jueves, 25 de septiembre de 2014

ASÍ SOY YO, ASÍ ESCRIBO de Manoly Naranjo




Hay veces en la vida, que esta te pone delante a personas que sin ser héroes, ni grandes filósofos, ni médicos de prodigiosas manos, te la cambian por completo y ya nada vuelve a ser como antes. Son personas que no buscas, que jamás pensarías que pudieran cruzarse contigo en tu trotar y menos aún quedarse en tu vida; personas que llegan casi sin ser vistas, pasando desapercibidas en la mayoría de las veces, y otras tantas prácticamente en silencio, llegan, ven, escuchan y cuando el ruido externo cesa, en los albores del silencio, es cuando te hablan.
Hablan a media voz, en ocasiones casi susurrando, llegas a sentir sus manos en tu hombro y su piel rozar la tuya casi antes de que la voz llegue hasta tus oídos; de repente empiezas a sentir su presencia, y hay algo que te atrae irremediablemente hacia ellos, es una seguridad de que estarán donde deban estar y que escucharán lo que tengas que decir, es la tranquilidad de saber que ya nunca estarás sola, que siempre habrá un amigo cerca de ti.
Y entonces oyes esa voz, suave y amistosa, que el ruido que tu propia mente ocasionaba y el jaleo en el que estaba envuelta tu alma, no te dejaba escuchar. Es cuando sabes que un ángel ha llegado a tu vida.
Mi ángel habla suavemente, sus palabras son versos y su sonrisa dibuja poemas en tu alma. Mi ángel es tal cual es, sin adornos, sin falsas lentejuelas, sin luces cegadoras, mi ángel brilla desde adentro e ilumina tu corazón con sus ojos. Mi ángel es lo que ves. Y así como es, así escribe. Plena de luz y lúcida en sus palabras, sencilla en sus versos, grande en sus emociones. Mi ángel se llama Manoly, tiene la piel clara y rubio el cabello, en lugar de alas, viste poemas y en lugar de al cielo, te lleva al paraíso de las poesías.

Así es ella. Un ángel, poeta, amiga, una hermana. Y así escribe.


Manoly Naranjo nos acerca a su mundo a través de los versos de este su primer poemario, primero publicado, pues la poeta catalana lleva muchos años haciéndonos llegar sus más íntimos pensamientos a través del revuelto mar internauta, por el que sin embargo ella navega como quien anda por su casa. Sus poesías te llegan, te mueven y conmueven y hasta te remueven. Cada verso, un sentimiento expresado, cada poema, un sentido despertado, su poesía, una suave melodía para los corazones cansados.  Leer a Manoly es desnudar su alma y aliviar el peso de la tuya, ella es clara y natural y su poesía no iba a ser menos; esta es sencilla, sin artificios, sin retórica absurda, sin metáforas innecesarias.  Escribe como pinta un pintor realista, cada pincelada te lleva a una forma conocida, y todas juntas, a un cuadro en el que lo que ves, es lo que es, y lo que pensó el artista al pintar la obra es lo que te llega a ti. Sin género de duda o de malinterpretaciones. Sin dobles sentidos, ni dobles fondos, pues lo más hondo de ella queda al descubierto en su obra.

Manoly versa sobre la congoja de la vida, sobre el temor, sobre el amor, sobre el rencor, sobre la ira, sobre el grito y los silencios, sobre el que ama y sobre el que maltrata, sobre cielo y tierra, sobre lugares remotos y lugares muy cercanos. Manoly canta al adiós y a las llegadas, a poetas muertos siempre vivos, a noches y madrugadas, a las canas y la niñez, a las lágrimas de una mujer y hasta las de una flor.

Así es Manoly Naranjo, así escribe. Así se nos muestra. Así, la queremos y así…la leemos.”


Soy mujer,
soy arroyo
donde sacias tu sed
y observas mi fondo
Soy transparente
como agua, y ves
en mi interior el lugar
más sombrío.
Soy pura como la brisa
que corre alrededor
del mar, y penetras
en él sin temor a nadar.

