miércoles, 22 de octubre de 2014

EL FIEL TORCIDO DE LA BALANZA de José Carrasco Llácer








No es la primera vez que me pregunto si sería posible vivir sin interactuar con los demás, y la experiencia me dice que no, que es totalmente imposible trotar sin que tus huellas se crucen con otras tantas en su camino; ni siquiera un anacoreta está totalmente solo jamás, siempre habrá un pájaro, un pez,  un ratón, una lagartija o una fila de hormigas que le hagan preguntarse, qué piensan esos diminutos bichos cuando van y vienen sin descanso cargando con granos de trigo diez veces más grandes que ellos a sus espaldas. Tal vez nunca entable una conversación con ninguno de esos casuales viandantes y es una pena, porque seguro que tienen mucho que contar y se aprendería otro tanto de ellos y sus experiencias, ni sus vidas tengan más cosas en común que la tierra dónde viven y los alimentos que comen.  Pero la mera presencia de todos esos seres vivos le harán plantearse la suya propia en este mundo que todos compartimos con mayor o menor acierto y ganas, y en cualquier momento el Destino de unos y otros puede cambiar súbitamente, si uno de ellos se entromete demasiado en el terreno ajeno, marcando un nuevo camino para todos.

Ya que se que no es posible dejar de cruzar caminos con el resto de seres vivos de este planeta, al menos me gustaría cruzarme tan solo con aquellos que yo elija, ya sea por afinidad, sentimientos, costumbre ¿Por qué entonces tenemos que compartir camino y Destino con aquellos que nada tienen que ver con nosotros y nos hacen sentir incómodos, incluso, nos complican y amargan la existencia? ¿El peso y pasado de los que elegimos, se convierten también en nuestros? ¿Los errores y fracasos de los que queremos, ya siempre irán unidos a nosotros tanto como lo están a ellos?
Pues perdonen que les diga, pero eso es injusto. Y un gran fastidio. Cada uno tendría que tener suficiente con arrastrar su propio lastre, pero si encima tenemos que cargar con el de los demás, nos convertimos en meros burros de carga de culpas propias y ajenas, como un castigo eterno por socializar con el resto de seres. Aunque esa socialización, sea impuesta.


Así es imposible conseguir que la balanza esté equilibrada…


José Carrasco Llácer logra con esta novela llevar al lector hasta el lado oscuro de la sociedad, la cual, a simple vista reluce y brilla como estrellas en el cielo, aunque en realidad, sean meteoritos dispuestos a causar una extinción en masa. Sin ser una novela negra, al menos no al uso, si es gris; a veces oscuro, otras más pálido, claroscuros tan difuminados que hay momentos en que desaparecen los blancos y negros, y todo es grisáceo, como si la ausencia de colores extremos, hiciera que al igual que con los gatos, de noche, todos seamos pardos. Una novela audiovisual como no había visto ni leído ninguna antes, José Carrasco nos adentra en la historia como si esta fuera una película en blanco y negro, con su propia banda sonora, marcando los tiempos, las situaciones  y las emociones ¿No nos ocurre que cuando estamos viendo una película, de repente empieza a sonar una música que nos indica y avanza que es lo que puede ocurrir a continuación? si la melodía es serena  y calmada, hace que nosotros nos relajemos y miremos la escena que se desarrolla ante nosotros con total confianza. Solo puede ocurrir algo bueno. Por el contrario, una música tenebrosa, intrigante, con violines chirriantes, nos hace permanecer alerta, de seguro que el protagonista se va a meter en un lío. Hitchcock lo hacía como nadie. Y José Carrasco también. La música no está elegida al azar, Llácer nos hace sentir a través de ella lo que siente su protagonista al escucharla,  evoca recuerdos o sentimientos en él, que se transforman en imágenes y sensaciones en nosotros, los lectores.
José Carrasco Llácer se convierte en nuestro particular Lorin Maazel, y dirige con maestría la orquesta de la vida de sus protagonistas para que el público disfrutemos y nos identifiquemos con obra y personajes  ¡Bravo, José!
Otra de las cosas que me ha atraído de la novela, y que hace que tanto su lectura como su comprensión sean fluidas y alejadas de confusiones y despistes, es la estructura. Los saltos cronológicos se suceden sobre todo en la primera mitad de la novela, una analepsis que nos permite conocer en mayor profundidad al personaje al permitirnos adentrarnos en su pasado y conseguir llegar hasta el origen de su comportamiento  y situación actual. Es una manera de conocer  el ayer del personaje,  sin cortar la narración actual haciendo que tanto pasado como presente fluyan sin entorpecerse uno al otro. Muy Faulkner. Incluso aquí, José Carrasco  aúna perfectamente música y relato, consiguiendo que el flashback discurra rápido y sin circunloquios absurdos que retrasen la narración y lo conviertan en un pesado racconto.

