martes, 24 de febrero de 2015

ENTRE LA LLUVIA de Alberto Pasamontes






"Lluvia y muerte
llevense mis penas
Lluvia y muerte
cortenme las venas
Lluvia y muerte
llevenme al infierno
Lluvia y muerte
Llevense lo eterno"

(Fragmento de LLuvia y Muerte de AntitoC)





     Siempre he creído fielmente en los Hados del Destino, y aunque a estos les guste  jugar contigo al poli bueno, poli malo ya sean favorables o desfavorables, uno no se puede tomar a risa lo que sus caprichosas divinidades te tienen preparado. Si algo tiene ser poseedor de siete vidas, es que aprendes que por más que te empeñes en ser el Dueño de tu propio destino, solo se trata de una ilusión, un espejismo, porque algo muy por encima de ti, guarda un As bajo la manga y como una simple marioneta, cuando crees haber escapado del Ojo que todo lo ve, este clava su mirada en ti y entonces sí, date por sentenciado, diciendo eso de ¡Me ha mirado un tuerto!
     Hay quien piensa que son simples casualidades, que la inteligencia humana y el pensamiento científico están detrás de todas esas resoluciones, pero ¿De verdad que el ser humano (y algún gato blanquinegro) está por encima de estos designios y puede actuar con Libre Albedrío? ¿Puede el Hombre hacer y deshacer a su antojo, y por ende, tener en su mano la vida y muerte de otras personas? ¿Es que para las víctimas no existe el Libre Albedrío, solo para los verdugos? No creo que la diosa Moira estuviese de acuerdo con esto, pues si cada cual puede decidir sobre su vida y la del  vecino ¿En qué lugar queda esa libertad de decisión y actuación? ¿Acaso es selectiva? lo que yo decía, si elige a unos sí y a otros no, es que es tan solo una ilusión pasajera, aunque dure mil años…nada en esta vida pasa porque sí, pues si la Rueda de la Fortuna nos hace girar y girar, el Juicio Final detiene ese rodar.
     Los hombres de Fe dicen al respecto que los hombres proponen y  Dios dispone, pero este Gato prefiere verlo de esta otra manera:


Si el Destino es caprichoso, el Karma es implacable.



ENTRE LA LLUVIA de Alberto Pasamontes


     Tengo que empezar diciendo que comencé la novela de Pasamontes con expectación, y es que no puedo negarlo y de hecho no lo hago, si no todo lo contrario, pues he declarado muchas veces mi pasión por la novela negra. Rectifico, o mejor dicho, puntualizo. La buena novela negra. Por mis manos pasan muchas novelas, de diferentes géneros, en parte por mi trabajo  yo lo llamo Trabahobby y en parte porque soy una auténtica “lletraferida”; de hecho estoy convencida que el día que deje de leer , al igual que le pasó a Alonso Quijano al recobrar la cordura, moriré. Aunque sea una muerte no física, lo cual creo que aún será peor incluso. Y entre tanto trasiego de letras, me encuentro con todo tipo de libros, catalogados ya sea por las editoriales o por los propios autores, dentro de un género concreto, siempre el que tanto unos como otros creen que la obra merece.
     Pues es sorprendente para los que leemos dichas obras, lo que en el 75% de los casos no tiene nada que ver con lo que se espera de una novela, normalmente porque la etiqueta con la que ha sido asignada, ni se le parece a lo que estamos leyendo. Y empezando por ahí, y siguiendo con la novela en sí, la capacidad de decepción que causan en nosotros supera incluso a lo imaginado. Pérdida de tiempo la mayor parte de las veces por ambas partes, escritores y lectores, aunque uno de los dos,  nunca se dé por aludido ni quiera reconocerlo abiertamente. En el caso de la novela negra, la cual llevo leyendo y visionando en el cine, desde que tengo uso de razón, la decepción puede llegar a ser absolutamente deprimente.
    Pero algo pasó desde el principio con Entre la Lluvia de Alberto Pasamontes , que me atrajo  mucho antes de comenzar a leerla. Había leído y oído algo sobre ella, aunque reconozco que no mucho, pues no me gusta empaparme y por consiguiente, verme influenciada, de opiniones y otras reseñas, aunque conocer la impresión que una novela causa en otras personas nunca está de más; pero no fue hasta tenerla en mis manos cuando sentí que aquella novela era distintas a otras muchas leídas anteriormente, comenzó aquella sensación con la lectura de la sinopsis y se acrecentó tras leer el primer capítulo, y de que me di cuenta, mi expectación se había convertido en auténtica excitación.  Pocas veces se presentan en una novela, casi desde el principio, unos personajes tan bien perfilados que por sí mismos parece que vayan escribiendo la historia, sin necesidad de un escritor detrás, y eso no solo es tarea complicada y dificilísima de conseguir, es a mi entender, parte primordial en el éxito de una novela. Realismo.

