miércoles, 28 de junio de 2017

WHINNY de María Gloria Torres Mejía



Una niña que es inválida 
dijo: ?«¿Cómo danzo yo?» 
Le dijimos que pusiera 
a danzar su corazón... 

Luego dijo la quebrada: 
?«¿Cómo cantaría yo?» 
Le dijimos que pusiera 
a cantar su corazón... 

Dijo el pobre cardo muerto: 
?«¿Cómo danzaría yo?» 
Le dijimos: ?«Pon al viento 
a volar tu corazón...» 

Dijo Dios desde la altura: 
?«¿Cómo bajo del azul?» 
Le dijimos que bajara 
a danzarnos en la luz. 

Todo el valle está danzando 
en un corro bajo el sol, 
y al que no entra se le hace 
tierra, tierra el corazón.

(Los que no danzan. Gabriela Mistral)



🐩   ÉRASE UNA VEZ... 🐩

De pequeña tuve una niñera muy especial: me cuidaba, me protegía y hasta comencé a andar a su lado, es más, hasta correr juntas aunque fuera a "trote cochinero"; mi niñera en realidad era niñero, y se llamaba  RAYO. Era un pastor alemán, el niño mimado de unos veciinos y amigos de mis padres que  fue mi mejor amigo y compañero durante muchos años. Pero yo lo quería para mí sola, a todas horas, a mi lado en el sofá, a los pies de mi cama, junto a mi silla al comer, a mi vera al ir a la calle...pero mi madre lo dejó muy claro ¡Mientras yo viva, aquí no entra un perro, no cabemos las personas como para que venga un chucho también! y es que Rayo no era habitante de la casa con derecho a cama, solo un trabajador por horas ¡Pobre Rayo, con todo lo que trabajaba y gratis!
Me regalaron un "rufo", un perro con ruedas que andaba al tirar de una cuerda ¡Vaya rollo de perro! no le hice ni caso; tampoco  me servían los de peluche, ni los tontos perritos que al darles cuerda daban una vuelta de campana ¡Rayo no daba vueltas de esas tontas! no, yo quería un Rayo para mí sola.  Y si el perro no viene a mi, yo iré al perro, o mejor, me convierto en uno ¡Qué gran idea! yo estaba encantada con la idea y mi hermana pequeña no digamos; durante un par de días no estuvo mal el invento, pero en el momento en que en una comida familiar me puse a comer la sopa sin cuchara a lengüetazos y contagié a mis primos de "Rayitis" y todos comenzaron a hacer lo mismo se me pasó la mutación canina a la velocidad de una colleja en la nuca por parte de mi abuela y la sentencia en firme de mi madre de dejarme sin paga y secuestrar a mis Nancys dentro del armario bajo cadena perpetua. 

...No tuve un Rayo en casa, me tenía que conformar con mi niñera por horas, con los de mis abuelos paternos en verano y los de mis tías al ir a visitarlas, pero mi historia "Rayuna" me sirvió dos décadas después, para quedar finalista en un certamen literario...



📖  ARGUMENTO 📖

De nada os va a servir leer la contraportada del libro, bueno si, os servirá para saber lo que otros han sentido al leerla, porque definir el libro de Gloria Torres es una temeridad, y si eres muy valiente pues lo intentas, pero no te será fácil. Estamos ante una serie de relatos variopintos y descabellados que tienen como fondo una situación o momento de los más normal, pero que cuando pasan por la mano y la mente de la autora, se transforman en una locura total, maravillosa locura que despierta sentimientos varios y nos mantiene alerta ante lo que está por venir tras el párrafo que estamos leyendo. Da igual lo que imagines, la autora saltará tu imaginación  con la pértiga de la desvergüenza que la  bendita locura de la creatividad desmedida.  
Si tu capacidad de asombro no tiene límite y tu sentido del humor sobrepasa el chiste fácil, este es tu libro. 


😼  LA OPINIÓN DEL GATO 😼

Cuando eres la rarita de la familia, cuando solo tú mutas en perro, gato o bicho cualquiera  (esto lo hace Kafka y se convierte en clásico de la literatura, lo haces tú  y acabas castigada...) y haces hablar objetos y los transfiguras en personajes con vida propia, pues te arriesgas a que te miren raro -como mínimo- y te pases las vida escuchando cosas como: si utilizaras tu imaginación e inteligencia para cosas útiles en lugar de tonterías, llegarías a algo en la vida. pues que te encuentras con alguien que ve el mundo desde el mismo y descuadrado ángulo, das saltos de alegría. Por eso dicen que "mal de muchos, consuelo de tontos".
Para los que ya conocemos la obra de Gloria Torres Mejía, sabemos que su transgresión no tiene límites, que se reta a sí misma y pone en entredicho sus propias concepciones de la realidad y la subrrealidad: escribe como pinta, y pinta como canta, con desvergüenza y pasión, con seis sentidos, cinco se quedan cortos para traspasar los límites de la realidad. una visión "umami" de la vida. 

Nos encontramos con un cuadro que toma vida, un gigante de chicle, un recuerdo a Pedro Páramo
,  Una casa de tres pisos que en realidad son 2+1, unas orquídeas mexicanas que reciben una llamada de teléfono; ten cuidado con tu compañero de asiento en el metro, sobre todo si eres de los que leen en el mismo, Monjes y monjas que no son lo que parecen y lo que parece no son, tanto monta monta tanto ´hábito que casulla. Historias cargadas de bella fealdad, de oscuridad y sombras, de desesperación y angustia, de amor y amistad, de premoniciones y pálpitos. 
Los relatos van precedidos o acompañados por dibujos de la propia escritora, artista polifacética donde las haya, tan completa como disgregada, a todo llega y todo tiene su impronta; me ha gustado reencontrarme con un relato y un personaje que ya me conquistaron en  Freaking Out,  La señora Moore,  ha sido una sorpresa agradable verla de nuevo; también me ha gustado ver de nuevo al Gigante de El nacimiento de los bebés acompañando esta vez al del Chicle en Varsovia.

RESUMIENDO: Me gusta reencontrarme con los mundos de Mejia, pero creo que me gusta más incluso descubrir nuevos universos salidos de sus manos y mente; recomendable cien por cien para los locos seguidores de la autora, para los cuerdos que están cansados de serlo y buscan mundos nuevos llenos de esperpentos reflejo de nosotros mismos,  y sobre todo para los amantes de los relatos aparentemente absurdos y que encierran más realidad y cotidianidad de lo que estaríamos dispuestos a admitir. Si te gusta transgredir las normas y no ponerte límites ni físicos ni mentales, no  solo disfrutarás con el libro, te mutaras en tinta y serás una historia. Pero si no estás dispuesto a abrir la mente y dejarte llevar por tu lado irracional, lo pasarás realmente mal, este libro no es para ti. 


