Una
de las cosas que más me gustan de trotar sin rumbo por tejados,
callejuelas y callejones, es que da igual lo mucho que me aleje del
lugar que llamo hogar, me basta con mirar al cielo y verla a ella, la
Luna, brillando amplia, redonda y plateada, mirarla y sentirme en casa
de nuevo. Pero claro, es que yo soy un Gato, y Selene, mi madre diosa y
amantísima, mi madre arrulladora y cantarina, mi madre con alma flamenca
y corazón de fado, madre a flor de piel y escondida rosa de plata ¡A ti
te maúllo madre porque alumbras mi claro tejado cuando mis penas me
oscurecen!
Pero es que eso es lo que hacemos los gatos. Amar,
respetar, escuchar y hablarle a la madre Luna. Nunca imaginé que Ella
velara no solo por todos nosotros, sus felinos hijos que tanto la
adoramos, sino por los humanos que ni siquiera saben que sin pedírselo,
también lo hace por ellos. Su nombre fue lo que me atrajo de la portada
de esta novela corta de Luisa Fernanda Barón Cuello. Y lo que fui
leyendo capítulo a capítulo bajo su cautivadora luz, lo que me hizo
devorar página tras página solo para llegar a un final que siempre
sospeché, que Ella no nos falla nunca.
Pero yo soy un Gato, y
jamás dudaría de tan rotunda verdad. Si vosotros, humanos adoradores del
sol, queréis saber cual es esta verdad, tendréis que zambulliros en la
novela para descubrir que pasa cuando llega la noche y la más bella de
las diosas, extiende su mano.
“La novela nos
sorprende desde el principio con un tórrido comienzo, con una pasión que
parece desbordarse por momentos…pero como iremos descubriendo a lo
largo de esta historia, no todo es lo que parece. Lía y Mario, una
pareja que lleva el suficiente tiempo juntos como para conocerse
profundamente y saber lo que esperar el uno del otro, se encuentran de
repente con que ni siquiera se reconocen a ellos mismos, y que sin darse
cuenta, no pueden seguir adelante con sus vidas porque han olvidado que
lo que reprochan en el otro, es lo que les falta a ellos.
Lía
lucha contra sí misma por poder entregar a Mario, lo que ella cree que
él busca en ella, y no se da cuenta que eso que la atormenta no saber
darle, está dentro suyo, solo que se equivoca en pensar que eso único
que cree no tener, es lo que Mario desea de ella. Pobre Lía, lo único a
lo que teme, la entrega física, es lo único que la ata a sí misma.
Mario,
con merecida fama de conquistador, ama a Lía más de lo que ella cree,
incluso más de lo que él mismo imaginó nunca que amaría; no logra
entender ese hermetismo y ese velo con el que Lía cubre sus
insatisfacciones y miedos, sus frustraciones y temores. Mario quiere
luchar sin saber cuál es su guerra, y Lía, incapaz de aceptarse a sí
misma, solo piensa en huir del campo de batalla.
Cada persona tiene una rueda invisible que se mueve a medida que tomamos determinadas decisiones.
Pronto
se unen a estas vacilaciones, llegando a aumentar la frustración del
personaje de Lía, una mejor amiga, Rachel, tan distinta a ella que se
convierte en cara y cruz de su propia moneda, de la propia Lía, desearía
ser como ella al mismo tiempo que la asusta su determinación y
desinhibición. Y Andy, una tabla de salvación de sí misma.
Pero
será Selene el punto de inflexión en sus vidas. A camino entre sueño y
realidad, entre cielo y tierra, entre mar y arena ¿Es el amor un
sentimiento hilado por fuerzas divinas? ¿Somos títeres entre sus manos o
tan solo necesitamos un pequeño empujón para dar los pasos que no nos
atrevemos a dar?
Luisa Fernanda nos presenta una novela en dónde
la magia, los sueños, el amor y los deseos, mueven el mundo, una
deliciosa historia sin más pretensiones que recordarnos que vida solo
hay una, y esta hay que aprovecharla sin dejarnos paralizar por el miedo
ni por los recuerdos de un tiempo que ya pasó, somos nuestros peores
enemigos y solo nosotros podemos negarnos la felicidad, aunque esta esté
tan cerca nuestra que casi logre mordernos.
Nada puede con el verdadero amor, nada. Tal vez ni la muerte”.
LAS HIJAS DE SELENE
Luisa Fernanda Barón Cuello
Argerust.com
ISBN: 9788416091911
Una reseña de
Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Bonita reseña.. Yo solo puedo decir, que ya he leido el libro y que aciertas de lleno al reseñarlo. Dos abrazos, bueno tres.... uno para la escritora, otro para la resenosta/ escritora y otro ...otro o más para ese gato que mira a luna, husmea historias y luego nos las cuenta maravillosamente bien.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bárbara,
EliminarPara este Gato es un placer inmenso contar con nuevos y prometedores autores, nos sentimos un poco mamás viendo a sus pequeños dar sus primeros pasos...ainssss.
Un abrazo para ti Bárbara.
Yo sólo puedo daros las gracias, a la pelirroja, al gato y al que no se ve, que es hace posible que todos podamos disfrutar de este maravilloso blog.
ResponderEliminarEmocionada y muy feliz.
Ha sido un placer inmenso Luisa el poder disfrutar de tu primera novela, la primera pero de muchas más que están por venir, y conocerte mejor.
EliminarHasta pronto y hasta siempre.
Un abrazo
¿Qué añadir a la estupenda sinopsis escrita con tanto acierto como divertida forma por Yolanda T. Villar? ^_^ ¿Qué más decirle a Luisa Fernanda Barón Cuello?
ResponderEliminar¡¡¡FELICIDADES Y ENHORABUENA!!!
Comparto y os dejo un abrazo grande para las dos ^_^
Muchas gracias Vicenta, una vez más.
EliminarViniendo de una gran escritora, es doble honor. Aquí en el Gato te apreciamos y admiramos a partes iguales.
Un beso