 (Soy Mujer, Manoly Naranjo)


ASÍ SOY YO
ASÍ ESCRIBO

Manoly Naranjo

ISBN: 978-84-16097-63-0









Una reseña de Yolanda T. Villar


©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 24 de septiembre de 2014

YUPI KANKAY de Juan Pomponio



A veces me pregunto si un Trotero nace o se hace. Mi primer recuerdo soy Yo, con apenas un palmo de alto, saltando sobre la barandilla de una terraza intentando ver que había más allá de aquel, ya por entonces para mi, minúsculo espacio;  había niños llorando, otros riendo, casi todos corriendo y saltando, ancianos hablando en voz alta y andando con pasos bajos, tanto, que la mayoría arrastraba los pies como si anduvieran sobre culebras. Mujeres jóvenes con vestidos ajustados, mujeres ancianas con vestidos floreados y pelos azulados, otras de negro y moño blanco y hasta gatos como yo que correteaban bajo los coches aparcados y escalaban contenedores de basura ¡Eso es aventura y lo demás son tonterías! pensé. Pero si hay algo que atrajo mi atención fueron los colores. Tantos eran, que por haber había hasta gente de colores, colores que hasta entonces yo solo había visto en otros de mi especie, pero jamás pensé que los humanos pudieran lucir en sus pieles tan bello colorido.
Y no pude resistirme más tiempo. Tuve que saltar esa barandilla en forma de reja y comenzar a trotar entre todas esas gentes, querer saber de dónde venían, a dónde se dirigían, de que hablaban, como olían ¿Qué me atrajo tanto de ellos para comenzar a trotar y trotar y cada vez querer seguir más adelante? al principio la curiosidad, pero luego descubrí que lo que de verdad me atraía eran ellos y esos mundos lejanos que parecían habitar cada uno en sí mismo. Y ahora solo se que de no haber nacido Trotero, hubiera terminado siéndolo igual, si los genes no me hubieran hecho caminar, lo hubieran hecho las voces de aquellos que desde lejos, me invitaban a trotar.

Trotar es vivir setenta veces siete vidas.

YUPI KANKAY de Juan Pomponio, es mucho más que un poemario sobre Sudamérica. Es un viaje más allá de las fronteras, del espacio marcado por el hombre, del tiempo vivido y el tiempo que está por venir, más allá incluso de uno mismo. Versos  que recogen su Gira Poética por tierras sudamericanas, viaje que emprendió modestamente en bus y que durante dos años le llevó a vivir una experiencia que pronto sobrepasó lo material para convertirse en todo un viaje sensorial  y espiritual. Kilómetros convertidos en suspiros, sinsabores transformados en aromas para el alma, bocas guardando sonrisas y miradas enigmáticas que abrían las puertas de casas amigas; un viaje cuyo final no pudo cambiar al hombre modesto que partió de Argentina en busca de versos y lazos, pues la modestia jamás salió de su mochila en su largo viajar y fue puente y abrazo entre poeta y ciudadanos, entre poeta y agricultores, entre poeta e indios e incluso, entre poeta y poetas.
Son más los lazos que nos unen a unos con otros, que las vastas tierras que nos separan; un poema, unas risas, una noche estrellada, un fresco manantial, unas montañas punzando el cielo, una comida compartida y unos tragos de licor entre amigos, todo ello es lo que hace igual a unos hombres con otros, lo que nos une y sobre todo, lo que hará que nunca nada nos separe. Eso  es lo que Pomponio nos enseña con su poético viaje, que solo hay límites y diferencias si uno mismo se los impone, pues de lo contrario, con modestia y ansias de vivir, todos somos ciudadanos de un mismo mundo.


Un viaje que empezó con un Todo y que caminando entre Desierto y Silencio, se Atraviesa la Nada y se llega a la Patria del Inca, y todo sin más pretensión que Contemplar la Eternidad mientras Duerme la Luna y sentirse libre, por el Camino del Poeta.”














YUPI KANKAY

Juan Pomponio

Remolacha Ediciones








Una Reseña de Yolanda T. Villar

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

jueves, 18 de septiembre de 2014

ENTREVISTA CON...Pilar Aguarón Ezpeleta





"...Hablamos de lo rápido que cualquiera en la tierra, puede saber en pocos minutos lo que yo o cualquier persona piensa, lo que hace, lo que quiere o lo que le gustaría hacer. Si hace años alguien me hubiera dicho que esto seria una realidad, habría pensado que solo seria posible con magia.

Hoy vivimos en una tierra de fantasía, pero me decepciona un poco que esta tierra sea más pequeña de lo que pudiera ser el mundo real..."

("Chains" de FRIGYES KARINTHY)




GATO TROTERO: No puedo empezar de otra manera Pilar, que dándole la enhorabuena por su novela. Es una de esas historias que con solo leer el título ya sabes que te espera una buena lectura, y en cuanto has leído el primer capítulo ya no puedes dejarlo hasta llegar a la última página; es lo que me ha pasado a mí, empecé a leer a ver qué tal y de que me di cuenta, había llegado al final  ¿Le pasó a usted lo mismo escribiéndola, Pilar, la historia fluía y parecía escribirse a sí misma, o por el contrario, fue un proceso largo? Pocas veces se da cuenta el lector de que para que una historia nos llegue con fluidez y nos atrape por su sencillez, el autor ha tenido que hacer un duro trabajo para hacer que lo difícil parezca fácil.