Yolanda T. Villar







WHINNY
María Gloria Torres Mejía

Editorial  Chiado

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viernes, 23 de junio de 2017

PIEL DE TOPO, de Jon Arretxe


Que la vida es dura es una obviedad.
Todos nosotros, nacidos en casas de reyes o en la más humilde de las chozas, llegamos a este mundo sin que nadie nos pregunte si queremos hacerlo o no (es probable que, de ser posible, muchas veces la respuesta sería negativa), y cuando al fin nos dejamos caer a la realidad entre lágrimas y cubierto de costras e inmundicias, lo primero que sentimos es el contacto caliente y húmedo del esforzado pecho de nuestra madre. Es, a buen seguro, nuestro primer trato con la felicidad, pues pocas veces encontraremos una sensación tan placentera que nos haga sentir tan protegidos, queridos y cuidados como entonces. Lo malo de todo esto es que apenas dura unos instantes, y en breve unas manos ajenas usurpan de su maternal lecho tu cuerpo menudo y frágil, y a partir de ese momento comienza tu lucha por la supervivencia en un entorno hostil que parece conjurado para privarte de ser feliz. El resto de tus días se reducirán a eso: saborear de manera fugaz la felicidad tantas veces como consigas esquivar a esas manos sin dueño que buscan que tu objetivo sea siempre algo inalcanzable.
Nuestros inicios son, por lo tanto, casi idénticos en la mayoría de nosotros. Lo que nos diferencia es todo lo que acontencerá a partir de los primeros minutos de nuestra vida. Y es que estamos determinados por las posibilidades económicas de nuestros padres, si tenemos o no hermanos, cuánto de numerosa sea nuestra familia, el entorno social en el que crezcamos, incluso la situación de la región o el país del que desde entonces eres ciudadano de pleno derecho.
Nacer en Burkina Faso es una gran putada. Sobre todo si no lo haces en el seno de una de las familias de la clase dirigente (que son unos pocos). Si naces en cualquier otra familia, tus pies siempre caminarán sobre el alambre.
Algunos, desde la vieja Europa, dicen que al final uno se acaba acostumbrando a caminar sobre el alambre. Si fuese verdad, no existiría la inmigración. Por eso, todos los años, miles de hombres y mujeres llegados desde el corazón de la pobreza tratan de alcanzar las costas de la Tierra Prometida y lo empeñan todo, hasta su vida, por conseguirlo.

Touré lo consiguió. Hace años alcanzó ese Edén del que todos hablaban en su Gorom-Gorom natal: Europa. La tierra de las oportunidades, decían... Quien va allí saca a su familia de la miseria y les da un futuro mejor, contaban... Y Touré (pues así se hace llamar pero podría ser Yacoubá o Sangoulé, o tantos y tantos otros nombres de otros tantos soñadores), nuestro negro Touré, vidente, actor ocasional, escapista de su suerte, sobrevive como puede en Bilbao, en el barrio de San Francisco, la Pequeña África. Un lugar donde cada vez hay más putas llegadas de las latitudes más alejadas, pues triunfa lo exótico, como cotizadas están en el mercado de mascotas las mambas negras o los agapornis; donde la tradicional ferocidad de los clanes gitanos por las calles está siendo desplazada por la brutalidad de las mafias extranjeras, los traficantes de mujeres y de drogas; donde todavía los yonkis siguen clavando la navaja por una dosis, los rateros siguen abriendo coches para robar móviles hoy como ayer eran loros, y los tradicionales bares bilbainos son ahora lugar de esparcimiento regentados por latinos y árabes, cada uno con su propio público, sin apenas mezcla que complique aún más la alambicada convivencia de este barrio ilota.

Detective Touré. O lo que se tercie. Llega un momento en el que la necesidad te hace desempeñar cualquier trabajo. El que sea. Es como cuando a un político le pillan en renuncio con su expediente académico y ni tiene un doctorado ni varios másteres por las universidades más prestigiosas. La diferencia entre unos y otros es que una necesidad viene derivada por el hambre, y la de los otros por el vicio de la mentira, por medrar a toda costa.
El caso es que el bueno de Touré seguramente no pensó en todos los problemas que tendría en el Edén blanco, pues si bien no son los mismos que tenía en su tierra, no son pequeños ni menos graves. Son tantos que si le hubiese dado por escribirlos, le hubiesen salido unas cuantas novelas si tuviese dinero para pagarse las cuartillas y la tinta.
De todo ello se ha encargado su creador, Jon Arretxe, que en los últimos años ha dado vida y forma a las vivencias de un protagonista a contratiempo como es el de un inmigrante sin papeles que trata de sobrevivir en un mundo hostil que le concede pocas oportunidades para poder pensar más allá de lo que será de él mañana. Y es que Touré no puede permitirse el lujo de imaginarse a un año vista, pues un sin papeles hoy duerme bajo techo y al día siguiente ha sido embarcado en un avión rumbo al África subsahariana. Por eso, el sentido de su vida es el Carpe Diem, vive al día, aprovecha cada oportunidad que pasa por delante de sus narices por si se esfuma, trata de esquivar las amenazas y no rehuye el encuentro con los placeres mundanos que se le presentan. Tiene pocos amigos, pero a los que son les distingue la fidelidad a su amistad como elemento común, y eso, cuando no tienes casi nada, o incluso teniéndolo todo, es uno de los mayores tesoros que puedes llevarte contigo hasta el fin de tus días.
Piel de topo es la última entrega que nos regala el escritor basauritarra, de un total de cinco que componen, hasta el momento, la saga editada por Erein (de las cuales, podemos encontrar las reseñas de las dos últimas novelas en nuestro tejado: Sombras de la nada y Juegos de cloaca) para su colección de novelas Cosecha Roja. Destacar, una vez más, el excepcional trabajo de diseño de la portada, pues de nuevo vuelve a contener toda la novela en una imagen.
En esta ocasión, Touré regresa al Barrio de San Francisco y comprueba que allí las cosas, en lugar de haber mejorado, siguen igual o peor. Las oportunidades de prosperar cada vez escasean más, el menudeo de droga sigue siendo el sustento de muchos de sus habitantes, el sexo barato sigue cotizándose al alza, y las 19 cámaras de seguridad que se instalaron en las principales esquinas del barrio para hacerlo más seguro continúan controlando todos los movimientos de los viandantes sin que todavía hayan demostrado su aporte social, más allá de lo puramente disuasorio. Al burkinés le encargan investigar la desaparición de un letrero luminoso recién instalado en la puerta de un bar, y a partir de entonces, Touré volverá a reencontrarse con su pasado, que siempre le persigue y que vuelve para estorsionarle, a él y a sus amigos, hasta hacerles la vida imposible. Todos ellos traen en su mochila vital un oscuro secreto común, y será el miedo que tienen a que no sea desvelado lo que les obligue a realizar trabajos indeseables, recibiendo el encargo de actuar de chivatos del barrio, y de matones de callejón siniestro sin derecho a recompensa. Sólo tienen una manera de enfrentarse al destino que su suerte parece reservarles, pero no saben si tendrán la suficiente sangre fría para hacerlo.
Con esta novela, Jon Arretxe nos muestra el lado más oscuro y cruel de quienes velan por nuestra seguridad (ya perfilado en las anteriores entregas), y cómo puede llegar a reaccionar el ser humano cuando es llevado al límite. El exceso de poder y la posesión de información privilegiada crean monstruos difíciles de controlar, más aún si se creen dotados de una superioridad que los coloca por encima de todo cuanto les rodea; para ellos, los demás son pequeñas hormigas que pueden manipular y aplastar a su voluntad, sin mayor esfuerzo ni contusión moral. Por ello, las hormigas, en cuanto lo sienten, salen corriendo nerviosas, con rumbo incierto, con las patas temblorosas, al igual que su corazón. Arretxe, además, reflexiona a través de uno de sus secundarios acerca de los motivos subterráneos por los que surgen los barrios marginales de las ciudades, de por qué se permite su decadencia... Y es que la ingenuidad cada vez está menos presente en estas novelas, siendo el interés, o dicho de otro modo, el dinero, el que hoy, como siempre, espoleará la ambición desaforada de los hombres. Cada cual, a su nivel, tratará de arrimar el ascua a su sardina, a todas las sardinas que sea capaz de pescar, así vacíe los océanos o las robe a quien nada tenga.
Piel de topo, una emocionante y adictiva novela que sigue fiel en su planteamiento de golpear, de manera cruda, las conciencias de los lectores; que consigue despertar un tímido rayo de luz de esperanza para sus protagonistas, un grupo de hombres y mujeres que seguramente no sean ejemplo de casi nada, tristemente acostumbrados a agachar la cabeza, a pedir perdón, a cambiarse de acera; como aquella fábula del elefante que tenía su pata encadenada a una traviesa clavada al suelo, que de tanto y tanto luchar de pequeño y llorar de impotencia y rabia al no poder liberarse de su cautiverio, dejó de intentarlo y se resignó incluso siendo un poderoso adulto.
Quizá, con un último intento...


