LO VI EN SUS OJOS de Luisa Fernanda Barón Cuello

"Era la medianoche, en junio, tibia, bruna.
Yo estaba bajo un rayo de la mística luna,
que de su blanco disco como un encantamiento
vertía sobre el valle un vapor soñoliento.
Dormitaba en las tumbas el romero fragante,
y al lago se inclinaba el lirio agonizante,
y envueltas en la niebla en el ropaje acuoso,
las ruinas descansaban en vetusto reposo.
¡Mirad! También el lago semejante al Leteo,
dormita entre las sombras con lento cabeceo,
y del sopor consciente despertarse no quiere
para el mundo que en torno lánguidamente muere."

(La Durmiente,fragmento, Poe)

Cuando pienso en ciertos momento de mi vida, más o menos importantes pero que me hayan marcado de alguna u otra manera, no puedo evitar pensar en los libros que leí durante esos momentos; hay quien dirá que acordarse de todos ellos es imposible, pues ya sea porque tal vez esos momentos no hayan sido tantos como yo pensaba o porque marcaron un antes y un después en mi vida, los recuerdo con precisión absoluta, es más, si me apuran, podría decir dónde los leí y hasta cuanto tardé en hacerlo ¡No, no me estoy tirando un farol! juro que si cierro los ojos y me retrotaigo a ese momento en cuestión, recuerdo con total nitidez dónde estaba, qué llevaba puesto y por supuesto lo que tardé en leerlos. Para muestra, un botón.
Eran los años de instituto, tenía que estar leyendo La Regenta pues era lectura obligada y entraba en el examen; pues bien, yo estaba en la Hemeroteca, para ser exactos en la fachada, en la cual había unas columnas que rodeaban todo el edificio,sin llegar al suelo,  como a modo de grandes ventanales.
Estaba fascinada por las historias de la escritora P.D James, en concreto la serie de Cordelia Gray, y atinando más todavía, leía "No apto para mujeres"; Una mañana, tardé una mañana en leerlo, lo que duraban exactamente las clases, de 8.15 a 14.00. No voy a entrar en detalles si fue o no fue lo correcto, pues en aquel momento lo que más deseaba era leer ese dichoso libro; nada me podría haber hecho cambiar de idea, ni atraer mi atención, ninguna clase podría haberme hecho olvidar que llevaba ese libro en mi mochila. Éramos Él y Yo. 
La novela negra y yo. El misterio y yo. El Thriller psicológico y yo. Ese es el resumen de mis mejores o peores años, una novela de misterio y el mundo por montera. Son ya muchos años adentrándome, sumergiéndome y bebiendo del género, y topándome con auténticas joyas y morralla por doquier como para poder decir que si bien no soy una experta, se cuando una novela tiene lo que hay que tener para tener al lector pegado al sillón sin importar lo que pasa alrededor.

...Y llegó a mi "Lo vi en sus ojos" de Luisa Fernanda Barón cuello...


EL LIBRO.

Natalia Román, una joven aparentemente como cualquier otra, con un negocio propio y una relación amorosa en ciernes, tiene sin embargo algo que la diferencia del resto, un Don que no ha pedido tener y no desea siquiera entender; pero el Destino es caprichoso y en esta ocasión ha decidido que no importa lo que ella elija ni lo mucho que luche para obviar dicho Don, este se va a convertir en clave para resolver unos terribles asesinatos de mujeres que están atemorizando a la población de Huesca, y ella misma, en juez y parte del terrorífico plan de "El Artista".
Aventura, amor, sexo, miedo, sangre, visiones, sueños, pesadillas, y la ciudad de Huesca en todo su esplendor. Arte, arquitectura, Historia, leyenda, mito y realidad, se dan la mano en una novela que te hará estremecer tanto de placer como de temor...El misterio y la sensualidad, se dan la mano.


LA OPINIÓN DEL GATO.

