FORMAS DE LA PRIMERA PERSONA de Francisco Martínez Domínguez

En mi opinión

encontrar a alguien no tiene,

en absoluto,

nada que ver con encontrarse con alguien.

Lo primero,

puede,

simplemente,

buscarse.

Lo segundo,

simplemente,

ocurre.

Que te ocurra, no es fácil.

Que ocurra a los dos a la vez.

lo es menos.

(Lo difícil es encontrarse. Francisco M. Domínguez)

«Debajo de tu piel vive la luna». Así acaba el poema de

Pablo Neruda Oda a la bella desnuda.

Oda a la bella desnuda y otros escritos de amor, es el

primer libro de poesía que leía en mi vida. Solo hace unos

pocos años, sin saber todavía por qué, en aquel momento, me

quedó esta última frase. Al cabo de un tiempo, vi que la luna

vivía en todas partes.

Así empecé a escribir.

Francisco Martínez Domínguez

En este segundo poemario de Francisco Martínez volvemos a encontrarnos con su peculiar forma de hacer poesía, y digo peculiar porque todos pensamos en poemas y enseguida se nos viene a la mente una composición en verso, rima, métrica, algo tipo: "En cuanto que de rosa y azucena, se muestra la color en vuestro gesto, y vuestro mirar, ardiente y honesto, enciende el corazón y lo refrena" si, esos sonetos que aprendemos de memoria de niños y que encasillan el fabuloso mundo de la rima y el verso en un solo formato; pero versar es mucho más que eso, es ir más allá de la rima fácil y la estructura del soneto, hacer poesía es ser capaz de expresar en un verso, un concepto, un pensamiento, un sentimiento  y hasta una historia completa. Es saber plasmarlo y saber hacerlo sentir. Francisco no escribe Sonetos, ni Odas, ni Églogas, ni siquiera Haikus, el poeta barcelonés reflexiona sobre cuestiones aparentemente sencillas que sin embargo nos hacen cuestionarnos los más altos conceptos filosóficos de la humanidad. No, no exagero. En esta obra Francisco se cuestiona algo tan sencillo y  a la par tan trascendental como el YO. Ahí es ná. La primera persona. Decía una vez, aunque no recuerdo con exactitud si fue Dicenta o Merlo, que nada había más difícil que hablar con la voz de una mismo y desde tí mismo, pues interpretar en tercera persona es como correr y gritar por un prado, mientras que hacerlo en primera persona era como declamar en un tunel, con eco y a oscuras -disculpar la imprecisión de la cita, pues así la recuerdo lo que no quiere decir que así la dijera su autor- pero el concepto es este, el de hablar de algo tan propio y a la par tan universal como hacerlo del y desde el Yo.

De nuevo cinco minutos son suficientes para devorar y saciarse de la obra de Martínez Domínguez, 34 reflexiones-emociones-ideas que no necesitan más de cinco o seis palabras algunas, y poco más de una veintena otras, lo bueno si breve no solo dos veces bueno, lo breve ha de ser bueno para no quedar en agua de borrajas; los segundos cinco minutos me han durado diez, el ansia ya satisfecha ha dejado paso a  la degustación  y el tiempo ha pasado sin darme cuenta, las he leído una a una saboreándolas y paladeándolas con calma, para no quedarme con regusto sino con buen sabor de boca. Los siguientes cinco minutos han durado casi veinte, es cuando ya has elegido tus "gotas de almíbar" entre tanto dulce y necesitas libar hasta el fondo cada flor en forma de verso. Ahí van mis libaciones más placenteras:

Mirando unas fotos mías de pequeño

veo que estaba enfadado.

No recuerdo saber por qué  ni con quién.

Sigo sin saberlo.

Por eso sigo , enfadado.

(Fotos) 

Algo parecido a algo me hace sentir algo parecido a ese algo.

(Embolic)

CONCLUSIÓN: Formas de la primera persona de Francisco Martínez Domínguez es un poemario que no es tal, y un compendio de reflexiones que visten emociones y peinan pensamientos, porque más que reflexionar, el autor siente y hace sentir. Cinco minutos que se multiplican cuanto menos versos tiene cada "no poema". No es un libro que se lea, son emociones que han sido capturadas en palabras.  Un viaje al interior de uno mismo a través del un YO ajeno. 

FORMAS DE LA PRIMERA PERSONA

Francisco Martínez Domínguez

Grupo Tierra Trivium

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