"Mi hijo me había contado que durante sus visitas al pueblo, la gente se había mostrado algo
retraída con él debido a que era un De la Poer; por análoga razón ahora yo experimentaba el
mismo recibimiento que persistió hasta que logré convencerlos que casi ni tenía noticias de mis
antepasados. No obstante, los vecinos no se mostraban hospitalarios conmigo, razón por la cual
recurrí a Norrys para recopilar todas las tradiciones populares que aún seguían circulando. Lo que
no me podían perdonar era que yo hubiese venido a restaurar lo que para ellos era el máximo
emblema del aborrecimiento; más o menos oscuramente, para todos ellos Exham Priory no era
más que una cueva de monstruos."
(Ratas en las paredes. Lovecraft)
Cuando éramos niños, mis amigos y
yo creamos un club secreto. Eran requisitos imprescindibles entre otros, leer
un libro de Los Cinco, Los Siete
Secretos, Torres de Malory o las Aventuras de Merlín y sus amigos, y por
supuesto, vivir una aventura inolvidable antes de que acabara el verano; al
cumplir los 14 años, las chicas decidimos que ya éramos demasiado mayores para pertenecer a ese club infantil, íbamos
a ir al Instituto y esas chiquilladas ya no iban con nosotras, el próximo
verano crearíamos el “Club Eurípides”
con nuevas normas y por supuesto, otros intereses distintos al infantil Club
los “Piratas sobre ruedas”. Hicimos un pacto con los chicos, ese verano
tendríamos nuestra última gran aventura y un año después, cada cual crearía su
propio club; el verano transcurría y las vacaciones estaban a punto de acabarse
sin que nada extraordinario nos pasase, iba a ser una despedida muy aburrida.
Entonces ocurrió algo que no
olvidaríamos nunca. Organizábamos el cumpleaños de Elenita, como todos los
años, a finales de agosto, días antes de que cada cual volviera a su casa, y
nos dispusimos a organizar una gran fiesta “antigua”, nos disfrazaríamos con
ropa vieja de nuestras abuelas y seríamos
“señoritas con encajes y botines, y chicos con sombrero”. Nada mejor que
la antigua bodega de Elenita, en la que sus abuelos guardaban tesoros dentro de
enormes baúles; y ni cortos ni perezosos, allá que bajamos dispuestos a saquear
cada rincón de la bodega. Fue al saltar sobre un vieja tinaja de vino, cuando
esta cayó rodando por el suelo y se hizo añicos al chocar contra la pared
contraria, ¡nos la íbamos a cargar!...y entonces la vimos. Tras donde segundos
antes estaba la tinaja, había una puerta pequeñita, color verde –los chicos se pusieron
a cantar la vieja canción de ¿Qué habrá tras la puerta verde? – y tras pensarlo poco
y con mucha inconsciencia encima logramos abrirla haciendo palanca con un
atizador de chimenea.
Pasamos de rodillas, todo estaba
lleno de telarañas y las chicas asegurábamos que había ratas enormes que nos
comerían enteras, aunque no vimos ninguna; lo que si vimos era un somier con
mantas y restos de platos, vasos, cubiertos, unas botas, tabaco de liar, una
silla rota y una bota de vino; olía fatal y apenas se podía respirar, varios de
nosotros sentimos un soplo de aire en la nuca y una voz que tosía.
Sobra decir que nos pillaron y
nos castigaron el resto de vacaciones sin bicicletas, pero nos dio igual, pues gracias a ese
descubrimiento, el abuelo de otra de nuestras amigas nos contó que allí decían
que se escondían los maquis de Alarcón durante la postguerra, y que en una
ocasión murió uno de ellos debido a una neumonía, nadie sabe qué pasó con su
cuerpo y nadie habló nunca de ello ¡Tos, oímos toser!...
Sin duda fue la mejor de las
aventuras que podíamos haber tenido. Aunque desde ese momento comencé a sentir
claustrofobia cada vez que bajaba a algún sótano…siento que en cualquier
momento, alguien toserá…toserá…toserá…
EL LIBRO.
“Javier despierta dentro del
maletero de un coche. Se encuentra amordazado y atado de pies y manos, lo
último que recuerda es haber cenado con sus amigos y caminar hacia el aparcamiento
en el cual estaba su coche; un terrible dolor de cabeza le aparta de sus
intentos por recordar algo y traerlo irremediablemente a ese maletero ¿Qué ha
pasado? ¿Quién le ha agredido? ¿Qué pretende hacer con él? ¿Se trata de un
secuestro? Lo que Javier desconoce es que ese oscuro maletero tan solo es la
antesala de la que será su peor pesadilla.
Irene se dirige a su casa
atravesando un parque, es algo que hace cada vez que regresa de hacer la
compra, es tan solo una adolescente que va a tener que vivir la peor
experiencia de su vida, tan solo estaba en el lugar equivocado en el peor de los momentos; cuando abre los
ojos, cree estar viviendo una pesadilla…y sin duda lo es.
Javier e Irene cruzarán sus
caminos y verán sus destinos convertido
en uno solo ¿La unión hará la fuerza o deberán
aplicarse el dicho de ¡Sálvese quien pueda!”