Cuando me enteré de que la escritora y por otra parte amiga, Luisa Fernanda Barón Cuello había publicado su segunda novela, me alegré muchísimo; no solo es porque la aprecio y se lo duro que trabaja en sus libros y lo mucho que se entrega a este noble oficio de la escritura, noble y puñetero, no nos vayamos a engañar, pues bien sabemos todos los que nos dedicamos a esto lo duro y complicado que resulta hoy en día publicar si no eres una supermega estrella del Best Seller o tienes un "nombre" en la profesión -y no voy a entrar en como se ha conseguido ese "nombre", cada cual ya tiene su opinión al respecto- y es que publicar en este panorama actual y sin ayuda externa una segunda novela, ya es todo un mérito es si mismo y un orgullo que ríase usted del de la condición sexual de cada uno.
Me alegré muchísimo, las cosas como son. Y cuando supe que su segunda novela era un Thriller, casi casi rozando la novela negra, me dije: cuidado, no te dejes llevar ni por la amistad ni por tu gusto por este género, no vayas a cometer el error de otros muchos que incapaces de hacer examen de conciencia y anteponer la amistad o el vínculo familiar a la sinceridad, dicen lo que se espera oír de ellos y no lo que sienten.
 ¡Cuidadito! ¿Serás capaz de dar tu opinión sincera, aún -tal vez- dañando a alguien a quien aprecias? ¿Qué pesa más, quedar bien o -a lo mejor- intentar que se corrijan fallos? ¿De verdad serás imparcial?

Bueno, todas esas dudas y preguntas se irían disipando y contestando según avanzaba la lectura, no hay nada como leer primero, ver que te ha hecho sentir la lectura y después, opinar al respecto. No juzgar, no soy quien, solo opinar. 
La lectura me atrajo desde el principio, ya la idea sola de un thriller que se desarrolla en la ciudad de Huesca es motivo suficiente para querer saber más; es indudable que para utilizar un escenario-personaje como una ciudad hay que conocerla muy bien, ya que tan importante es la descripción de la misma y su papel en una novela, como cualquier otro personaje; a mi parecer, la localización de una historia es tan importante y tiene tanto peso en la novela como la historia misma. 
Y aquí Luisa Fernanda lo borda, no solo conoce su ciudad y la presenta ante nuestros ojos como si de una fotografía se tratara, es que la ama, la siente, la palpa, la sufre incluso, y ha conseguido algo tan difícil, tal y como ya he dicho antes, que es hacerla viva, darle el estatus de personaje ¡Chapeau para la escritora! y reto conseguido. La Realidad y la vivacidad están conseguidas a través de la localización, imaginar en nuestra mente, la del lector,  la novela hecha película, es ya un hecho; es lo que tienen las historias bien contadas, los escenarios nítidos, que las palabras se tornan imágenes sin esfuerzo.
Los personajes se acoplan, se diluyen, se confunden, forman parte de ese escenario, haciendo entre todos, personajes vivos y personajes arquitectónicos, uno solo, una amalgama perfecta de carne y piedra, de presente y pasado, de ser y sentir perfecto; la carga psicológica entre los buenos y los malos, entre Natalia Román y "El Artista", la que lleva cada uno de ellos a sus espaldas llega a traspasar el papel, la propia novela y llegar a nosotros como si fuéramos parte de esa historia que se desarrolla ante nuestros ojos; si bien es cierto que al "malo" le faltaría algo más de desconfianza, algo más teatralidad en el momento final (es que no puedo evitar pensar en los malos malísimos del género, a lo Literati o la Forma de la Serpiente, Followers..) según los finales que a mi me gustan, este, lo hubiera intensificado algo más, aunque también es cierto que el personaje ha superado mis expectativas y alcanzado sin género de duda la categoría de Villano de novela. 


No puedo estar más contenta y satisfecha con la novela de Luisa Fernanda Barón Cuello, "Lo vi en sus ojos", y decir sin miedo a ofender a una amiga ni regalarle los oídos gratuitamente, que estamos ante una buena novela del género Trhiller psicológico, pero habría que añadirle apellidos, pues la autora, fiel a su estilo erótico-romántico, no podía darnos sangre, sin mezclar con otros fluídos. Y a buen entendedor...

Dejémoslo en "Trhillerotismo", que si París bien valió una misa, Huesca bien vale un género literario.

LO VI EN SUS OJOS

Luisa Fernanda Barón Cuello

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Una Reseña de Yolanda T, Villar

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