que fuera muy creíble y contextualizarla en un Madrid real ha sido la clave.

GT- Hablemos de Margarita. La adoro, que puedo decirle, es un personaje que despierta ternura al principio de la novela, nos emociona a lo largo de la misma y se convierte en un ejemplo de coraje al llegar al final ¿Deshojó su propia margarita buscando a su protagonista o ella la buscó a usted para que contara su historia?

AT- Margarita vivía en muchas de las historias de mujeres que he escuchado a lo largo de mi vida. Me gusta mucho escuchar a mis mayores, sus “batallitas”, y la historia de la joven que deja su familia para ir a trabajar a la ciudad es algo muy común en mi familia y en miles de familias españolas. Como personaje, al principio, Margarita se dejaba hacer, yo la cree como quise, pero al final, el personaje parece hacerse de carne y hueso y pide hablar por sí mismo. Llega un momento en que no necesitas inventar lo que va a decir, simplemente lo sabes porque ella no eres tú, no hace lo que tú harías, hace lo que una persona real. Al final parece que estuviera contando lo que la propia Margarita ya me ha relatado previamente. Mucha gente me ha preguntada si es así, si Margarita es real y es alguien de mi familia.

GT- A través de los recuerdos de mis abuelos supe de otras tantas Margaritas, varios Isidros, algún que otro Juan y bastantes Orestes. Los personajes de su novela rezuman vida por los cuatro costados, son reales, tangibles, nada estereotipados a pesar de desempeñar un papel “típico” en la época ¿También a usted en su niñez le contaron historias de otras Margaritas? ¿De dónde bebió esta pasión por el tema? es que si no es pasión el escribir así no sabría cómo definirlo.

AT- Cuando escribo no estoy sola con mi ordenador, mi bolígrafo o mi folio en blanco. A mí me acompañan mis fantasmas, las cosas que me obsesionan, las que me preocupan, las que me gustan, los recuerdos propios, los que he generado a partir de lo que me han contado... Cuando comencé a escribir Amaneció de nuevo Madrid me senté con todos ellos y nos pusimos a trabajar. Estaba realmente obsesionada con la verosimilitud, con escribir una historia que pareciera real y por eso he tratado de construir personajes muy humanos, que se equivocan, que son imperfectos... esta no es una historia de superhéroes y supervillanos... esta historia es como la vida misma.

GT-  Su novela me ha llegado a las entrañas, pues dejarla solo guardada en el corazón es como dejarla a media voz, es una historia que corre por las venas. Ha sido usted muy valiente y se nota que ha dejado parte en su libro de esas entrañas, de ese corazón, de su corriente sanguínea, y digo lo de valentía porque parece que reivindicar la memoria histórica resulta incómodo para ciertos sectores, que son muchos los que se empeñan en que olvidemos y no se remueva el pasado. Que incongruencia ¿Cómo no repetir la historia si ignoramos nuestro pasado? Anamaría ¿Cree que estamos condenados a no entendernos nunca, que siempre habrá dos Españas? ¿Seremos capaces de repetir los errores del pasado porqué no somos capaces de perdonar pero intentamos a toda costa olvidar? ¿Qué será de nosotros en un futuro si no respetamos las ideas y el sentir ajeno?

AT- En mi opinión, en España no hemos cuidado bien de nuestra memoria histórica. Parece que estuviéramos obsesionados por olvidar, como si fuera sinónimo de perdonar, pero no es cierto. Y creo que olvidar de dónde venimos no nos ayuda a saber a dónde vamos. En nuestro país, quizás propiciado por un sistema educativo en el que no se aprende suficiente historia, el grueso de la población desconoce en gran medida nuestro pasado. No sé si es porque así pretenden que olvidemos, pero lo que está claro es que, por ignorarlo, no vamos a conseguir que se cicatricen las heridas ni se limen asperezas. No me gusta que haya una sola España, ni que haya dos Españas... creo que eso fomenta odios que se van heredando generación tras generación. Creo que es mejor que haya muchas Españas tolerantes, flexibles, dinámicas, dispuestas a escucharse y aprender; la política y la convivencia deben ser plurales, nadie debe imponer su opinión... Debe prevalecer el interés general, pero ya sabemos que eso no es así... prevalecen los intereses económicos, el poder, el minar lo que han hecho los otros, quitar al adversario del sillón para sentarte tú... en fin, esto daría para mucho y acabaríamos aburriendo a los lectores.

GT- Muchas gracias por su tiempo, por sus palabras, su amabilidad y sobre todo, muchas gracias por esta novela. De corazón.

AT- Muchísimas gracias por vuestro apoyo, siempre es un placer charlar con vosotros. Gracias por vuestra labor cultural.









Una entrevista de Yolanda T. Villar

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1 comentario:

  1. Enhorabuena Anamaría, tan amable y sencilla como buena escritora.
    Saludos

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