El fiel torcido de la balanza nos pone sobre aviso desde el título, que la novela nos va a adentrar en un mundo de injusticia y tejemanejes en este gran teatro del mundo, la vida.
Gonzalo Santolaya, diplomático destinado en Estocolmo, separado y no divorciado todavía muy a su pesar, pasa sus días a caballo entre su obligación profesional  y su más absoluta devoción, su relación con la periodista y reconocida escritora, Diana Cifuentes. Hasta que unos días antes de su próximo encuentro, recibe la noticia de que su amante y amada ha sufrido un terrible accidente de tráfico y se encuentra gravemente herida. Su ya de por si incierto futuro junto a la mujer que ama, se tambalea ante sus narices ante tan espeluznante giro del destino.

Este accidente pondrá de manifiesto toda una feria de vanidades e intereses creados alrededor de la figura de los protagonistas, que mostraran el lado más oscuro y feo de la ambición y el poder, en dónde nada es lo que parece y el fin justifica los medios. Desde un narcisista y psicópata editor,  Julio, ex amante de Diana, un Dorian Grey de ambición y maldad desmesurada, pasando por el sector más extremista y poderoso de la Iglesia Católica consejeros, confesores y mentores de Marga, mujer de Gonzalo, extenderán sus tentáculos hasta las más altas esferas de la sociedad y la política del país, y no pararán hasta llegar al mismísimo cuello de Gonzalo, el cual se mueren por apretar.
Nadie es lo que parece, y los que parecen lo que son, aún llegan a ser peores de lo que se adivinaba. Engaños, celos, envidias, rencor, vanidad, Egos desmesurados, intrigas, juegos de poder, mentiras, hipocresía, cinismo, venganzas…pocos se salvan de originarlos y menos aún son los que escapan de ellos. Ilusionistas que juegan con las vidas ajenas, títeres que son manejados al antojo de los poderosos y que cuanto más intentan huir, más se enredan sus finas cuerdas. Todos somos objeto de codicia y envidia, y absolutamente todos, pagaremos por los vicios propios y los pecados ajenos.
No podría José Carrasco Llácer haber seguido de mejor manera su camino literario que con El fiel torcido de la balanza, en la cual, el lado más siniestro y oscuro del ser humano, actúa como ponzoña contra sus semejantes, y hacerlo con tanta claridad y destreza, que convierten la historia en un bálsamo para el lector.”



EL FIEL TORCIDO DE LA BALANZA
José Carrasco Llácer

Editorial La Fábrica de Libros
ISBN: 978-84-941223-5-4



Una Reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

2 comentarios:

  1. Preludio siempre ha sido un gran escritor, atrás quedan aquellos comienzos literarios, tímidos y pausados en aquellas arenas que tantos y tan buenos escritores está dando (te incluyo, gato, bueno, os incluyo a ambos, tu frescura y creatividad frente a la elegancia y clasicismo del Caballero) y ver ahora a todos estos amigos y compañeros destacando por sus letras en el complicado mundo literario es todo un orgullo.
    Enhorabuena a Preludio y a ti, dulce Willow.

    Un abrazo
    M.J.

    ResponderEliminar
  2. Una reseña digna de unos profesionales como lo sois en el gato trotero. Me encanta!!!
    Y es que además "El fiel torcido de la balanza" es un libro que se merece todo lo que dices. Creo que muchos escritores que están en la cima no escriben con la perfección que está escrito este libro. Yo siempre digo que esta novela si llegara a las manos adecuadas sería un Best Seller.
    Leo el anterior comentario y me ha hecho recordar aquellos tiempo de las arenas...que gratos recuerdos y que suerte de poder seguir leyendo y compartiendo con los verdaderos amigos y alegrarse con ellos por sus logros al leer esta preciosa reseña. A José le digo que siga escribiendo tan maravillosamente bien y a ti Yolanda que sigas haciendo estas buenas reseñas addemás de todo lo que escribes. Besos para todos...no dejeis de trotar.

    ResponderEliminar