Sótano macabro de Reyes Vázquez es una apasionante y emocionante novela que conjuga con
maestría el terror más absoluto con el thriller psicológico, en el cual, las
emociones recorren, una a una, la mente
de los protagonistas transformando su existencia en una montaña rusa. La
miseria del alma y los más bajos y depravados deseos, chocarán con la fuerza
mental del ser humano y con el principal de los instintos: la supervivencia.
LA OPINIÓN DEL GATO.
Soy de las que piensan que nada
sucede por azar, que todo en esta vida tiene un motivo, y que todo está
relacionado entre sí; no estamos solos en el mundo, ¿por qué entonces nuestros
actos habrían de ser sucesos aislados y
que no afectarán al resto de personas? La novela llegó a mi hace ya algún
tiempo, pero por una u otra razón, su lectura se demoraba, y es que además de no
creer en el azar, estoy convencida de que hay un tiempo para cada cosa y cada
cosa a su tiempo.
Y entonces al fin, llegó el
momento. Estaba de vacaciones, el calor estaba demostrándonos que el infierno
no está tan lejos como pensamos y el hielo picado de un mojito se deshacía a
marchas forzadas; me encontraba cómodamente sentada baja la sombra de mi parra,
el silencio era total, pensaba en los veranos pasados allí mismo, veranos de niñez, de
juegos, de amigos, de aventuras y en ese momento ¡El sótano! aquel sótano que
nos dio nuestra mayor aventura de juventud ¡Y ya hacía de eso treinta años,
treinta años justos! y me moría de ganas de ver a mis amigos y preguntarles si
recordaban aquel verano, y sobre todo aquel sótano. Y no lo pensé dos veces. Me
levanté, fui a por el E-book, busqué Sótano
macabro de Reyes Vázquez, y me tumbé bajo la parra para comenzar la lectura
de la tan postergada novela.
Lo de comenzar es tan solo una
ilusión. Si empiezas a leer la novela de Reyes Vázquez, ya no puedes parar, de
hecho me dio mucha rabia parar para irme
a la cama, aguantar sin saber lo que ocurriría con Javier e Irene, cuando
llevaba más de la mitad del libro leído, era cruel. ¿Por qué había que dormir,
comer, dar conversación a la familia, quedar con amigos? ¡Vamos hombre, que hay
verano de sobra por delante, ahora solo quiero leer y leer! Pero no me quedó
más remedio que esperar unas horas para
retomar la lectura.
Al igual que el autor, mi primero
novela de terror fue “Cementerio de animales” de Stephen King, aquella obra me
marcó e impresionó a partes iguales, y es que algo que no entienden los que me
conocen bien, es como alguien tan miedosa como yo, se pirra por este género
literario; tal vez sea que llevo a cabo la máxima de: la mejor manera de vencer
el miedo es enfrentarte a él. O simplemente que estas historias hacen que me
lata el corazón con fuerza, que la sangre fluya rápida por mis venas y que un
enorme cosquilleo se apodera de mi estómago.
Leyendo y sintiendo Sótano
macabro, he gozado viendo reminiscencias de esas lecturas que autor y
lectora compartimos: Poe, Lovecraft…ha
sido un auténtico deleite y una aventura en si leerla. A ratos el terror más brutal al estilo La matanza de Texas, 13 fantasmas o las
Colinas tienen ojos se apoderaba no solo del libro, si no de esta que leía
sin respirar siquiera, y unas líneas después El silencio de los Corderos, Silent Hill o El coleccionista de amantes aparecían
sutilmente reflejados en la historia de Vázquez.
Para todos los que amamos el cine
y las novelas de terror, el thiller psicológico y las historias
fantásticas decimonónicas , Sótano
macabro es una parada obligada –como La parada de los monstruos− no solo se trata de una novela visual, si no musical.
Creo que este despliegue de buena música la hace todavía más intensa, más
tenebrosa incluso, y es que al igual que cada libro tiene su momento y su lugar,
cada historia tiene su melodía, esa que la hace vibrar, magnificar,
intensificar e incluso, cortar la respiración.
Una novela que hay que leer
en su momento y en su lugar, para poder disfrutarla tal y como se merece; una
novela imprescindible para los amantes de las emociones fuertes, los retos, la
aventura y el terror en estado puro. Magnífica. Tal vez tengan que abstenerse
aquellos que se impresionen fácilmente o cuya susceptibilidad se vea rápidamente
dañada, pero si quieren un consejo ¡Al miedo se le mira de frente y se le
planta cara!
Los sótanos aún pueden ser
más oscuros y fríos de lo que son de por sí ¿O acaso te gustan y te sientes
cómodo en ellos? ¡Oh, oh! Creo que
estamos ante un zapatos viejos…
SÓTANO MACABRO
Reyes Vázquez
Edita Createspace
ISBN-10: 1500341037
ISBN-13:
978-150034103
Una Reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS
RESERVADOS
¡¡¡Que escalofriante!!!
ResponderEliminarLa novela en si misma, la introducción de Lovecraft y el video final ¡ponen los pelos de punta! Reconozco que soy muy miedica para estas cosas, pero al ser novela y no película, tal vez pueda leerla sin morir de un infarto en el intento, jajaja
Besis