PILAR AGUARÓN: Pues el título no estuvo elegido hasta el final. Durante todo el proceso de creación, la novela estaba archivada en una carpeta con otro nombre y fueron los personajes y la historia misma los que me señalaron el título definitivo. Me di cuenta que todo giraba alrededor de esa casa y de lo que allí pasó y no podía llamarse de otra forma.

Antes le hablaba de la portada de un libro y su importancia para atraer al lector. Usted misma ha pintado la cubierta y se nota el cariño que ha empleado en ello, trabajando desde el principio en su novela, cuidándola en todos los aspectos, mimándola, como una madre deja a su bebé listo para salir a pasear, perfecto. Pero usted cuenta con ventaja, Pilar ¿Cómo pasa un artista de expresarse a través de la pintura, a hacerlo con la palabra? ¿Son dos maneras de expresión totalmente distintas o tienen  más cosas en común de lo que pensamos?

Disfruté mucho diseñando la portada, me inventé el aspecto de la casa, de los arquillos y todo su entorno. Imaginaba a mis personajes paseando por esas calles y esa plaza, fue muy gratificante. Cuando la tuve terminada, supe que hacían un todo indivisible.  Y con respecto a si la pintura y la literatura son dos maneras de expresión distintas, le diré que para mí, escribir y pintar  tienen algo en común, porque pinto y escribo en trazo corto y, creo yo, además, que contundente y eficaz. Me propongo deshacerme de todo lo superfluo y dejar lo esencial.

A parte de la propia historia, algo que me ha atraído mucho de La Casa de los arquillos, es la narración en sí, es maravillosa. Hay una sencillez y un cuidado al mismo tiempo en cada una de las palabras, que no he podido dejar de asemejar su estilo escribiendo con la destreza y dedicación de un pintor ante un lienzo. Un lienzo en blanco es semejante a un folio virgen, ambos esperan que se les de vida a través de las manos y la creatividad del artista es que para mí, la buena escritura también es un Arte y tanto en uno como en otro, todo es posible debido a esa blancura impoluta, pero ¿Qué es más difícil, enfrentarse a un lienzo o a un folio en blanco? ¿Ambos necesitan “imprimación” antes de ser trabajados?

Le agradezco sus palabras, no voy a pecar de falsa modestia y las acepto con todo mi reconocimiento. Para mí es más gratificante enfrentarme a la pantalla del ordenador en blanco. Llevo pintando casi cuarenta años y escribiendo diez, pero he sentido más gratitud y me ha producido mayor felicidad la literatura que la pintura. Quizá porque me he enfrentado a ella desde la madurez.

La Casa de los arquillos, es una gran historia hecha de pequeñas historias, aunque la verdad, llamar pequeña historia a la vida de cada uno, es algo impreciso e injusto si cabe. Sin embargo, las pequeñas historias, son las que dan forma a la novela, como los pequeños detalles marcan la diferencia en cualquier cosa que realicemos; si las vidas de sus personajes no se hubieran cruzado, estaríamos ante un conjunto de pequeños relatos independientes, y sin embargo, usted ha hilado unas con otras hasta crear lo que tenemos delante, una novela sorprendente, y lo que le decía antes, una gran historia hecha de pequeñas historias ¿Cómo se consigue hacer de pequeños relatos, una  novela? Su experiencia sin duda en relatos ha sido clave, pero ¿le ha resultado difícil pasar del relato corto a la novela? ¿En cual se siente más cómoda?

En 2010 publiqué una novela de doscientas páginas titulada Hueles a sándalo, esa fue mi primera experiencia en el relato largo, pero lo cierto es que por mi manera de escribir, escueta y directa, huyendo de la paja y lo redundante, disfruto más con la narración breve. Ahora estoy preparando mi próximo libro y también estoy experimentado la misma sensación, la de tener que encauzar la historia para no dispersarme, en ese proceso estoy.

Su novela se mueve por tiempos tan distintos como lo son los principios del siglo XX, la Guerra Civil y la actualidad, pero si nos detenemos a observarlos y pensar en ellos nos damos cuenta de que no lo son tanto como creemos. Años convulsos. Por una u otra razón, son épocas de nuestra historia que nos han marcado a todos, ya sea por el propio peso de la Historia de España y que llevamos grabados a fuego en nuestros genes,  o por lo que todos esos sucesos han hecho de nuestro presente lo que es  ¿Qué le hizo elegir esos años  y no otros para contar su historia?