Santiago Navascués Ladrón


PUNTUACIÓN:







PIEL DE TOPO
de Jon Arretxe


Colección Cosecha Roja




ISBN 9788491092025


Puedes adquirirlo en papel, aquí

martes, 20 de junio de 2017

MANUAL DE PÉRDIDAS de Javier Sachez García.




Hoy me mira la luna , blanca y desmesurada.
Es la misma de anoche, la misma de mañana.
Pero es otra, que nunca fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...» ¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas  alma mía se enarca.
Alma, gato nocturno sobre la luna salta.
Va por los cielos largos triste y acurrucada.
Va por los cielos largos sobre la luna blanca.

(Viaje. Alfonsina Storni)



🐑  ÉRASE UNA VEZ...🐑


Cuando era pequeña, mi abuelo materno me contaba cuentos sin parar, no había un solo tema que saliera a relucir del que mi abuelo no supiera un cuento al respecto ¿Os podríais imaginar que existe un cuento sobre saltamontes? ¿Y sobre grillos? ¿Y qué me decís del cuento sobre una niña que no obedecía nunca ni se comía lo que le ponía su abuela en el plato, y acabó transformada en araña de patas largas y viviendo en un agujero de la pared? ¡Patidifusos os habéis quedado! pues así era mi abuelo, un hombre con mil historias que contar pero ninguna que pudiera darnos una pista de su pasado, jamás supimos mucho más de su vida que lo que era cuando lo conocimos: abuelo cuentacuentos y que nos hacía patatas fritas a la lumbre. Con los años, el alzheimer le dejó a él tan vacío de recuerdos de su vida como lo estábamos nosotros.
Mi abuelo leía mucho, leía sin parar, era lo que más le gustaba en este mundo después del campo y la tierra, se pasaba horas leyendo; en una ocasión me preguntó si sabía lo que se significaba la palabra "lucumi", la había leído y no sabía que quería decir. Busqué en el diccionario su significado y siguió leyendo...minutos después me miró fijamente y me dijo que no sabía qué estaba leyendo. Ya no volvió a leer más. Que me confundiera con mi madre llegó a ser normal, también que se creyera que estaba en el campo y había que labrar o encerrar al ganado antes de la noche, incluso que confundiera la fuente del parque con su mejor amigo, pero lo que no era normal era que hablara algo de su vida, hasta que un día me dijo: "mi hermana pequeña murió al poco de morir mis padres, no encontraba al cura y la tuvimos que enterrar nosotros hasta que al fin vino a darle santa sepultura."
Cuando conté esto nadie parecía saber de lo que yo estaba hablando, mis tíos me decían que mi abuelo solo tuvo una hermana y los crió un tío al quedarse huérfanos, eso serían cosas de la enfermedad; mi abuelo falleció poco después y ya si que no habría manera de saber nada más sobre él, lo poco que quedaba, era lo que había. Pero un primo lejano suyo, por casualidad, sacó a relucir en una conversación sobre mi abuelo y lo mucho que lo apreciaba, que recordaba como si fuera ayer la tarde en que tuvieron que enterrar a la pequeña y el frío que hacía ese día...al poco tiempo el alzheimer se lo llevó también. 

...Y seguimos sin saber a ciencia cierta, a qué pequeña enterraron aquella fría tarde a principios de los años veinte del siglo pasado... 


📖  SINOPSIS 📖

En "Manual de pérdidas" se cuenta el último acto bibliófilo de un profesor de Historia jubilado consciente de que va a perder cuanto ha leído por culpa del alzhéimer: un itinerario de gratitud por diversos lugares con destino en todos aquellos que en un momento de su vida le regalaron un libro. El propósito es devolver el objeto, lo que revierte su función primigenia: si con el regalo quien da logra que su recuerdo habite en quien lo recibe; con la devolución, el proceso se invierte ahora el dador pasa a ser quien fue receptor y el recuerdo sigue el mismo trayecto.

Con esta novela, Javier Sachez García obtuvo el I Premio de Novela Breve "Pancho Guerra"



