martes, 10 de junio de 2014

ENTREVISTA CON...Antonio Bosch Conde




Desde este tejado se observa perfectamente la ciudad, todo aquel que quiera desplazarse por ella ya sea a pie, bici, transporte público, coche, moto, cornisas, tiene que pasar por aquí, por el epicentro de la urbe; si todos los caminos conducen a Roma, el centro de mi ciudad lleva al resto del mundo. Por eso me encanta este privilegiado lugar, dónde me convierto en el gran ojo que todo lo ve y que no es visto porque soy demasiado insignificante para que alguien ponga sus ojos en mí.

He escogido al fin mi profesión ideal. Gatodetective Privado. Curioso, infatigable, sigiloso, silencioso, entrometido…lo tengo todo para llegar a ser uno de los más grandes de la profesión, incluso una chica guapa de formas rotundas y caminar bamboleante, ella aún no lo sabe, pero acabará loca por mí en cuanto venga a solicitar mis servicios detectivescos, los otros, para cuando nos conozcamos más. ¡Mi gatita se hace la dura, disimula lamiéndose la manita mientras me mira picarona desde su ventana! ahora me da la espalda y mira atentamente un anuncio de comida gourmet para gatos que echan en la tele ¡Cómo le gusta hacerme sufrir! aquí hay una tensión sexual no resuelta.

Pero yo soy un tipo duro de mirada enigmática, mi rostro, esculpido por el tiempo cuya sonrisa torcida bajo mis bigotes pugna por salir para ocultar tanto dolor sufrido en esta vida, tanta emoción contenida; los oscuros y tenebrosos ambientes, el humo de los cigarrillos y el vapor que emana de las alcantarillas tras una fría noche de lluvia, son mi escenario predilecto, aunque cambio los apestosos cigarrillos que me provocan tos y estropean mi aterciopelado maullido por un delicioso regaliz para gatitos buenos. Este soy yo, duro como Spade, sin dejarme amilanar como Hammer, astuto y caballero como Marlow. Solo necesito alguien que quiera contar mi historia.
Cerca de mí,  escucho una interesante conversación entre un escritor que  borda el género negro, y una pelirroja –dista bastante de ser Lauren Bacall, la verdad− que le escucha atentamente. Es Antonio Bosch Conde, el Raymond Chandler valenciano y de ojos claros, mente retorcida para las negras historias y ágil pluma para contarlas. Sí, sin duda Él es el mejor para contar mi historia. Escucharé atento y esperaré mi turno…



1) Bailando un Tango Quebrado. Cuando una lee por primera vez el título de su novela, no sabe muy bien a qué atenerse, qué es lo que le espera tras él. Miras la sinopsis del libro, parpadeas rápidamente, miras de soslayo a un lado y a otro, y vas corriendo a internet a ver qué nos dice sobre ese peculiar tango; y todo te lleva a su novela una y otra vez. No hay duda, hay que leérsela de cabo a rabo sí o sí para saber de dónde sale ese extraño título. ¿Era lo que pretendía Antonio? ¿Dejarnos pensando y ocasionarnos un quebradero de cabeza? (risas)

Como se explica en el libro, nada ocurre por casualidad. Ni en el interior ni en el envoltorio. Tanto la portada como la sinopsis y el propio tango que cuenta la parte pasional de la historia y que se puede escuchar previo a la lectura, tienen como principal objetivo atraer al lector. Es como un guiño, como una mirada fija hacia los ojos del lector para tratar de seducirlo y que se anime a adentrase a los renglones de la historia.  No sé si esto ocasionará algún quebradero de cabeza, pero de “quebrados” va la historia.

2) Como soy una gran amante de la novela y el cine negros, cada vez que cae en mis manos una nueva obra de este género, soy como un niño con una chocolatina, no puedo esperarme a llegar a casa para comérmela, quito el envoltorio rápidamente en mitad de la calle y empiezo a mordisquearla. Sin embargo, ese mordisqueo con su novela se convierte en una recreación lenta y pausada de la misma, pues no es lo que parece en un principio. El que espere encontrar una novela al uso, se va a llevar una gran sorpresa ¿Es premeditado? ¿Huye de toda etiqueta y se deja llevar por la pluma?

