martes, 20 de enero de 2015

El ABECEDARIO DE KATE & CAT, de Andy Prokh



Siempre me he considerado un gato curioso. Curioso por ser poseedor de una curiosidad nata, algo detectivesca y bastante espía. Pero también me considero “curioso” por ser así mismo poseedor de cierta rareza que me distingue de otros de mi especie; no es normal ver a un gato por ahí trotando, leyendo, escribiendo y metiéndose en la vida y milagros, y algunos desastres, de la vida humana, para luego contarlo a mi manera a todo aquel que esté dispuesto a escuchar con orejas humanas, palabras de gato.

Sí, soy “un cuenta cuentos” de largos bigotes y patitas cortas.

Mi curiosidad, entendida como el arte de ser un metomentodo, me tiene desde hace un buen rato observando a un curioso ejemplar gatuno, y aquí curioso lo digo por raro. Lo raro es estupendo, al menos para mí, sería horrible si todos fuéramos iguales y nos dijeran eso de “De noche todos los gatos son pardos”; que aburrido. Pero es que cuando uno se considera raro y se siente orgulloso de ello, le cuesta reconocer en otros esa misma virtud.
Y es lo que me está pasando a mí en estos momentos.

Tengo frente a mí una extrañísima Lata de Sal que acaba de llegar por correo. A lo mejor no es tan extraña como yo pienso, y todas las latas de sal son así y lo que ocurre es que como antes nunca había visto ninguna, no he sabido definirla como debería, conformándome con llamarla extraña; la Lata viene disfrazada de libro, o puede ser que el libro oculte una lata, la cuestión es que mi Lata de Sal, tiene forma, tacto y olor a libro ¡Y encima es tan curioso como mi Lata y yo! las palabras también se han disfrazado…de fotografías. En la portada de mi libro, o la puerta de mi lata, aún no sé muy bien por cuál de las dos opciones decidirme, en lugar de un Can Cerbero, viene un Cat “Congafas”, que para empezar está muy bien porque me dice que no me voy a adentrar en ningún siniestro inframundo, aunque para un gato tan apuesto y aguerrido como yo, bien podría ser confundido con Heracles…¡Pero ya no puedo resistirme más, mi curiosidad no me matará pero si me tiene con los bigotes afilados y deseando saber que hay dentro de esta Lata! Y algo me dice, que no es un libro de los que se leen como cualquier otro, mi extraña lata y el curioso gato con gafas creo que tienen algo distinto reservado para mí.

No puedo dejar de mirar al gato que parece John Lennon, sus oscuras gafas parecen reflejar algo en ellas. Yo diría que el gato acaba de mover sus orejas. Y sus bigotes ¿Está sonriéndome? Me acerco todo lo que puedo a él, ya he dicho que a curioso pocos me ganan, sea cual sea la acepción que elijamos, mi naricilla está cerca de la suya –sigue oliendo a libro, no a gato− sus ojos me miran tras sus gafas oscuras, me acerco, me acerco, me sigo acercando ¡Miauuuuuuuuu! ¡Estoy al otro lado de las gafas de Lennon!

Estoy dentro de la Lata-libro. Aquí no me siento tan raro como yo pensaba que me sentiría. Aquí todo es como yo, “blanquinegro”. He encontrado un mundo hecho a mi imagen y semejanza ¡Gatos y personas en blanco y negro! bueno, personitas, pues junto al gato de gafas hay una niña pequeña. Parece que se lo están pasando de bigotes. Claro, es una persona pequeña, con ellos todo es más divertido y lo raro, se convierte en normal.
¡Este mundo es genial! ¿Podré quedarme un ratito si me estoy quietecito mientras observo a los habitantes blanquinegros de la Lata?...

“ Dos amigos juegan al “Arriba y Abajo”, Lilu Blue es un gato guapetón suavecito y mullidito, y Kate es una niñita rubia que mira con ojos de asombro a su pequeño amigo bigotudo. Hace algún tiempo la niña era tan pequeña como el gato, su tamaño era prácticamente igual; juntos desde bebés, jugaban mientras crecían sin darse cuenta.
Juntos repasan el abecedario, se acarician y hasta duermen al mismo tiempo ¡Hey, no soy el único mirón, otro gato pequeñajo mira a la niña y el Gato desde hace un buen rato! Ahora, uno toca la guitarra y el otro canta como una chicharra ¡madre mía que tabarra! pero a ellos no les importan las notas musicales, tan solo quieren divertirse juntos, como hacen los buenos hermanos. Da igual si es un momento de lectura o de juego con pompitas, el momento de dormir o el de estudiar, si el gato es un hadita y la niña una gatita, lo que más les gusta a estos dos es compartir y explorar, eso sí, siempre juntos y sin dejar de soñar.”
Me gusta este Libro-Lata y su mundo en blanco y negro, donde la ausencia de color se suple con la abundancia de amor, entre una niña y su gato con gafas de Lennon, la niña que parece un Hada y el Gato que es todo un primor".

−¡Adiós Trotero! –me dice al marcharme Lilu Blue−¿Ves como el mundo depende del cristal con que se mire? en blanco y negro, todo tiene mejor color…

−¡Un besito Troterito! –me dice Kate− ¿Volverás algún día con tu mejor amiga y jugaremos los cuatro, a disfrazarnos para hacer teatro?

−¡Sonríe, Gato blanquinegro, que salgas guapo en la foto! –dice Andy, el papá de Kate− ¿Quién sabe si algún día, te veremos trotar dentro de una Lata?
Me gusta la idea de volver un día al sitio donde todos los gatos, de día o de noche, ya no son pardos…



El ABECEDARIO DE KATE & CAT
Andy Prokh 

Lata de Sal Editorial
Colección Gatos 
 ISBN: 978-84-941784-7-4 

Un Cuento-Reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

8 comentarios:

  1. Famtastica esa Lata de Sal tuya, Gato!! Me encantó el libro, gracias por dejarme curiosearlo el otro dia en tu tejado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Anna! Es un libro encantador, de los que no puedes dejar de hojear una y otra vez...y este Gato curioso, no para de entrar y salir de su lata-libro

      Eliminar
  2. ¡Me encanta como cuentas las cosas Yoli, me encantaaaa! una reseña fabulosa. Bravo gato, sois geniales. Os quiero.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Loli!
      Contar historias es lo nuestro, y hacerlo de manera curiosa es cosa de este loco Gato.
      Gracias gracias gracias...

      Eliminar
  3. Alucinante, Gato trotero, sois increibles. A los niños les encantaria esto, leerian mas seguro si un gato los anima.
    Enhorabuena por la reseña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un Gato contando historias es lo que todo niño sueña, al menos yo de niña lo hacía, jaja. Muchas gracias por tus palabras y apoyo. Me alegra que te guste.
      Un saludo

      Eliminar
  4. Es un cuento-reseña hermosa, Yolanda.
    ¡Qué suerte tienes, minino hermoso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuentista que es uno, Vicenta, no puede decir nada como el resto del mundo, este Gato todo lo tiene que transformar en cuentos...

      Un abrazo

      Eliminar