🐱  LA OPINIÓN DEL GATO 🐱

Hay novelas que sabes que te van a hacer  cosquillas en el alma antes siquiera de haberlas leído, hay algo que nada más tocarlas hace que se te erice el vello de la espalda y da igual si lo tienes o no, eriza hasta la sombra de los mismos; eso me ha pasado con esta novela del extremeño Javier Sachez, llegó en el peor momento que puede llegarnos una novela: cuando estás saturada de lecturas y no logras que avance ni un ápice la lista de pendientes. Ese momento el cual muchos reconocéis, en el que se
junta la emoción ante un nuevo libro al que esperabas con ansia y no puedes quitar ojo al montón que esperan ser leídos como niños en la fila del colegio, en orden pero impacientes, ese preciso momento en que piensas que nunca llegará su turno y resoplas antes de quedar varada junto a la estantería de libros sin fin. Pero entonces hice como cuando en los cumpleaños nos ponían delante una caja de galletas surtidas de dos pisos, y te decían que hasta que no se acabaran todas la del primer piso, no se empezaba con el siguiente ¡Y tú sabías que ahí abajo estaban las galletas de barquillo de chocolate por las cuales darías la vida! y si no la vida, un empujón a la repipi de tu prima para llegar antes que ella. Pues eso hice, como con las galletas, aprovechar que no miraba nadie y pasar directamente a ese segundo y maravilloso piso donde estaban las galletas de chocolate, dejando todo tal y como estaba antes de tu robo de guante blanco y que luego otro cargara con las culpas...esta vez fue más sencillo, levanté el montón por encima de esta novela y le otorgué en plan ministerial -vamos, a dedo- el primer puesto de lectura. 
Y sabía que no me iba a arrepentir. En dos días ya había leído la novela y estaba melancólica total y medio ausente frente al ordenador, esperando organizar mis sentimientos para comenzar a escribir; y digo sentimientos que no ideas a sabiendas de lo que estoy diciendo, pues las emociones y los recuerdos saltaban como pulgas sobre perro flaco y me trastocan y revuelven como las patatas fritas con huevo que hacía mi abuelo en la lumbre. Con ganas de llorar, aunque no lo hice, y no por tener que guardar apariencias que me las traen al pairo  -que de naútica no tengo ni repajolera idea-  pero que al igual que un barco a vela sentí que tenía que permanecer estática con respecto al fondo para no perderme entre vaivenes de la memoria propia y la que acababa de absorber del libro. Vamos, que quería mantener la cabeza fría y despejada para no dejarme llevar por sentimentalismos y llegar al fondo de la cuestión: el libro. Y con ganas de llorar pero sin hacerlo, cerré los ojos un momento antes de escribir todo esto que ahora algunos estáis leyendo.
1) EMOCIÓN:  La sentí de principio a fin, esa mezcla de pellizco umbilical y suspiro profundo que realizas cuando algo te tiene totalmente ensimismada y que por más aire que te falte no puedes dejar de sentir, y de perdidos al río.
2) EMPATÍA:  Y la falta de ella en algún momento de la lectura con cada uno de sus protagonistas, a los cuales adoras y gruñes a turnos. Ahora estoy con Abdón (protagonista) al cien por cien, ahora no entiendo que pretendía este abuelo con esa manera de actuar ¡Vaya con la abuela, que buena vida se pegó! o por lo contrario ¡pobre mujer! y así estuve en una montaña rusa de emociones la mayor parte del tiempo con los personajes según se iban dejando conocer y se mostraban tal cual eran o fueron. 
3) RABIA: Si, tremenda a veces, menos desatada en otras. Esto viene dado sin duda por la narrativa elegante y sofisticada del autor que suaviza hechos y actos que contados de otra manera te sacarían de tus casillas, bueno, a mi no cuesta mucho sacarme de ellas, soy muy temperamental e intensa, como dirían otros, con un mal carácter que no veas. Pero he sentido mucha rabia leyendo esta historia, rabia por lo que pasó, rabia por lo que está pasando, rabia por lo que pudo ser y no fue, sobre todo esto, lo que pudo ser y no fue. Agradecí muchas veces al autor que sus palabras suavizaran la aspereza de algunos momentos pero acto seguida me quejaba de que hay veces en que hay que tener un buen "par de huevos" y decir las cosas a la cara en su momento, que relaja y descontractura mucho.
4) AMOR: Amor, si, sin límites, amor por los libros, amor por las palabras, amor por los personajes y amor por el amor mismo que Virginia siente por su padre a pesar de los pesares, al menos los que perduran en su mente que no siempre coinciden con los que quedan en el aire, como una energía que deja huella en su transformación de destrucción a creación y viceversa. El dolor dicen que no tiene memoria si es físico, pero que se graba  a fuego en el corazón sin que la herida cicatrice nunca, aunque la disfracemos de tatuaje.
5) DOLOR: Cuando la rabia  se ha consumido en su propio fuego y solo quedan cenizas, cuando los hechos se presentan en su totalidad, con las cartas boca arriba en una partida que está a punto de terminar sin que haya ganador, cuando el amor es tan fuerte que solo se puede demostrar causando pesar aunque sea a uno mismo, autoflagelación por amor del bueno, del más puro, del que no sabe de egoísmos ni avaricias. Cuando una se da cuenta que hay mil dolores pequeños pero solo uno grande, enorme, descomunal, elefantiásico, el que causa el amor verdadero. 

Nada más y nada menos que todo eso me ha hecho sentir este "Manual de pérdidas", un viaje que se nos presenta como iniciático, el de un hombre anciano que está a punto de olvidarse hasta de si mismo y en un intento de dejar en la memoria de los demás un recuerdo de su paso por sus vidas, recorre el camino inverso que lo lleva hasta sus orígenes, al momento en el que empezó todo y sin el cual no existiría tal vez ese punto de inflexión que marcó un antes y un después en la vida de Abdón y los que lo conocieron; pero es también un viaje omega, el protagonista, desesperado por perderse a sí mismo, sube a la barca con la que cruzará la laguna Estigia con un Caronte llamado Virginia, que hará el viaje con él para descubrir en el final, lo que fue su principio, el origen de todo y todos. 
Y un viaje físico maravilloso, con el cual pasearemos por las calles de Extremadura, Salamanca, Madrid y el fantasmal callejero de una espectral Avellaneda.
Una historia intensa contada con naturalidad y sin acritud, sin reproches, sin amargura y con mucho amor. Mucho amor. 

Solo puedo añadir, que si alguna vez alguien se presenta en mi puerta con un libro en las manos que hace tiempo le regalé, solo podré decirle, Gracias. 


Yolanda T. Villar.

 PUNTUACIÓN:




MANUAL DE PÉRDIDAS
Javier Sachez García.

Mercurio editorial

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Nuestro agradecimiento a : Javier Sachez

Imágenes: Yolanda T. Villar.



domingo, 18 de junio de 2017

¡¡GANADOR DEL SORTEO TROTERO!!


¡Hola hola Gatroterolas!

El calor ha venido y un Sorteo ha traído ¡Con flamante ganador! Bueno, ganadora, que luego los de cierto partido político nos tachan de no integradores y muy poco modernos: así que Gatroteros y Gatroteras, un ejemplar (una ejemplara)  de Perversidad va directo desde el Tejado (que no Tejada) hacia casa de: 




YA TENEMOS GANADORA DE UN EJEMPLAR DE "PERVERSIDAD", LA NUEVA NOVELA DE JAVIER SAGASTIBERRI



¡ENHORABUENA MELANIE M!


La ganadora tiene 48 horas desde este momento, para ponerse en contacto con nosotros enviándonos un mail a: vagamundos12@gmail.com . En caso de no reclamar el premio, pasado el plazo procederemos a sortearlo de nuevo. 

¡GRACIAS A TODOS POR ACOMPAÑARNOS EN ESTE PERIPLO DÍA A DÍA, SIN VOSOTROS, ESTE TEJADO, NO SERÍA LO MISMO!

Santiago y Yolanda. 