Las chocolatinas son una pequeña muestra de algo muy intenso y sabroso. De nuevo tengo que decir que no hay nada casual, todo es causal. Bien es cierto que la etiqueta de novela negra fue la primera que me colgaron cuando publiqué “Sístole y Diástole” y que han mantenido en “Bailando un tango quebrado”. Quizás sería más correcto usar una de las vertientes de la novela negra y denominarlo novela detectivesca, pero aún así, para mí no llega a ser correcto, o por lo menos no completamente. Para mí es mucho más. La trama detectivesca existe y sirve para acompañar y entretener al lector. Le da vida y le da forma a la historia, pero hay algo que no se puede obviar, la pasión. Para ello, es muy importante redactar y transmitir las relaciones personales de los personajes. Toda esa coctelera es “Bailando un tango quebrado”. Una coctelera que hay que agitar a ritmo de tango, lógicamente.

3) ¿Qué hay de su vida cotidiana y de lo qué y quienes le rodean en su novela, Antonio? ¿Perfiló cada personaje al milímetro, o poco a poco, ellos se han hecho a sí mismos?

Siempre hay algo de uno mismo en sus personajes, en algunos más que en otros, pero nada es completamente cierto. La mejor manera de crear es la observación previa. Las personas somos cada una de diferente manera, siempre hay algo que nos sorprende en la gente. Yo trato de fijarme en las personas con las que me relaciono y observo sus reacciones. En aquellos casos que me cuadran para mi historia, trato de robarles un pedazo de su alma y la traslado al papel. De todas formas no hay nada perfilado milimétricamente. Tanto la historia como los personajes tienen una base inicial, pero van evolucionando durante la escritura.

4) Arcadio es muy antihéroe. Es un personaje que se ve  superado por las circunstancias de la vida, y se deja llevar en un momento dado por la necesidad sin saber muy bien dónde se mete. Sin embargo, luego demuestra tener una agilidad mental que pocos esperaban de él, un poco Colombo, si me lo permite, un Sancho Panza incluso ¿Cómo nació Arcadio, en quien se inspiró para imprimirle carácter?

Arcadio es un tipo normal que se ve enfrentado a una adversidad muy cotidiana, en primera instancia. Hay cientos de miles de Arcadios a nuestro alrededor. Yo mismo lo soy, de alguna manera. Si bien es cierto que, en este caso, la historia se complica de manera ya no tan habitual, y el reto que se le plantea a este personaje hace que saque lo mejor él. Yo te diría que Arcadio acaba por descubrirse a sí mismo, desarrollando ese yo interno e intenso que tenía guardado bien adentro. Solo el ser humano que se enfrenta a una adversidad, sabe cómo reacciona, llegado el momento. A veces los aparentemente más fuertes, luego no lo son. Y viceversa.
En cuanto a la inspiración para la creación de este personaje, bien podría ser Sancho Panza, pues el Quijote también tiene un papel en “Bailando un tango quebrado”, pero en realidad me fijé más en el Dr. Watson, el narrador y colaborador en las historias de Holmes.

5) Manuel Laborda es todo lo contrario. Vuelvo a remitirme a los clásicos de la literatura y el cine, pero es todo un Bogart en el Halcón Maltés ¿Es usted amante de este género literario o simplemente busca la mejor manera de expresar una historia sin pensar de antemano en que estilo lo hará?


Totalmente de acuerdo. Manu podría ser ese Bogart que comentas. Siempre me ha parecido un tipo muy interesante y al que admiro. Además de Sam Spade, el detective de El Halcón Maltés, lo que me fascina es cómo interpreta películas como Casablanca, La reina de África o Sabrina: un tipo duro, un “malote” que guarda un gran corazón. Así es también Manuel Laborda, una persona capaz de cambiar su vida por amor, aunque aparezca todo lo contrario.

En cuanto al estilo, no lo pienso, porque ya se encarga el resto de etiquetarme. Yo solo espero que lo hagan, para luego huir.

6) Y no podía faltar la chica, Antonio, esa mujer de bandera, misteriosa, con tacón de aguja, medias de rejilla y un sinuoso movimiento de caderas. Muy a lo Verónica Lake o Myrna Loy, si me lo permite. Sin embargo, en su novela, no es un simple adorno o una fuente de problemas, es parte importante de la misma. Me gusta que haya cambiado el papel de la mujer en estas historias ¿Cómo nos ve usted, dentro y fuera de una novela, como protagonistas y escritoras?

Te lo permito. Que cada uno elija la mujer más glamourosa que quiera para comparar a Remedios Dávila. Para nada es un adorno, Reme va mucho más allá de ser una mujer bonita y elegante. Lo es, arrasa por donde va, pero es humana e inteligente. Un personaje con tanto carácter que, en ocasiones me instruía a mí mismo por dónde debía caminar la historia. Se merecía el papel principal en la portada.
En cuanto al papel de las mujeres escritoras, poco puedo decir, porque es evidente que están arrasando en el panorama literario.