Las buenas historias nacen de tiempos convulsos, en los tiempos de bonanza las historias terminan siendo anodinas. Hay una cosa que quiero destacar y es el fin último de esta novela: mis personajes carecen de rencor. Sufren, son lastimados, hasta traicionados, pero perdonan, no hay rencor en sus vidas, en ninguno de ellos.

El papel de la mujer es fundamental en su novela. Desde los años mozos y universitarios de Matilde en la capital, durante los cuales todo pareció posible y la libertad una realidad, hasta la reclusión de la mujer en el hogar y sobre todo, la represión intelectual a la que fue sometida durante tantos años ¿Cómo hemos cambiado las mujeres en este tiempo, lo hemos hecho realmente o aún estamos a años luz de conseguir lo que durante la República –casi un siglo antes de nuestros días− parecía cosa hecha?

En estos tiempos sería falaz hablar de desigualdades, sigue habiendo desigualdades sociales y económicas, pero no de género, hoy mismo, sin ir más lejos, una mujer ha sido elegida, y por méritos propios, presidenta del banco más importante de España. No me siento discriminada por ser mujer.

Pintura, relatos, novela, poesía…la verdad, es que ante el  hombre del Renacimiento, nos encontramos con la mujer de hoy en día, la que no se achica ante nada y compagina perfectamente todas las facetas de su vida e incluso del Arte, y para muestra un botón llamado Pilar Aguarón ¿El Artista nace o se hace? ¿Puede un artista reducir su talento solo a una faceta del Arte o por el contrario, la creatividad encuentra sus propios caminos para expresarse, sin límite ni prejuicios?

El artista nace, sin la menor duda, pero si no añades esfuerzo, tesón y perseverancia es difícil conseguir nada. Y por otra parte, pocos son los que tienen destreza para todas las artes, yo por ejemplo soy negada para la música, no tengo oído, ya ve, nadie es perfecto… (risas)

¿Qué hay de nuevo en su horizonte artístico, Pilar? ¿Su próxima obra será literaria o pictórica? ¿Nos sorprenderá una vez más con un nuevo reto? 


Muchas gracias por su tiempo Pilar, y por compartir con nosotros algunos de sus pensamientos. Ha sido un placer inmenso y le deseamos muchos éxitos en todo aquello que emprenda. Gracias.




"...Que nunca más se le ocurra a alguien atreverse a molestarme mientras  juego, cuando configuro los fantasmas de mi imaginación……. cuando creo!"

(Chains, F. Karinthy)




Una Entrevista de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA CASA DE LOS ARQUILLOS de Pilar Aguarón Ezpeleta



El mundo es un pañuelo. No quiero decir con esto que ya haya trotado todo lo que había que trotar y el mundo se me haya quedado pequeño, pues aunque hubiera recorrido todos y cada uno de los rincones de este planeta, estoy convencido de que no por andar dos veces por el mismo sitio, se hace el mismo camino. Y yo tengo siete vidas para recorrer siete veces cada uno de esos caminos.

No, es mucho más que andar y conocer mundo. Es conocer o tener la posibilidad de acabar conociendo a cualquiera que habite sobre la faz de la tierra, el estar conectados entre nosotros a través de personas, que sin saberlo, tenemos en común. Si, somos nosotros quienes hacemos grande o pequeño este mundo, incluso sin necesidad de tener que recorrerlo de punta a punta. Si supierais cuantas veces me he encontrado con personas (o gatos, que la cabra tira al monte y yo, por supuesto, al tejado) que tenían a otras en común, viviendo en distintos lugares e incluso, en tiempos diferentes…pienso que al final Chesterton tenía razón y el mundo no es más que un pequeño e íntimo universo, a pesar de la grandeza del  cosmos.

Muchos millones de personas como para no tener nexos entre nosotros, imposible. Nada sucede al azar, nadie vive su vida sin que esta se cruce con otras tantas vidas. Nadie vive solo en un mundo tan pequeño como este nuestro, aunque nunca llegue a saber, lo mucho que le une a otros que jamás conocerá.



Pilar Aguarón Ezpeleta nos presenta un libro tan difícil de catalogar en un género, como fácil resulta dejarse atrapar por él; una novela corta compuesta por diez relatos que narran otras tantas historias,  en un principio tan dispares unas de otras, para acabar llevándonos  a través de una narración sencilla, elocuente y ausente de florituras, a una sucesión de vidas y vivencias entretejidas con hilos tan finos como resistentes, tanto, que ni el paso de los años puede acabar con esa unión invisible y desconocida por aquellos que formaron y forman, parte de ella.