Pd: Los administradores recordamos a los participantes que han dejado un comentario en Facebook o en Instagram, que no han cumplido los requisitos solicitados, era imprescindible pasar por el blog y ser seguidor. No  han sido incluidos (obviamente) en Rafflecopter, desde donde se realizaba el sorteo.

martes, 13 de junio de 2017

HIJOS DE LA CALLE de Julio A. Carballeira




    Hoy rigurosamente hoy 
    ha nacido un nuevo muerto. 
    Ha nacido un nuevo niño en la calle, 
    la calle sera su escuela su universidad 
    su casa el asfalto su morada 
    y la sociedad urbana le ira formando en secreto 
    y el suburbio le hara cama y sera alarma 
    y el arrabal le hara diestro de la la lata y del solar. 
    Mentiroso chamullante maestro de la miseria, 
    descuidero, embaucador, estafador, anarquista o… 
    o quien sabe 
    quien sabe si quizás antes de morirse o matarse 
    podra del hambre vengarse 
    para ser puente o ser morada o reventar tristemente 
    en una asquerosa arcada con perdón 
    para ser simplemente historia de una canción...

    (Un niño en la calle, fragmento. Patxi Andión)


🎠  Érase una vez... 🎠

Mi generación fue la de la calle, la de niños jugando a todas horas en los parques, descampados, incluso las aceras, decenas de niños invadíamos las calles cada día al salir del colegio, incluso jugábamos en las acequias, las huertas y la Alquería: niños corriendo, saltando, gritando, jugando, peleándose entre "barrios", comiendo los bocadillos de chorizo o chocolate mientras saltábamos a la comba y se jugaba al fútbol, niños por todas partes de toda edad y condición, niños sueltos como animales enjaulados horas antes, sin barreras ni límites, solo la calle y tus amigos. Luego empezaban las madres a asomarse por las ventanas y a gritar nuestros nombres para que subiéramos a cenar, y así, igual que horas antes llenábamos las calles, de igual manera las vaciábamos. Y hasta mañana. 
Pero Agus no era como el resto de nosotros. Era un niño tímido, callado, no jugaba en la calle porque tenía prohibido ensuciarse la ropa, su madre murió y su abuela no podía ocuparse de él todo el día porque tenía que trabajar, solo le faltaba tener que lavar ropa todas las noches al volver a casa, así que Agus nos miraba o jugaba hasta que nos tirábamos al suelo o nos metíamos en el descampado o las acequias a "cazar" fieras salvajes. Agus era un niño raro.
Pero un día todo cambió, su padre se volvió a casar y él comenzó a bajar a la calle a menudo, se ensuciaba como el resto e incluso iba a más: no se duchaba ni cambiaba la ropa para el día siguiente, ahora era un chico malo que hacía lo que le daba la gana, total, nadie se ocupaba de él....luego empezó a faltar a clase, cuando venía lo hacía sucio y plantando cara a la maestra, siempre acababa castigado. Un día ya no volvió, nos dijeron que estaba en un "colegio interno"  y no volvería al barrio, así que. Agus el rarito, dejó de formar parte de nuestras vidas. 
Años después lo vimos en el centro de la ciudad, tenía un aspecto horrible y tras pegar un tirón a un bolso, salió corriendo; pobre Agus, dijimos. Ahora todavía anda como un fantasma por las calles, cada vez se le ve menos, incluso se le ha dado por muerto varias veces, pero el espectro de Agus se te aparece cuando menos lo esperas tras una esquina o sobre un banco del parque.
Él fue un hijo de la calle, a diferencia de nosotros, los otros niños de la calle, esta no era una gran zona de juegos, esta se convirtió en su casa y estoy segura, que un día será también su tumba. 


...¿A quién le importó alguna vez lo que pasaba con él, y  qué había sido de su vida? total, era un niño rarito...



📖  SINOPSIS  📖

¿Qué oportunidades tiene un niño que solo ha conocido la violencia y ha vivido entre drogas y palizas? ¿Son las leyes de protección al menor efectivas, orfanatos y correccionales buscan en verdad cuidarlos y educarlos, su labor principal es  la reinserción social o tan solo son un "aparca problemas" hasta que estos sean asunto de otros?  Javier ha nacido en una familia desestructurada, lejos de ser amado y protegido por sus padres se convierte en el problema principal de ambos y en el objeto de su rabia y furia, por lo que pronto es aparcado en un orfanato en el que predomina la ley de la selva, y o te espabilas o acaban contigo; la vida parece darle una nueva oportunidad al conocer a Nicolás y Margarita, su familia de acogida, pero Javier, poco dispuesto a dar su brazo a torcer y acatar normas, descubre lo fina que es la línea que separa la libertad del descontrol absoluto. 

El propio autor enmarca a su novela en el género "costumbrista canalla", autodenominado así por él mismo dada la crudeza de una realidad plasmada en su libro, una realidad que a muchos se nos antoja cinematrográfica, y que por desgracia es el pan de cada día de otros muchos.
Escrita en el lenguaje de la calle, nos enseña que la vida nos ofrece tantas posibilidades como pocas oportunidades hay de escoger bien, y estas, por su escasez, deberían ser ambicionadas y cuidadas como oro en paño, sin embargo, el camino fácil, será el más largo y difícil al que habrán de enfrentarse estos "Hijos de la calle". 


😼  LA OPINIÓN DEL GATO 😼

Todos conocemos algún caso de familias desestructuradas, de niños que acabaron mal cuando llegaron a adultos tras unos años de vivir al límite, de ir como la falsa de moneda de mano en mano y sin recabar en ningún puerto seguro; podemos negar que hemos conocido casos de este tipo, decirnos
a nosotros mismos que eran personas desconocidas o con las que teníamos poco trato, incluso sorprendernos cuando oigamos en las noticias que un vecino ha matado a su esposa o a sus hijos, si, sorpresa mayúscula ¡Si parecían buenas personas! o mejor aún ¡Ni idea, no se quienes eran! si, todos lo hemos hecho, mejor mirar para otro lado y no involucrarnos por si salimos salpicados, ojos que no ven..no vivimos en los mundos de Yupi, pero cuando a uno le va bien se olvida de los demás, y cuando a uno le va mal, mejor que los otros no se enteren, y así vamos todos por la vida, con caretas puestas e ignorando al prójimo. No creáis que os estoy soltando una regañina o intento daros clases de moral y conducta, no, solo reflejo lo que hay a nuestro alrededor, porque el que esté libre de pecado, ya sabéis, y yo, al igual que todos, tengo mi parte de culpa en todo esto. No me gustan los problemas y con los míos tengo bastante, mientras me dejen tranquila...