7) En  Bailando un Tango Quebrado, no podía faltar la música, de lo contrario sí hubiera sido algo decepcionante; pero no solo es que no falte, es que está presente en toda la novela, siendo parte importante y prácticamente resolutoria de algunas “penurias” que se presentan en la historia, dándole a la trama un ritmo y marcando un compás al lector. Música y literatura ¿Qué hay de una en la otra, y qué papel juega para usted la primera en su novela, en su propia vida?

La música es algo primordial en mi vida y así lo traslado en mis novelas. Todos tenemos una banda sonora en nuestras vidas y, para mi gusto, los libros también deben llevarla. Si en “Sístole y Diástole” era “Palabras de amor” de Serrat, en “Bailando un tango quebrado” no podía faltar. Me gustan las canciones que te cuentan cosas, que te transmiten algo. En esta novela, empecé de la mano de Javier Calamaro, un artistazo en Argentina, aunque por aquí se conozca más a su hermano Andrés. Os invito a que lo escuchéis y entenderéis porque amo musicalmente a este tipo, con quien tengo una buena relación personal, en la distancia. Con su beneplácito, unas palabras previas de una de sus canciones ayudan en esta historia de intrigas y acertijos. La respuesta ha sido uno de los mejores regalos que me han hecho y que aquí voy a transcribir literalmente, como parte de uno de sus correos: “ Pero lo mejor viene ahora: ¡estoy terminando un disco tremendo! Y será de tango...en honor a vos.
Decía que en esta novela empecé de la mano de Javier Calamaro, para terminar escribiendo mi propio tango, el que cuenta la historia pasional del libro. Un libro con banda sonora propia. Tenía ilusión por escribir una canción, y así lo hice. Un regalo para los lectores del libro, pero sobre todo para mí. Se puede escuchar en https://www.youtube.com/watch?v=22iLa0Nq2AY


8) Otra cosa de las que llaman la atención en la novela, es el estilo empleado para contarla. En primera persona y en pasado reciente, siendo el narrador absolutamente consciente de lo que dice, pues esa es su finalidad, contarnos lo que ocurrió tal y como pasó; pero va más allá, en ciertos momentos hace cómplice al lector haciéndole tomar sus propias decisiones sobre como seguirá la historia ¿Podemos decir de ella también, que es una novela interactiva?

Siempre escribo en primera persona. Me gusta hacerlo así, aunque a veces dé que hablar, porque se me hace protagonista de las historias que cuento. Esto tiene una dificultad, pues solo puedes contar lo que el personaje-narrador ve. El motivo es el que dices, hacer más próxima la historia. Lo de buscar la complicidad del lector es algo que me gusta. No quiero un lector pasivo, sino que quiero que me acompañe en la historia, por eso, en mis novelas intento inventar algo nuevo, mis propias licencias, algo que active al lector y le haga participar, o cagarse en mí, si es necesario, siempre que sea para bien, lógicamente. El lector debe ser un personaje más de la historia.

9) Si yo le digo:”…Un telefón que contesta, una vitrola que “yora”, viejos tangos de mi flor y un gato de porcelana pá’ que no maulle al amor…” ¿Qué me diría? Es mi tango favorito.



Te diría que es un tango para escuchar y para bailar a media luz, justo cuando se abrazan las sombras, y los cuerpos pasan a un segundo plano. En esa media luz, las curvas solo se insinúan, dando el principal protagonismo a los sentimientos, que buscan su compás al ritmo de las pasiones desbocadas. Lo puedes bailar en Corrientes, camino de Mar del Plata y también lo puedes hacer en el salón de tu casa, en el parque o en el corazón. El tango es pasión y por eso elegí este tipo de música para acompañar mi historia.

Y hablando de pasiones, te dejo una curiosidad, para quien no se haya dado cuenta. “Bailando un Tango Quebrado” también se puede leer como “Bailando un TQ”


10) No podía faltar una pregunta Insignia en el Gato Trotero, y creo que en su caso viene que ni pintada ¿Qué relación guardan los viajes con las novelas, son una inspiración o son necesarios para darle movilidad a una historia?

