lunes, 24 de julio de 2017

LA TERNURA. XVIII Festival de Teatro Clásico de Olite


De común acuerdo estaremos todos si decimos que hombres y mujeres son tan iguales como distintos. Y no puede ser de otro modo, pues si no hay dos hombres iguales… ¡cómo iban a serlo un hombre y una mujer! Sobre la diferencia que nos separa a hombres y a mujeres se ha escrito mucho, desde ensayos muy sesudos hasta las chanzas más arrabaleras.

Podría decirse que están todas las líneas trazadas, y que existiendo tantas distancias, sería imposible siquiera el roce entre los unos y las otras. Y sin embargo, se produce: confluyen y se entregan, y fruto de esa unión que surge de alguna extraña magia brujeril, vendrán nuevas generaciones que continuarán con el discurso de la diferencia, que reinterpretarán los textos ya escritos para, con sus palabras, que serán renovadas por ser otras, decir lo mismo. Y la rueda del tiempo seguirá girando, y el destino, haciendo uso de esa magia llamada amor, callando voces, tapando bocas e igualando a los distintos.



De gala se vistió Olite para acoger la inauguración de su Festival de Teatro Clásico. En su mayoría de edad, pues son ya dieciocho las ediciones que suma, el coqueto pueblo medieval vistió de butacas las fachadas de sus edificios más emblemáticos, incluido, como no podía ser de otro modo, el propio Castillo-Palacio, residencia de verano de los antiguos Reyes de Navarra. Una apuesta original y desenfadada por transmitir al siempre nutrido grupo de turistas y visitantes de la población que la magia del teatro lo impregna todo en Olite, y que en cualquier esquina puedes ser portado hasta lejanos países o ricas cortes palaciegas con sólo dejarse seducir por el embrujo de los actores.

Se colgó el cartel de No hay entradas, y al estreno asistió la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barcos, lo cual, en estos tiempos de desapego y desprecio del poder hacia el pensamiento libre (y crítico), es una buena noticia, ideas políticas a un lado.

Alfredo Sanzol, uno de los directores más destacados del panorama nacional, nos regalaba ayer una propuesta basada en las comedias de Shakespeare. Si bien es cierto que en el programa de mano indica que hunde su idea en La tempestad, durante toda la obra hay guiños más o menos visibles al resto de sus obras. Así algunos pasajes recuerdan al Sueño de una noche de verano o se alude en los diálogos, por ejemplo, a Las alegres comadres de Windsor.


Esta obra cuenta cómo la Reina Esmeralda, aborrecida por los hombres que han pasado por sus vidas ya que éstos nunca les han permitido ser libres, decide aprovechar un viaje en el que es embarcada junto a sus hijas Rubí y Salmón para hacer justicia con su destino. El rey Felipe II quiere casar a las princesas en Inglaterra para establecer relaciones de interés, y suben a uno de los barcos de la Armada Invencible. La reina, que es un poco maga y que durante la travesía avista una isla desierta,  decide provocar una tormenta que hace perecer en el océano decenas de barcos y vidas. Tras conseguir llegar sanas y salvas a la isla, y creyendo que al fin podrán ser dueñas de sus propias vidas sin hombres que las dobleguen, descubren para su desgracia que veinte años antes un padre (Marrón) y sus dos hijos (Verdemar y Azulcielo), leñadores todos, hicieron lo propio, hartos como estaban de ser controlados y chantajeados por las mujeres, a quienes ven como seres demoníacos, con pieles de sapo que supuran venenos. Será entonces cuando se vistan de soldados con los restos salvados del naufragio para ocultar su identidad y tratar de engañar a los moradores de una isla no tan desierta. A partir de ahí, comenzarán a sucederse los gags, los malos entendidos, enredos imposibles y el nacimiento de unas incipientes atracciones entre los más jóvenes de cada lado de la partida de ajedrez entre sexos.

El trabajo interpretativo de los actores es brillante, con unas princesas y unos hijos leñadores ágiles en los diálogos y chispeantes en gestos. El duelo entre los protagonistas, la reina Esmeralda y el leñador Marrón, queda en unas intensas tablas que beneficia al espectador, pues el despliegue de la vis cómica de ambos es tal que son capaces de crear un murmullo risueño en el patio de butacas con apenas una mueca. El ritmo dinámico que establece la dirección consigue que las dos horas que dura el espectáculo no pese en absoluto, consiguiendo llegar al final como un terratrèmol valenciano, ese terremoto explosivo apoyado en explosiones aéreas que pone el broche de oro a una buena mascletá.