Desde la primera páginas Carballeira nos introduce en el duro mundo de un niño llamado Javier, duro de verdad, al acabar el primer capítulo una desazón me invade y me causa una sensación de pesadumbre que llega a molestarme, es el que te pongan delante de las narices algo que sabes que
existe pero que te resulta incómodo mirar; pero Javier, el pequeño protagonista se te mete en la cabeza y casi en las venas a las primeras de cambio, sientes que le debes algo, que al menos has de conocer sus circunstancias y que el tiempo, o mejor dicho, los capítulos te vayan inclinando hacia un lado y otro de la balanza: el de Javier bueno o Javier malo. Así, como jueces justos que nos creemos que somos. Pero es que Javier no está solo, no es un caso aislado, como tampoco lo estamos nosotros del mundo, e ir conociéndole y metetiéndote en su historia, su vida, te va removiendo por dentro párrafo a párrafo, y es que tienes delante una realidad que no será la tuya, pero que existe y es absoluta, cruel, ruda ¿injusta? si, mucho, pero es lo que hay y uno tiene que tomar decisiones. La vida no es un camino de una sola dirección premarcada, no, la vida te da opciones, te ofrece caminos alternativos e incluso atajos, de nosotros depende tomar una dirección u otra, y chicos, no es tan fácil como pueda parecernos, no al menos para todos.
La crudeza y realismo de la novela impacta, pero más que por los hechos que cuenta, por cómo los cuenta; el autor no da sermones, ni moralinas, ni etiqueta buenos y malos, no, con una sencillez y una
naturalidad pasmosa, nos cuenta una historia dura y nos deja que seamos nosotros mismos los que tomemos parte o no, por el/los protagonistas, y que decidamos al llegar al final, qué es lo que hemos hecho mal, todos, lectores, personajes, sociedad, justicia, educación, como parte de un Todo. Con un lenguaje callejero, argot puro y duro, situaciones reales y personajes carismáticos y perfilados al máximo, la novela se convierte en una pantalla en la que el espectador-lector se siente parte de la trama, incluso sin querer serlo, se ve involucrado en una historia que pide a gritos ser leída para salir del ostracismo en el que la sociedad condena y sentencia a los "chicos malos" .
Es imposible que no se nos venga a la cabeza el cine marginal de los ochenta, el cine quinqui de realismo sucio y violencia urbana, e  imposible que no pensemos en Perros callejeros, El Pico, Navajeros, La estanquera de Vallecas,  y las más recientes como Barrio, o la norteamericana Sleepers. Y es que "Hijos de la calle" es visual y panorámica, es una novela de escenas memorables y acción sin tregua. de primeros planos, de cámaras que se alejan dejándonos solo un horizonte perdido y oscuro ante nuestro ojos,  Un bombón para León de Aranoa.

Una novela tan canalla como la vida, esa que te da y te quita y pocas veces te ofrece segundas oportunidades, pero que cuando lo hace es con tal soslayo, que o te subes corriendo al  carro, o te quedas en tierra y con barro hasta las orejas. Sencillamente, Brutal, en todos los sentidos de la palabra y Magnífica, en el único sentido que tiene, grande, muy grande.


Yolanda T. Villar




HIJOS DE LA CALLE
Julio A. Carballeira.

Editorial Adarve

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viernes, 9 de junio de 2017

TIERRA DE LECHE Y MIEL, de Toti Martínez de Lezea



Hace apenas unas semanas que acabó la celebración de la Semana Santa. Por todo el país se sucedieron las procesiones de centenares de cofradías, los desfiles de las distintas hermandades, el tránsito del Santo Entierro y otros actos religiosos que sirven para reconocer y declarar el fervor religioso de miles de hombres y mujeres...
En la mayoría de los pueblos y ciudades se sacaron imágenes de los principales protagonistas y escenas clave de la vida de Jesucristo: la oración en el huerto, la entrada en Jerusalen, la última cena con los apóstoles, el martirio, la crucifixión. De mayor o menor calidad artística las tallas y el vestuario de las mismas, con más sobriedad o de un modo más ostentoso, la verdad es que en todos los lugares se vivió con intensidad unos días que son clave para muchos fieles, y claves también como motor económico, ya que atraen la atención de miles de personas que, creyentes o no, acuden a ver los actos incluso desde otros países.
Se tenga o no fe, todo lo que rodea a estas tradiciones tan arraigadas genera un volumen de turismo nada despreciable, y es por eso que, cuando uno acude a algún hotel sevillano o vallisoletano, nadie de los trabajadores se manifiesta en contra de las celebraciones de Semana Santa. Aún siendo ateos. Y es que las bocas de sus hijos sólo piden ropa, alimentos y algún capricho. Nunca hablan del más allá ni de la vida eterna.


Regresa a las librerías la escritora vasca Toti Martínez de Lezea, una de las plumas que mayor número de firmas reparten en las ferias de libros que se organizan por toda la geografía española, y cuyos seguidores le son fieles a pesar de los distintos cambios de géneros que ha realizado en su ya dilatada carrera literaria. En esta ocasión, su nueva novela se titula Tierra de leche y miel, y está publicada una vez más por la prestigiosa editorial Erein, con la que Toti mantiene un largo idilio profesional desde hace ya unos años.

El libro narra un período de la vida de Ianiz Ruiz de Antoñana, un infanzón vecino del valle de Laminoria. Desde que es sorprendido por el abad del monasterio de Santa Pía en el poco decoroso momento de yacer en cama junto a una viuda, y tras ser condenado a traer una reliquia de la santa so pena de excomunión, encomienda su destino al del ejército que en ese momento está formando su rey, Teobaldo I, para partir a Tierra Santa y luchar contra el infiel. A partir de entonces, y luego de ser abandonado en el campo de batalla por el monarca de los navarros después de una dolorosa derrota de sus huestes, Ianiz tendrá como único objetivo regresar con vida a la tierra que le vio nacer. Pero no lo tendrá nada fácil, pues se encuentra en un lugar extraño, las gentes que lo habitan hablan un idioma para él desconocido, en las noches hacen su aparición los salteadores y ladrones, y durante el día no puedes fiarte de nadie, pues nada es lo que parece y el más mínimo descuido puede conducir tus huesos a alguna lóbrega cárcel en el mejor de los casos.
La escritora, además, aprovecha la búsqueda de su protagonista de las reliquias de Santa Pía para mostrarnos el lado oscuro de la naturaleza humana, su avaricia descontrolada, el engaño como forma de vida. Pero también el lado opuesto, que es la ingenuidad infantil, el exceso de confianza, la credulidad bobalicona. En una época en la que la fe se vivía con un radicalismo evidente, los europeos estaban dispuestos a entregar importantes sumas de dinero o cuanto estuviese a su alcance para poder hacerse con la Vera Cruz en la que exhaló su último suspiro el Mesías o los clavos con los que lo amarraron a aquella, la lengua de San Antonio, un dedo de San Lorenzo, leche materna de la Virgen María, las monedas con las que fue compensado Judas Iscariote por delatar a su maestro o algunas de las plumas del Espíritu Santo. Algo increíble visto con nuestros ojos pero que, entonces, supuso una auténtica sensación en toda la cristiandad. Todo obispo o cardenal, incluso papas y reyes, pugnaron por conseguir atraer hasta sus dominios las mejores reliquias de los santos más importantes. Lo cierto es que hubo mercado para todos y ganancias incontables para los más avispados. Aquello sucedió realmente, y sigue sucediendo hoy en día. Lo único que cambia son las personas, y el producto que genere interés de adquisición.
En una de nuestras entrevistas, Toti Martínez de Lezea ya respondía acerca de ¿qué es la novela histórica?. Pues bien, muchos pensarán que Tierra de leche y miel es una nueva novela histórica de la autora vasca. Pero yo me atrevería a contradecirles. Lo que nos regala la escritora en esta ocasión es una novela de aventuras de un joven navarro en Tierra Santa, de cómo trata de escapar de la muerte, de regresar a su hogar, de cumplir una promesa, y de encontrarse a sí mismo. Todo ello con el fiel estilo de Toti, con un uso de un lenguaje ameno, accesible y cercano; narrando con un ritmo ágil, enemigo del aburrimiento; y, como no podía ser de otro modo, aventurándose en la descripción de las situaciones y costumbres con una preciso y estudiado manejo del contexto histórico, de los enclaves y de la innumerable lista de leyendas e historias de decenas de miembros del Santoral cristiano.
Con Tierra de leche y miel, Toti Martínez de Lezea ha conseguido trasladar a sus lectores una historia que, a pesar de ser conocida, lo es de una manera somera, y gracias a su interés, recobra de manera justa la importancia que merece. Es una novela que no defraudará a los más fieles seguidores de la escritora vasca por su fondo y por su forma, que puede ser leída a prácticamente cualquier edad y que servirá, en muchos casos, para que nos detengamos en la lectura y reflexionemos acerca de la capacidad del ser humano por cumplir sus deseos, hasta dónde está dispuesto a llegar, sus convicciones y principios. Y, por qué no, para meditar acerca de la tierra, Tu tierra, Nuestra tierra, y cómo la vida y las circunstancias que determinan tu paso por ella influyen en el modo en el que la ves, la vemos... Ya lo decía el estribillo de una canción: ¡Y que tu país sea donde te lleven los pies!