Escoger a un personaje como protagonista único es imposible. La señorita Matilde Villarrubia, su sirvienta Lucía, el trabajador y paciente Isidro, el emigrante Saturnino, el anticuario Zenón Tranzo o el implacable y duro Hermelo Seoane, todos y cada uno de ellos, junto al resto de personajes que componen la trama se erigen en protagonistas de sus vidas y secundarios de lujo en las vidas de los demás, creando esa Gran Historia compuesta de pequeñas historias que es La Casa de los arquillos; yo diría sin duda a equivocarme que esta, la casa, es la que al final se lleva el gato al agua y se convierte en la protagonista principal de la novela, casa que de una manera u otra, a lo largo de la historia, es el auténtico nexo y punto de convergencia para todos los personajes de la misma. La casa, testigo mudo del tiempo y caja de caudales de secretos, tesoro de piedra de sueños y recuerdos, de añoranzas, de tristezas y alegrías, de vidas y de muertes.

Pilar Aguarón, nos narra una historia que parece pincelada sobre un lienzo, tan visual  que los personajes parecen cuadros contándonos su historia a golpe de claroscuros y difusos trazos impresionistas. Una novela convertida en arte desde el momento en que su autora nos cuenta una historia escrita  con pincel y oleos, y pinta con palabras la vida hecha retrato.

Sencillamente, hermosa.”



LA CASA DE LOS ARQUILLOS

Pilar Aguarón Ezpeleta



Editorial La Fragua del Trovador



ISBN: 978-84-15044-39-0




UNA RESEÑA DE Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

jueves, 11 de septiembre de 2014

ENTREVISTA CON...Ana Belén Rodríguez Patiño




“¿Por qué vivo en la colina verde-jade?
Río y no respondo. Mi corazón sereno:
Flor de durazno que arrastra la corriente.
No el mundo de los hombres,
bajo otro cielo vivo, en otra tierra.”

(Pregunta y Respuesta, de LI PO)


GATO TROTERO: Tengo que darle la enhorabuena por su novela, Ana Belén, es un placer para los sentidos leerla; está magníficamente escrita, la narración es impecable, atrayente, casi hipnótica si me lo permite, tanto por los personajes como por la trama. Los primeros están perfectamente definidos, tanto, que a una le parece que sean personas reales, de carne y hueso, que en cualquier momento te los vas a encontrar por la calle y entablar conversación con ellos. Se saborea la comida, se huele el té, se palpan las localizaciones, se visualiza cada lugar, cada calle, cada rincón por dónde se mueven, se sienten las emociones y los miedos de sus personajes; y como le decía, la trama engancha desde el párrafo uno, tras esto hay un duro trabajo de estudio, recopilación, y por supuesto, de mucha pasión por su trabajo Ana Belén. ¿Cómo nació Donde acaban los mapas, fue un parto largo, duro, o el dolor no tiene memoria cuando la criatura ya está en sus brazos?

ANA BELÉN R: Muchas gracias por tus palabras, Yolanda. Me alegra ver que te ha gustado, de verdad. Gracias de nuevo. Contestando a tu pregunta, te diré que fue un parto delicioso y deseado. La novela nació a partir de un relato corto. Le conté el argumento a una amiga y ella me dijo que de ahí podía salir una buena novela. Después, y durante semanas, desarrollé personajes, tramas, nuevas historias paralelas…
Disfruté mucho escribiendo todos los días, creando argumentos, los giros, los personajes, documentándome… Tardé dos años, pero con intervalos, ya que dejé el manuscrito reposar, tuvo varias etapas de correcciones, etc. Y una vez que la criatura ve la luz, eres las escritora más feliz del mundo.

La protagonista, Alicia Aliorte, una joven llena de inquietudes y bastante inquieta busca su lugar en el mundo donde ser feliz, o tal vez busque un mundo donde no sea necesario quedarse en un lugar para serlo. Cádiz, Londres, Viena, Gales, China ¿Qué le une a  cada uno de estos lugares y que sean ellos los elegidos para recrear la historia? Una conquense criada en Madrid elije Cádiz como lugar natal para su protagonista…

Las mujeres gaditanas son muy valientes y desenvueltas, y en ocasiones tienen que echarse a sus familias a la espalda para salir adelante. Esto concordaba perfectamente con el carácter de la protagonista. Alicia es una mujer a la que no le da miedo empezar de nuevo una y otra vez, un personaje lanzado, que arriesga y no teme involucrarse en situaciones conflictivas o conocer gente misteriosa. Por otro lado, Cádiz es una ciudad que me gusta mucho, así que también es un pequeño homenaje a esa tierra. Respecto al resto, están escogidas por mero gusto personal. Me encantan los libros “viajeros”, que hablan de muchos lugares. Como anécdota, sí te diré que escogí Viena por mi madre, ya que era su ciudad preferida. 