     Con unos personajes nada estereotipados, en el que pocos son lo que aparentan ser, y movidos no solo por las circunstancias que a cada uno le ha tocado vivir, sino por la influencia que otras  personas ejercen o han ejercido en ellos, convirtiendo la vida de cada cual, en capítulos  dentro de otras vidas con tan solo haber cruzado sus caminos en algún momento dado de su existencia. Lo que el Destino nos tiene reservado está sujeto a su propio capricho, pero de igual manera, todo acto que realizamos está a su vez sujeto a premio o castigo, aunque para que paguen los verdugos, se necesiten demasiadas víctimas; y Pasamontes nos lo muestra inexorable en su novela, cada uno tiene lo que se merece, aunque demasiadas veces hayan pagado justos por pecadores.
     Personajes bien estructurados, una trama tan bien creada y desarrollada, en dónde la intriga y las sorpresas van “in crescendo” hasta convertirse en un cosquilleo punzante en el estómago, ese baremo que indica que estamos ante una más que buena novela, y por si me cabía alguna duda ya a estas alturas de la lectura, Alberto Pasamontes me lo pone en bandeja, no dejando ya lugar, para la duda: el final. Una historia tan bien ligada que el final se torna climax de una pasión lector-novela sin parangón. Perfecto, justo en su extensión, todos los cabos bien atados, nada queda en el tintero, tras un pico rozando la hipertensión la resolución  perfecta. Y es que si en toda historia el final es lo más complicado y lo que puede dar al traste con una novela, hasta ese momento ideal,  en el género negro además,  la convertiría en una simple novela de policías y ladrones, lo que en televisión algunos denominan “telefilme”.  Entre la lluvia, en la pantalla grande, sería sin duda un futuro Clásico del  Cine negro.

El inspector Goyo Barral y su equipo se enfrentan al  brutal asesinato de una prostituta, en donde ni ella es lo que parece ser, ni tampoco lo son las circunstancias y personas que la rodean; una trama que va desde el asesinato de Sonia García, pasando por las confabulaciones de una empresa armamentística, los secretos de la OTAN, o los tejemanejes del CNI, a los problemas del día a día de sus protagonistas, factores que todos juntos hacen de la novela un decálogo de la vida cotidiana, aunque para la gran mayoría de los mortales, nos pasen inadvertidos.


 Una vida oculta en la trastienda de cada cual, como las miserias humanas se esconden tras la incesante lluvia invernal.

Y esperando ver pronto de nuevo, a Barral y su equipo en acción. Por el bien de la novela negra. Por el bien de la novela en general.






ENTRE LA LLUVIA

Alberto Pasamontes

Ediciones Beta III Milenio

ISBN: 978-84-15495-42-0









Una reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

4 comentarios:

  1. lo ley hace ya algún tiempo, y si, tiene ese gusto entre dulce y amargo que dejan con ganas de más. Una buena novela sin duda.

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    1. Es una gran novela negra, aunque como digo en la reseña, es una gran Novela en sí. Muy bien escrita, con personajes muy bien trazados y una trama de la que no se deja ningún cabo suelto.

      Es magnífica, de lo mejor que he leído últimamente en este género.

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  2. No la he leído todavía, pero cada vez que me recomiendas una novela y además me dejas esa imagen de la chica saltando al lado del ¡Te va a encantar, léela!, no puedo resistirme. Espero tenerla en unos días.

    Fantástica reseña, muy buena. Enhorabuena al autor por su novela.
    Un abrazo

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    1. Pues no lo dudes, te gustará y te enganchará desde el principio. Es una grandísima novela.

      Un abrazo!!

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