Santiago Navascués




TIERRA DE LECHE Y MIEL
Toti Martínez de Lezea

ISBN: 9788491091448

Blog de la autora
http://martinezdelezea.com/

Para adquirir el libro, pinchad Aquí

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

martes, 6 de junio de 2017

ARAI NO ES NOMBRE DE PERRO de Fernando Sánchez-Ballesteros Gil


La palabra pregunta y se contesta
tiene alas o se mete en los túneles
se desprende de la boca que habla
y se desliza en la oreja hasta el tímpano
 la palabra es tan libre que da pánico
divulga los secretos sin aviso
e inventa la oración de los ateos
es el poder y no es el poder del alma
y el hueso de los himnos que hacen patria
 la palabra es un callejón de suertes
y el registro de ausencias no queridas
puede sobrevivir al horizonte
y al que la armó cuando era pensamiento
puede ser como un perro o como un niño
y embadurnar de rojo la memoria
puede salir de caza en silencio
y regresar con el moral vacío
 la palabra es correo del amor
pero también es arrabal del odio
golpea en las ventanas si diluvia
y el corazón le abre los postigos
 y ya que la palabra besa y muerde
mejor la devolvemos al futuro

(La palabra. Mario Benedetti)




👯  ÉRASE UNA VEZ... 👯

Cuando era pequeña jugábamos a un juego que consistía en agitar una especie de esfera y tras un rato, se disipaba el color negro que la cubría y aparecía una palabra; si le hacías una pregunta, la bola siempre respondía SI-NO-TAL VEZ-PREGUNTA DE NUEVO. Y si buscabas una respuesta a tu futuro, te daba una sola palabra. Se suponía que la palabra era la clave de tu futuro, ella te llevaría a conseguir lo que deseas si seguías unas simples normas: pensar en ella, descubrir su significado oculto y seguir los dictados de tu corazón a través de la palabra. Dicho así suena a trabalenguas, o engañabobos como decían nuestras madres siempre que nos veían con la dichosa esfera ¿Engañabobos? ¿Y como es que era tan lista que sabía distinguir cuando le preguntábamos una cosa sencilla y cuando una de vital importancia? ¡Anda que no!
Le preguntaba cosas como : ¿Hay lentejas para comer? -NO, respondía. Y luego había fideos ¡Toma!, ¿Voy a aprobar el examen de dictado?: SI, decía. Y un notable nada más y nada menos ¡Toma y toma! ¿Loli va sacar mejores notas que yo?: TAL VEZ. Y a veces si y otras no ¡Toma y toma, pastillas de goma! La bola mágica era infalible. Una vez hasta acertó que me la iba a cargar por por dejar a mi hermana olvidada en la calle ¡La bola más mágica que había visto nunca, lo sabía todo!  Hasta que un día llegó al barrio el chico más guapo y más alto y más rubio y que mejor olía del mundo ¡Las esferas mágicas de todas nosotras trabajaban a pleno rendimiento las 24 horas del día! ¿Seremos novios?: SI, ¿Nos casaremos?: NO. ¿Tendremos hijos? Tal vez. ¿Se casará con Loli?: Pregunta de nuevo. Y entonces hice la gran pregunta. Tomé aire, me concentré, cerré la puerta de mi habitación y me senté en la cama. ¿Qué he de hacer para que se case conmigo y no con otra?: y  tras disiparse la tinta negra, allí estaba la respuesta a mi futuro: 
... PALISANDRO...


📖 SINOPSIS 📖

Atrévete a averiguarlo y únete a Arai en la búsqueda de las palabras que el destino le tiene reservadas. Comparte sus experiencias, sus ilusiones, su amor (uno y sólo uno) y sus sueños de la mano de originales personajes: unos entrañables, otros esperpénticos y algunos exasperantes aunque divertidísimos. A su lado recorreréis el camino hacia un insólito y sorprendente final que os permitirá encontrar la palabra más especial de todas.

Una conmovedora y moderna historia de amor, una preciosa novela de pérdidas y ausencias llena de encanto y sensibilidad. Un libro singular que no dejará indiferente a nadie y que ha conseguido ser finalista del XXXVI Premio Literario Felipe Trigo por su tremenda originalidad, su exquisita delicadeza y su música... una música que lo envuelve todo.


😼  LA OPINIÓN DEL GATO 😼

Al contrario de lo que podría creer cuando era pequeña, las cosas no suceden porque sí, no hay un azar que dirige nuestros actos y guía nuestras mentes hacia el fin que queremos conseguir. No existe la casualidad, pero si la causalidad, y la vida me ha enseñado que de esta última, está el camino lleno.
Cuando este libro llegó a mis manos por medio de su autor -al que le agradeceré infinitamente el haberlo hecho-  algo en mí me hizo dejar otros que tenía pendientes, e incluso uno leyendo, y leer sin más dilación la sinopsis; fue entonces cuando supe que ese libro no había llegado a mí sin más, tenía que saber algo y era el momento de hacerlo, la causa que me hizo averiguarlo era él, el libro. Recordé riendo aquel juego de la esfera mágica que jugaba de niña, el que me dio como la
insólita palabra que marcaría mi destino, Palisandro. Imaginad, finales de los setenta, sin internet, enciclopedia  Salvat  plazos, los más afortunados tenía un diccionario Vox en casa (aquel de cubiertas color naranja) y pocos o ninguno  teníamos padres dispuestos a echarnos una mano con los deberes al salir del trabajo ( y ahora los padres se quejan que los deberes de los hijos no les dejan vivir...). Aún no teníamos la letra P de la enciclopedia en casa, y mi diccionario decía al respecto: Dícese del árbol que nace y crece en sudamérica, también conocido como Jacaranda. Y esa era la clave de mi Destino. 