Son totalmente necesarios. Me siento incapaz de escribir una historia ubicada en un sitio en el que no haya estado en mi vida. Yo trato de mezclar los escenarios que conozco perfectamente, con aquellos que me atraen y de los que me documento in situ. En “Sístole y Diástole” tenemos dos escenarios. Aunque, por cuestiones familiares he nacido en Alicante y he vivido en Sevilla, Madrid, Barcelona o Valencia, de donde es la mayor parte de mi familia, quise ubicar la primera parte en un tiempo y lugar cómodo para mí. La elección fueron los años ochenta en Godella, el pueblo valenciano donde más tiempo he vivido. Pero para la segunda parte decidí viajar a la Toscana, porque me parece un paisaje precioso. Para ello, me desplacé hasta allí, reservando solo la primera noche de hotel en Pisa. Con la compañía de una amiga y de mi hija, que por entonces contaba con tan solo 6 años, alquilamos un coche y paseamos, además de por Pisa, por Florencia, Siena y San Gimignano, sin saber dónde íbamos a dormir cada noche, con un papel y un lápiz como principal equipaje. En “Bailando un tango quebrado” los escenarios son Valencia, Madrid y Benasque, tres escenarios que conocía de sobra, pero que, en caso de los dos últimos, también repasé y paseé con papel y lápiz en la mano. Las descripciones callejeras que se pueden leer en ambas novelas, están escritas directamente en la calle.

11) ¿Qué referentes literarios o personales son los que le empujaron y le mantienen en este loco mundo que es la escritura?

Bueno, hemos hablado de Sherlock Holmes de Allan Poe, aunque realmente hay muchos. El desaparecido García Marquez, Vargas Llosa o Pérez Reverte. Me divierte la vida canalla con sabor a mojito de Hemingway, la pasión rítmica de Antonio Machado o la sátira producto de las diferencias entre Góngora y Quevedo. También hay gente buena no tan conocida. De todas formas, y con mucho peso, están los músicos que escriben y cantan poesía. Además del mencionado Javier Calamaro o su hermano Andres, soy adicto a la música de Joaquín Sabina, Antonio Vega, Manolo García, Coti, Jorge Drexler, Fito Paez, Fito Cabrales, Rafa Pons, o Marwan.

12) Para acabar, y con pena, pues está siendo un placer charlar con usted Antonio. Un nuevo vástago suyo ha visto la luz, otro miembro de su familia que viene a colmar la felicidad que trajeron Sístole y Diástole  -sin olvidar su novela corta, En Blanco y Negro- y Bailando un Tango Quebrado. ¿Fue una gestación complicada o ya la experiencia hizo parte del trabajo? ¿Y el alumbramiento, como ha ido?


La gestación fue progresiva, no es flor de un día. “Ensoñaciones”, que así es como se llama esta nueva obra, realmente es un compendio de diferentes textos breves que había ido escribiendo en diferentes momentos. Se trata de poesía, de prosa poética, de sentimientos en voz alta, con muchas metáforas. Creo que se ha conseguido un libro lleno de musicalidad y cariño, un latido en cada página. Además de todo, también quería demostrar a la gente y a mí mismo, que puedo moverme en diferentes terrenos, tratando de evitar así las etiquetas. Lo de la novela detectivesca estaba bien, pero yo quería más. Con “Sístole y Diástole” trataba de explicar que, más allá de los asesinatos, era importante la historia de amistades de dos niños que crecen juntos, el primer amor, la resolución en edad adulta, con “Bailando un Tango Quebrado” quise escribir el Tango para dejarlo más claro, pero con “Ensoñaciones” no he querido dejar ninguna duda al respecto. Y no es todo, hay más palos de la baraja literaria que tocar y que ya tienen forma, pero eso se verá más adelante, en próximas publicaciones.

“Ensoñaciones” realmente no iba a salir tan pronto a la luz, pero con motivo de ser ganador del Premio de Literatura Éride 2014, surgió la oportunidad de acelerar el proceso y ordenar el cajón desastre de lo ya escrito.

Le deseo lo mejor a usted y a su familia numerosa. Un placer, tanto haberle leído, como haberle conocido. Mucha mierda. Y gracias por su tiempo.

Muchas gracias a ti. Un placer.

Creo que aún tengo mucho que aprender de ese mundillo para que se escriba mi historia…así que volveré a mis tejados, descampados y  callejones, si algo pasa en esta ciudad, yo lo sabré.


Una entrevista de Yolanda T. Villar


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3 comentarios:

  1. ^_^ ¡Genial! Un placer leer el artículo y poder compartirlo.
    Saludos muy cordiales.

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  2. Muchas gracias Aurea, la verdad es que Bosch es un autor que sabe llegar a sus lectores utilizando una especial manera de contar las historias, involucra a este pero se involucra a sí mismo.

    Un abrazo

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  3. Escribe de forma muy fluida y te involucra en el tema. Me gusta como escribe Antonio Bosch.

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