China nos resulta a todos un país enigmático, lejano, de costumbres arcaicas, personas cerradas y herméticas a todo lo extranjero, personas unidas a sus tradiciones casi genéticamente. Usted nos la presenta como un gran y desconocido gigante que alberga en su interior un corazoncito que late, siente y padece, a través de Jing Tao y su historia historias, si me lo permite nos acerca ese gran misterio asiático y nos demuestra que no somos tan diferentes unos de otros, aunque sean miles de kilómetros y milenios de tradición los que nos separen ¿Qué la enamoró  de este gran país? ¿Cuándo se sintió atrapada en ese misterio que siempre ha envuelto a su cultura? yo confieso que Mao y sus ideas, en época de instituto y universidad nos atraparon a todos.

Mao es un personaje histórico ambiguo, con muchas luces y sombras. Si bien sacó a muchas zonas de China de la Edad Media en la que se encontraba a principios del siglo XX, lo hizo a un coste altísimo. Más o menos predicaba aquello de “el fin justifica los medios”. Mi novela no es histórica ni un ensayo, aunque existe una crítica manifiesta.  Quería trazar a partir de ello un escenario muy marcado para encuadrar a los personajes. Toda la cultura china es fascinante, pero su Historia sigue siendo una gran desconocida.

Un país con un largo historial a sus espaldas de guerras, injusticias, asesinatos impunes, dolor, adoctrinamiento, de repente quiere pedir perdón y restablecer la memoria histórica sin trampa ni cartón, sin añadidos ni falsedades. Una piensa que naturalmente esto solo pasa en la ficción, pero al mismo tiempo no puede evitar soñar con que esta idea un día sea un hecho ¿Se imagina que eso pasara en España, dónde las consecuencias, secuelas e injusticias de aquella barbaridad llamada Guerra Civil, aún colean y parece que tanto gobierno como la mayor parte de la sociedad pretenden que se olvide de una vez por todas, sin pedir perdón ni aclarar ciertos hechos?

Nuestra guerra aún está demasiado reciente para que el dolor se supere por completo. Dentro de unas cuantas generaciones, seguro que sí. Ochenta años no es nada para una fractura tan grande. Pero ahora todavía todos tenemos un pariente que murió fusilado o en el frente, o que sufrió el hambre o la represión, y eso se arrastra en el seno familiar durante toda la vida. En mi novela hablo de una posibilidad que es ficción y que veo muy difícil que se produzca en la actualidad. Los gobiernos nos lavan sus trapos sucios en público ni suelen hacerlo internacionalmente.

Historiadora y guionista, escritora. Tres conceptos que son una auténtica bomba de relojería una vez unidos para expresar y dar a conocer tantas y tantas cosas que han quedado en el olvido colectivo, en la memoria de un pasado que pocos quieren recordar ¿Es usted consciente del poder y la responsabilidad que tiene entre sus manos, Ana Belén? yo la admiro enormemente, una de mis pasiones son esas historias no contadas oficialmente sobre la Guerra Civil y sobre todo en mi tierra, la suya, Cuenca, historias que mis abuelos me contaban desde pequeña y hasta hace muy poco, con el fallecimiento del último, no dejaban de sorprenderme y maravillarme ¡Que poco nos han contado y cuantas cosas morirán con los pocos que quedan ya de entonces! ¿Este tema representa para usted también una pasión, Ana, o más bien es una curiosidad histórica? Sus libros sobre el tema hablan de que hay apasionamiento más allá de la mera “profesionalidad” de una historiadora.

He dedicado quince años a estudiar la Guerra Civil, y tengo hechas más de 200 entrevistas a gente que vivió la guerra, de un modo u otro, para mi tesis doctoral, trabajos para la Junta de Castilla-La Mancha, ayuntamientos, patronatos y documentales. La guerra en mi ciudad encerraba muchos mitos que yo había escuchado de niña. Era como un fantasma que infundía terror. Cuando crecí y supe que era una de las pocas ciudades que aún no tenía estudiada esta época, me decidí  abordarla. Fue muy complicado por la dispersión y escasez de documentación. Tardé nueve años en concluirla y hoy sigue siendo uno de los libros más vendidos en las librerías de Cuenca, además de pedirse desde otras ciudades españolas o del extranjero. En mi caso, estudiar la guerra supuso una mezcla de pasión, curiosidad por desentrañar misterios y una evidente vocación de historiadora. 