Las palabras, esas letras que  unidas entre si forman acepciones con significado dispar, algunas de ellas lo dicen todo, otras no dicen nada (palabras, solo son palabras que se lleva el viento) algunas nos hacen sentir dichosos y otras, duelen como puñales, pero todas, nos marcan de una manera u otra.
y Arai, a través de Laia, descubre que en nuestra vida hay palabras que marcan la diferencia entre lo que somos y lo que pudimos ser si no las descubrimos a tiempo, o confundimos su significado; a partir de ese momento comienza una historia que tiene como causa y también como efecto, a las palabras. Las que buscamos, las que encontramos, las que nos dicen, las que decimos, las que se callan, las que recordamos, las que olvidamos, las que nos hunden, las que nos levantan. 
Desde el principio sentí debilidad por Arai, es un personaje con una sensibilidad a flor de piel, sensitivo más que sensible incluso diría yo, es de esas personas que conectan con el universo antes que con ellos mismos, pero que por esto seguramente, caen bien y se les quiere, se les admira y se les respeta, mucho antes que lo hagan consigo mismos.

En lo que podíamos considerar la primera parte del libro, un narrador nos cuenta la vida de Arai
hasta el momento actual, y es a través de él que conocemos su niñez y su presente, en el que descubrimos su pasión por la fotografía, los animales, la misteriosa joven del abrigo rojo...y serán unas palabras resaltadas en negrita las que conducirán a protagonista y lector por un camino al más puro estilo de Swann, con el tiempo tanto a favor en el pasado, como en contra en el presente. Una de esas palabras, la primera, el "palisandro" de Arai es Oz (tranquilos, no voy a desvelar nada que no deba)  pero para él tiene todo el sentido del mundo, o al menos, de su mundo de entonces y es que para un niño, no hay nada imposible ni nada inalcanzable. Entonces llega el punto de inflexión para el protagonista, su mundo y su vida se derrumban ante sus ojos, las desgracias nunca vienen solas reza un dicho popular, y cuando crees que has tocado fondo, la desgracia te toca de lleno: el dolor golpea cruel e indecoroso a un corazón ya castigado. Noa, su perrita, ha de ser sacrificada. Es en este momento cuando tengo que dejar de leer unos minutos porque estoy llorando como una Magdalena, a lágrima viva y es que me siento más cerca de Arai en este momento de lo que he estado de personas reales en bastante tiempo: su Noa, es mi Eowyn, y vuelta a llorar como una niña. 
 Me repongo, sigo leyendo, estoy en ese momento de la lectura que tienes tanta necesidad de saber el final como de seguir adelante sin llegar a él porque todavía necesitas saber más cosas del protagonista, recorrer más parte del camino junto él; pero Arai llega a ese punto de inflexión que os hablaba antes en el que tiene dos caminos que elegir: el que supone una catarsis absoluta y te impulsa a seguir adelante, o el que te lleva a un punto de no retorno y caes en un abismo del que muy probablemente no podrás salir ya. Y él elige seguir sin ser muy consciente siquiera de que ha tomado esa decisión.

Para mi esta esta es la otra mitad de la historia, ese viaje tanto emocional como real en el que encontrará la reconciliación consigo mismo y el mundo que lo rodea; el protagonista decide dar un giro a su existencia y comenzar desde cero cuando el cero, es la nada o el todo, el génesis y el apocalipsis, es la única manera de renacer de tus propias cenizas; siendo consciente de que ardiste hace mucho tiempo, incluso antes de sentir el fuego en tu piel. De nada sirve esconderse del mundo cuando este bulle dentro de tí ¿Recuerdas como te has sentido cuando acabaste una relación sentimental y creías que el mundo se acababa, que nada podría sacarte del letargo en el que te has sumido? pues un buen día resulta que sin darte cuenta sales, hablas con la gente y te descubres a ti mismo riendo sin motivo aparente. Eso
es lo que le ocurre a Arai, descubre en las personas, en el lugar, en él mismo que todo cambia pero que todo sigue y que forma parte de ese absurdo pero maravilloso plan que es la vida. Cuando dejas atrás la palabra Soledad, solo te queda buscar la palabra adecuada para el momento que estás viviendo, la suya tiene ocho letras ¿Y la tuya, la nuestra? todos tenemos al menos una, que como el ascenso a los 14 "ochomiles", se puede alcanzar por diferentes caras de una misma montaña. 

Son otros los personajes que encontramos en la novela, como cabe suponer, pero ninguno de ellos tan rotundamente perfilado y atractivo  psicológicamente como Arai, aunque tengo que mencionar a una peculiar parejita gay a los que les cogí un cariño brutal debido a su semejanza con dos personas que conozco, su similitud en ocasiones fue tan pareja que sonreí por la concordancia de personalidades, lo que deja ver el realismo que el autor ha impreso en sus personajes. 

Estamos ante una novela de realidades, más que de realismo, de interioridades más que intimista, una novela de verdades y oportunidades, de lucha, caídas y alzadas, de purita vida que diría un amigo mío, purita vida.  Narración fluida, sencilla, sin rocambolescos giros ni palabras vacías (parole, parole, parole) el mundo lo mueven solo dos palabras, que como diría la gran Alfonsina Storni:

"Esta noche al oído me has dicho dos palabras comunes, dos palabras cansadas de ser dichas. Palabras que de viejas, son nuevas..."

Pero no solo son palabras las que nos mueven, el autor nos deja todo un ramillete de intenciones y
preferencias  a lo largo de la novela sobre música y cine, más de uno no solo se sentirá identificado con la selección si no que tarareará alguna que otra canción o incluso la pondrá en el reproductor y bailará durante un rato, pero claro, esto solo lo harás si eres una loca pelirroja, digo, peligrosa, ejem. 

Arai no es nombre de perro, es una novela catártica de prosa ligera y sencilla pero en absoluto plana, estoy segura que en próximos trabajos de Fernando Sánchez-Ballesteros  veremos como se han pulido ciertos trazos en la psiqué de sus personajes haciéndolos aún más cercanos y reales. Una novela que recomiendo absolutamente. 


Pd: A día de hoy, lo único que  la palabra palisandro me ha llevado en la vida, ha sido a adquirir un cofre hecho con su madera. 



Yolanda T. Villar.


ARAI NO ES NOMBRE DE PERRO
Fernando Sánchez-Ballesteros Gil

Edita: Createspace Independent Publishing Platform

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