La ternura es una apuesta no ya por el entendimiento entre los sexos, siempre en constante lucha acallada por los lazos envolventes y calmos del amor, sino por la reivindicación de la libertad de actuación, por ser cada uno el protagonista de su propia vida, sin imposiciones ni prejuicios de ninguna clase, aunque lleguen de los padres, que harían lo que fuese porque sus propios hijos nunca se viesen perjudicados en modo alguno. Es un clamor al derecho incluso a equivocarse, pero gozando siempre del bien superior que es la LIBERTAD de poder hacerlo. Tiempo habrá de levantarse tras el tropiezo, y de lamerse las heridas que causen los daños para no volver a padecerlas.




COMPAÑÍA
Teatro de la Ciudad

DIRECCIÓN
Alfredo Sanzol

REPARTO  
Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández,  Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón

EQUIPO ARTÍSTICO/ TÉCNICO 
Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar 
Iluminación: Pedro Yagüe 
Música: Fernando Velázquez 
Ayudante de direcciónBeatriz Jaén 
Ayudante de escenografía y vestuarioAlmudena Bautista 
Producción ejecutivaJair Souza-Ferreira 
Ayudantes de producciónElisa Fernández y Sara Brogueras 
Dirección de producción: Miguel Cuerdo 
Comunicación: elNorte Comunicación

Facebook de la Compañía


Redacción y Fotografía:
Santiago Navascués

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

19 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta crónica y que bien que se colgara el cartel de aforo completo, eso es todo un lujo. Besos, Loki

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    1. ¡Hola cielo!
      Si, la verdad es que si, conforme está el patio y los precios e impuestos a la cultura...en fin, que si me pongo a hacer política no paro, jejeje.

      Un besito.

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  2. Hola bonita, te quedó muy completa la reseña de esta obra, yo la verdad poco voy al teatro porque lo que me gusta más son los musicales y en mi país no suelen hacer tantos como quisiera.
    ¡Un beso!

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    1. Hola guapa!
      Es que nosotros somos muy teatreros, jaja. Los musicales me encantan pero el teatro clásico me encandila.

      Besitos 💋💋💋

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  3. Un marco incomparable para una representación de este estilo
    Besos

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    1. Holaky!!

      El lugar es precioso, aún embellece más el Teatro.

      Un besín 💋

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  4. Una entrada muy diferente a lo que nos tienes acostumbradas. Sin duda, excelente.
    Aunque yo de teatro poco, poco. Ya me cuesta ir al cine de lo nerviosa que soy imagínate al teatro.
    Pero agradezco entradas como éstas, completamente diferentes y buenas.
    B7s

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    1. Hola Ali!
      ¿Diferente, mejor? No me extraña, no es mía! 😹😹😹 Es de mi compañero y maridín, yo no soy tan culta ni tan técnica, jajaja.

      Un besito 💋💋💋

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  5. ¡Hola!
    Me encantó esta entrada, una manera diferente de conocer cultura :) Lamentablemente, me es imposible ver la obra en vivo y en directo pero me parece una historia muy interesante y entretenida. ¡Gracias por compartir!
    Besos

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    1. Hola Mailén!
      El teatro tendría que ser accesible a todo el mundo, la cultura es universal y los políticos tendrían que preocuparse más por esto y menos en tonterías...

      Un besito 💋

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  6. Yo no voy mucho a teatro porque no tengo con quien dejar los niños. Así que gracias por acercármelo un poco.

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    1. Mira, yo misma soy capaz de cuidártelos para que pudieras ir 🎭🎭🎭

      Besos 💋💋💋

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  7. Hola guapa, la verdad es que no voy mucho al teatro, porque suelen costar bastante las entradas pero las pocas veces que he ido (la mayoría de veces en mi época de instituto disfrute mucho con la experiencia) me alegro de que hayas disfrutado de la obra y nos la hayas dado a conocer con tu entrada.
    Un beso enorme

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    1. Hola Laury!
      Lo decía antes, el teatro debería ser accesible a todo el mundo, el gobierno
      debería preocuparse más por la cultura.

      Un besito 💋

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  8. Gracias por la crónica ;) El marco es incomparable.
    Un beso

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  9. Hola Natalia!!
    La verdad es que si, el lugar es precioso...😻

    Besos 💋💋💋

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  10. Hola! estoy de acuerdo: hoy en día eso de pensar, sobretodo si es de forma crítica, está mal visto. Encuanto a la obra, iría a verla solo por saber cómo se ha llevado a cabo ese batiburrillo de las comedias de Shackespeare y cual es el resultado final. Gracias por la recomendación. Besos!

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