Relatos, poesía, novela, libros especializados, teatro  ¿En qué registro se encuentra más cómoda Ana Belén, o la comodidad  en sí es el poder moverse por todos ellos, sin etiquetarse ni ponerse límites?

Me han gustado todos en su momento. Poesía hace muchos años que no escribo, aunque en mi prosa está muy, muy presente. He desarrollado pocos relatos, aunque no me fue mal y me premiaron varios. El mundo del teatro es muy duro y es el único al que seguro que no voy a volver, y colaboraciones en libros ya no hago: ni cuentos, ni artículos… Me quitan el tiempo que quiero dedicar a lo único que ahora, y en los próximos años, me interesa: escribir novela. Soy historiadora de vocación, y durante muchos años he disfrutado de ese trabajo, pero la investigación histórica la traslado ahora a la ficción. Lo bueno de la novela es que te permite muchas licencias y eso es también muy divertido.

No sé si la pondré en algún  aprieto o tal vez desvele algún secreto, no sé, pero tengo una curiosidad ¿Y una película sobre su libro? ¿Un salto detrás de la gran pantalla para seguir contando historias poco corrientes de personas aparentemente muy normales? Del corto al largo ¿Hay un trecho, Ana Belén?

Pues qué te voy a decir, que me encantaría verla en pantalla grande. Tengo muy clara mi novela en imágenes, la veo una y otra vez como en una película. ¡Directores del mundo… llamadme! En cuanto a poderla dirigir yo, también lo he pensado e incluso comencé el guión hace más de un año, pero las localizaciones y viajes lo hacen costoso si no se tiene una buena producción detrás. Pero no desespero. Sé que la historia gustaría mucho en cine o en serie de televisión.

Un sueño, una idea, un horizonte no tan lejano, o tal vez una meta a conseguir.

Tengo ideas para escribir durante años, así que espero seguir narrando historias que emocionen a los lectores. Ahora estoy con mi segundo libro, pero tengo ideas ya para el tercero. ¿Mi sueño? Lo estoy cumpliendo: escribir y leer durante la mayor parte del día. Y una meta: ver mis novelas en otros idiomas y plasmadas en televisión o en cine. Espero conseguirlo.

 Una pesadilla, un temor, un agujero negro en el que no desearía caer ni ver caer a los demás.
Siempre se tiene miedo a las dificultades económicas. Sé bien lo que es eso y no me gustaría ver en ellas ni a mi peor enemigo.

Y por último Ana Belén ¿Cabe un gato avispado y blanquinegro en alguna de esas historias que aún están por contar? (risas)

En mi próxima novela salen gatos en varias escenas. No tienen protagonismo, pero están como homenaje al mundo felino, jejejeje…

Gracias por todo Ana Belén, ha sido un placer inmenso leerla, disfrutarla, conocerla y sobre todo aprender a su lado. Le deseo siga cosechando muchos éxitos con su novela  “Donde acaban los mapas”  y mucha suerte, o mucha mierda, para la próxima novela,  que espero que no tarde mucho en publicar.
Gracias por su tiempo
            
Gracias a ti por esta estupenda entrevista y por tus bonitas palabras.




“Nubes —tinta que borra a medias las colinas.
Lluvia blanca —el granizo rebota en la cubierta.
Un ventarrón terrestre barre con todo y se va.
Al pie de la torre el agua se ha vuelto cielo.”
 
(Tinta Derramada, SU TUNG-P’O)



UNA ENTREVISTA DE Yolanda T. Villar


©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 10 de septiembre de 2014

DONDE ACABAN LOS MAPAS de Ana Belén Rodríguez Patiño



 “La tinta, al impregnar el pincel, lo dota del alma; el pincel, al utilizar la tinta, la dota de espíritu.”
(Shitao)



Como buen Trotero,  a uno le gusta recorrer caminos y ver hasta dónde le llevan sus patas. Y como buen vagamundo, hacerlo sin seguir una ruta preestablecida ni marcarse un final para su caminar, la meta está allá dónde mi corazón se sienta en casa…aunque sea provisional.  Cuando he observado en alguna ocasión una de esas bolas del mundo, lo primero que se me ha venido a la cabeza bueno, lo segundo, jugar a hacerla girar ha sido mi primera intención es que el mundo es muy pequeño, que los continentes están a salto de gato y los océanos a tiro de ovillo ¡Giras y giras la bola del mundo y ahora tocas con las zarpas Europa, y acto seguido has llegado a Asia! me encanta ese poder que parezco tener, el poder de acercar el mundo a mi nariz con un solo giro.

