¡No os dobleguéis!, gritaban Rulo y Santi. ¡Antes de arrodillaos, dadle el teatro el tamaño que merece!,
proclamaban sus rodillas. ¡Dadle voz a
vuestras rodillas!, sentenciaba el dúo de actores.
Comenzaba el pasado fin de semana
la decimosexta Muestra Nacional de Teatro “Cómicos”
en Alfaro (La Rioja) con una interesante propuesta de la compañía Sexpeare. En ella, Santiago Molero y
Rulo Pardo se interpretan a sí mismos (entre otros) para llevar al espectador a
un viaje desde su pasado vital y profesional hasta hoy cuya finalidad no es
otra que buscar la reflexión sobre qué clase de cultura tenemos, que tipo de
sociedad hemos construido e incluso si nos hemos despeñado a nosotros mismos
por las crestas de la involución cultural, nuestro particular monte Taigeto (escarpada cumbre por la que arrojaban a los niños
espartanos por sus defectos para la guerra) o todavía estamos a tiempo de ser
redimidos. ¡Ay de nosotros si la incultura fuese un defecto que desembocase en
la pena capital… ¡¿Acaso alguien burlaría a la muerte?
Mediante un humor absurdo,
irónico, poliédrico, Santi y Rulo detallan con rotunda solvencia interpretativa
las penurias de la profesión, denuncian la interminable e inabarcable burocracia
de la Administración, o señalan el peligroso abandono de la creatividad y la
independencia para entregarse al gran
circuito de teatros, donde los saltos al vacío no existen porque los
trapecistas dejaron de ser contratados al ser considerados suicidas obscenos en
lugar de lo que siempre fueron: artistas.
En un país en el que las paredes
de las librerías están desnudas de estanterías que le den un lugar a los
libros, o en el que los teatros más prestigiosos mercadearon con sus nombres de
personajes ilustres para renombrarse con el de las grandes marcas comerciales
internacionales, no es de extrañar que, en mitad de un gran vendaval, se siga
soñando con que una cometa en forma de telón de teatro siga tratando de
mantener el rumbo surcando los embates y los azotes de la crisis y sus
elementos.
Cuando la oscuridad de un mundo
que camina hacia la banalidad, lo ligero y lo fácil nos inunda y nos aísla en
el interior de una gruta húmeda y tiznada de miedos, la cultura siempre será
ese camino de baldosas amarillas ilusionantes que nos conduzca hacia la luz.
SEXPEARAMENTE
Compañía:
PRODUCCIONES SEXPEARE
Reparto: SANTIAGO
MOLERO Y RULO PARDO
Dirección y Guión:
SEXPEARE
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