miércoles, 23 de septiembre de 2015

VOLVER A LAS RAÍCES de María del Carmen Vega Mestre




"...Hoy les digo: ¡Lluevan flores y que la Tierra con sus pétalos se llene,en vez de bombas que la quiebra
matando sin piedad al inocente!
¡Que el espino de la ira al fin se quiebre,que la plaga de injusticias al fin termine,corran ríos de aguas cristalinas,en vez de ríos de sangres y de muertes!
¡Abra el cielo las compuertas,crezcan flores por doquiera que camines,bellos lirios,rosas y jazmines
no una mina vieja que explote cuando pises!

¡Sea al fin el ser humano,blanco como la nieve,
que su dignidad se eleve tan alto como el Sol,
que brille con esplendor su decoro de persona,
que la paz y la amistad,sean una misma cosa!..."


(Por un mundo mejor. David Fernández, el poeta de fuego)





¿Quién no ha querido en algún momento de la vida tener el poder de cambiar el mundo? Yo misma, cuando era niña, imaginaba que con tan solo pensar en que algo sucediera o dejara de ocurrir, era suficiente para que las cosas cambiaran; pasé meses concentrada en la idea de que si pensaba en una gran luz azul, con forma de globo, brillante y que giraba sobre si misma, era capaz de curar cualquier dolor que uno tuviera, o incluso, podría devolver la vista a quien no la tuviera ¡Tal era el poder de mi bola azul!. Sufro de ataques de migraña desde los ocho años, y en una ocasión fue tan brutal el dolor y tan duraderos los síntomas que lo acompañaban, que tumbada en mi cama, a oscuras y con mi madre yendo y viniendo con paños fríos para ponerme en la cabeza, pensé en esa bola azul girando dentro de mi cerebro, giraba y giraba y con cada uno de sus giros y mi respiración profunda y pausada, lograba llevarse el dolor con ella.
Y milagrosamente, eso creí yo, el dolor desapareció y me levanté de la cama con una vitalidad que hasta a mi madre y abuelos dejó perplejos.
Mi abuela dijo que habían sido las oraciones a santa María de no se qué, mi abuelo que la oscuridad y el silencio obraban milagros y mi madre que por fin habían hecho efecto los "triptanes", y menos mal, pues eran carísimos...

Con el paso de los años he llegado a la conclusión, que querer es poder y que al igual que con mi dolor de cabeza, la unión hace la fuerza; se necesita un compendio de muchas cosas para que granito a granito, las dificultades vayan desapareciendo. Pero se necesita querer hacerlo, sin la resolución de dar ese primer paso, no llegamos a nada.


Aunque sigo pensando a día de hoy, que mis bolas azules aplacan los dolores...


EL LIBRO.

El mundo está loco, completamente loco. El ser humano hace mucho tiempo que dejó de serlo, nadie se preocupa por nadie y el egoísmo y la ambición han hecho mella en todos nosotros tras miles de años de luchas, de falsedades, de pisotearnos unos a otros. Tan loco está el mundo, que de repente, en plena crisis económica, social, de valores, de moral, alguien decide dar esos primeros pasos que pueden cambiarlo todo; Pedro, una persona normal y corriente, con una vida apacible y aunque entregado con convicción a ayudar a todos aquellos que tiene a su alrededor, se encuentra un buen día con la posibilidad de cambiar el status quo mundial. Ha sido agasajado con el mayor de los dones que un ser humano pueda tener: el poder de cambiar el mundo. 
Para ello no estará solo, un grupo de confianza estará junto a él en tan ardua, dura e importante tarea.
¿Todo esto será suficiente para lograr sus fines? ¿Sabrá utilizar convenientemente ese regalo que le ha sido ofrecido? ¿Estará el mundo preparado para cambiar?

En las pequeñas cosas y en cada uno de nosotros, está el verdadero poder. 


LA OPINIÓN DEL GATO.

Cuando vi la portada por primera vez de "Volver a las Raíces" de Mª del Carmen Vega, me sentí tremendamente en paz, serena, sosegada, como si el mundo a mi alrededor se hubiera detenido y me hubiera quedado dentro del recuerdo de un ayer mejor; era una imagen que yo misma guardaba con celo y cariño dentro de mi mente y mi corazón: una bici, una cesta de flores, un pueblo y el azul del mar y el cielo fundiéndose y confundiéndose ¡Oh, si, esa imagen había sido una vez real! Año tras año, es lo que hago, volver a mis raíces cuando el mundo exterior me puede, cuando me siento derrotada por la magnificencia de la vida misma.
No leerlo era imposible, estaba atrapada en ese azul intenso de la portada, en las palabras enigmáticas de la sinopsis ¿Estaba ante una ilusión, una historia tan lejana como esos recuerdos que evocó esa imagen? ¿De verdad existe ese azul, en serio que podemos volver al punto de salida?
Los primeros capítulos me envolvieron de magia, de ilusión, de esperanza, de confianza en el futuro, ¿de verdad que podemos tener el poder necesario para cambiar las cosas? página a página iba descubriendo que la complejidad del mundo en el que vivimos puede simplificarse con un solo gesto, con pequeñas cosas que como en una cadena de favores, cada cual va aportando para conseguir llegar al fin que se persigue; sin embargo, estamos tan involucrados y tan abducidos por miles de años de pensamiento erróneo y acciones equivocadas, que la sola idea de cambiar las cosas, nos aterra y nos pone en guardia ante lo que consideramos un ataque a las costumbres y la tradición, sin ser conscientes de que ambas cosas, las hemos creado nosotros con nuestro comportamiento, haciendo de la actuación humana, Verbum Dei.
Un libro arriesgado en las ideas, tal vez en ocasiones demasiado vinculadas a un pensamiento concreto y una doctrina específica, podríamos decir incluso que de tan utópico que resulta algunos podrían pensar que en ciencia ficción; lo que si es cierto es que es hermoso, muy hermoso lo que propone y la manera de conseguirlo, y también es cierto que no es tan difícil de conseguir si todos pusiéramos de nuestra parte, pero...¿Quién en la vida real está dispuesto a sacrificarse y abandonar la seguridad en la que vive por ayudar al prójimo?

Un libro muy bien escrito y explicado, en el cual, todo lo que se propone está meditado, estudiado, contrastado, no hay dato que no esté verificado, pero tal vez por eso, en algunos momentos resulte algo pesado de leer, demasiados datos uno tras otro, como aprenderse la lista de los reyes godos, o para mi generación, la cronología de la monarquía desde los Reyes Católicos; ha veces me he sentido como en una clase de aquellas de EGB, en la que todo eran fechas y lecciones aprendidas de memoria, aguantando las aburridas y obligatorias clases de religión.

En resumen, un buen libro, con un mejor fin y una historia que de tan sorprendente, pudiera llegar a ser cierta. Y sobre todo, recomendado para todos aquellos que aún tienen fe en el ser humano.



"Por lo demás, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el sentimiento de paz y amor estará con vosotros."






VOLVER A LAS RAÍCES
María del Carmen Vega Mestre


 Para conseguir el libro pinchad aquí





Una reseña de Yolanda T. Villar

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