Cuando estas “vagamundeando” por ahí, es cuando te das realmente cuenta de las distancias, de esos kilómetros reales que nada tienen que ver con la proximidad de los países en la giratoria bola del mundo, de un mundo que parece componerse de mil mundos más; trotas y trotas y el paisaje cambia tanto como la tierra que pisas, tanto como si de repente hubieras caído en un vórtice que te transporta a un universo distinto ¡cuántos mundos caben en el Mundo! Pero entonces ocurre algo mágico. Aparecen las personas que habitan estos mundos, y es en ese momento cuando te das cuenta realmente que siendo tan distintos, todos tenemos en común mucho más de lo que imaginamos, que esa bola del mundo, gira y gira para acercarnos lejanas tierras, a través de la proximidad de sus gentes…
No sigo mapas, no pongo límites ni fronteras a mi trotar, pero tal vez, solo tal vez, me hubiera gustado ser uno de esos exploradores que recorriendo el mundo a lo largo y ancho, dieron forma en un mapa al mundo que nos rodea y que solo nosotros podemos hacer girar.


Pero solo tal vez…



“DONDE ACABAN LOS MAPAS, es una novela sin fronteras ni límites que nos lleva a seguir un camino que tan solo está escrito en nuestros corazones, y son estos los únicos que pueden saber, cuando hemos llegado a nuestro destino; Destino  que comenzó a hilarse cual tela de araña, decenas de años antes de saber si quiera, que un buen día, estaríamos deambulando por el mundo en busca de nosotros mismos, a través de otros que vinieron antes que nosotros.

Ana Belén Rodríguez Patiño nos lleva de la mano hasta un mundo donde tienen cabida muchos otros mundos y una historia, hecha con historias, que latentes, esperaban el momento de poder unirse unas con otras para dar sentido a lo vivido y a todo lo que está por vivir, un viaje que comenzó hace cincuenta años y que no acabará hasta que el mapa de los corazones marque el punto de llegada.

Un libro apasionante, escrito con la perfección y sencillez que observamos  en un cuadro de Zhan Daqian, expresionismo chino con la fuerza de los colores del país asiático y el trazo ligero de occidente, una historia que mezcla perfectamente tradición y modernidad a través de un lenguaje tan natural como estudiado en sus términos y conceptos, sin restar en ningún momento  ni un ápice de interés a la narración, aunque se nos descubran temas e ideas totalmente desconocidos para el lector occidental; lejos de servir de relleno a una historia en sí apasionante, Ana Belén ha encontrado la forma a través de su escritura, fina y exacta, de lograr apasionarnos más todavía por la novela y por un país que a priori, nos queda muy muy lejos.

Intriga, aventura, misterio, pasado, actualidad, viajes y una preciosa relación amorosa,  son las puntadas con las que Ana  Belén Rodríguez hila una historia apasionante, que nos lleva a través de una montaña rusa emocional a descubrir la vida de un anciano profesor chino, cuya identidad es tan difícil de conocer, como trepidante y arriesgada será  la manera de descubrirla y emocionante el subirse al carro de semejante periplo de misterios, dudas, preguntas sin respuestas, oscurantismo, verdades y mentiras. Pero para ello entra en la vida del anciano, Alicia Aliorte ¿O es el anciano profesor quien se adentra en la vida de la joven?

Una  gaditana en París, que conoce a un profesor chino huido de su país, que junto a dos italianos, dos parisinos, una colombiana y un misterioso y apuesto británico-asiático, juntan, cruzan, enmarañan  y ponen patas arriba sus vidas para desentrañar un misterio que dura ya cincuenta años; nada es lo que parece y alguien no es quien dice ser, acción y sorpresas,  que lejos de hacernos ver  el final de la historia como quien busca el fin del horizonte en un mapa esta, con cada acontecimiento, cada descubrimiento, nos lleva a un nuevo misterio y a mil preguntas sin respuesta. Acción, peligro, emociones a flor de piel, dudas, carreras y recuerdos, muchos y dolorosos recuerdos los que atenazan a los protagonistas.
Y un hombre anciano con tanto dolor guardado, como sentimientos dormidos.
Realmente es una historia apasionante, tanto, que el lector una vez haya empezado a leer la primera página, ya no podrá dejar de hacerlo hasta que llegue al final.


¿Final? solo el corazón puede decir cuando ha llegado a su destino.”






DONDE ACABAN LOS MAPAS


Editorial Palabras de Agua


ISBN: 978-84-941332-7-5



UNA RESEÑA DE Yolanda T. Villar

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