El funeral - MUESTRA NACIONAL CÓMICOS 2020

 

Oua Umplute: El funeral

A buen seguro que la práctica totalidad del público que nos congregamos el pasado fin de semana en la Sala Florida de Alfaro (La Rioja) nunca hubiéramos pensado que un funeral podía acabar convirtiéndose en un evento festivo de primer orden, y que la muerte de un ser querido y su recuerdo respetuoso, pudiera dar lugar a un desenfreno de música arrebatada y carcajadas en bucle. Y es que la compañía de teatro Che y Moche, desplegaron sobre las tablas del escenario de la ciudad de las cigüeñas las velas de un buque cómico que hizo las delicias de ese público fiel que asiste a la muestra año a año para batir su mandíbula sin freno hasta desencajarla con propuestas como este "El funeral(Oua Umplute)".

Un grupo de músicos zíngaros de origen húngaro, o ruso, o quién sabe qué porque el idioma con el que se comunican entre ellos no está del todo definido aparece en escena con el gesto compungido. Se trata de una familia que se gana la vida ofreciendo su talento musical de manera ambulante. Uno de ellos porta en sus manos una urna roja con los restos del fallecido abuelo Dimitri, figura clave para todos ellos, pues fue el ideólogo de su forma de vida, quien les enseñó a tocar sus instrumentos y quien los agrupó a todos ellos para vivir como músicos. Es de esperar, por lo tanto, que busquen homenajear al abuelo de la mejor forma que saben: darle vida a través de la música. Sin embargo, cuando apenas uno de ellos abre la urna que contiene las cenizas y se de el primero de los accidentes, comenzarán a sucederse situaciones alocadas que quedarán muy lejos de ser respetables con el abuelo Dimitri, al menos en lo que se refiere a sus restos.

La música que suena es un ejemplo de pluralismo, pues tiene sus orígenes en tierras de Bulgaria, Rusia, Rumanía, Ucrania, los Cárpatos... Un aroma del este inunda la platea al completo, y si uno cerraba los ojos mientras sonaba el virtuoso violín de Teresa Polyvka, podía imaginarse recorriendo las calles de alguna ciudad amurallada en aquellas tierras de frontera entre las civilizaciones cristiana y árabe, de cuyo irremediable contacto surgieron melodías mestizas de una belleza exquisita. Esas melodías fueron las que eligió el abuelo Dimitri para que su memoria fuese honrada, y por ello, junto al violín, sonó un saxofón con clarividencia gracias a Joaquín Murillo (también director del montaje), además de la guitarra siempre afinada de Kike Lera o de la vibrante batería de David Sánchez.

A través del talento de todos ellos, del humor gestual y en ocasiones absurdo con el que se suceden los sketches, se da entrada a las diferentes piezas que dan luminosidad y alegría al recuerdo de los muertos, convirtiéndose la música en un instrumento util y determinante para lograr la catarsis que transforme la tristeza por la pérdida de un ser querido en la celebración de su personalidad, sus recuerdos y los valores que sembró para que fuesen recogidos por su familia y amigos.

Se trata de un montaje muy dinámico, en la que el director da rienda suelta a la capacidad de improvisación de los músicos actores para que ofrezcan lo mejor de sí mismos, y haciendo partícipe al público de la propia obra, pues alguno protagonizará en primera persona un pedazo de espectáculo. El público, puesto en pie y aplaudiendo con entusiasmo el número final, despidió a esta compañía que, lejos de venir del Este de Europa, procede de la capital aragonesa, como bien aclaró en el último instante el director. Fue esta su última sorpresa con la que dieron por finalizada su actuación, y los espectadores se marcharon con la música en los talones, con ese runrún típico de las obras que dejan tan buen sabor de boca que el público lo sigue paladeando después de que el telón haya caído. Luego llegan las sonrisas, el cruce de miradas entre los conocidos, y la satisfacción por sentir que el precio pagado por lo visto durante 100 minutos ha sido un regalo.

Músico Actores: Tereza Polyvka, Kike Lera, Joaquín Murillo, David Sanchez

Dirección: Joaquín Murillo

Diseño de luces: Tatoño

Diseño de vestuario y escenografía: Producciones Che y Moche

Diseño gráfico: Cristina Castel, Daniel Viñuales (Publicomp)

Producción – Distribución: Producciones Che y Moche

Redacción:
Santiago Navascués

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